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Documento: Maestría Cesar Olivas
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Influencia Sociales de las TIC en México
Cesar Augusto Olivas Valles
Vivimos en un mundo cambiante, que es testigo del exponencial crecimiento de
los avances de la informática. En un mundo donde estos avances se extienden
rápida y profusamente, podemos ser o partícipes o espectadores de la influencia
que la era de las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) tienen
sobre las actuales culturas.
En ningún momento es posible evitar o tratar de frenar estos avances, pues cada
vez más el hombre depende y confía su funcionamiento individual y colectivo a las
nuevas tecnologías de información y comunicación. Bastaría imaginar cómo
encararíamos un día normal en nuestras vidas sin el celular, sin los cajeros
electrónicos, sin los noticiarios que conectados a una red mundial nos informan de
los sucesos actuales y nos dan un punto de partida u opinión; estaríamos aislados
del mundo de la sociedad. Cómo enfrentaríamos la perdida de un ser querido si
dejara de funcionar la computadora de vuelo del avión en que el viajase.
En el mundo actual del siglo XXI nos hemos visto sumergidos en una red mundial
de globalización que implica cada vez más la adaptación a las nuevas tecnologías,
no solo para facilitar la vida o vivir más cómodamente, sino para subsistir; no es
mera vanidad sino que se ha vuelto una necesidad actual. Según Prawda y Flores
(2001: pp 18) en su libro, México educativo revistado: Reflexiones al comienzo de
un nuevo milenio, “todos los días se presentan nuevas competencias y
conocimientos y se descartan otros por obsoletos”. El reto está, pues, en la
adquisición y constante adaptación de nuevas competencias, para el uso y manejo
de las nuevas tecnologías. Polarizando la situación se trata de vivir o morir, por así
decirlo, puesto que las nuevas tecnologías parecen estar marcando el nivel de
funcionalidad laboral, académica, de relación interpersonal e incluso de
sobrevivencia de un individuo dentro de una sociedad que requiere y exige el
acelerado ajuste de nuevas habilidades.
En ese entendido y de acuerdo con Prawda y Flores (2001: pp 20), “existe una
conexión positiva entre educación y contexto”. Porque si entendemos a la escuela
como facilitadora para el desarrollo de conocimientos y habilidades necesarias
para que el educando enfrente al mundo actual y se desenvuelva
competentemente, es la escuela misma quien tiene la responsabilidad de
modificar los planes de estudio en función de las exigencias de formación que se
derivan del desarrollo de las nuevas tecnologías alrededor del mundo.
Así, por ejemplo, la escuela tiene la responsabilidad de preparar al educando para
los retos actuales que se presentan en el mundo laboral. “Los trabajos tienen a
diversificarse en especialidades en función de las nuevas tecnologías que
demandan constante actualización in situ de los trabajadores; los trabajadores se
polarizan entre los que tienen las competencias o habilidades para adaptarse a los
cambios tecnológicos vía la capacitación y actualización permanentes, y los que
no tienen las competencias quedan rápidamente desactualizados y están en
riesgo de perder su fuente de ingreso y seguridad económica” Prawda y Flores
(2001: pp 40). Hace varias décadas que dejamos de aprender el oficio de
nuestros padres y abuelos para enfrentarnos a nuevos trabajos que requieren otro
tipo de destrezas.
México también ha sido testigo de los apresurados avances de las TIC y se ve
forzado a hacer algunos ajustes a los planes y programas educativos. Un ejemplo
de esto es el caso de la incorporación de los recursos tecnológicos a través del
Proyecto Red Escolar que bajo la dirección del ILCE (Instituto Latinoamericano de
la Comunicación Educativa), beneficia a alumnos de primaria y secundaria con
proyectos dirigidos mediante la Internet. El ILCE puede definirse como una
organización con una enorme red internacional conformada por trece países
latinoamericanos: Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua Paraguay, Panamá, Venezuela y México
como sede. Su finalidad, desde hace 49 años, es mejorar las habilidades
académicas que el educando adquiere en el aula a través del uso de las
tecnologías de la información y comunicación. Esto significa que el ILCE es el
pionero de la tecnología educativa en México y por ende toma una particular
importancia (Guevara Niebla, 2005).
El Proyecto de Red Escolar tiene una importante influencia en la formación de las
nuevas competencias que requieren los estudiantes para el manejo de las nuevas
tecnologías. El proyecto invita a las escuelas a participar en proyectos
colaborativos, los cuales funcionan y son regulados mediante actividades dirigidas
y foros de discusión que se realizan con el recurso de la Internet. La participación
de los alumnos los obliga a interactuar, al menos de manera introductoria, con las
TIC pues que son ellos mismos quienes manejan los ordenadores y envían sus
opiniones acerca de las actividades por medio del e-mail. De esta forma, se está
dando un gran avance puesto que con este proyecto, los estudiantes se
familiarizan con los recursos tecnológicos, tanto aquellos que desconocen o tienen
algún tabú acerca de los avances de la informática, así como aquellos otros que,
por el contrario, desde muy temprana edad, se han visto sumergidos en los
ambientes de las TIC. El proyecto responde a las necesidades e intereses de los
estudiantes, respondiendo al mismo tiempo, al contexto en el que les ha tocado
vivir, en el cual toda esta clase de nuevas tecnologías, abundan.
Otro ambicioso proyecto de la Secretaría de Educación Publica que en
colaboración con el ILCE ha desarrollado, es el denominado Enciclopedia. Según
los comentarios externados por algunos profesores que han empezado a utilizar
esta tecnología, este proyecto promete la posibilidad de acabar con el rezago
educativo en la escuela primaria.
Básicamente el Proyecto de Enciclomedia se basa una extensa gama de
hipervínculos que reúne imágenes, videos e interacciones entre otros recursos
multimedia de lo más novedosos, a través de un software que utiliza una
computadora conectada a un proyector y a un pizarrón electrónico, los cuales
utiliza como dispositivos de salida. Dichos hipervínculos están organizados según
la secuencia de los mismos libros de texto gratuitos.
Esto crea un efecto visual e interactivo impresionante para los alumnos. El éxito de
la Enciclomedia, radica ahí precisamente en esto, en que el alumno se vuelve un
sujeto activo del aprendizaje, puesto que se encuentra ante un sinfín de imágenes,
videos, sonidos, mapas, actividades interactivas e incluso juegos. De esta forma,
el aprender se aleja por mucho de la monotonía, para desarrollarse en un
ambiente, facilitado por los medios de información y comunicación, que es
novedoso y propicio para la enseñanza. Es importante advertir, sin embargo, que
todos estos maravillosos recursos no cumplen sus objetivos de formación sin la
irremplazable tutoría del profesor.
Prawda y Flores sostienen que se está dando una gran transformación social y
surgirá lo que se ha llamado “realidad virtual”. “La tecnología ha hecho que
podamos experimentar una serie de realidades simuladas, es decir, sin que ocurra
el hecho real.” (Prawda y Flores 2001: pp 64) Estos son los escenarios que se
intentan crear a través de las TIC o de las actividades de interacción dirigidas a
través de la Internet. Con la realidad virtual, se simulan objetos concretos para que
el alumno pueda manipularlos y sacar sus propias conjeturas generándose
entonces un conocimiento significativo, un conocimiento aplicable a la vida diaria,
un conocimiento real.
En los últimos años hemos visto cómo ha ido creciendo la enorme red de
telecomunicaciones y cómo resulta cada vez más cercana la enorme gama de
posibilidades tecnológicas por las cuales podemos interactuar en el mundo
globalizado. Además, los costos de estas tecnologías se han minimizado, y
abaratan los costos de la oferta educativa. En la actualidad, por ejemplo, resulta
muchísimo más barato ampliar la cobertura educativa si los estudiantes y
catedráticos no se encuentran en presencia física. Hoy en día, el profesor puede
impartir clase, a través de la video conferencia, a una audiencia muy dispersa en
diferentes partes del mundo y, de igual manera, los alumnos pueden tener
contacto con mayor número de tutores, aumentado así su acervo cultural. Con
estos avances, podemos olvidarnos de las fronteras o de la necesidad presencial,
lo que para muchas universidades representa ahorros significativos en tiempo,
esfuerzo y sobretodo dinero.
Ahora bien, es importante mencionar que las nuevas tecnologías de información y
comunicación, con todo lo novedosas y necesarias que son, no son sino un
recurso más para la trasmisión de los conocimientos. En este sentido, su empleo
ha de garantizar que la educación que se imparta con estos apoyos, sea de buena
calidad. Es decir, que sea relevante, pertinente, eficaz, equitativa y eficiente
(Muñoz Izquierdo, 1991, Equipo de investigadores del ILCE, 2005, pp. 14 - 16). El
equipo de investigadores del ILCE toma estos criterios de evaluación de la calidad
de la educación para aplicarlos a los proyectos educativos basados en el empleo
de las nuevas tecnologías de información, de la siguiente forma:
“Relevancia: la tecnología coadyuva a que la educación responda a las
necesidades de los usuarios y del contexto al ampliar las oportunidades de
formación. Incorporando los recursos tecnológicos a la instrucción en un área
específica del conocimiento, habilita a los participantes en su manejo y
aplicaciones, lo que actualmente figura entre los requisitos para el ingreso a
muchos espacios laborales.
Equidad: el reto de proporcionar el acceso y ofrecer educación pertinente y de
calidad a todos los estudiantes, está afectado por el crecimiento demográfico,
la situación económica y el desplazamiento de las comunidades en diferentes
zonas geográficas del país, lo que dificulta el cumplimiento del compromiso
gubernamental. Bajo estas condiciones, los recursos de la tecnología han sido
cruciales para solventar algunos de los problemas relacionados con el acceso
a la educación, al posibilitar mediante redes satelitales y digitales que la oferta
educativa llegue, de manera simultánea o diferida y con las mismas
condiciones de calidad, a todos los demandantes.
Eficacia o efectividad: el uso de la tecnología en la educación constituye en sí
mismo un logro en la medida en que se le identifica como parte sustancial de
la renovación de los sistemas escolares, como respuesta a los cambios del
medio social, económico y laboral.
Eficiencia: la relación entre los recursos invertidos y los resultados alcanzados
es una cuestión central en la incorporación del uso de la tecnología en la
educación, en tanto que implica grandes inversiones de capital para los
gobiernos, sociedades e instituciones.” (Equipo de investigadores del ILCE,
2005: pp 14-16).
Son entonces las TIC la respuesta a los proyectos de educativos de calidad
encaminados a satisfacer las exigentes necesidades sociales actuales de la
denominada era de las telecomunicaciones, por los beneficios y flexibilidad que
ofrecen como recurso didáctico.
Margiotta (1995) sostiene que los servicios que ofrece la “tecnología educativa”
necesitan enfocarse al aumento de la calidad de la educación. Dichos medios
tecnológicos involucrados en el proceso de enseñaza – aprendizaje (materiales u
organizativos), son la cara oculta de la desigualdad educativa que eventualmente
será necesaria reducirla en función del incidencia en la calidad. No obstante,
deberá caer en la adoración y ritualismo de los medios. La computación, la
televisión, el video y la Internet se destacan entre las preferencias de los agentes
educativos, pues ejercen un atractivo especial a través del cual se tiene la
sensación de haber abordado el conocimiento bajo los beneficios de la era actual.
Es necesario que los países latinoamericanos aseguren que esas tecnologías
estén al alcance de todos, y a su vez se utilizadas de forma apropiada. Sería
prudente ampliar las perspectivas de los recursos pedagógicos que no sacralicen
las tecnologías. Por eso es importante hacer esfuerzos creativos y apropiativos de
diversos medios. Será necesario poner los medios tecnológicos al servicio de la
calidad y de la equidad educativa, y no a los educadores y a los educandos al
servicio de los medios.
Bibliografía
Prawda, Juan y Gustavo Flores (2001). México educativo revisado. Reflexiones al
comienzo de un nuevo milenio. México, Océano.
Guevara, Gilberto (2005). ILCE, Tecnología de vanguardia para la educación.
Educación 2001, 126, 21 – 25.
ILCE, Equipo de Investigadores (2005,). ILCE, Nuevas tecnologías, educación y
sociedad. Educación 2001, 126, 13 – 18.
ILCE, Equipo de Investigadores (2005, Noviembre). ILCE, Tecnología de
vanguardia para la educación. Educación 2001, 126, 13 – 18. (Muñoz Izquierdo, C.
(1991): “Calidad en la educación superior en México”. En Perfiles Educativos,
núm. 51 – 52, México, págs. 38 – 45.)
Margiotta, E. D., 1995, Desafíos para la educación frente a las necesidades del
desarrollo con equidad en América Latina. Revista Iberoamericana de Educación,
número 9, págs. 206 – 207.