RECONSTRUYÉNDOME

CRÓNICA PARA EL PROYECTO TIT@

DOCENTE: Phanor Piedrahita

GRUPO: 90

MAESTRO TUTOR: Luis Eduardo Hinestroza

Cuando se mencionó en reunión de docentes mi nombre para asistir a la capacitación que ofrecía el programa TITA, de la Universidad del Valle, debo ser sincero, no veía con muy buenos ojos esta asignación. Esta apreciación iba a cambiar con el paso de las semanas, ante la gran cantidad de novedades y aprendizajes que cada clase lograba aprender.

Inicio mi relato recordando ese primer día que asistí a clases, venía de otro grupo con clase los miércoles, en el cual no logré encajar, ya que el ritmo impuesto por el tutor era despiadado. Abrir el blog, cambiar el diseño, subir un nuevo documento, significó para mí un mundo que apenas aprendía a entender. Afortunadamente por cuestiones de organización institucional, me cambiaron el día y tuve que asistir los martes, con el tutor Luis y la sala anexa a la biblioteca, salón pingüinos, grupo 90. Dejamos de correr tanto y nos preocupamos por hacer bien las cosas, comprenderlas, que es lo más importantes. La paciencia que predomina en las clases del profe, nos ha hecho receptores del conocimiento, de una forma que nos mantiene metidos en el cuento y con una aptitud positiva siempre.

Crear diversos recursos de aprendizaje y obtenerlos de la red donde siempre han estado, pero que muy pocos lo sabíamos, hace que estos descubrimientos sean atesorados por el grupo. Aprender las técnicas para bajarlos y adecuarlos a nuestro entorno, se convierte en un arte, el cual aprendemos a develar con cada clase trabajada; esto me lleva a pensar que el programa TITA, más que ayudarnos a manejar herramientas tecnológicas, ha permitido que nos reconstruyamos. La facilidad en el manejo de materiales, su organización, adecuación, innovación; va sacando de cada uno de nosotros el mejor docente que estaba oculto, ya mi práctica docente no se limita a hablar sin parar donde mi único recurso es un tablero y un marcador; ahora antes de cada clase, pienso, cuestiono y selecciono recursos que me permitan hacer de mi entorno escolar un mundo mejor para mis estudiantes.

La concepción de aprendizaje y, en consecuencia, las estrategias de enseñanza dirigidas a promoverlo, también han experimentado cambios sustanciales en la forma de ver mis clases. Mientras el papel de mi enseñanza tradicional era proporcionar información, la función de mis alumnos se restringía a asimilarla mediante la práctica y la repetición; fuera de su contexto real de utilización. Ahora, por el contrario, considero que el aprendizaje no puede ser transmitido sino que debe ser construido por el propio individuo. Por ello, los sistemas innovadores de enseñanza enfatizan el aprendizaje basado en la actividad significativa, entre estos sistemas se encuentran: la enseñanza basada en el aprendizaje por TIC

La forma actual del aprendizaje de nuestros niños destaca la naturaleza activa del mismo, subrayando como cualidades centrales la abstracción y la transferencia, que sólo son posibles cuando el alumno aplica sus conocimientos a una actividad

plena de sentido y en contextos variados que permitan la generalización. Las exigencias que hoy se están planteando en nuestras clases, producto de nuestro proyecto Tit@ requieren, más que aprender contenidos, ser capaces a lo largo de la vida de aprender en forma independiente, es decir, determinar en forma autónoma qué debe ser aprendido, buscar, evaluar críticamente, seleccionar la información relevante y saber utilizarla para realizar tareas o solucionar problemas.

Estos cambios en los objetivos del aprendizaje suponen modificar radicalmente mis estrategias de enseñanza privilegiando una participación más activa de los alumnos. Es lo que se denomina la "enseñanza centrada en el alumno" o "aprender a aprender". Los cambios en mis estrategias de enseñanza exigen que además de dominar mi contenido curricular, tenga conocimiento de los procesos implicados en el aprendizaje; y requieren el concurso de métodos flexibles adaptados a las necesidades individuales y basadas en el diálogo, para poder ofrecer la retroalimentación necesaria durante el proceso instrucción. Es aquí, precisamente, donde las TIC pueden jugar un rol importante apoyándonos en los procesos dirigidos a superar las dificultades que presentan los alumnos.

Veo en las TIC un impacto creciente, el cual se debe en buena medida a su versatilidad, por cuanto pueden adoptar las características de cualquier otro medio, poseen además una capacidad de representación y expresión antes impensadas y me permiten asociarlas a otras actividades académicas donde su intervención directa es indispensable.

La manera en la que se ven las cosas desde nuestra óptica y la forma en que cambia cuando estamos haciendo parte de un buen proyecto como lo es Tit@, cambia en la medida en que se adquieren las habilidades necesarias para llevarlo a cabo, también cuando nos damos cuenta que le hemos puesto gran parte de nuestra ética profesional en lo que hemos producido. La motivación es creciente y con ella el impulso a realizar mejor nuestro trabajo cada día. Este mismo sentimiento que genera el proyecto, es el que esperamos en nuestras comunidades de aprendizaje y depende de nosotros el no dejar decaer esta gran propuesta a la cual tenemos acceso hoy.

Tal vez el proceso de adecuación y cambio del entorno escolar de nuestros estudiantes se demore mucho, puede estar sujeto a presupuestos y asignaciones gubernamentales, pero la germinación de esta semilla del cambio en nuestro ser ya se ha logrado, puedo decir sin temor que somos docentes nuevos, somos innovadores, somos críticos…y sobre está cultura que el programa nos dejó, serán educados los jóvenes del mañana, lo cual debe cambiar en algo nuestro país. Compañeros…tuvimos la gracia de formar parte de este homogéneo grupo de compañeros, somos gestores de cambio…que no se nos olvide.

ATENTAMENTE…phapi70/ 2015.