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EL REY Y SU JARDÍN Había una vez un rey que tenía un gran palacio cuyos jardines eran maravillosos. Allí Vivian miles de animales, de gran variedad y colorido. Solo una cosa le disgustaba al rey; prácticamente en el centro del lugar se veían los restos de lo que siglos atrás había sido un inmenso árbol, pero que ahora lucia apagado y seco. Tanto le molestaba, que finalmente ordeno cortarlo y sustituirlo por un preciso juego de fuentes. Un astuto noble estuvo visitando al rey en su palacio, en ese momento le dijo al oído: Majestad, sois el más astuto de los hombres. En todas partes se oye hablar de la belleza de estos jardines y la multitud de animales que los recorren, pero en el tiempo que llevo aquí, apenas no he podido ver otra cosa que no fuera esta fuente y unos pocos pajarillos. ¡Qué gran engaño! El rey, descubrió con horror que era verdad lo que decía el noble, llevaba tantos meses admirando las fuentes, que no se habían dado cuenta de que apenas quedaban unos pocos animales. El Rey mando a llamar a los sabios, este tuvo que escuchar muchas mentiras pero nada que pudiera explicar lo que sucedió. Ni si quiera la gran recompensa que ofreció el rey permitió recuperar el esplendor de los jardines reales. Una joven se presentó ante el rey asegurando que podría explicar lo sucedido. Ella dijo: -lo que paso en su jardín es que no tenía suficiente excremento, majestad, sobre todo, de polilla.

Cuento el rey y su jardin em

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Page 1: Cuento el rey y su jardin em

EL REY Y SU JARDÍN

Había una vez un rey que tenía un gran palacio cuyos

jardines eran maravillosos. Allí Vivian miles de

animales, de gran variedad y colorido.

Solo una cosa le disgustaba al rey;

prácticamente en el centro del lugar se veían

los restos de lo que siglos atrás había sido un

inmenso árbol, pero que ahora lucia apagado y seco. Tanto

le molestaba, que finalmente ordeno cortarlo y sustituirlo

por un preciso juego de fuentes.

Un astuto noble estuvo visitando al rey en su palacio, en ese

momento le dijo al oído:

Majestad, sois el más astuto de los hombres. En todas partes se oye

hablar de la belleza de estos jardines y la multitud de animales que

los recorren, pero en el tiempo que llevo aquí, apenas no he

podido ver otra cosa que no fuera esta fuente y unos pocos

pajarillos. ¡Qué gran engaño!

El rey, descubrió con horror que era verdad lo

que decía el noble, llevaba tantos meses

admirando las fuentes, que no se habían dado

cuenta de que apenas quedaban unos pocos

animales.

El Rey mando a llamar a los sabios, este tuvo

que escuchar muchas mentiras pero nada que

pudiera explicar lo que sucedió. Ni si quiera la gran recompensa que

ofreció el rey permitió recuperar el esplendor de los jardines reales.

Una joven se presentó ante el rey asegurando que podría explicar lo

sucedido.

Ella dijo: -lo que paso en su jardín es que no tenía suficiente

excremento, majestad, sobre todo, de polilla.

Page 2: Cuento el rey y su jardin em

Todos los presentes rieron ante el chiste de la joven, entonces

los guardias disponían a expulsarla, cuando el rey lo impidió.

- Quiero escuchar la historia, exclamo él. De las mil

mentiras que he oído, ninguna empezó así.

La joven comenzó a explicar cómo los grandes animales de

aquellos jardines se alimentaban principalmente de pequeños

pájaros de vivos colores, que debían su aspecto a su comida,

compuesta por sus coloridos gusanos, a su vez se alimentaban

de varias especies de plantas y flores que solo podían crecer

en aquel lugar del mundo, siempre que hubiera suficiente excremento

de polillas…

Y hubiera seguido hablando sin parar, si el rey no hubiera gritado:

- ¡Basta! ¿y se puede saber cómo sabes tú todas esas cosas, siendo

tan joven? - pregunto.

Ella dijo: - porque ahora todo ese jardín está en mi

casa antes de haber nacido, mi padre recupero aquel

viejo árbol, lo planto en su jardín. Desde entonces,

cada primavera, de aquel árbol surgen polillas. Con el

tiempo, las polillas atrajeron los pájaros, surgieron

nuevas plantas y árboles. Y ahora, la antigua casa de

mi padre está llena de vida. Todo por las polillas del

gran árbol.

- ¡Excelente! - exclamo el rey - ahora podré recuperar mis jardines.

Y a ti, te hare rica, asegúrate de que dentro de una semana todo

esté listo, utiliza tantos hombres como necesites.

- Me temo que no podrá ser majestad-dijo la joven-. Hacen falta

muchísimos años para recuperar el equilibrio natural. Con mucha

suerte, cuando yo sea anciana podría estar listo. Esas cosas no

dependen de los hombres que trabajen en ellas.

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El rostro del anciano rey se quedó triste y pensativo, comprendiendo lo

delicado que es el equilibrio de la naturaleza, lo imprudente que fue al

romperlo tan alegremente. Pero amaba tanto aquellos jardines y

aquellos animales, que decidió construir un inmenso palacio junto a las

tierras de la joven con miles de hombres trabajando en la obra. Pudo

verla terminada en muchísimo menos tiempo del que hubiera sido

necesario para reestablecer el equilibrio natural de aquellos jardines en

cualquier otro lugar.

FIN Programa: Ingeniería Agropecuaria

Asignatura: Técnicas de lectura y escritura

Presentado por: Edward Herlinder Malaver Fresnea-1051501803