PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES

La existencia de un desequilibrio ecológico, ya no es una novedad. Por los ríos ya no corre agua, las selvas se convierten en desiertos y la biodiversidad se restringe año tras año.

En la década de los noventa, el informe del Worldwatch Institute, señala que millones de hectáreas de bosques van desapareciendo cada año.

Debido al preocupante escenario, se han multiplicado las ONG “ecologistas“ pero sin poder articular acciones y pensamientos conjuntos.

El ser humano accede al discurso y al conocimiento de la naturaleza a través de su red simbólica de la cual nada humano está fuera. La naturaleza en sí misma le es inaccesible, el hombre construye un concepto de naturaleza.

La naturaleza no ha sido la misma para el hombre a lo largo de los siglos porque el concepto naturaleza, de realidad es la que ha ido cambiando. La “naturaleza no es un producto sino un constructo histórico, ideológico, cultural“.

Noción de Physis, en la antigüedad griega, es comprendida que era un Cosmos regido por un orden racional universal. También supone un potencia vital en donde convive el desarrollo y el límite, la totalidad y la armonía.

Según el Jefe Seattle, la tribu Suwuamish del noroeste de EE.UU., tenía una concepción de la naturaleza diferente a la occidental contemporánea. Tal así que el Presidente Price les escribe pidiendo comprar las tierras y estos se niegan. El jefe Seattle, en la carta le expresa “ la tierra no pertenece al hombre sino el hombre a la tierra“.

Entre los siglos XIV y XV, en Europa ha empezado a generarse significativos cambios socio, políticos, culturales y económicos.

Nace una nueva etapa histórica llamada “Modernidad“ y con ella aparece una nueva forma de concebir la naturaleza y la relación entre el hombre y su entorno.

La burguesía es la nueva clase ascendente que consolidará su poder económica a lo largo de la modernidad a través de la instauración de la economía capitalista y la expansión colonial.

En el siglo XX, se supone que a mayor ciencia, tecnología y producción debería haber mejor bienestar general, sin embargo aparecen múltiples disfunciones a medida que se expande el sistema tecnocapitalista industrial: pobreza, explosión demográfica, contaminación ambiental, guerras mundiales, uso de armas nucleares.

La degradación del medioambiente esta vinculada con la expansión irracional de la producción capitalista . A su vez, la expansión irracional del sistema capitalista del producción acelerada e hiperbólica no tiene en cuenta los tiempos de regeneración de los recursos naturales y tampoco con los tiempos de degradación natural de los residuos.

La economía contemporánea es una ciencia compleja y su relación con los temas medioambientales parece estar sufriendo una singular ceguera. Es incomprensible que los registros contables no den cuenta de las pérdidas planetarias que se sufren tras la destrucción del planeta.

Frente al problema de la degradación del medio ambiente y tantas disfunciones que genera esta civilización hiperacelereda y consumista se plantean distintos abordajes en búsqueda de solución.

Esta civilización víctima de su propio desenfreno necesita límites y regulaciones claras que hagan posible un compromiso ético de cada uno de los actores sociales.

La búsqueda de alternativas no puede reducirse a encorsetar el sistema o intentar de solucionarlo con su propia lógica.

En esta pretenciosa línea de investigación es necesario volver a generar nuevos lazos de alianza entre el hombre y la naturaleza.