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El psicólogo Rafael Santandreu, 'El arte de no amargarse la vida' Rafael Santandreu, psicólogo. / MICHELENA

El arte de no armargarse la vida

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El psicólogo Rafael Santandreu, 'El arte de no amargarse la vida'

Rafael Santandreu, psicólogo. / MICHELENA

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El psicólogo Rafael Santandreu, autor de 'El arte de no amargarse la vida' y 'las gafas de la felicidad', invita a no ser rehén de los propios pensamientos

Para ser emocionalmente fuertes y felices no hace falta tener una mansión, ni siquiera tener trabajo, pareja o sentirse bien tratado. "El ser humano maduro sabe perfectamente que mientras no te mueras de hambre o sed, todo va bien", afirma Rafael Santandreu, autor de superventas como ‘El arte de no amargarse la vida’.

El psicólogo acaba de publicar

‘Las gafas de la felicidad’‘Las gafas de la

felicidad’(Grijalbo).

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– Soy afortunada porque tengo comida y bebida. Luego, ¿el resto es accesorio?

– ¡Sí! Ahora los españoles, por ejemplo, nos alarmamos de la crisis económica. Y eso se trata de una alarma neurótica. El ser humano maduro sabe perfectamente que mientras no te mueras de hambre o sed, todo va bien. Aumentar las necesidades básicas te hace débil.

Éste es la base de una buena filosofía personal.

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– ¡Menudo conformismo! ¿Qué pensarán la gente que está indignada?

– Para intentar mejorar las cosas no hace falta indignarse. Enfadarse es una mala estrategia porque te hace infeliz y te saca fuerzas. Necesitar poco no quiere decir no tener proyectos o metas… las tengo, pero no las convierto en exigencias. Ser frugal no es ser conformista, es saber renunciar a lo que, en cada momento, la vida te sustrae

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– ¿Todo está en la mente?

– ¡Sí! No nos damos cuenta, pero la felicidad está dentro de mi cabeza, no fuera. La persona fuerte y feliz no depende de "tener pareja", "tener trabajo", "que me traten bien".

La persona sana aprovecha sus oportunidades y valora lo que posee.

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– ¿Somos rehenes de nuestros pensamientos?

– Hasta que aprendemos a no serlo. Uno de mis modelos de fortaleza emocional, Stephen Hawking, el científico en silla de ruedas, aprendió a controlar su mundo emocional a través de sus pensamientos.

Ahí va uno: "Quejarse es inútil y una pérdida de tiempo. No lo pienso hacer jamás".

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– ¡Sí! El 30% de las personas tienen o depresión o ansiedad. Y todo ello es, en realidad, 'terribilitis', el hábito a calificar de 'terrible' adversidades que no lo son. Las personas más fuertes no lo hacen nunca: ni siquiera piensan que la muerte de todos sea terrible. Cualquier día caerá un meteorito sobre la Tierra y lo reventará todo y estará bien… Algún día tenía que acabar.

"Sufrimos de 'terribilitis, el hábito de calificar de 'terrible' adversidades que realmente no lo son"

– ¿Sufrimos una epidemia de terribilitis?

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– ¿Por qué esa tendencia a echar la culpa de nuestras emociones a factores externos?

– Nuestra mente tiende a verlo así. Es un fallo de fábrica. Sólo la educación emocional te puede ayudar a verlo tal y como es. Y ahí empieza toda la locura humana.

El hombre organiza guerras, expolia el medio ambiente, comete crímenes porque cree que necesita muchas cosas externas para estar bien

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– ¿Acabará la RAE aceptando el término 'bastantidad'?

– Quizás. La bastantidad es la capacidad secreta de las personas más fuertes y felices. Se trata de tener 'bastante' en cada momento de tu vida. ¿Me deja mi pareja? "No pasa nada, si ya tengo bastante con mi familia y mis amigos, mi trabajo, mis capacidades…".

¿Pierdo el empleo? "Puedo seguir siendo feliz, ya que tengo bastante con la comida y el agua que me pueden dar mis padres". Pensar así elimina la mayor parte de tus miedos.

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– ¿Realmente cree que decir que se necesita "aprovechar la vida" o "tener hijos" es tan absurdo como creer que se necesita un Ferrari?

– Más absurdo, de hecho. Al menos, el Ferrari lo puedes vender. Pensamos que las necesidades inmateriales son más lógicas porque son 'bonitas' o 'elevadas' pero en el momento en que las conviertes en una necesidad imperiosa, se convierten en una carga. Por ejemplo, mucha gente se amarga mucho por la absurda necesidad "de que todo el mundo me respete".

Eso es imposible y absurdamente innecesario. Sólo los débiles necesitan ser respetados y tratados con justicia siempre.

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¿Qué podemos hacer para no convertir deseos en necesidades absolutas?

– Renunciar mentalmente a todo ello de antemano. Hace tiempo que yo hago el siguiente ejercicio. Cuando voy a trabajar en mi bici voy pensando: "Rafael, imagínate que te quitan el título de psicólogo y ya no puedes ejercer… ¿Qué harías para seguir siendo muy feliz?". Y se me ocurren varias cosas. Por ejemplo, podría vender naranjas. Me lo pasaría en grande… vendería las mejores naranjas de España, etc. Elaboro esa visualización hasta que casi me dan ganas de dejar la psicología… Entonces estoy preparado para empezar la jornada. "Deseo" trabajar como psicólogo, pero no lo necesito para ser muy feliz.

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– Recomienda tomarse el trabajo o las relaciones como un juego. ¿No caeríamos en la indolencia?

– La fuerza del disfrute es mucho más grande que la fuerza de la obligación. Mozart fue un gran compositor no porque le obligasen a tocar el piano. De niño, sus padres le tenían que cerrar el piano con un candado porque de lo contrario se levantaba por la noche a tocar.

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– ¿Conoce a muchos directores de empresa 'clochard'?

– ¡Un montón! Mucha gente fuerte sabe que no necesita sus mansiones, sus deportivos o yates. Los tienen, pero si los perdiesen, no derramarían ni una lágrima por ellos. De esa forma, mentalmente, viven ligeros de equipaje como un vagabundo, aunque externamente posean muchas cosas. Amancio Ortega, el dueño de Zara, es uno de ellos.

"Mucha gente fuerte sabe que no necesita su yate o mansión; si los perdiese no derramaría ni una lágrima.

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– ¿Sigue pensando que es una buena idea romper con la pareja por whatsapp?

– ¡Claro! Lo importante es comunicar. Como se pueda. Por whatsapp también. Las personas solemos fallar por lo que yo llamo 'perfeccionitis' comunicativa'. Nos decimos: "Si no lo digo cara a cara, no lo digo". Y nos pasamos, meses o años sin confesar nuestras interioridades.

Por eso, soy muy fan del lenguaje escrito. Por ejemplo, escribir notas o emails para decir las cosas difíciles.

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– ¿Nuestra sociedad es una jungla con cada vez más monos locos?

– Buff. ¡Sí! Tenemos la mente del mono loco cuando vamos de rama en rama, sin parar, buscando la rama mejor: con más sol, más alimento, mejores vistas…

Por eso, hay que ralentizar, caminar a la mitad de velocidad, hacer menos cosas. La sociedad de consumo nos quiere acelerados para que compremos más en menos tiempo.

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– ¿Para cuándo la pastilla que nos haga emocionalmente fuertes?

– Llegará pronto una pastilla que nos haga estar muy bien, sin efectos secundarios. Perfecta. Pero lo que no te dará es raciocinio, capacidad para discernir lo que te conviene, para priorizar. Así que la psicología cognitiva seguirá siendo la mejor forma de ganar salud mental.

Aunque yo no le diré que no a esas vitaminas emocionales.

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– ¿Es realmente la vida un chollo, tal y como rezan las frases que lleva en sus camisetas?

– Por supuesto. Para la persona bien amueblada, sí. Y eso ya lo dijo Charles Darwin: "Después de todos mis viajes y de todas las especies que he estudiado, he llegado a la conclusión de que el destino del ser humano es ser muy feliz porque todas las especies lo son".

Él mismo se preguntaba por qué no lo somos y la respuesta es que vivimos de manera antinatural. Antinatural es la necesititis, creer que necesitamos más que la comida y la bebida del día para ser muy felices.

DARWIN

RAFAEL SANTANDREU /ANE URDANGARIN  DOUCE & BERTA