El emilio de rousseau (libro ii) (2)

Nombre: Manuel Maestro-Muñoz Bravo. Curso: 2ºA Grado de Educación Primaria.

EL EMILIO DE ROUSSEAU: LIBRO II: LA INFANCIA:

Resumen:

En este segundo libro de su obra “Emilio”, Rousseau pretende que el lector tome conciencia de las graves consecuencias que tendría en el futuro de un niño el haber dado un paso en falso o haber dado por sentado muchas cosas o haber ido demasiado rápido en la instrucción y la educación por parte, no solo de los profesores, sino también de los padres.

También nos expone los métodos de enseñanza más recomendables, desde su punto de vista, para que el trayecto de aprendizaje y desarrollo del alumno prosiga de un modo progresivo (sin saltarse ninguna etapa y poco a poco) y sin altercados (pueden definir el carácter, modo de actuar y de pensar del niño a lo largo de toda su vida sin posibilidad de volver atrás ni de remediarlo).

A su vez, critica los métodos de enseñanza que, a su modo de ver, en vez de hacer progresar al alumno y beneficiarle, abarrotan a los alumnos de ideas y conocimientos que el profesor cree importantes y adecuados para su formación pero que en realidad son, más bien, perjudiciales y frenan en seco el correcto desarrollo intelectual, moral o conductual del niño, es más, lo hace retroceder y echar por tierra todos los conocimientos adecuados que hasta ese momento el alumno poseía.

Además, en ocasiones, se apoya en ejemplos de conversaciones entre niño y profesor para hacer ver la manera correcta de educar.

Por último, se debe decir que, a lo largo de todo el libro II, Rousseau quiere introducir en el lector el verdadero valor que tiene el período de infancia y que éste no debe ser estropeado o interrumpido por indiscreciones o temores o advertencias o regañinas de profesores o padres. Se debe dejar a los niños que disfruten su infancia.

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Preguntas:

1.- ¿En qué consiste para Rousseau la primera infancia?

Es un período de la infancia que acaba a la edad de los 12 años en el cual todo individuo empieza a entrar en contacto con el mundo que le rodea. Según Rousseau, la primera infancia es la etapa que más disfruta una persona en su vida y también la que más deprisa transcurre. Por ello, el autor insiste en la idea de que los padres deben dejar que el niño experimente los dolores y situaciones adversas que tenga durante este período, pues suelen ser dolores físicos, pero débiles y hacer frente a estos dolores leves le servirá al niño para hacer frente a dolores y problemas más fuertes que les surja en etapas de la vida futuras. El cuidado y la protección excesiva van a crear a un niño incapaz de solucionar problemas sin la ayuda de otros y le hará vulnerable ante el más mínimo problema, que tiende a exagerar.

2.- ¿Qué entiende por infancia?

Rousseau entiende la infancia como una etapa de la vida que tiene unas características propias y una madurez cognitiva, intelectual o moral propia y que difiere por completo de las características de la edad adulta. No se puede alterar el orden que rige la naturaleza, no se puede pretender que un niño tenga la misma capacidad de pensamiento o de conocimiento que un hombre adulto, no se puede saltar esta etapa y querer convertir al niño en hombre en un abrir y cerrar de ojos. Por ello, el educador debe centrarse en el presente, en el ahora y olvidarse del futuro, pues puede que el futuro que cree que puede tener cada alumno sea falso y no llegue a producirse.

También piensa que se debe inculcar en los alumnos la felicidad como meta, pero una meta real (nunca ideal) que el alumno sea capaz de alcanzar en función de su condición o sus capacidades. Muchos de los males que tiene el niño en el futuro tienen que ver con el fomento de la imaginación durante su infancia y el carecimiento de un educador adecuado que le hubiera marcado los límites a los que puede llegar y los que no puede alcanzar. Se interpreta la infancia como un período infeliz

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porque se le exige al niño alcanzar metas inalcanzables para él dentro de sus posibilidades. Debe garantizarse la libertad del niño.

Además, considera erróneo el pretender que el niño razone más allá de lo que él puede asimilar. Se deben ofrecer razonamientos al niño en el momento conveniente, ni antes ni después, y deben ser razonamientos prácticos y ejemplos reales. El exceso de palabras y discursos sobran. Lo más valioso es la ejemplificación práctica y mostrarle solo el mundo físico. No se puede castigar a un niño cuando hace algo mal porque no es capaz de razonar sobre lo que está bien y lo que está mal. Debe evitarse lo máximo posible el hacerle pensar, aunque sea por un momento, que ha hecho algo mal pues, si se le regaña, él querrá saber el motivo y si se le explica, podrá hacer interpretaciones buenas o malas, pero nos arriesgamos a que malinterprete al profesor y se haya afincado en su cabeza una idea errónea que difícilmente se erradicará.

Por ello, aboga por evitar introducirle cualquier idea moral hasta la edad de 12 años, cuando ya posee una capacidad lógica y racional acerca de lo que está bien y lo que no.

3.- ¿Qué es para él la “educación negativa”?

La “educación negativa” se entiende como un método de enseñanza basado en la precaución y el cuidado del empleo adecuado de palabras, pero éstas deben ser escasas, ya que se pretende que el niño atraviese durante la infancia un período inactivo, desprovisto de lecciones provenientes del profesor. Debe llegar a la edad de 12 años libre de prejuicios, razonamientos, pensamientos, hábitos o conocimientos. Se debe, por tanto, evitar caer en la trampa de querer aleccionar al niño en cualquier aspecto pues una sola idea equívoca o un error pueden echar por tierra toda la vida del niño. Es mejor privarle de emociones que puedan sobresaltarle o hechos de la vida que no comprendan o que sean demasiado complejos para su nivel de razonamiento y que necesiten que alguien se lo explique. Se debe evitar introducir al niño cualquier vicio o idea perturbadora, ya que sería difícil eliminar ese vicio de su mente.

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Es mejor que durante la infancia pierda tiempo de aprendizaje, ya que cualquier aprendizaje que reciba puede entrañar el riesgo de que sea erróneo o demasiado avanzado en relación a su capacidad de razonamiento. Es más aconsejable atrasar el tiempo de inculcar a los alumnos lecciones valiosas que ofrecer durante la infancia instrucciones equívocas.

Por tanto, no se trata de una educación totalmente inactiva, sino una educación indirecta (sin mandatos ni órdenes, se debe dar libertad al niño pero controlando indirectamente sus amistades, experiencias, ambiente, sin querer instruirle ni aleccionarle de algún modo).

4.- ¿Qué papel atribuye a la “educación de los sentidos”?

Rousseau concede a este método de educación el nombre de educación instrumental, que se fundamente en el hecho de enseñar al niño a valerse de sus sentidos para utilizarlos como el mejor instrumento de aprendizaje.

Debido a la improcedencia de ofrecer enseñanzas verbales en la etapa infantil, se debe fomentar en el niño el sentimiento de sensibilidad. No hay que correr excesivamente en la enseñanza de la lectura o la escritura pues, por ejemplo, si le llega a su poder una invitación a un cumpleaños y no sabe leer, en el momento que quiera buscar a alguien que le explique el contenido de dicha invitación, ya habrá pasado el cumpleaños y el niño, frustrado al no poder haber ido al cumpleaños con sus amigos por no haber podido leer esa invitación, tendrá mayor interés en querer aprender a leer. El querer aprender por la relevancia que ese aprendizaje tiene para los intereses del alumno es el mayor método de iniciar ese aprendizaje y no por sometimiento o por inculcación del profesor.

Además, todo primer aprendizaje del ser humano es por medio de los sentidos que posteriormente dará lugar al razonamiento, por eso se deben ejercitar antes de nada los sentidos antes que el razonamiento.

Tras todo esto, el niño cuando llega a la edad de 12 años ya está totalmente inmunizado a las impresiones, no tiene miedo a nada, es libre y es más maduro y conoce mejor todo lo que le rodea que aquellos niños que durante su infancia no han hecho más que ser castigados u obligados

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a hacer reflexiones sobre actos o circunstancias que no son capaces de comprender al no tener capacidad de pensamiento lógico y racional y ser aspectos impropios de su edad.

5.- ¿Qué relaciones estableces con las ideas de Rousseau con la educación actual?

Pese a ser un escrito muy antiguo, está en bastante consonancia con la idea que se tiene sobre la educación actualmente. En la actualidad, se está pretendiendo que el niño sea capaz de hacer frente él solo a sus problemas sin la ayuda de nadie y que sea autónomo en su trabajo y en su aprendizaje, es decir, que sea él el guía de su propio aprendizaje, con las pautas que propone el profesor. Sin embargo, ahora mismo se quiere que los niños vayan a niveles avanzados en relación a su edad, se ayuda a que sepan utilizar perfectamente las nuevas tecnologías a muy temprana edad y esto puede hacer que el niño caiga en los vicios que precisamente Rousseau quiere que se eviten.

Además, han cambiado los sistemas de castigos. Ya no se llevan a cabo castigo físico de ningún tipo ni regañinas subidas de tono. En la actualidad, es más frecuente el sentarse con el niño y pensar acerca de lo que ha hecho intentando buscar una solución.

Por último, en lo que veo que hay mucha relación es en fortalecimiento de los sentidos: Se llevan a cabo, a menudo, juegos o actividades atractivas que mejoran la capacidad auditiva (canciones, por ejemplo), táctil (aparatos electrónicos como tabletas o móviles, manipulación de objetos) o visual (al recurrir a proyectores audiovisuales, se les puede poner películas o ejemplificaciones con vídeos).

Ya no se presenta al profesor como una autoridad que impone reglas y mandatos y que exige a sus alumnos aprendizajes metidos a presión en sus mentes, sino que se ve al profesor como un mero guía en el tránsito del paso de la etapa infantil a la adolescencia.

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Comentario crítico:

Como se puede observar, Rousseau tiene unas ideas muy claras acerca de cómo debe ser el niño educado a lo largo de su infancia:

- Pretende que el niño sepa aguantar los leves dolores físicos o emocionales que pueda sentir durante su niñez para que sea capaz de mantenerse fuerte y resistente ante dolores más intensos y complejos durante su adultez.

- Establece una separación clara entre el niño y el adulto, argumentando que cada uno tiene unas características propias e inviolables.

- Quiere ayudar a que el niño permanezca sin recibir noción o lección alguna durante el mayor tiempo posible para evitar que se trate de aprendizajes erróneos y que puedan incidir negativamente a lo largo de toda la vida del individuo.

- Es más aconsejable que el niño aprenda a través de sus sentidos que a través de la razón, pues su capacidad de procesamiento, deducción o razonamiento es muy baja en este tramo de su vida y aún no está preparado para comprender ciertos tipos de aprendizajes recibidos.

Por otra parte, el concepto de educación que tiene Rousseau no es otro que el de la educación indirecta, es decir, hacer que el niño permanezca inactivo y ajeno a ideas perturbadoras y lejanas al nivel de comprensión propio de la infancia y que el deseo de aprender surja del propio alumno, de su interés, que no se lo imponga nadie.

Por último, es necesario comentar las ideas que defiende y nos expone Rousseau en este libro II de su obra. Da un valor extremadamente grande a esta etapa y a la necesidad de la ausencia de cualquier error, paso en falso, nervios, ansiedad o impaciencia en el profesor.

No quiere que nada quede sujeto a la duda, debe ser todo milimétricamente preciso, pues la más mínima alteración puede ser la mayor de las tragedias para la vida futura de dichos niños.

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No apoya la idea de hacer reflexionar al niño, como opina Locke, ya que ve que la hora de reflexionar no corresponde al tiempo de la infancia, sino a etapas futuras.

Es más partícipe de la educación a través de los sentidos. Además, y para concluir, repite y advierte hasta la saciedad de que solo se debe enseñar al niño lo que el niño es capaz de comprender y no algo que necesite una explicación o argumentación que el niño pueda malinterpretar y crear ideas erróneas en sus mentes sin percatarse el profesor de ello.

Es imprescindible que el niño permanezca en un ambiente armonioso y ajeno a sobresaltos a los que necesiten dar una explicación. De ello deberá encargarse el educador, de cuidar sus compañías, sus gustos, sus inquietudes.

Critica por tanto el método de enseñanza tradicional basado en los discursos del profesor y el aprendizaje a través de apuntes y libros de texto y propone una forma de enseñar más libre por parte del alumno, es decir, quiere que el alumno sea el que quiere aprender y siente interés por ello, y no que sea el profesor el que obligue al alumno a aprender lo que él diga cuando él lo diga.

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