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1 Nuevamente he tenido ese sueño horrible, estoy disfrutando de una mañana de setas y monte, y al agacharme a recoger ese fantástico boletus, una pequeña criatura roja me muerde. Al despertar, no sé dónde, lo primero que escucho es un intenso zumbido, mientras una fuerte luz me deslumbra, me impide abrir los ojos. Pasado unos minutos creo escuchar unas voces, no sé muy bien de dónde proceden, y por el tono no parece que sean emitidas por un ser humano. Son voces metálicas, como si salieran a través de una lata. Todas las mañanas desde hace un mes, me levanto muy asustado, con ese horrible sueño. Me dirijo al lavabo para lavarme la cara y los dientes, y por el pasillo trato de recordar la conversación que escucho en mi pesadilla. “ El Planeta Tierra está llegando a su fin, la salvación se encuentra en los números irracionales. En concreto en el número.... ”. El resto del sueño, es lo que más me aterroriza, los hombrecillos rojos se percatan de que los estoy escuchando y accionan un botón, que pone en funcionamiento una hoja de sierra o algo parecido. Dicho instrumento me comienza a cortar poco a poco los pies, la vista se me nubla de dolor y me despierto atemorizado, casi llorando. No recuerdo nada más. ¡Qué tontería!, ni siquiera sé lo que son los números esos, no le encuentro ningún sentido. Esta mañana, al llegar al instituto, de la manera más rara, me he encontrado de repente, delante de la estantería de los libros de matemáticas, de la biblioteca. Aún me pregunto cómo he llegado hasta allí. Bueno ya que estoy allí, comienzo a leer algo sobre los números irracionales. Tras ojear las primeras páginas, llego a la siguiente conclusión, un número irracional es un número que no se puede escribir en fracción, el decimal sigue para siempre sin repetirse.

EL ENIGMA DE PI

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Nuevamente he tenido ese sueño horrible, estoy disfrutando de una mañana de setas y monte, y al agacharme a recoger ese fantástico boletus, una pequeña criatura roja me muerde.

Al despertar, no sé dónde, lo primero que escucho es un intenso zumbido, mientras una fuerte luz me deslumbra, me impide abrir los ojos. Pasado unos minutos creo escuchar unas voces, no sé muy bien de dónde proceden, y por el tono no parece que sean emitidas por un ser humano. Son voces metálicas, como si salieran a través de una lata.

Todas las mañanas desde hace un mes, me levanto muy asustado, con ese horrible sueño. Me dirijo al lavabo para lavarme la cara y los dientes, y por el pasillo trato de recordar la conversación que escucho en mi pesadilla.

“ El Planeta Tierra está llegando a su fin, la salvación se encuentra en los números irracionales. En concreto en el número.... ”.

El resto del sueño, es lo que más me aterroriza, los hombrecillos rojos se percatan de que los estoy escuchando y accionan un botón, que pone en funcionamiento una hoja de sierra o algo parecido. Dicho instrumento me comienza a cortar poco a poco los pies, la vista se me nubla de dolor y me despierto atemorizado, casi llorando.

No recuerdo nada más. ¡Qué tontería!, ni siquiera sé lo que son los números esos, no le encuentro ningún sentido.

Esta mañana, al llegar al instituto, de la manera más rara, me he encontrado de repente, delante de la estantería de los libros de matemáticas, de la biblioteca. Aún me pregunto cómo he llegado hasta allí.

Bueno ya que estoy allí, comienzo a leer algo sobre los números irracionales.

Tras ojear las primeras páginas, llego a la siguiente conclusión, un número irracional es un número que no se puede escribir en fracción, el decimal sigue para siempre sin repetirse.

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Si alguien me hubiera preguntado esta mañana lo que era un número de esos, habría jurado que un número irracional es aquel número que está loco.

Han pasado ya varias semanas y por fin hoy puedo afirmar que el maldito sueño ha desaparecido, no recuerdo muy bien como era, únicamente recuerdo algo sobre números locos y como unos seres rojos me trocean.

_______ . _______ . ______ . _______ Mañana es domingo y como casi todos los domingos de octubre, aprovecho con mis amigos a sacarnos unos euros recogiendo setas y vendiéndolas a

los bares del pueblo.

Ha amanecido un fantástico día soleado, y después de las lluvias caídas durante la semana, creo que hoy sí haremos caja.

Mi padre, ya me ha marcado un par de sitios dónde casi seguro habrá buenos hongos. Me visto, desayuno y cojo mi equipo de recolector de setas, formado por mi cesta y mi palo de avellano de la buena suerte.

En primer lugar nos dirigimos al valle roto, es un buen sitio, ya que es bastante húmedo y apenas es transitado.

Nada más llegar, nos dispersamos. Lo mejor es ir cada uno por un lado, esto nos facilitará la tarea, ya que rastrearemos una superficie mayor de monte aumentando la posibilidad de coger el mayor número de setas.

Tras recorrer un largo tramo, diviso un círculo de hongos, ¡qué maravilla!. Tendría que haber traído la cámara, para hacerles una foto ya que forman un círculo perfecto. Nadie me va a creer. El más pequeño, creo que llegará a pesar unos 800gr. Saco la navaja del bolsillo y me dispongo a cortar el primer hongo. En ese momento, escucho un fuerte pitido y un pequeño objeto rojo sale de debajo a toda velocidad, dirigiéndose a otro de los hongos.

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No puede ser, me froto los ojos y comienzo a sudar. Empiezo a recordar mi sueño y un temblor invade mi cuerpo. Comienzo a correr, hacia el lugar, dónde deje a mis amigos. Intento gritar, pero el miedo no me deja. Tropiezo con una raíz y caigo de bruces contra el suelo. Me he dado un fuerte golpe en la cara, al intentar levantarme noto que tengo sangre en las manos, pero no me aprecio ninguna herida. Me llevo las manos a la cara y me doy cuenta de que he estado sangrando por la nariz. El sol está bastante bajo, por la posición del sol creo que serán cerca de las cinco. No es posible, ¿cuánto tiempo he estado allí tumbado?.

Un chirriante ruido me sobresalta, giro ligeramente la cabeza, como si intentará ver algo, pero sin ser visto. No observo nada más que árboles y algún pájaro.

Un temblor me recorre el cuerpo, mis padres y mis amigos estarán preocupados al ver que no he regresado.

Nuevamente suena el chirriante ruido, al mirar al suelo, veo que estoy rodeado de pequeños seres rojos.

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No puede ser posible, el golpe me ha trastornado. Cierro los ojos y vuelvo abrirlos, efectivamente estoy rodeado de seres rojos.

Al intentar huir, un fuerte zumbido me paraliza. No puedo articular ningún movimiento, intento gritar, pero es inútil. Lo último que recuerdo, es una luz roja cegadora y un zumbido agudo.

¿Estoy muerto?, al abrir los ojos, me percato que estoy en la cama de mis pesadillas, en la habitación de mis sueños.

Tengo mucha sed, la puerta se abre y entra algo parecido a un ser. Su cuerpo desprende una fuerte luz azulada y en su pecho lleva escrito un símbolo. El símbolo me suena, pero me es imposible recordar que significa.

De lo primero que me percato, es que trasporta algo parecido a un vaso con un líquido.

Sin articular algún sonido, me ofrece el líquido. En realidad es agua o algo que sabe igual ó más bien algo que no sabe a nada. Me bebo el vaso de un trago y cuando trato de preguntar, ¿dónde estoy?, es tarde, el ser luminoso ya ha desaparecido.

La verdad es que creo que estoy soñando y en cualquier momento despertaré. Pero al llevarme las manos a la cara, compruebo que tengo una herida y que me duele.

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¿Dónde estoy?, la respiración se me acelera, trato de incorporarme, pero me es imposible.

Trato de reunir todas mis fuerzas, pero no son suficientes. Oigo pasos detrás de la puerta, el corazón se me acelera. La puerta se comienza abrir.

Entra un nuevo ser, la luz que desprende es más brillante y azul que la del ser anterior, pero viene precedido de un sonido, que me trasmite tranquilidad. Este ser también lleva escrito en su pecho un símbolo, con la diferencia de que ahora si recuerdo que significa, es el símbolo del número pi.

• Hola terrícola, has sido seleccionado para una importante misión.

Yo no salgo de mi asombro, pero algo en mi interior me dice que estoy preparado.

• Como ya sabrás, somos seres del espacio, que estudiamos y analizamos la vida en el universo.

• ¿ Pero yo qué ....?.

• Tu Planeta está llegando a su fin. Todo terminará en el día PI.

• ¿El día pi?

• El 14 de marzo (3/14).

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• ¿Pero, yo, qué debo hacer?

• Deberás ponerte en contacto, con las personas más importantes de tu Planeta y comenzar a estudiar el número Pí. Deberéis resolver la ecuación final de pi, ya que os dará la clave para salvar el Planeta TIERRA.

• ¿El número Pí?

• Pi tiene una gran importancia en áreas como la ingeniería y la construcción. Todos los científicos de tu planeta sin importar raza, sexo o país, deberán trabajar unidos para alcanzar identificar el último dígito decimal de Pi. Una vez obtenido, les será muy fácil desentrañar la fórmula exacta para salvar el Planeta.

• ¿Pero eso es imposible,es un número irracional?

• Irracional es gastarse el dinero de un país, en fabricar una bomba que destruya a tus semejante, irracional es dejar morir a seres de tu especie. Si el 14 de marzo no habéis descubierto la fórmula correcta, la tierra será destruida.

• ¡Despierta!, vaya hostia te has metido, mira que dices tonterías.

• ¿Qué me ha pasado?

• Te debiste tropezar con algo y caíste, menudo susto nos has dado macho. Y encima, menuda mierda de setas que hemos recogido. Toda la mañana andando para nada.

Recogí mi palo, y regresamos al coche. Antes de entrar, miré al cielo. Una de las nubes era un símbolo Pí. Creo que me estoy volviendo loco. Aunque nunca sabré la verdad. ¿Y si fuera cierto?