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presentacion acerca del espacio economico del caribe durante el periodo de la colonia. hecho por juan antonio danieluk.
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Capítulo 14 Juan Carlos Garavaglia & Juan Marchena
EL ESPACIO ECONÓMICO DEL CARIBE
14.1. DE LAS FACTORÍAS A LOS PUERTOS ABIERTOS. PLUSVALÍAS MERCANTILES Y MODELOS
SOCIOECONÓMICOS
El ámbito temporal estudiado comprende el periodo
entre 1550-1750, en el que el Caribe desempeñó un
papel central en la economía americana, constituyendo
un espacio económico propio y particular.
Este papel consistió en ser el punto de entrada y
salida de las embarcaciones que llevaban los metales
americanos (en su etapa de mayor producción) y el
punto de entrada de los esclavos africanos y las
mercaderías europeas que se distribuían en el
continente.
La circulación y modo de producción de los
metales por el continente americano habían
generado una red de intercambio con los
productos agrarios modificando los modos de
producción de éstos adaptándolos al mercado
minero.
Se establece un juego de intercambio en el que
los puertos del Caribe tienen un rol sumamente
importante ya que regulaban a través de la
especulación los precios de los metales y las
mercaderías europeas.
El Caribe se transforma en un espacio de intercambio
de escala internacional (comercio con España) como
regional (articulando las distintas regiones a través de
la circulación de mercadería dinero).
Evolución de las feitorías en plazas de mercado que se
fueron complejizando a medida que América era
incorporada a la «economía mundo», como mercado de
manufacturas y productora de metales.
Grabado de barcos. Puerto de Sevilla, España, fue el principal destino de las mercancías novohispanas en los siglos XVI y XVII.
La especulación financiera y la producción metalífera
constituyeron las bases del comercio caribeño. Además se introduce
el contrabando (llevado a cabo por peninsulares en un primer
momento, y luego por franceses, ingleses y holandeses) que
abarataban las manufacturas.
Rápido crecimiento de las ciudades que se convirtieron en lugares
en donde era posible comerciar cualquier cosa.
Este modelo constituido en el Caribe generó profundas
transformaciones en las sociedades coloniales, tejiendo un
entramado multirracial en el que la diferenciación social se basaba
en los beneficios producidos por el comercio, extendidos a toda la
población.
14.2. EL VENDAVAL DE LAS FLOTAS Y EL RUIDO DE LAS FERIAS
En 1503 se establece la Casa de Contratación en Sevilla, como un único medio de control y regulación de la Corona en el intercambio y el tráfico a través del sistema de monopolio comercial.La administración (española y americana) se basaba en la obtención y acumulación de riquezas (oro y plata).La implementación del llamado «régimen de flotas» resultó un sistema sumamente rígido y poco adaptado al juego de intercambio y produjo que el fraude y el contrabando se impusieran como prácticas paralelas dentro del comercio americano.
Navegación circular del Atlántico y el Caribe por la flota de Carrera de Indias
Éste régimen suponía que los viajes se debían llevar a
cabo anualmente y cumplimentar una serie de
requerimientos de tonelaje y navegabilidad. Saldrían sólo
del puerto de Sevilla además de recalar sólo en los puntos
prefijados. Una vez recolectados todos los bienes en las
«ferias» asignadas y el tesoro tributario americano, se
regresaría a Sevilla en el mismo año. Aquí el rol de Sevilla
era el de registrar a todo y todos los que entraban y salían
de España. Este sistema permaneció casi sin cambios a
pesar de sus muchas falencias como el hecho de no
adaptarse a las condiciones del mercado, además de no ser
eficaz desde el punto de vista económico.
Lámina del Códice Florentino. La llegada de las flotas comerciales a los puertos novohispanos tenían un fuerte impacto en la economía y la vida
cotidiana de los pobladores.
Los barcos eran de propiedad particular y los de la Corona
eran barcos de guerra. En un principio las embarcaciones más
clásicas eran las carabelas, que fueron sustituidas por la
«nao», más grande y por ende con más capacidad.
Tomando como base un análisis de los registros de la Casa de
Contratación de Sevilla y las gacetas holandesas, Garavaglia,
señala una serie de aspectos de la navegación en la Carrera de
Indias:
Una gran irregularidad.
Homogeneidad en lo transportado. Productos como alimentos
europeos, textiles y artículos suntuarios, cambiados por metales,
cacao, tabaco, azúcar, lanas delicadas (vicuña), cueros y materias
tintóreas o plantas medicinales.
La carabela y la «nao». Embarcaciones clave del comercio caribeño.
El mercado de los alimentos españoles (harina de trigo, aceite
de oliva, vino) se deteriora y los embarques a América
disminuyen considerablemente en el tiempo, siendo superado
por la producción americana. Otro sector superado es el de los
tejidos que perdía en la competencia con el mercado americano.
Sólo los tejidos finos, las manufacturas y los bienes suntuarios
mantenían un buen nivel de mercado.
Otro mercado estable, dada su importancia para la producción
minera, era el mercurio (vital para la amalgamación y obtención
de los metales) ya que se remitía a América en cantidades
suficientes y regulares. Este material, también llamado,
«azogue» era transportado a pesar de lo difícil de este traslado
ya que era pesado y venenoso.
Papel preponderante de la «feria» como punto de contacto
entre la oferta de mercaderías y la demanda de metales por
parte de los que llegaban en la flota; y de la oferta de metales
y la demanda de mercaderías por parte de los que llegaban
del continente, además de ser el lugar donde los precios se
disparaban y afectaban al resto del continente.
Una de las características del monopolio era la especulación
por parte de los comerciantes sevillanos quienes
aprovechando el exceso de plata acumulada espaciaban sus
mercaderías para hacerlas más caras, así se incrementó la
producción interna y la compra a buques extranjeros, lo que
golpeaba al monopolio.
Las ferias, el centro del movimiento mercantil americano
Hacia mediados del siglo XVII se inicia el declive de las ferias
por la modificación del sistema de comercio caribeño, ya que el
transporte de la plata no necesitaba tantas naves y además se
constituyeron tratos directos entre los comerciantes españoles
y americanos prescindiendo de las ferias. Pero debido a esto en
los puertos creció el comercio y el contrabando con las otras
potencias europeas y que mejoraban los precios.
A principios del siglo XVIII el régimen de flotas se quiebra
obsoleto, menos operativo y muy perjudicial para el
crecimiento económico americano, como consecuencia de la
guerra de Sucesión, que afectaría a los comerciantes de Sevilla
y Cádiz .
A partir de esos hechos el monopolio recibió un duro
golpe ya que se suspendieron las flotas y las ferias. Pero
los afectados por esta situación no fueron los
americanos (que se arreglaban para conseguir las
manufacturas que necesitaban a través del contrabando
con las otras potencias) sino para los comerciantes de
Sevilla y Cádiz.
Lugo del tratado de Utrecht, los británicos tuvieron la
posibilidad de enviar un navío por año a comerciar
libremente con el Caribe, dejando poco beneficio de la
reanudación de las ferias y las flotas.
Este régimen de flotas y las ferias se suspenden luego
de verse desbordado por el contrabando de esa zona.
La política económica de la Corona con respecto al comercio
con América es considerada como de carácter fiscal y la
reglamentación tendiente a mantener un control monopolista
y exclusivista con sus colonias. Es así como los impuestos al
comercio por parte de la Corona fueron siempre altos.
El intervencionismo de la Real Hacienda se daba a través de
mecanismos como el embargo de parte de los metales en
tiempos de necesidades por parte de la Corona, sumado al ya
particular gravamen de éstos y las coimas que eran una
constante.
En América esta situación se repetía, por lo que de alguna
manera el contrabando se estimulaba por ese sistema fiscal
monopólico y excesivo.
14.3. LA OTRA PUNTA DEL NEGOCIO: LA TRATA NEGRERA
La esclavitud africana en América surge como resultado de la
combinación de una serie de factores como la extinción en
algunas zonas de la población indígena, necesidad de mano de
obra para la explotación minera y agraria, carencia de
campesinado europeo que reprodujera el modelo agrario, la
reglamentación que limitaba la mano de obra esclava indígena,
entre otras, las cuales lograban una particular combinación en el
espacio económico del Caribe.
La llegada de éstos esclavos a América se produjo junto con la
invasión española y fueron llevados a las distintas expediciones
de conquista. Incluso desde la llegada de Colón eran empleados
para el trabajo como artesanos.
Postal de la trata. El sistema esclavista en su más cruel expresión
Su introducción en Europa por parte de los portugueses abarató
sus costos haciéndolos accesibles al mercado americano.
Su proporción poblacional respecto de los blancos en el principio
de las ciudades fue mayor. Además de la gran parte de esclavos,
algunos de ellos lograron lograr su manumisión.
Su introducción en América estuvo a cargo de la Casa de
Contratación, empleando originalmente el sistema de licencias a
particulares y cobrando un canon por cada esclavo introducido.
El otorgamiento de licencias a financieros flamencos por parte de
Carlos V, y la inclusión de los portugueses y genoveses por parte
de éstos daría comienzo a la «trata negrera».
Imagen de los instrumentos utilizados por los «negreros» para marcar a los esclavos. Marca indeleble de su sufrimiento
Esta población introdujo a América nuevas enfermedades que aniquilaron a las ya diezmadas poblaciones indígenas antillanas, aumentando su demanda.
Luego se aplicó la fórmula del «asiento», la cual consistía en un contrato con la Corona en el que un particular introducía un alto número de esclavos por un puerto único, dándole el monopolio de la trata por un tiempo determinado a cambio de una cantidad fija por esclavo introducido. Comenzaba así la importación masiva de esclavos a América, llegando a incorporar hacia mediados del siglo XVIII, no menos de un millón en las costas del Caribe.
Estos esclavos provenían predominantemente de las costas de Guinea, Níger y Senegal hasta que desaparecieron de esas zonas y los negreros portugueses llegaron hasta el Congo y Angola en su búsqueda. Esta actividad delineó lo que se llamó «comercio triangular» ya que conectaba tres continentes.
El comercio triangular. La trata esclavista conectó tres continentes y produjo un nuevo genocidio.
Una fuente de esclavos fueron las alianzas de los europeos con los reyezuelos locales de las costas de África quienes intercambiaban armas y demás bienes europeos por los esclavos que eran principalmente prisioneros de las guerras internas y criminales, además de las poblaciones capturadas por baquianos. Luego eran llevados a la costa donde eran marcados de por vida y embarcados en los barcos negreros junto a otros bienes demandados por las élites europeas y americanas.
En estos barcos eran llevados en terribles condiciones: hacinados y encadenados, con casi nula alimentación. Además de la sed y el hambre estas personas morían de una enfermedad llamada «banzo».
A partir del crecimiento poblacional de estos esclavos se incorporaron masivamente a la actividad económica siendo la agraria la predominante, que llego a ubicarse en la economía mundial, constituyendo la trata un negocio por demás ventajoso.
Otro punto mencionable es que existía una división entre los grupos de esclavos entre ladinos y bozales. Los primeros eran esclavos nacidos en España o en América y por lo tanto conocían la lengua y las costumbres y eran más caros (y más frecuentemente liberados) y los segundos eran llegados directamente de África y que no conocían la lengua y eran destinados a trabajar en ciudades, campos o minas.
La alta mortalidad de esta población (del orden del 50%) era contrarrestado por un sistema tendiente a lograr un índice de natalidad similar. Es por esto que se mantenían mujeres jóvenes con un trato algo más suave y sin manumisiones.
14.4. LOS ESCENARIOS PRODUCTIVOS
En el periodo comprendido entre mediados del siglo XVI y
mediados del siglo XVIII, el espacio económico del Caribe se
configura como un conjunto de escenarios interrelacionados
y dotados de cierta especialización que lo dotó de cierta
identidad como región económica, social y cultural.
La minería en Caribe ocupó cierta importancia hasta la
segunda mitad del siglo XVI en que se agota y es sustituida
por la agricultura y la ganadería tendiente a generar
productos de exportación que necesitaron de la mano de
obra esclava.
Uno de estos cultivos cuyo mercado evolucionó favorablemente fue el del azúcar que se producía y distribuía en diversos lugares del continente, como por ejemplo Cuba.
Otro que logró ser un gran producto de exportación fue el cacao de Venezuela especialmente pero también en Guatemala, Trinidad y las Antillas Mayores.
El tabaco también encontró un buen mercado en Europa, producido sobre todo en Cuba, Puerto Rico y Venezuela.
El jengibre logro también una importante demanda con su máxima producción en Puerto Rico en la primera mitad del siglo XVII.
Otros productos que en ese periodo tuvieron buena producción fueron el café (Puerto Rico, Santo Domingo), el aguardiente (Cuba y Santo Domingo), las maderas en Cuba, la zarzaparrilla (Venezuela), el trigo (Cuba y Venezuela) y la ganadería que, exceptuando el ganado ovino, obtuvo buenos resultados.
Otra actividad que se produjo de manera exitosa fue la construcción de barcos. En los astilleros del Caribe se construían barcos de todos los tamaños y de excelente calidad, con materiales obtenidos en la misma región.
14.5. LA CIRCULACIÓN: LOS TRAJINES DEL CARIBE
Los antiguos tratantes e intercambiadores de mercaderías por metales acabaron por transformarse en grandes mercaderes, que articularon la región dentro de una compleja red de intercambios, cuyo fin era acaparar la mayor cantidad de mercaderías para especular con su precio. Su radio de acción se extendía por los lugares donde hubiera oportunidad de negocio , captando así los mercados dejados aislados por la excesiva focalidad del monopolio y el régimen de flotas.
De esta manera los comerciantes portuarios operaban no sólo en el mercado trasatlántico sino en un nivel regional basado en las mercancías locales (agrícolas, ganaderos, forestales, artesanales e industriales).
Hacia la primera mitad del siglo XVI, se daba un autoabastecimiento entre las islas del Caribe, principalmente los alimentos cuya producción regional había crecido.
Las rutas del tráfico interior desde un puerto del Caribe: Cartagena de Indias (siglos XVI y XVII)
Esta red de intercambios intercaribeños se realizaban pese a que la reglamentación española imponía que se utilizaran los productos de las ferias antes que los regionales, pero aún así era un tránsito muy intenso.
La comunicación entre regiones era sumamente difícil ya que las condiciones geográficas hacían peligrosas tanto la ruta hacia el interior (vía el rio Magdalena complementado por el transporte terrestre en mulas) como el viaje de Cartagena a Portobelo se realizaba con vientos contrarios, lo que elevaba el precio considerablemente.
Los beneficios de este comercio interior incluso atrajeron de nuevo a las flotas peninsulares a los otros puertos.
Los grupos de corsarios, bucaneros, filibusteros y piratas, generaban un peligro constante para las flotas y las mismas ciudades llevando al rey a invertir en la defensa de sus territorios.
Vista de la ciudad de Cartagena de Indias. Se observan las medidas tomadas para defenderla de los ataques de los grupos de piratas.
La presencia de otras potencias europeas (Inglaterra, Francia, Holanda principalmente) se tornó irreversible ya que además de su actividad comercial ocuparon una serie de territorios que se tornaron sumamente productivos, facilitando aún más el comercio con el interior del Caribe.
Distinción entre los grupos denominados tradicionalmente «piratas», ya que los bucaneros se dedicaban a la fabricación del bucán y capturar el abundante ganado de las islas antillanas, además de asaltar pequeños navíos y así devenir en los llamados «filibusteros» dedicados al contrabando, los secuestros y el robo. Por otro lado, los corsarios actuaban con navíos y tenían un contrato con las Coronas europeas por el cual se les otorgaba una «patente de corso», y dividir el botín robado entre la tripulación y la Corona. Finalmente, los piratas evolucionaron a partir de los tipos anteriores y que formaban hermandades, con capitanes famosos como líderes y que coordinaban acciones conjuntas y compartiendo un código propio.
El saldo de esta serie de actividades de los grupos piratas se tradujo en la toma de medidas por parte de la Corona, asignando flotas que protegieran las ciudades de los ataques de los piratas.
Por otro lado, si bien se pensaría que estas incursiones golpearon a la economía del Caribe, lo cierto es que aceleró la circulación y se tornó como una forma de comercio alternativa al monopolio. Los que si se vieron afectados fueron la hegemonía española en el Caribe y el mismo sistema monopólico y por añadidura a la Corona española. En el caso del Caribe, la piratería constituyó una forma de comercio, la cual produjo al fin y al cabo un crecimiento muy importante tanto interno como externo.
BIBLIOGRAFÍA
GARAVAGLIA , Juan Carlos y MARCHENA, Juan. «América Latina. De los orígenes a la independencia». Cap. 14. «EL ESPACIO ECONÓMICO DEL CARIBE» Crítica. Barcelona.