El kraken

by Francisco y Florencia

El kraken es un enorme monstruo submarino que se encuentra en

océanos y aguas profundas. Su tamaño tan solo es comparable

al de cinco dragones rojos dorados siendo en muchos casos mayor al de estos puede medir

unos 90 metros de alto por termino medio

cuando se acerca ala superficie y permanece

quieto se puede confundir con una isla .

Su aspecto se asemeja al de un pulpo gigante con numerosos tentáculos y unos enormes ojos rojos con los que controla

cualquier movimiento de otras criaturas , tanto dentro como fuera de las aguas sus tentáculos tienen una ventosas de unos

2 metros de diámetros.

Tiene también dos tentáculos especiales , recubiertos de lengüetas afiladas , que usa para atacar. Como cualquier cefalópodo , el kraken es capaz de expulsar tinta negra para escapar de sus enemigos , aunque

cuesta pensar que un ser como este necesita escapar , excepto de otro kracken furioso.

Ni el mismo leviatan es comparable en fuerza o en tamaño . Los avistamientos de krakens llevan pruducion desde hace siglos y han sido mas frecuentes en las costas del atlántico norte y de Noruega .

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De echo, un obispo noruego describió en 1752 al kraken y afirmo que el negro de las aguas de Noruega se debía al

mecanismo de defensa del animal .

Los marineros de barcos de vela temían mas que nada la aparición de este terrible ser, y vigilaban con nerviosismo las

aguas profundas con la esperanza de no ver ningún burbujeo abundante, , señal de que el kraken estaba ya

demasiado cerca.

Cuando el kraken aparece o emerge alguno de sus tentáculos ya no es necesario correr. Una vez que ha

divisado a sus víctimas se lanza al ataque , las golpea y las envuelve con sus tentáculos mientras las arrastra a sus

terribles fauces.

Hay rumores sobre islas tropicales que han quedado absolutamente vacías, tanto de animales como de humanos, tras el paso del malvado

animal. Sus guaridas se encuentran a varios miles de metros bajo el mar y son verdaderos complejos de cavernas en los que deposita los restos de

cadáveres que no ha devorado, así puede conservarlos hasta que se vuelva a despertar su apetito.

by Francisco y Florencia