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El Ministerio Pastoral Capítulo 1La devoción personal (Párrafo 23) La meditación Medite especialmente en la obra mediadora de CristoLos ministros del Evangelio serían hombres poderosos si colocaran siempre al Señor ante ellos y dedicaran su tiempo al estudio de su adorable carácter. Si hicieran esto, no habrían apostasías, y nadie sería separado de la asociación [hermandad] por haber acarreado desgracia a la causa de Dios y puesto a Jesús en una condición de pública vergüenza, debido a sus prácticas licenciosas. Las facultades de todo ministro del evangelio debe ser empleadas para educar a la iglesias de creyentes a recibir a Cristo por fe como su Salvador personal, a incorporarlo en sus mismas vidas y hacer de él su Modelo, para aprender de Jesús, creer en Jesús y exaltar a Jesús. El ministro mismo debe espaciarse en el carácter de Cristo. Debe ponderar la verdad, y meditar en los misterios de la redención, especialmente la obra mediadora de Cristo para este tiempo.Mensajes Selectos 3:212.

El Ministerio Pastoral Capítulo 1—La devoción personal

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El Ministerio Pastoral

Capítulo 1—La devoción personal

(Párrafo 23) La meditación Medite especialmente en la obra mediadora de Cristo—Los ministros del Evangelio serían hombres poderosos si colocaran siempre al Señor ante ellos y dedicaran su tiempo al estudio de su adorable carácter. Si hicieran esto, no habrían apostasías, y nadie sería separado de la asociación [hermandad] por haber acarreado desgracia a la causa de Dios y puesto a Jesús en una condición de pública vergüenza, debido a sus prácticas licenciosas. Las facultades de todo ministro del evangelio debe ser empleadas para educar a la iglesias de creyentes a recibir a Cristo por fe como su Salvador personal, a incorporarlo en sus mismas vidas y hacer de él su Modelo, para aprender de Jesús, creer en Jesús y exaltar a Jesús. El ministro mismo debe espaciarse en el carácter de Cristo. Debe ponderar la verdad, y meditar en los misterios de la redención, especialmente la obra mediadora de Cristo para este tiempo.—Mensajes Selectos 3:212.