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EL TIEMPO DE LA VIDA

El tiempo de la vida

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EL TIEMPO DE LA VIDA

EL TIEMPO DE LA VIDA

TIEMPO: 6 MINUTOS

PERSONAJES: EL ORÁCULOEL ASNO TIMOEL PERRO DOGIEL MONO DIDIEL HOMBRE

ESPACIO: LA TIERRA

ORÁCULO:Personaje de ficción o mitológico que da una respuesta a una duda o pregunta que se le hace.

NARRADOR.- En los primeros días del mundo, los animales fueron creados y se fijó un tiempo de vida en la tierra para cada criatura. Entonces ocurrió que el asno Timo fue a ver al Oráculo y le preguntó:

TIMO.- Mi querido Oráculo. ¿Cuánto tiempo voy a vivir yo en esta Tierra?

ORÁCULO.- Treinta años. ¿Te parece

bien?

TIMO.- ¡Oh! ¡Son demasiados años!

ORÁCULO.- ¿Demasiados? ¿Por qué son demasiados?

TIMO.- Pues verás, mi querido Oráculo, mi vida es

muy dura. Debo de transportar continuamente enormes cargas o tirar de

carros muy pesados. Y muchas veces la única

recompensa que obtengo es una tanda de golpes con la vara o el garrote. Teinta

años así es demasiado. ¿No podrías restarme alguno?

NARRADOR.- El oráculo se conmovió y le restó dieciocho años. El asno dijo que doce años de vida estaban muy

bien y se fue contento. Entonces apareció el perro

Dogi y el Oráculo le preguntó:

ORÁCULO.- ¿Cuántos años te gustaría vivir? El asno Timo

me ha dicho que treinta eran demasiados para él, pero tú

sin duda estarás contento con esa cantidad

DOGI.- (Resignado)

Bueno, si ésa es tu

voluntad… pues…

ORÁCULO.- ¿Es que no estás

contento?

DOGI.- Verás, Oráculo. Tú sabes lo mucho que me gusta correr. Mis patas no

resistirán tanto tiempo. Y cuando ya

no me quede voz para ladrar ni dientes

para morder, ¿Qué otra cosa podré hacer

más que ir de un rincón a otro,

gruñendo todo el rato?

NARRADOR.- El Óráculo comprendió que el perro tenía razón y le restó doce años. Al perro le pareció que dieciocho años de vida estaban muy bien y se fue todo contento. Entonces se presentó el mono Didi.

ORÁCULO.- ¿Tampoco a ti te

gustaría vivir treinta años? Tú no tienes que trabajar como el asno o el perro, y además siempre estás de

buen humor.

DIDI.- (Triste) No te creas, Oráculo, eso es

sólo la apariencia. Siempre debo estar jugando y haciendo

muecas para divertir a la gente. Bajo la

máscara de la alegría se esconde a veces una gran tristeza. Creo que no podría soportar vivir

treinta años.

NARRADOR.- El Óráculo comprendió sus razones y le rebajó diez años de su vida. Al mono le parecieron bien veinte años y se fue contento. Entonces apareció el hombre y preguntó cuántos años tendría él de vida.

ORÁCULO.- Vivirás treinta años. ¿O te parece demasiado?

HOMBRE.- (Indignado) ¡Me

parecen muy pocos! ¡No tendré tiempo para hacer casa nada! ¿No podrías aumentar mis

años de vida?

ORÁCULO.- Pues sí. Puedo darte los dieciocho que le han sobrado al

asno.

HOMBRE.- ¡Pero es que no es suficiente!

ORÁCULO.- ¡Está bien! Te añadiré los

doce que le han sobrado al perro.

HOMBRE.- Aún así sigue siendo poco

tiempo.

ORÁCULO.- (Severo). Te

concederé también los diez años que le

han sobrado al mono. Pero ya no

puedo darte ni uno más.

HOMBRE.- ¡Perfecto!

NARRADOR.- Desde entonces, el hombre tiene una vida de setenta años.Los treinta primeros, que son los suyos, pasan deprisa.Después llegan los dieciocho del asno, durante los cuales tiene que trabajar como burro para conseguir alimento.A continuación vienen los doce del perro, a lo largo de los cuales no hace más que gruñir por donde quiera que va.Por último, lo le quedan más que los diez del mono. En este tiempo, parece haber perdido la cabeza.

FIN