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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALESMAESTRÍA EN EDUCACIÓN: ÁREA DE GESTIÓN EDUCATIVA
GESTIÓN DIRECTIVADRA. ESTHER CALDIÑO MÉRIDA
MAESTRANTE: ALBA GUADALUPE GUZMÁN ESTÉVEZ
EN TORNO A LAS VARIABLES QUE DEPENDEN DEL COMPORTAMIENTO
ORGANIZACIONAL
Adentrarnos en el comportamiento organizacional de una Institución como lo es
una escuela primaria federal, de forma específica, trae como consecuencia
considerar un sinnúmero de variables que intervienen en los resultados de las
observaciones que se realizan, ya sean cuantificables, o cualificables, y uno de
los elementos preponderantes de la escuela es el maestro. Al igual que todos
los individuos, el docente posee ilimitada cantidad de respuestas y son
diferentes unos de otros: dicha capacidad está dada por la función de las
aptitudes y de las actitudes, ya sea hacia el trabajo, las propias necesidades y
la vida misma, con la firme convicción de que todo ello puede converger
gracias al Desarrollo Organizacional.
“La capacidad humana es un continuo. En un extremo, podemos observar los
comportamientos que difícilmente responden al entrenamiento o a la
experiencia, como las actitudes, y por el otro, los que si responden a la
capacitación o la experiencia, como las aptitudes o habilidades”1.
En la nimiedad de quince años como docente de educación primaria he podido
vivir grandes reformas educativas, en donde algunas vienen sólo vestidas en
novedad, otras rayan en la utopía y las demás se disfrazan en respuestas que
fingen dar fin a males arraigados desde tiempos inmemorables; sin embargo, la
actual, la basada en competencias, es la que genera una nube de dudas por el
corte con el que se presenta: competencias al servicio de la calidad en la
educación.
Aunado a ello, y sin caer en el panoptismo incesante que permea la labor
docente en nuestra actualidad, no podemos dejar de lado la importancia del 1 Mori, Jimena M. (2014). Clima organizacional. Universidad Sánchez Vallejo. Perú.
profesor, principal artífice de que toda modificación educativa se lleve a cabo o
no. Es por ello que debemos considerar diversas variables que interfieren en el
proceso adecuado de la enseñanza-aprendizaje.
El maestro debe estar preparado y presto para desarrollar el potencial de cada
alumno, no sólo en la dimensión cognitiva, sino en la emocional, y esto se
puede lograr sólo si el docente asiste a su trabajo, se encuentra en el salón, en
el aula. Pero estando conscientes del asunto, es importante resaltar la figura
del director para motivar de igual forma al docente, para auxiliar en esta labor,
hacerlo parte de las decisiones y rumbo de la educación, no solo de sus
alumnos, sino de la escuela en general. Sin lugar a dudas, una de las variables
de las que más adolece una escuela es en la asistencia del maestro. Es pues
en donde se hace necesario que el director haga participe al docente, para que
se sienta incluido, motivándolo a la creatividad y la innovación que se
encuentre satisfecho por el trabajo y en el trabajo.
No puedo aseverar si el maestro mexicano es eficiente, bueno (calidad y moral)
o no; yo he visto de todo; pero me ha tocado conocer a excelentes docentes,
realmente con una gran fuerza interna y con la idea de hacer de sus alumnos
mejores ciudadanos.