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El maquillaje (Cosméticos) Ensayo psicoanalítico Introducción: El maquillaje es la práctica de decorar la piel y otras partes visibles del cuerpo para obtener un buen aspecto. En las artes se emplea también para corregir las distorsiones producidas por la iluminación, o para caracterizarse como un determinado personaje teatral. Por extensión, el término designa también los cosméticos que se emplean para esta práctica, tales como los lápices de labios y sombra de ojos. También para ocultar algunas heridas u otros problemas en la piel que puedan afectar en la persona. Pero sobre todo se considera algo estético o también de glamour. Actualmente somos testigos del desarrollo de un buen número de nuevos productos en cosmetología. Estos modifican la conducta, pues abren horizontes hacia expectativas distanciadas de la realidad, es decir la propia naturaleza humana, mismas que fomentan un cambio social sin precedentes en la interpretación de la “Belleza”. Desarrollo: Freud en su obra “El porvenir de una ilusión” afirma que estamos limitados en nuestra predicción del futuro por cómo percibimos el presente y lo poco que sabemos acerca del pasado. Como civilización humana lo primero tiene que ver en como intentamos controlar las fuerzas de la naturaleza para nuestro beneficio, y lo segundo está relacionado a cómo podemos controlar las relaciones con los demás. En ese ombligo de “El porvenir”, Freud nos dice que la ilusión no es un error, que es una creencia sostenida en un deseo. Y es el poder de este deseo lo que determina la ilusión. Quienes ven en el maquillaje un modo de satisfacción se ven a sí mismos en una regulación social, sin embargo aquellos impulsos insatisfechos quedan reducidos a frustraciones, cuando un individuo experimenta frustraciones estas son internalizadas y forman el superyó. Por otro lado el maquillaje se ve no como una furia destructiva a la naturaleza, algunos lo perciben y lo transforman en la satisfacción narcisista presente, esto en la medida en que se satisfacen los deseos yoicos de omnipotencia.

Ensayo Psicoanálisis EL maquillaje

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El maquillaje (Cosméticos) Ensayo psicoanalítico

Introducción:

El maquillaje es la práctica de decorar la piel y otras partes visibles del cuerpo para obtener

un buen aspecto. En las artes se emplea también para corregir las distorsiones producidas

por la iluminación, o para caracterizarse como un determinado personaje teatral. Por

extensión, el término designa también los cosméticos que se emplean para esta práctica,

tales como los lápices de labios y sombra de ojos. También para ocultar algunas heridas u

otros problemas en la piel que puedan afectar en la persona. Pero sobre todo se considera

algo estético o también de glamour.

Actualmente somos testigos del desarrollo de un buen número de nuevos productos en

cosmetología. Estos modifican la conducta, pues abren horizontes hacia expectativas

distanciadas de la realidad, es decir la propia naturaleza humana, mismas que fomentan un

cambio social sin precedentes en la interpretación de la “Belleza”.

Desarrollo:

Freud en su obra “El porvenir de una ilusión” afirma que estamos limitados en nuestra

predicción del futuro por cómo percibimos el presente y lo poco que sabemos acerca del

pasado. Como civilización humana lo primero tiene que ver en como intentamos controlar las

fuerzas de la naturaleza para nuestro beneficio, y lo segundo está relacionado a cómo

podemos controlar las relaciones con los demás.

En ese ombligo de “El porvenir”, Freud nos dice que la ilusión no es un error, que es una

creencia sostenida en un deseo. Y es el poder de este deseo lo que determina la ilusión.

Quienes ven en el maquillaje un modo de satisfacción se ven a sí mismos en una regulación

social, sin embargo aquellos impulsos insatisfechos quedan reducidos a frustraciones, cuando

un individuo experimenta frustraciones estas son internalizadas y forman el superyó.

Por otro lado el maquillaje se ve no como una furia destructiva a la naturaleza, algunos lo

perciben y lo transforman en la satisfacción narcisista presente, esto en la medida en que se

satisfacen los deseos yoicos de omnipotencia.

La conciencia moral es creada por la renuncia pulsional, es decir una vez que creamos esta

consciencia moral al maquillarnos, nos exigimos más y más, bajo la renuncia al verdadero

vinculo personal, y damos elección preferencial al vinculo que sostiene a las masas, a los

grupos, sin embargo cuando la consciencia moral nos sobrepasa y no se logra satisfacción

personal (relacionada con el narcisismo), ni la satisfacción de las masas (en relación con los

estereotipos) se llegan los sentimientos de culpa.

El maquillaje es el intento de manifestar a la naturaleza como la crueldad existente del ser

humano, y esto ocasiona daños inevitables; el hecho de saber que la naturaleza no se puede

controlar (es decir la naturaleza propio de nuestro cuerpo, nuestro rostro), intentamos aliviar la

ansiedad atribuyendo características “artificiales”, esto no solo hace nuestra impotencia más

tolerable, sino que también nos da algo para apaciguarnos y engañarnos.

En la historia de la cultura, está presente siempre el mal, que no se soluciona con la

búsqueda del bien, puesto que el bien se inscribe en el rango del ideal, en el dominio de las

buenas intenciones, y sabemos por el psicoanálisis que el ideal y la buena voluntad son

formaciones reactivas ante la represión de la pulsión. Pero hay más, puesto que el

problema del bien queda abierto a la dimensión de los bienes, y el de los bienes incluye no

sólo su posibilidad de uso sino también su utilización de goce. En este sentido el maquillaje

es el dominio del bien es el nacimiento del poder y la posibilidad de privar los bienes y

ocultar los males, lo cual genera una dinámica de destrucción cuyos límites no están

previstos.

Sumemos pues estos efectos de destrucción determinados por la invención y

producción de bienes de goce (Los cosméticos y su producción van cada vez en aumento),

introducidos en la sociedad de consumo, realimentando la represión de la pulsión por un

goce sustitutivo que distrae momentáneamente el malestar estructural del sujeto y la

distracción que retorna el aumento del goce.

Desde mi perspectiva lo simplifico a una complicidad, complicidad que se manifiesta en las

multinacionales quienes ordenan el camino de la cosmética en su afán de imponer al usuario

bienes de goce que aumenten las ganancias. Círculo infernal donde las modernas

corrientes migratorias, desde los llamados países pobres a los países supuestamente

ricos, con su incremento de auto-insatisfacción y aborrecimiento, vienen a constituir una

pequeña muestra de los efectos de esa complicidad.

De este modo, el sujeto moderno se ve compelido a un consumo cada vez más

delirante, puesto que no puede encontrar su objeto de goce particular que se realice en

objeto causa del deseo. Es decir, la metonimia del objeto de consumo aliena al sujeto en su

desconocimiento de la falta en ser, produciendo una coartada para la no separación. Pero

hay más, ya que este sistema implica necesariamente una universalización del mercado

que, al uniformar el goce, produce en su retorno un incremento de lo que Freud llamó

el narcisismo de la pequeña diferencia, dando como resultado una intensificación de la

segregación, productora de luchas nacionales y religiosas, con la brutalidad que nos muestra

cada día la pantalla de la televisión.

Conclusión:

La actividad de los psicólogos es resultado de un largo proceso de deliberaciones, puestas en común y negociaciones históricamente condicionadas, es decir, son realidades

cambiantes (esto quiere decir que la psicología surge de varias realidades, y que siempre se debe hacer referencia al tiempo histórico del cual se habla).

Bibliografía

Sahakian, W. “Historia de la Psicología” (de la antigüedad a nuestros días). Trillas. Segunda Edición. México. 2000

Mueller,Fernand Lucien. “Historia de la Psicología”. Fondo de Cultura Económica. Segunda Edición en español. México. 1966.

James F. Brennan. “Historias y sitemas de la Psicologia” Editorial: Pearson (Pretince Hall)

Álvarez Villar Alfonso. Psicología de los pueblos primitivos.. Madrid, Biblioteca Nueva, 1999 Decima edición.

Velásquez José M. “Curso elemental de psicología”. New York Minerva Book c 1961.