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DECÁLOGO PARA CRECER EN LA PAZ 1. Eres alguien muy importante. Quiérete. 2. Valora tus amigos. Les dará seguridad. 3. Descubre todo lo que te une a los demás por encima de lo que te separa. 4. Respeta las opiniones. Así contribuirás al diálogo. 5. Aprende a escuchar, comprenderás mejor a los demás. 6. Esfuérzate por terminar bien tus tareas. Disfrutarás con el resultado. 7. Cumple con tus responsabilidades, los demás lo necesitan. 8. Trabaja en grupo. Nadie sabe más que todos juntos. 9. Comparte tus cosas con los demás. Te hará muy feliz. 10. Pon paz dentro de ti, de esta forma estarás poniendo también paz a tu alrededor. http://hijascaridad.org/gijon/c_educa/centros/c2fatima/curso0809/paz/decalogo.pdf

Escribe hermano leon nº 101

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DECÁLOGO PARA CRECER EN LA PAZ

1. Eres alguien muy importante. Quiérete.

2. Valora tus amigos. Les dará seguridad.

3. Descubre todo lo que te une a los demás por

encima de lo que te separa.

4. Respeta las opiniones. Así contribuirás al diálogo.

5. Aprende a escuchar, comprenderás mejor a los demás.

6. Esfuérzate por terminar bien tus tareas. Disfrutarás con el resultado.

7. Cumple con tus responsabilidades, los demás lo necesitan.

8. Trabaja en grupo. Nadie sabe más que todos juntos.

9. Comparte tus cosas con los demás. Te hará muy feliz.

10. Pon paz dentro de ti, de esta forma estarás poniendo también paz a tu alrededor.

http://hijascaridad.org/gijon/c_educa/centros/c2fatima/curso0809/paz/decalogo.pdf

EN EL RECUERDO: Las religiones se reúnen en Asís en pro de la paz “¡Nunca más violencia! ¡Nunca más guerra! ¡Nunca más terrorismo! En nombre de Dios, toda religión difunda en la tierra justicia y paz, perdón y vida, amor.” El papa Juan Pablo II.

ASÍS (ITALIA), 24 de enero de 2002. Representantes de las religiones organizadas del mundo entero se congregaron para orar por la paz, una paz amenazada por el terrorismo, la intolerancia y la injusticia. Se trataba de una reunión convocada por el pontífice católico unos dos meses después del derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York, y a la que acudieron con entusiasmo muchos líderes religiosos.

En dos ocasiones anteriores (en 1986 y 1993), el Vaticano había convocado una jornada de oración en la misma localidad italiana. A la del año 2002 asistieron como observadores más de un millar de periodistas de todo el planeta. Elevaron sus

plegarias a favor de la paz representantes de muchos credos: la cristiandad (católicos, luteranos, anglicanos, ortodoxos, metodistas, bautistas, pentecostales, menonitas, cuáqueros y de otras confesiones), el islam, el hinduismo, el confucianismo, el sijismo, el jainismo, el tenrikyo, el budismo, el judaísmo, las religiones tradicionales africanas, el sintoísmo y el zoroastrismo. También estuvieron presentes delegaciones de otras fes, así como un representante del Consejo Mundial de Iglesias.

ORAN POR LA PAZ Los representantes de las confesiones de la cristiandad oraron juntos en la basílica inferior de San Francisco, cerca de la tumba del religioso que da nombre a la iglesia. El acto comenzó con una “invocación trinitaria” a cargo del Papa y otros tres delegados. Entre una plegaria y otra se incluyeron himnos, invocaciones y lecturas bíblicas que exaltaban la paz. En una oración se pidió el establecimiento de “una fe sin divisiones”. La ceremonia concluyó con el canto del padrenuestro en latín, cuyo texto se extrae delcapítulo 6 de Mateo, versículos Mt 6:9 a 13. Al mismo tiempo, los delegados de otros credos oraban en sus lugares correspondientes. En un salón orientado hacia la Meca, los musulmanes se dirigían a Alá postrados sobre alfombras. Los zoroastrianos, que elevaron sus plegarias cerca de los jainistas y los confucianos, encendieron un fuego sagrado. Los representantes de las religiones tradicionales africanas rezaron a los espíritus ancestrales. Los hinduistas imploraron la paz a sus dioses. Todos invocaron a sus divinidades de acuerdo con sus ritos. COMPROMISO COMÚN POR LA PAZ Los delegados volvieron a congregarse bajo el pabellón para concluir las ceremonias. Un grupo de frailes les hicieron entrega solemne de lámparas encendidas —símbolos de la esperanza de paz—, y, tras la pintoresca escena, algunos representantes leyeron diferentes declaraciones de su compromiso común por la paz. “Para construir la paz es necesario amar al prójimo.”—Patriarca ecuménico Bartolomé I. “La violencia y el terrorismo se oponen al auténtico espíritu religioso.”—Doctor Konrad Raiser, delegado del Consejo Mundial de Iglesias. “Nos comprometemos a enseñar a las personas a respetarse y estimarse recíprocamente.”—Bhai Sahibji Mohinder Singh, representante de la religión sij. “La paz sin justicia no es auténtica paz.”—Obispo ortodoxo Vasilios. Por último, el Papa leyó las palabras que aparecen al comienzo de este artículo. Para concluir la reunión interconfesional, los delegados se abrazaron en gesto de paz.

REFLEXIÓN:

Vence la indiferencia y conquista la paz

DIOS NO ES INDIFERENTE. A Dios le importa la humanidad, Dios no la abandona. No perdamos la esperanza de que 2016 nos encuentre a todos firme y confiadamente comprometidos, en realizar la justicia y trabajar por la paz en los diversos ámbitos. Sí, la paz es don de Dios y obra de los hombres. La paz es don de Dios, pero confiado a todos los hombres y a todas las mujeres, llamados a llevarlo a la práctica. CUSTODIAR LAS RAZONES DE LA ESPERANZA. Las guerras y los atentados terroristas, los secuestros de personas, las persecuciones por motivos étnicos o religiosos, las prevaricaciones, han marcado el año pasado, de principio a fin, multiplicándose dolorosamente en muchas regiones del mundo, hasta asumir las formas de la que podría llamar una ''tercera guerra mundial en fases''. Pero algunos acontecimientos de los años pasados y del año apenas concluido me invitan, en la perspectiva del nuevo año, a renovar la exhortación a no perder la esperanza en la capacidad del hombre de superar el mal, con la gracia de Dios, y a no caer en la resignación y en la indiferencia. Quisiera recordar entre dichos acontecimientos el esfuerzo realizado para favorecer el encuentro de los líderes mundiales en el ámbito de la COP 21, con la finalidad de buscar nuevas vías para afrontar los cambios climáticos y proteger el bienestar de la Tierra, nuestra casa común. El año 2015 ha sido también especial para la Iglesia, al haberse celebrado el 50 aniversario del Concilio Vaticano II que expresa de modo muy elocuente el sentido de solidaridad de la Iglesia con el mundo. ALGUNAS FORMAS DE INDIFERENCIA. La primera forma de indiferencia es la indiferencia ante Dios, de la cual brota también la indiferencia ante el prójimo y ante lo creado. Hay quien está bien informado, escucha la radio, lee los periódicos o ve programas de televisión, pero lo hace de manera frívola, casi por mera costumbre: estas personas conocen vagamente los dramas que afligen a la humanidad pero no se sienten comprometidas, no viven la compasión. La indiferencia se manifiesta en otros casos como falta de atención ante la realidad circunstante, especialmente la más lejana. Algunas personas prefieren no buscar, no informarse y viven su bienestar y su comodidad indiferentes al grito de dolor de la humanidad que sufre. La contaminación de las aguas y del aire, la explotación indiscriminada de los bosques, la destrucción del ambiente, son a menudo fruto de la indiferencia respecto a los demás. LA PAZ AMENAZADA POR LA INDIFERENCIA GLOBALIZADA

En este sentido la indiferencia, y la despreocupación que se deriva, constituyen una grave falta al deber que tiene cada persona de contribuir al bien común, de modo particular a la paz. Cuando las poblaciones se ven privadas de sus derechos elementares, como el alimento, el agua, la asistencia sanitaria o el trabajo, se sienten tentadas a tomárselos por la fuerza. DE LA INDIFERENCIA A LA MISERICORDIA: LA CONVERSIÓN DEL CORAZÓN Jesús nos enseña a ser misericordiosos como el Padre. En la parábola del buen samaritano denuncia la omisión de ayuda frente a la urgente necesidad de los semejantes: ''lo vio y pasó de largo''. De la misma manera, mediante este ejemplo, invita a que aprendan a detenerse ante los sufrimientos de este mundo para aliviarlos, ante las heridas de los demás para curarlas, con los medios que tengan, comenzando por el propio tiempo, a pesar de tantas ocupaciones. La misericordia es el corazón de Dios. Por eso es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre. Promover una cultura de solidaridad y misericordia para vencer la indiferencia. En primer lugar a las familias, que constituyen el primer lugar en el que se viven y se transmiten los valores del amor y de la fraternidad, de la convivencia y del compartir, de la atención y del cuidado del otro. Ellas son también el ámbito privilegiado para la transmisión de la fe desde aquellos primeros simples gestos de devoción que las madres enseñan a los hijos. Los educadores y los formadores que tienen la ardua tarea de educar a los niños y jóvenes, están llamados a tomar conciencia de que su responsabilidad tiene que ver con las dimensiones morales, espirituales y sociales de la persona. Quienes se dedican al mundo de la cultura y de los medios de comunicación social tienen que ponerse al servicio de la verdad y no de intereses particulares. LA PAZ: FRUTO DE SOLIDARIDAD, MISERICORDIA Y COMPASIÓN Conscientes de la amenaza de la globalización de la indiferencia, no podemos dejar de reconocer que se dan numerosas iniciativas y acciones positivas que testimonian la compasión, la misericordia y la solidaridad. Hay muchas organizaciones no gubernativas y asociaciones caritativas dentro de la Iglesia, y fuera de ella, cuyos miembros, con ocasión de epidemias, calamidades o conflictos armados, afrontan fatigas y peligros para cuidar a los heridos y enfermos, como también para enterrar a los difuntos. Mencionar a las personas y a las asociaciones que ayudan a los emigrantes que atraviesan desiertos y surcan los mares en busca de mejores condiciones de vida. Estas acciones son obras de misericordia, corporales y espirituales, sobre las que seremos juzgados al término de nuestra vida. También a muchos sacerdotes y misioneros que permanecen junto a sus fieles y los sostienen a pesar de los peligros y dificultades, de modo particular durante los conflictos armados”.

El Señor me dio hermanos:

BEATO MARCELO SPÍNOLA.

Cardenal Arzobispo de Sevilla y de la Orden Franciscana Seglar Fraternidad de San Pedro de Alcántara (Sevilla). Ingreso 8 de septiembre de 1880 y pasado un año profesó el 16 de octubre de 1881 Cofundador de las Esclavas del Divino Corazón. Beatificado por Juan Pablo II el 29 de marzo de 1987.

“El Arzobispo mendigo”, como fue llamado por su amor franciscano a la pobreza y por su caridad inagotable para con los pobres, es una figura eminente de pastor y de santo. Nació de noble familia en San Fernando. Pasó la infancia siguiendo los traslados de su padre: Motril, Valencia, Huelva, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. Aquí se doctoró en jurisprudencia en 1856, año en que la familia se trasladó a Huelva. Aquí el joven abrió su oficina legal haciéndose notar por sus servicios gratuitos en el campo legal a los pobres. Dejada la profesión, como ya lo había hecho el abogado napolitano San Alfonso María de Ligorio en 1723, entró al seminario de Sevilla y recibió la ordenación sacerdotal en 1864. Como capellán en Sanlúcar de Barrameda y luego como párroco de S. Lorenzo en Sevilla, demostró un gran celo pastoral y dedicó su mejor tiempo sobre todo al ministerio de la reconciliación. Nombrado en 1879 canónigo de la catedral de Sevilla, el 6 de febrero de 1881 fue elegido obispo auxiliar de la misma arquidiócesis. Promovido obispo de Coria Cáceres en 1884, desarrolló allí un intenso apostolado entre los últimos. Fundó la Congregación de las Esclavas del Divino Corazón. Trasladado a la diócesis de Málaga en 1886, diez años más tarde pasó a ser Arzobispo de Sevilla. San Pío X lo hizo cardenal en 1905. Murió en Sevilla el 19 de enero de 1906, a los 71 años de edad. Se distinguió por su celo infatigable por la salvación de las almas, el espíritu de oración, la intensa mortificación, su paternal ternura para con los que sufrían y los marginados. De carácter sencillo, humilde, alegre, fue un verdadero franciscano, perfecto imitador de Cristo buen Pastor.

"No os buscó Dios ni porque lo merecieseis ni porque os necesitase; os buscó por un sólo motivo, por el amor que os tenía, y para estrechar con vosotras una alianza, que no se romperá nunca" Marcelo Spínola

El Señor me dio hermanos:

Fray Dhiya Azziz

Fray Dhiya Azziz fue liberado el cinco de Enero de 2016 y se encuentra bien, fue secuestrado en Siria en la mañana del 23 de diciembre cuando se dirigía a su parroquia en Yacoubieh para celebrar la Navidad El franciscano iraquí acudió a Turquía a visitar a su familia, que tuvieron que abandonar Karakosh (Irak) tras la llegada del Daesh. De vuelta a Siria para celebrar la Navidad fue secuestrado. Entonces la Custodia de Tierra Santa informó de que «los rastros del religioso se perdieron en la mañana del 23 de diciembre pasado», cuando partió de Latakia a bordo de un taxi para dirigirse a Yacoubieh, a través de Hama. Con este ya son dos los secuestros que ha sufrido el sacerdote. En ambas ocasiones, fray Dhiya Azziz ha sido liberado a los pocos días de su retención.

Señor, ¿Qué quieres que haga?

CURSO DE FORMACIÓN

ORDEN FRANCISCANA SEGLAR ANDALUCÍA.

Información:

[email protected]

LEER: SANTOS FRANCISCANOS

—La santidad en la Orden Franciscana Seglar—

D E V O C I O N A R I O

Es esta una obra imprescindible para todos los que deseen conocer e informarse sobre los diversos

santos franciscanos seglares. La breve reseña sobre su vida, como el icono de su figura, nos ayudará a

conocer a cada uno de ellos y ubicarlos en los lugares y regiones donde se santificaron, así como a

identificarlos por su espiritualidad e iconografía.

Los santos son la gran riqueza de La Iglesia y quienes más han contribuido al progreso y a la felicidad

de la humanidad gracias a su ejemplo.

CASILDA JIMÉNEZ CARO, OFS (Madrid, 1974)

Estudió Magisterio en Lenguas Extranjeras (UCLM). Trabajó en el Colegio San José

(Fuensalida) hasta 2007.

Está casada desde 1997 y es madre de cuatro hijos.

Profesó en la O.F.S. en 1996 en la Fraternidad de Fuensalida (To- ledo).

Actualmente es ama de casa, colabora con la revista SANTUARIO desde 2007 y ha

sido responsable de formación de su fraternidad.

AÑO DE LA MISERICORDIA: Preciosas palabras de San Francisco sobre la misericordia

RECORDAMOS LAS PALABRAS QUE SAN FRANCISCO DIRIGIÓ A UN HERMANO MINISTRO SOBRE LA MISERICORDIA:

«[...] En esto quiero conocer si tú amas al Señor y a mí, siervo suyo y tuyo, si hicieras esto, a saber, que no haya hermano alguno en el mundo que haya pecado todo cuanto haya podido pecar, que, después que haya visto tus ojos, no se marche jamás sin tu misericordia, si pide misericordia. Y si él no pidiera misericordia, pregúntale tú si quiere misericordia. Y si mil veces pecara después delante de tus ojos, ámalo más que a mí por esto, para que lo atraigas al Señor; y ten siempre misericordia de tales hermanos».

En esta carta resuena con fuerza el corazón de Francisco, un corazón alcanzado por el Evangelio, alcanzado por la Gracia. Y también alcanzado por esa intuición creyente por la cual el amor crece, muchas veces, precisamente cuando se encuentra con aquello que resulta obstáculo para nosotros. El amor del Evangelio no es un amor fácil, ni un amor de correspondencia. “Amar a los enemigos” no puede ser sólo fruto de un corazón muy generoso, capaz de ello. Se trata más bien de un amor que nace de Dios o, como alguno ha definido, de un “amor prestado”. La misericordia de la que habla San Francisco no nace ni de la ingenuidad ni del voluntarismo. Nace de fuentes más hondas y eso es lo que la hace creíble para nosotros. Nace de haber experimentado en propia carne lo radicalmente misericordioso que ha sido el Señor con él. Francisco quiere mirar al hermano como lo mira el Señor. ¡Cuánto curan esas miradas! Francisco tiene tan clara la radical dignidad incluso, o precisamente, de este tipo de hermanos, que en esto sus palabras son absolutamente firmes. Francisco nos indica que hay una posibilidad inédita: la de que ese hermano difícil se convierta en el “obstáculo” que Dios ha querido ponernos delante para que aprendamos a amar. Amar sin gratificaciones, sin juicios. Amar contra corriente, como nos enseña el Evangelio. La clave nos la da el mismo Francisco: que en nuestros ojos se halle la misericordia. Que entendamos por dentro que hay muchas personas heridas que actúan desde su herida; que hay personas que en un momento dado de su vida decidieron ya no sufrir más, y se les cerró la sensibilidad; que hay personas llenas de complejos que reaccionan con agresividad y dureza; que hay mucha comparación en la que uno se humilla o humilla; etc. Pero que detrás de cada persona, de cada hermano, hay una historia que solo el Señor conoce, un misterio que pertenece solo a Él. Ojalá intuyamos al menos que la mirada más verdadera es la del Señor y no la nuestra. Y que es ahí, precisamente, en la escuela del Evangelio de Cristo, que aprendemos la misericordia que cura y salva.

Publicado por Franciscanos Conventuales http://vocacionesfranciscanas.blogspot.com.es/2013/03/la-misericordia-se-aprende-preciosas.html

Señor, ¿Qué quieres que haga? ENCUENTRO DE JÓVENES DE TAIZÉ EN VALENCIA

Miles de jóvenes llenan las carpas gigantes, la Catedral de Valencia y la iglesia de Santa Catalina en la primera oración del Encuentro Europeo de Taizé El hermano Alois relata su Navidad en Homs y Beirut y llama al “coraje de la misericordia” Miles de jóvenes han abarrotado esta noche las dos carpas gigantes instaladas en el viejo cauce del río Turia, la Catedral y la iglesia de Santa Catalina de la capital valenciana durante la primera jornada del Encuentro Europeo de Taizé. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, acompañado de su obispo auxiliar, monseñor Esteban Escudero, han participado en la oración en la Catedral de Valencia, junto con monjes de la comunidad ecuménica de Taizé, y cerca de cuatro mil personas sentadas en el suelo, al haber sido retirados los bancos de la Seo. De igual manera, el prior de la comunidad ecuménica de Taizé, el hermano Alois, ha tomado parte en la vigilia en la carpa B, situada frente al puente de Serranos, y ha agradecido, dirigiéndose en valenciano a las familias y parroquias de la archidiócesis de Valencia, la “calurosa bienvenida de vuestros corazones”. En su mensaje el hermano Alois ha relatado su viaje de estas navidades a Beirut y a la ciudad siria de Homs, donde, según ha señalado, “cada uno de los que conocí, me decía `Rece por nosotros´”. También ha evocado cómo en la catedral greco católica de Homs, en ruinas, los feligreses han celebrado la fiesta de Navidad, “donde el mensaje de paz de la Palabra de Dios era sentido tan intensamente”. “En Navidad recordamos que Jesucristo vino como testigo de la infinita misericordia de Dios y le pedimos que nos muestre qué podemos hacer ante estos conflictos, cómo podemos contribuir sin demora para hacer posible que su paz brille”. A este respecto, ha asegurado que “la paz del mundo empieza en el corazón”. Y para transformar los corazones y hacer mujeres y hombres de paz, “necesitamos el coraje de la palabra de Dios, el coraje de su misericordia”.

https://www.ofminmaculada.org/actualidad/13-titulares/1004-encuentro-de-jovenes-de-taize-

en-valencia

INSTRUMENTO DE TU PAZ

CON EL ESPÍRITU DE FRANCISCO, VAN AL ENCUENTRO DE LOS ÚLTIMOS, DE LOS DESPOSEÍDOS.

VISITAN A DETENIDOS QUE CELEBRAN LAS FIESTAS EN LAS CÁRCELES.

VISITA A LOS CENTROS PENITENCIARIOS. Numerosos laicos -Orden Franciscana seglar, Juventud franciscana, Terciarios- y otros de la Campania, han reservado un momento de sus jornadas para visitar prisiones y llevar una palabra de consuelo a quienes viven dentro de ellas. MANOS TENDIDAS AL MUNDO. La OFS, en particular, cuenta la experiencia de una hermana de la Fraternidad de Avellino-Roseto que ha visitado con anterioridad algunas instituciones penitenciarias, dentro del proyecto regional “Manos tendidas al mundo”. La hermana ha estado, en particular, en la cárcel de Airola, en la provincia del Benevento. CUENTA SU EXPERIENCIA

“Hace un tiempo-cuenta la franciscana seglar- me había propuesto acercarme al problema de los detenidos, convencida de que el modo mejor de comprenderlo, era tener un contacto y aceptar del modo mas respetuoso sus vidas y sus errores. Por eso cuando mi fraternidad de Avellino me acompañó en el proyecto de hacer una visita a la cárcel de menores de Airtola, lo aproveché como el inicio de una actividad que espero pueda continuarse en el tiempo. Personalmente ya me ocupo de los internos por medio del voluntariado de otra naturaleza”. UNA MISA CON ESTILO FRANCISCANO La visita a la cárcel de Airola comenzó con al liturgia eucarística en la capilla “en la cual participamos los pertenecientes a varias fraternidades de la Campania de la OFS y de la JUFRA y algunos jóvenes detenidos, en particular aquellos a los cuales se les había concedido salir con permisos personales”. DIÁLOGOS EN EL PATIO Al finalizar la liturgia, animada con cantos entonados por la JUFRA de Airola“nos llevaron al patio donde los detenidos acostumbran a pasar un tiempo de libertad vigilada de acuerdo a las normas. Allí cada uno de nosotros se acercó a los jóvenes que, se reunían en grupos y nos observaban curiosos tratando de comprender este hecho que era una novedad absoluta, sobre todo porque hacía poco que habían llegado al penal”. FRAGILIDAD DE LOS JÓVENES Concluye la joven franciscana: “puedo afirmar que esta experiencia vivida en una cárcel de menores, constituye con seguridad una ocasión para reflexionar sobre la fragilidad de los jóvenes y de las familias modernas que son uno de los componentes que contribuyen a las búsquedas equivocadas y a las a los caminos errados siguiendo falsos espejismos en una edad muy joven”

Traducción: María Cecilia Jaurrieta, ofs

http://www.pazybien.es/franciscanos_carceles/

OREMOS HERMANOS

Canción: “CALLE MAYOR”

Letra y música: “Carlos Goñi”

Grupo: “REVOLVER”.

Oración.- Leer despacio y en voz alta SIN AMOR: La justicia te hace duro. La inteligencia te hace cruel. La amabilidad te hace hipócrita. La fe te hace fanático. El deber te hace malhumorado, La cultura te hace distante. El orden te hace complicado. La agudeza te hace agresivo. El honor te hace arrogante. La amistad te hace interesado. El poseer te hace extraño. La responsabilidad te hace implacable. El trabajo te hace esclavo. La ambición te hace injusto.

Lecturas Bíblicas.- Leer y medita Gen. 12, 1-9; Mt 25, 31-46; Lc 10, 29-37; Hch 17, 22-34

Reflexión (Carlos Díaz)

No basta tener un carnet para considerarse miembro de la especie humana; si no se tiene un corazón, si no se posee un alma se producen los consabidos fanatismos y doctrinarismos. La Revolución será personal o no será, si no hay una conversión de la que emerja un ser humano renovado, restaurado. La conversión se tiene que traducir en un comprometerse con el otro, que me saca del ensimismamiento, del yo narcisista a un yo y tu relacional que libera. Toda conversión conoce altibajos, períodos más dulces y otros de noche oscura del alma, pero nadie buscaría si no hubiese sido ya encontrado.

En Octubre de 2005 salió el primer número con esta oración. Hoy en nuestro número 101 queremos hacer un homenaje a esos hermanos que durante más de diez año han sido

fieles en la colaboración de esta hojilla y a todos los que la leéis. MIL GRACIAS

PAZ Y BIEN.