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EL PODER POLÍTICO Formación Ética y Ciudadana

Etica. el poder

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EL PODER POLÍTICO

Formación Ética y Ciudadana

PODER:

En la política, el poder se reconoció siempre como la potestad rectora y coactiva del Estado, aunque puede ser entendida mejor como la autoridad que rige los destinos de una nación. En la mayoría de las repúblicas democráticas, esta autoridad está compuesta por los llamados tres poderes: el ejecutivo, con el Presidente y los ministros que ejecutan la acción de gobierno; el legislativo, con los legisladores (congresistas, parlamentarios, diputados) que sancionan con fuerza las leyes y reglamentaciones que tendrán validez; y el judicial, con los jueces que determinan y sancionan a quienes no respetan esas leyes.

DISTINTAS CONCEPCIONES

Según Foucault, la instauración de la sociedad moderna ha llevado a que se tengan que crear nuevos instrumentos a través de los cuales canalizar el poder. Para el hombre moderno entonces es necesario materializar el poder mediante formas diversas de control y disciplinamiento. Así, con éste crecimiento tentacular se dice entonces que el poder ya no se ejerce desde unos hacia otros, sino que dentro de la sociedad se crean múltiples formas de dominación, siendo igual demostraciones de poder. Ahora entonces existen lugares de manifestación directa del poder (Ejército, la cárcel, la fábrica, la escuela, etc.); siendo la escuela por su parte el gran aparato disciplinador de la sociedad, ya que es generalmente por donde todas las personas pasan en la vida. Podemos entender esta generación de instrumentos de poder para Foucault entonces como una manera de estandarización de la sociedad, estandarización que se logra gracias a los aparatos creados para esto, como es la escuela y las otras instituciones antes nombradas; con el claro fin de tener el control sobre la masa.

Ante esta estandarización generada por el poder de la que habla Foucault, Hobbes plantea que el poder en realidad suprime el ‘estado de guerra’ o estado naturaleza’ que amenaza el funcionamiento ‘correcto’ de las sociedades modernas, suponiendo casi necesaria la organización del poder para combatir ese estado oscuro-violento que es inherente al ser humano(dice Hobbes); legitimando entonces la organización de la sociedad civil y el uso de la violencia por parte del poder para poder contrarrestar acciones que vayan en contra del ‘status quo’. Sobre esto Parsons expone cómo se ‘legitima’ la violencia al verse encarnada en instituciones en función del poder, es decir, proveniente del estado con el fin de contrarrestar la violencia anarquista y descontrolada, siendo una forma de control explícita.

Además, Parsons plantea dos estrategias (motivacional y situacional) mediante las cuales se influye sobre las opiniones y decisiones ajenas; dentro de estas estrategias situacionales Parsons identifica cuatro canales mediante los cuales se ejecuta el poder, y dentro de éstos Parsons explica el concepto del poder centrándose en uno específico, el canal coercitivo; manifestándose así el poder por medio de compromisos obligatorios, pero sólo cuando dichas obligaciones conciernen a fines colectivos, pero velando principalmente por los bienes colectivos y sólo castigando a quienes atenten contra estos.

Éste poder coercitivo, según Foucault, no puede ser materializado más explícitamente que en forma de prisión, ya que la privación de la libertad es una forma de expresión directa y es una de las más ejemplares maneras de disuasión utilizadas por el poder. Sin embargo, apela Foucault, que éstas formas en las que actúa el poder mediante instituciones a veces no son tan directas, ya que el poder se ejecuta por medio de funcionarios que no necesariamente tienen que estar de acuerdo, en cambio, son un instrumento más a favor del poder para ‘castigar’ a los individuos que intervienen con los intereses de las clases dominantes, que no terminan siendo expuestas ante la sociedad más que encarnados en estos funcionarios que le sirven

PODER:

En política y sociología, el poder puede ser percibido ocasionalmente como hegemónico y autoritario, aunque el ejercicio del poder de una manera o de otra es aceptado en todas las sociedades humanas. Ha existido cierto debate sobre cómo definir exactamente poder, por lo que diversos autores han propuesto definiciones diferentes. Una definición clásica propuesta por Max Weber es la siguiente:

Por poder se entiende cada oportunidad o posibilidad existente en una relación que permite a un individuo cumplir su propia voluntad.

ORIGEN DE LA AUTORIDAD:

Tendríamos que retroceder en el tiempo, posiblemente demasiado para encontrar algún origen de la autoridad. La noción de autoridad ha sido tratada en filosofía y en sociología, en particular por Max Weber y Alexandre Kojève. Las necesidades de supervivencia, obligaron a los hombres a establecer unas reglas de juego que les permitiera poder afrontar los peligros y contratiempos de un medio hostil como son los demás hombres y la naturaleza.

En esas épocas, la autoridad era que el derecho de un superior al cumplimiento exacto por parte de los subordinados se desarrollaba en la cima y bajaba a través de toda la comunidad.

En las sociedades realmente democráticas, la aceptación de la autoridad viene de abajo hacia arriba.

LA AUTORIDAD:

La autoridad, es el prestigio ganado por una persona u organización gracias a su calidad o a la competencia de cierta materia. La autoridad suele estar asociada al poder del Estado. Los funcionarios estatales tienen la facultad de mandar y dar órdenes, que deben ser acatadas siempre que actúen con respecto a las leyes y normas vigentes. La autoridad por lo tanto es una forma de dominación ya que exige o pide la obediencia de los demás.

AUTORITARISMO

Autoritarismo, en las relaciones sociales, es una modalidad del ejercicio de la autoridad que impone la voluntad de quien ejerce el poder en ausencia de un consenso construido de forma participativa, originando un orden social opresivo y carente de libertad y autonomía. La sociedad preindustrial está marcada por la imposición de una fuerte autoridad y jerarquía en todos los órdenes (religioso, político, económico, etc.), con una indiscutida autoridad masculina y paterna dentro de la familia (patriarcado, paternalismo, machismo), frente a los grados cada vez mayores de libertad y autonomía propios de la sociedad industrial y la sociedad postindustrial. En el contexto psicológico individual, pero también social, se define la personalidad autoritaria.1 En educación, se define la pedagogía autoritaria, heterónoma o tradicional, frente a la pedagogía progresista.2

 

FORMAS Y EJERCICIOS DEL PODER:

El poder no se define, se ejerce. Con una visión realista podemos distinguir tres formas de ejercicio del poder.

1. El poder del puño. Es el poder autoritario, concentrado en una sola mano, cerrada, y por eso mismo, no participativo y excluyente. Pone bajo censura las opiniones divergentes, castiga las contestaciones, desconfía de los ciudadanos, gobierna infundiendo miedo. La única relación que admite es la adhesión acrítica y el servilismo. Los regímenes dictatoriales y los empresarios-coroneles corporifican el poder del puño

2. El poder de manos abiertas. Es el poder paternalista. Quien posee el poder lo delega a otros con la condición de mantener el control y la hegemonía. La mano abierta es para dar palmaditas en la espalda facilitando así la adhesión. Las organizaciones populares y los sindicatos son hasta incentivados con tal que no tengan proyecto propio y acepten engancharse al proyecto de los grupos dominantes o del estado centralizador. Es el poder que ha predominado en Brasil a lo largo de nuestra historia política.

3. El poder de manos entrelazadas. Es el poder participativo y solidario, representado por las manos que se entrelazan para reforzarse entre sí y asumir juntas la corresponsabilidad social. El proyecto, su implementación y sus resultados son asumidos por todos. Las organizaciones son autónomas, pero se relacionan libremente con otras, en red, para alcanzar objetivos comunes. Es un poder que sirve a la sociedad en lugar de servirse de la sociedad para otros fines. Es el poder pretendido por la democracia. Solamente este poder posee tenor ético, y sólo a él puede llamársele autoridad. El poder se usa para potenciar el poder de todos. Es el poder-servicio, instrumento de las transformaciones necesarias.

Para imponer límites al demonio que habita el poder (que siempre quiere más poder) se hacen imprescindibles algunas medidas sanadoras. Destaco las principales.

Todo poder debe estar sujeto a un control, normalmente regido por el ordenamiento jurídico, con vistas al bien común. Debe venir por delegación, es decir, debe pasar por procedimientos de elección de los dirigentes que representan a la sociedad. Debe haber división de poderes, para que uno limite al otro. Debe haber rotación en los puestos de poder para evitar el nepotismo y el mandarinismo.

El poder debe aceptar la crítica externa, someterse a un rendimiento de cuentas y a la evaluación del desempeño de quienes lo ejercen. El poder vigente debe reconocer y convivir con un contrapoder que le obliga a ser transparente o a verse sustituido por él. El poder tiene sus símbolos, pero deben evitarse títulos que oculten su carácter de delegación y de servicio. El poder debe ser magnánimo, por eso no hay que ensañarse sobre quien fue derrotado, sino valorar cada señal positiva de poder emergente.

El poder verdadero es el que refuerza el poder de la sociedad y así propicia la participación de todos. Los portadores de poder nunca deben olvidar el carácter simbólico de su cargo. Los ciudadanos depositan en él sus ideales de justicia, equidad e integridad ética. Por eso deben vivir privada y públicamente los valores que representan para todos. Cuando no existe esa coherencia, la sociedad se siente traicionada y engañada.

Quien ambiciona excesivamente el poder es el menos indicado para ejercerlo. Bien decía san Gregorio Magno, papa y alcalde de Roma: «Usa sabiamente el poder quien sabe gestionarlo y al mismo tiempo sabe resistírsele».

DOMINACIÓN:

La palabra denominación permite referir el control que alguien, un grupo, tienen sobre otro individuo, sobre otro grupo, una cosa, tal es el caso de un territorio o sobre algún objeto, entre otras alternativas.

Para el sociólogo Max Weber la dominación es la posibilidad de hallar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos de tipos específicos o de toda clase.

La dominación estará ligada a diferentes cuestiones como ser: costumbres, afectos, intereses materiales, en tanto de estas cuestiones se determinaran el tipo de dominación en cuestión, que según Weber podrá ser:

Dominación legal: la legitimidad tiene carácter racional y se apoya en la fe de la legitimidad de los órdenes establecidos, por ejemplo, la obediencia a un conjunto de normas; las leyes son las que determinaran el tipo de autoridad que podrá ejercer el gobernante.

Dominación tradicional: se encuentra apoyado en la fe cotidiana, en la importancia de las tradiciones y en la legitimidad que ostentan aquellos que fueron oportunamente llamados a poseer autoridad en los ordenamientos tradicionales.

Dominación carismática: se caracteriza por la entrega a la persona a la cual se considera como líder absoluto, porque rompe con lo cotidiano y lo ordinario, cayendo rendido ante la fuerza carismática que encara el líder, es decir, de acuerdo a lo que se admira de él que es el respeto y el aceptar ser dominado

CONFLICTOS DEL PODER

Una variable de gran importancia que constituye una constante en la aparición de los conflictos es el poder, entendido desde una óptica más actual como un potencial humano para hacer algo, para conseguir objetivos específicos e intereses personales, para superar resistencias, para intentar conducir una situación conflictiva hacia un resultado favorable a los intereses propios, etc. La utilización del poder puede determinar entonces tanto el surgimiento del conflicto como el posterior desarrollo del mismo, aun cuando puedan existir otras motivaciones en la aparición de los conflictos.

Aunque es bastante común que se utilice el poder en alguna de las fases de casi todos los conflictos, es en los conflictos de alto nivel, fundamentalmente políticos y geopolíticos, donde el poder se ha utilizado con mayor profusión. En los últimos tiempos, sobre todo en las sociedades más desarrolladas, cada vez es más usual la utilización del poder como elemento clave en conflictos de nivel más cotidiano (por ejemplo, en los conflictos de divorcio, en los que cada parte utiliza sus opciones de poder, incluso acerca de los hijos, para conseguir sus fines).

Las relaciones entre conflicto y poder originan debates que son complejos, lo que implica la utilización de la teoría de la complejidad en el análisis de estas relaciones; ya desde la Arqueología se ha establecido que el poder, esencialmente entendido como control de recursos, ha jugado un papel esencial: cuanto más compleja se vuelve una sociedad, mayor influencia tiene éste, y viceversa (Childe, 1950; Chapman, 1990), aunque su metodología de actuación puede modificarse a lo largo del tiempo. En primer lugar, la idea más aceptada concibe el conflicto en un ámbito que incluye tanto la contraposición de intereses, percepciones y valores, como la necesidad de satisfacer las necesidades humanas, aspectos que están presentes casi siempre en las sociedades y relaciones humanas. Por lo tanto, los conflictos están presentes en el tiempo y en el espacio, ya que nuestra realidad y existencia se inscriben en un tiempo y en un espacio (Foucault, 1992), llegando incluso a la posición de algunos autores que expresan que todo lo que no se circunscriba a estas dos condiciones no existe para el conocimiento, como expresa Kant en su Crítica de la razón pura.

PODER DE LA ORGANIZACIÓN SOCIAL

El poder se gana y los obtienen los líderes con base en sus respectivas personalidades, actividades y situaciones en las que operan.

Hay diferentes definiciones según los siguientes: Según Weber, el poder es la probabilidad de que un

actor dentro de un sistema social este en posición de realizar su propio deseo, a pesar de las resistencias.

El concepto de poder para Tawney, se centra en la imposición de la propia voluntad sobre todas personas. Literalmente, el poder se puede definir como la capacidad de un individuo o grupo de individuos para modificar la conducta de otros individuos o grupos en la forma deseada y de impedir que la propia conducta sea modificar la conducta de otros individuos o grupos en la forma deseada y de impedir que la propia conducta sea modificada en la forma en que se desea. En un sentido amplio, el poder se refiere a todos los tipos de influencia entre personas o grupos, incluyendo los que se ejercen en las transacciones de intercambio.

Convendría ampliar la definición de poder hasta decir que el poder es la capacidad de las personas o grupos para imponer su voluntad sobre otros, a pesar de la resistencia, utilizando el recurso del miedo, retirándole las recompensas regularmente ofrecidas o bien en la forma de castigo. En la medida en que tanto lo primero como lo segundo lo constituye, realmente una sanción negativa.

Según Parsons, el concepto de poder se usa para referirse a la capacidad de una persona o grupo, para imponer de forma recurrente su voluntad sobre otros.

En segundo lugar, la amenaza de castigo a la resistencia, siempre que sea severa, hace del poder una fuerza de apremio, sin embargo, hay un elemento de voluntarismo en el poder que los distingue del caso límite de la coacción física.

Por último, se conceptúa el poder como algo inherentemente asimétrico que descansa en la capacidad neta de una persona para retirar recompensas y aplicar castigos a otros. Su fuente es la dependencia unilateral.

La interdependencia y la influencia mutua de igual fuerza indican carencia de poder.

El poder lo podemos definir como una relación entre dos o más actores, en la que la acción de uno es determinada por la de otro u otros individuos. Se trata de habilidad para influir sobre la conducta de otros, para cambiar las probabilidades de que otras personas respondan de determinada manera ante cierto estimulo.

Según Dahl, A tiene el poder sobre B en cuanto pueda lograr que B haga algo que no haría de otra manera.

Si un individuo no ejerce el poder, solo podrá decir que lo tiene si otros lo perciben como poderoso. El poder solo puede existir dentro de las relaciones sociales a través de un proceso de interacción.

El poder es un aspecto potencial en toda relación social y se caracteriza por su condición de asimetría: el sujeto que posee poder ejerce mayor control sobre la conducta del sujeto que la sufre que la inversa.

El análisis del poder y la autoridad ha ido cobrando cada vez mayor importancia por ser mecanismo de control y de coordinación necesario para la consecución de los fines y objetos de la organización.

CONCEPTOS Y CARACTERÍSTICAS DEL PODER

Definiciones enciclopédicas de poder: -Estar capacitado, reunir las condiciones, para hacer lo

que se expresa. -Facultad para hacer algo. -Dominio o influencia que uno tiene sobre alguna cosa. -Posesión actual o tenencia de una cosa. -Fuerza, capacidad, eficacia. -Capacidad de provocar ciertos efectos. -Autorización para hacer algo dad una oportunidad

competente para darla.

ESCUELA DE COMERCIO “REPÚBLICA DE PANAMÁ6° AÑO 1° DIVISIÓN- TURNO MAÑANA

GRUPO EXPOSITOR

Bravo, Aldana Centeno, Agostina Díaz, Pablo Maldonado, Martín Medina, Camila Nieva, Cecilia