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Valores en México La delincuencia es un fenómeno que requiere de diversos factores para llevarse a cabo y el hecho de
cometer delitos requiere de una iniciativa muy particular. Entre los factores que se requieren para llegar
al acto de delinquir, sin duda uno esencial es la formación que recibe el individuo durante su crecimiento.
Esta formación es una amalgama de aquello que se va viviendo en casa, en la escuela, con amigos, lo
que se ve en los medios, etc.
En México hay muchas áreas de oportunidad de desarrollo en la educación. Desde la falta de importancia
en el fomento de valores en el hogar, como el sistema educativo escolar que tiende a esforzarse en su
mayoría en áreas ejecutivas solamente, sobre todo en el sector público. Un enfoque que reserve más
atención al fomento de los valores requeridos para una adecuada participación ciudadana.
Equipo toma iniciativa
Un equipo de alumnos de Tecmilenio tomó la iniciativa de hacer una diferencia. Para poder realizar un
cambió, se planeó un taller en el cuál pudieran los niños de primaria divertirse aprendiendo sobre uno
de los valores más importantes en el desarrollo de una adecuada convivencia en sociedad.
El equipo lo componen Ana Karol Vargas, Sabina Ochoa, Irma Garza, Katia Huerta, Marcela Flores y David
García. Estos cinco alumnos de sexto semestre de la carrera Licenciatura en Psicología utilizaron su
preparación tanto en la planeación como en el desarrollo del taller con el objetivo de causar un impacto
positivo y transcendental en el grupo de alumnos.
Grupo seleccionado
El grupo seleccionado para esta actividad fue todos los alumnos del grado tercero A de la Escuela
Profesor Pablo Livas. Este grupo, conformado por 27 niñas y niños de entre 8 y 9 años de edad,
demostró tener áreas de oportunidad que valían la pena mejorar. Se contaba con las circunstancias
adecuadas y la disponibilidad del personal de la escuela para poder realizar un taller significativo.
Análisis de necesidades
El primer paso para la realización de este taller, fue realizar un análisis del grupo. Este se realizó en
conjunto con su maestra, quién confirmó que en el grupo existían problemas en el trato entre
compañeros. Los alumnos podían ser agresivos o muy despectivos entre ellos. Se podía ver que tendían
a excluir a algunos de ellos o a criticar abiertamente por diferencias que pudieran tener con respecto a
los demás.
Los riesgos al contar con un grupo que crece con esa tendencia de agresión mutua, cuenta con una
propensión a incurrir en actividades antisociales a una mayor edad que pueden tipificarse como delitos.
En un esfuerzo por disminuir esta tendencia, se propuso realizar un taller enfocado en el valor
primoridal que se encontraba en un nivel insuficiente en el grupo. En este caso, se determinó que el
valor más significativo es el Respeto.
Promoviendo el respeto
Para poder promover activamente el respeto en el grupo, se diseñó un taller que tendría una duración
de 3 sesiones de una ahora cada una. Estas sesiones fueron diseñadas específicamente de una manera
que pudieran causar un impacto en los alumnos por medio de dinámicas enfocadas a facetas específicas
del Respeto. El resultado fué una experiencia envolvente que cumpla el objetivo de una manera
vivencial.
Manos a la obra
El primer día del taller, fue muy emocionante. Ese día pudimos conocer bien a cada uno de los niños, así
como darnos tiempo de conocer un poco más a su maestra. Durante este taller se explicaron conceptos
básicos como es la definición de respeto e información sobre los diferentes tipos de respeto que existen.
Con todos los alumnos e instructores sentados en un círculo en el suelo, se realizó esta actividad de
forma dinámica que permitiera a los alumnos comuniacarse libremente con respecto a lo que cada
quién piensa y sabe sobre cada uno de los tipos diferentes de respeto que hay. Después se procedió a
realizar una dinámica en la que se dividieron en 4 equipos y cada equipo se encargó de dibujar en una
cartulina un personaje en el que todos participaran en su elaboración. Una vez terminados los dibujos,
se explicó como, tanto en la elaboración como el producto final, hacian referencia al nivel de importancia
que tiene el saber dar un adecuado comportamiento respetuoso hacia los demás y comprender que
para poder lograr un buen trabajo en equipo, el respeto es vital para generar acuerdos y que cada quien
se dedique al trabajo más adecuado para sus habilidades para poder llegar a un punto esperado.
Miko fue el invitado especial en esta sesión y en las siguientes. Miko es un gatito de peluche que tiene
la característica de que únicamente la persona que lo tenga en sus manos puede hablar. El gatito fué
pasado de una persona a otra durante la sesión, limitando el ruido excesivo y el descontrol que pudiera
causarse si todos hablan al mismo tiempo. A los niños les gustó la idea de tener un peluche brincando
por el lugar.
El segundo día, se procedió con otra actividad muy diferente. En este caso se les leyó a los niños una
historia donde un personaje con cualidades que superficialmente pueden considerarse negativas, por
dentro tenía mucho que dar y muchas aptitudes que merecían la admiración de los demás. Este cuento
se llamó “El Hada Fea”. En este día fue Tito el invitado especial que solo quien lo tuviera podía hablar.
Después del cuento, aquellos que tenían a Tito decían comentarios reflexivos como: “No hay que juzgar
a los otros por cómo se ven.” o “Cómo la hada fea ,es mejor ignorar a quien te molesta, seguir siendo
sus amigos”.
Después, se hicieron dos actividades en conjunto. Una parte del grupo fue llevada afuera del salón,
donde se les dió instrucciones sobre una actuación que harían. Mientras tanto, adentro del salón se
invitó a los demás que realizaran una sopa de letras con palabras relacionadas con el respeto. La
emoción de los niños fue muy evidente, pues todos buscaban las palabras y gritaban al encontrarlas.
Eventualmente el grupo que había salido volvió y realizaron una actuación de situaciones donde hubo
faltas de respeto. Esto para que los demás niños lo analizaran y dieran su opinión al respecto.
Pronto llegó el tercer y último día de actividades. En este caso Mika fue el invitado especial. Durante este
día se realizó una actividad muy importante que consistió en organizar al grupo en parejas y permitir
que se conocieran entre ellos. Para esto, uno de los integrantes de la pareja hablaba sobre como es el,
para que el otro integrante después se parara delante del grupo y explicara como es su compañero. De
esta manera, eventualmente todos se conocerían entre todos y entenderían como son ellos y aprender
a valorarse como son.
Para concluir el ciclo de actividades, se invitó a una actividad en la que los alumnos, sentados en un
círculo, uno por uno escribieran las cualidades positivas de la persona que se encuentra sentada a su
izquierda. Después, se metieron los papeles en una cajita para que cada uno sacara un papel, leyera la
descripción, y con eso identificara a la persona a quien corresponde esa descripción.
Por último y como despedida, se les hicieron preguntas a los niños sobre el tema que se estuvo
revisando para poder saber si los conceptos fueron aprendidos. El resultado fue favorable ya que
siempre había muchos niños queriendo contestar las preguntas.
Reforzamiento dia con dia
Durante todo el curso, los niños tuvieron la oportunidad de demostrar que mostraban el valor de
respeto. Para esto, la maestra se encargaba de asignarle puntos a los alumnos con respecto a las cosas
que hacían durante el día. Cada día se trataba de reforzar un aspecto en particular, con la promesa de
que al final de un plazo de diez días, se pudiera otorgar a cada alumno un premio relativo a su
desempeño durante este tiempo.
Los niños fueron muy proactivos al respecto y juntaron muchas estrellitas en el poster donde se llevaba
a cabo este registro. Al llegar el momento de hacer la evaluación final, se les dio dulces a todos de
acuerdo a la cantidad de puntos que tuvieron.
Cambio y progreso
Al terminar todo este proceso, no queda más que cerrar el ciclo y salir con la esperanza de que se haya
logrado un cambio positivo en el mundo. Tal vez no es un cambio enorme, tal vez no se puedan corregir
todos los errores de la sociedad con un dedo. Pero es un granito de arena. Es un paso en un largo camino
de crecimiento que todavía tenemos delante todos los mexicanos para mejorar nuestra sociedad y
favorecer la buena convivencia entre la ciudadania.