Francesc Picas

A Ultramar

PODA FRUCTÍFERA  

No solamente me gusta escribir a lápiz porque así la línea permite ser dibujada en función de la

intensidad que le doy a la palabra, sino porque la envoltura de madera de la mina hace que crea que el árbol al que perteneció esta madera que aprieto sigue

creciendo a través de las palabras, como una rama viva aún ...

 

Esto, creo,  que ya lo relataba  un antiguo cuento mediterráneo que un día de éstos, si lo encuentro, os transcribiré.

APUNTANDO AL SER 

Cuando dentro de tu círculo blanco de las verdades

todos, ¡todos!, tus símbolos tienen cabida,

tienes la perfección más al alcance,

y un nuevo símbolo que te define la paz interior te dice, más que quien eres,

que, plenamente, eres.

Con todo, Amor, me sirves más y más

amor en vasos de flores.

Y ésta..., ¡ésta es mi mejor obra de autoría compartida!

¡Feliz Corversario, Sangre!, 

ahora que, des de aquí, entre nosotros, siempre nos quedará... más

luz.

DUREZA  

A menudo, sin embargo, la costra impermeable de los recuerdos,

es la que más me aleja de ti y, por tanto, de mí mismo.

Hoy, entre manos, a mano

no tengo nada, 

ni las manos,

porque éstas,

amantes, 

se tienen en demasía a sí mismas y me excluyen. 

 Hoy te escribo con la mirada.

El aliento se puede ofrecer de todas las formas imaginables.

¿Plenitud?

Cuando la geografía líquida que somos transparenta todo aquello que

nos envuelve, construyendo el instante.

“A Ultramar”

Autor:

Francesc Picas

Fotografía:

Francesc Picas

Elaborado por:

Olivia