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FACULTAD DE CIENCIA E INGENIERÍA EN ALIMENTOS

CARRERA: INGENIERÍA EN ALIMENTOS

MÓDULO: TÉCNICAS DE ESTUDIO

ING. WILLIAM TENEDA

ESTUDIANTES: TATIANA DEL CARMEN IBARRA PATIÑO

DAVID SANTIAGO RODRÍGUEZ SANCHEZ

SEMESTRE: PRIMERO ¨B¨

INTELIGENCIA ESPACIAL

INTELIGENCIA ESPACIAL

Es la capacidad para formarse un modelo mental de un mundo espacial, maniobrar y operar usando este modelo. Incluye la sensibilidad al color, la orientación, la línea, la forma, el espacio y las relaciones que existen entre estos elementos. Incluye la capacidad de visualizar, de representar de manera gráfica ideas visuales o espaciales, formas de comunicación gráfica que se transmiten incluso antes que las palabras, expresiones y sensaciones de las personas.

Permite pensar en tres dimensiones, visualizando las formas desde sus distintos ángulos, esto le permite reconocer una figura por sus formas con independencia de la perspectiva tomada.

La inteligencia espacial está presente en todos los niños pero en algunos de ellos se encuentra más desarrollada. Futuros pilotos, marinos, cirujanos, atletas, pintores y escultores posiblemente la han desarrollado más durante la infancia.

Un pequeño con la inteligencia espacial desarrollada tiene facilidad para reconocer lugares, carteles, rostros, objetos y paisajes, buena memoria visual, al comenzar a caminar o al manejarse por sí solo lo hace con precisión, respetando los espacios y bordes, observando los recorridos que debe realizar y divirtiéndose con los juegos que incluyen esta habilidad, tiene buena orientación espacial y le resulta sencillo hablar de ello, al crecer se organiza bien para estudiar. Hace esquemas, dibujos y tablas para facilitar su estudio y aprendizaje, le gusta mucho pintar y dibujar, crear esculturas y croquis y trabajar materiales e informes, aprende observando, retiene la información y puede reproducirla gráficamente, reconoce las partes y el todo, tiene nociones y facilidad para armar objetos y es capaz de distinguir lo principal de lo secundario.

Tanto Gardner, creador de las inteligencias múltiples, como Jean Piaget, psicólogo especializado en el tema espacial, le han dado mucho valor a este tipo de inteligencia.

Piaget creía que ya desde bebés tenemos una inteligencia sensorial motora y que las nociones espaciales las percibimos a través de la experiencia con el cuerpo. También mantenía que los niños arman imágenes mentales desde pequeños. Posteriormente se mueven en el espacio,

usan objetos de él, recuerdan otros objetos que no están presentes (creando una imagen mental) y luego relacionan las imágenes con las palabras que nombran.

Pero ninguna inteligencia se da de manera aislada. Tanto en los adultos como en los niños puede predominar una inteligencia determinada, coexistiendo con otras.

Se pone en juego la inteligencia espacial, de alguna manera u otra ligada a la inteligencia corporal:

Juego de laberintos. Obras pequeñas de teatro y movimiento. Danza y expresión corporal con objetos que formen parte de

ella. Trabajar con objetos desechables y desestructurados para

poder construir algo con sentido. Realizar actividades acuáticas para poder desplazarse en el

espacio y mover el cuerpo manejándose con límites y propuestas.

Trabajar en espacios cada vez más pequeños. Pasar de una hoja grande a otra más chiquita.

Pasar de utilizar los crayones gigantes a los lápices de colores.

Es muy útil en determinados trabajos y deportes. Por ejemplo, un futbolista debe calcular la velocidad de sus adversarios y la de sus compañeros para trazar un pase al delantero entre líneas. Un tenista debe calcular el momento de impacto de la pelota en su raqueta y orientar ésta de tal forma que se dirija a la zona del campo que quiere.

Las cualidades de una persona con una inteligencia espacial desarrollada son:

Buen sentido de la orientación (marinos, exploradores) Precisa percepción de los espacios y dimensiones de los

objetos (arquitectos, escultores, topógrafos) Gran capacidad para interpretar mapas, gráficas (ingenieros,

arquitectos).

Se trata del conjunto de capacidades para percibir con exactitud el mundo visual, para realizar modificaciones y transformaciones a las percepciones iniciales propias y para recrear aspectos de la experiencia visual propia, incluso en ausencia de estímulos físicos apropiados. Estas habilidades no son idénticas, son independientes entre sí y se realizan de diferente manera. Se pueden producir en diversidad de campos.