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Juicio a : ¡pena de muerte! José Acevedo Jiménez. - Su señoría, me parece que la pena de muerte, demandada por la parte acusatoria, es extremadamente exagerada. Con simples argumentos vamos a exonerar al acusado de los cargos que se le imputan. Parte defensora. - ¡Extremadamente exagerada!; de ninguna manera honorable magistrado podemos seguir con los ojos vendados. Durante miles de años los matemáticos han usado una constante errónea, que, por demás, ha dificultado los cálculos. No se imagina usted lo natural que se tornan las fórmulas cuando usamos en vez de . Parte acusatoria. - Usted trata de decirme que la constante más conocida de todas, ese número trascendental que llamamos es un fraude y que los matemáticos, conocidos por cultivar la ciencia más exactas de todas, durante milenios, y pese a las mentes prodigiosas que existieron, se equivocaron al elegir a . Señor magistrado. - Efectivamente, su señoría. El número simplemente ha usurpado el lugar que debió ocupar tau . La geometría analítica claramente nos concede la razón. Note usted, señor magistrado, que la ecuación de la circunferencia se expresa como: donde: es el radio de la circunferencia y es un punto, centro de la circunferencia, en el plano cartesiano. Dilucidó la parte acusatoria. Aquí, la palabra clave es el radio. Pues, los círculos se definen, como hemos podido ver, de manera natural con el radio y no con su diámetro. Es por tal razón que el valor o aparece con tanta frecuencia en las matemáticas. Agregó la parte acusatoria concluyendo su exposición. - Si bien es cierto que una circunferencia, analíticamente, se puede definir por su radio, no menos cierto es que el diámetro es un elemento bien definido de las matemáticas. su señoría, equivale a . Claramente, se puede notar que es un múltiplo de . ¡Por favor! La parte acusatoria sólo hace el ridículo cuando pretenden hacer cumplir la pena máxima la parte que defendemos. Argumentó la parte defensora.

Juicio a pi: ¡pena de muerte!

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Page 1: Juicio a pi: ¡pena de muerte!

Juicio a : ¡pena de muerte! José Acevedo Jiménez.

- Su señoría, me parece que la pena de muerte, demandada por la parte

acusatoria, es extremadamente exagerada. Con simples argumentos

vamos a exonerar al acusado de los cargos que se le imputan. – Parte

defensora.

- ¡Extremadamente exagerada!; de ninguna manera honorable magistrado

podemos seguir con los ojos vendados. Durante miles de años los

matemáticos han usado una constante errónea, que, por demás, ha

dificultado los cálculos. No se imagina usted lo natural que se tornan las

fórmulas cuando usamos en vez de . – Parte acusatoria.

- Usted trata de decirme que la constante más conocida de todas, ese

número trascendental que llamamos es un fraude y que los

matemáticos, conocidos por cultivar la ciencia más exactas de todas,

durante milenios, y pese a las mentes prodigiosas que existieron, se

equivocaron al elegir a . – Señor magistrado.

- Efectivamente, su señoría. El número simplemente ha usurpado el

lugar que debió ocupar tau . La geometría analítica claramente nos

concede la razón. Note usted, señor magistrado, que la ecuación de la

circunferencia se expresa como: donde: es

el radio de la circunferencia y es un punto, centro de la

circunferencia, en el plano cartesiano. – Dilucidó la parte acusatoria. –

Aquí, la palabra clave es el radio. Pues, los círculos se definen, como

hemos podido ver, de manera natural con el radio y no con su diámetro.

Es por tal razón que el valor o aparece con tanta frecuencia en las

matemáticas. – Agregó la parte acusatoria concluyendo su exposición.

- Si bien es cierto que una circunferencia, analíticamente, se puede

definir por su radio, no menos cierto es que el diámetro es un elemento

bien definido de las matemáticas. su señoría, equivale a .

Claramente, se puede notar que es un múltiplo de . ¡Por favor! La

parte acusatoria sólo hace el ridículo cuando pretenden hacer cumplir la

pena máxima la parte que defendemos. – Argumentó la parte defensora.

Page 2: Juicio a pi: ¡pena de muerte!

- Desesperación es lo que veo, no lo pueden defender. Tiene los días

contados ese usurpador farsante. ¡Pagará la pena máxima!– Dijo la

parte acusatoria con exaltación.

- ¡Desesperación! Eso es lo que muestra la parte acusatoria al expresarse

de esa manera. – Dijo la parte defensora, tomando la palabra. El

alboroto no se hizo esperar en la corte y el desorden, entre los presentes,

pronto imperó.

- ¡Orden, orden! – vociferó el juez – les recuerdo a todos ustedes que

están en un lugar donde debe imperar la paz y la cordura. – Tiene la

palabra la parte acusatoria; puede continuar con su alegato. – Decidió el

Juez.

- Muchas gracias señor juez. Pues bien, ese múltiplo, como lo llama la

parte defensora y, que prefiero llamar tau ; aparece en muchas de

las fórmulas que usamos en matemática y física. Entre tantas, podemos

mencionar: la fórmula de Stirling, la fórmula de Cauchy, transformada

de Fourier, distribución gaussiana, velocidad angular, y un largo etc. –

Argumentó la parte acusatoria. – Y, si no le parece suficiente lo

expuesto, entonces, considere lo siguiente: los ángulos especiales, que

deben memorizar nuestros estudiantes, si hacen uso de , se reducen a

simples fracciones de un círculo completo si hacemos uso de . Como

diría Michael Hartl, en tal caso, es un “desastre pedagógico”. –

Concluyó la parte acusatoria.

- Reconozco que se preparó bien la parte acusatoria. Pero, los cargos que

recaen sobre simplemente están fuera de lugar. Pienso que ambos

números pueden coexistir, simplemente es cuestión de gustos.

Nuevamente les recuerdo que es un múltiplo de . Y, sepan ustedes

que los argumentos de la parte acusatoria no son del todo

originales…en 1958, para simplificar las fórmulas, el matemático inglés

Albert Eagle propuso remplazar el número que defendemos por

,

casualmente llamó tal constante. Es evidente que sobrevivió en

aquel entonces y seguirá sobreviviendo hasta el final de los tiempos.

Después de todo no por nada es el rey de los números. Condenarlo a

pena de muerte es condenar las matemáticas mismas y tirar por la borda

la labor de los más grandes matemáticos de la historia. Condenar a la

extinción simplemente porque otro número, que es su múltiplo, aparece

Page 3: Juicio a pi: ¡pena de muerte!

en varias fórmulas es algo que carece de total sentido…pues, su señoría,

luego persiguieran a y habrá que sustituirlo también por uno de sus

múltiplos, digamos ni De condenarlo, repetiremos el ciclo

acusatorio una y otra vez de forma perpetua…quien quiera usar a es

libre de hacerlo, pero que no queden dudas… simplemente merece

vivir.