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IES Güeñes BHI 3º ESO Lengua castellana
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La casa de Boneville
No quieras leerlo…
Como siempre, Miguel se quedó sin cama.
Decidieron echarse a dormir porque estaban muy cansados.
Miguel fue el primero en dormirse a pesar de estar en el suelo.
Adolfo salió a la cubierta porque no podía dormir y se puso a pensar en sus negocios, pensó llamar a su empresa “Adolfo Dominguez”. Francisco se despertó y al ver que Adolfo no estaba en el camarote salió a buscarle a la proa. Francisco siempre se preocupaba por Adolfo. Cuando Adolfo y Francisco se encontraron Adolfo le dijo la idea del nombre para su empresa.
Hacía frío y decidieron irse a dormir al camarote.
Al día siguiente llegaron al puerto de Londres y desembarcaron con sus maletas, como siempre Miguel perdió su equipaje y tuvieron que ir al mercado a comprarle ropa.
De camino al mercado encontraron una casa en venta, pero no se decidieron a comprarla porque era pequeña.
Se aproximó con timidez pues era un poco inseguro. Los otros dos le acompañaron para que no se acobardara.
Al primero que le tocó fue a Miguel, como siempre.
Miguel, tímido, empezó la conversación:
- ...Buenas, somos extranjeros y queríamos
preguntarle unas cosas, pues estamos bastante perdidos. Estamos buscando una casa desde la cual dirigir nuestra
empresa. Nos hemos preguntado si tú sabrías
algo...
- No, ya lo siento, no sé nada.
- Vale, muchas gracias por su
ayuda. Preguntaremos
a otras personas.
Miguel
Señor
Alfredo
Se dieron la vuelta y justo en ese momento el señor les empezó a hablar
- Bueno... En realidad sí sé
de una casa en venta...
- ¿Cuál?¡Díganos todo lo que sepa!
- Bueno, en realidad soy propietario de una casa que está situada cerca de aquí.
Si queréis os la puedo enseñar, pero he de
advertiros de que mi mujer murió en la casa a causa de
unos sucesos paranormales. Por favor
seguidme y os la mostraré.
Señor
Los tres
Señor
El señor sacó las llaves del bolsillo y abrió la puerta y se dio la vuelta para hablar con ellos.
- Pero, ¿Seguro que
queréis la casa a pesar de lo
que os he contado?
- Sí, la necesitamos para hoy, pues no
tenemos dónde pasar la noche, además tenemos que quedar con nuestro
representante en Londres mañana y...
¡No podemos quedarnos en la calle!
Señor
Alfredo
- ¿Estáis seguros de que la queréis?
Insisto en que busquéis otra pues no creo que sea la
apropiada para vosotros... Ni para
nadie...
Señor
El señor, después de enseñarnos la casa, nos dijo el precio y como nos pareció justo, la compramos.
Final
Unai Aguilera
Andoni Aranguren
Kerman Albizu
Álvaro Castresana