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La Gran Familia de Dios Antecedentes. Adán y Eva vivían felices en el paraíso, Dios les había confiado toda la creación para que la cuidaran, administraran y disfrutaran de ella. A pesar de la infidelidad del hombre y la mujer, Dios prometió enviar al Salvador, para que abriera las puertas del cielo que habían sido cerradas cuando el hombre le falló al Creador. Con el pasar de los años, Dios buscó a un hombre de buen corazón para encargarle que formara Su pueblo, en el que nacería el Salvador y, lo condujera hacia la tierra prometida. Ése hombre fue Abraham, un hombre nacido en Ur de Caldea, de 75 años de edad. Y así fue, Abraham nunca dudó de Dios, creyó en cada una de sus promesas, por ello es llamado el Padre de la Fe. Era el año aproximadamente 1850 a.c. Abraham fue padre de Isaac, Isaac fue padre de Jacob. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yavé Dios había hecho. Dijo a la mujer: «¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?» La mujer respondió a la serpiente: «Podemos comer de los frutos de los árboles del jardín, pero no de ese árbol que está en medio del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman de él ni lo prueban siquiera, porque si lo hacen morirán.» La serpiente dijo a la mujer: «No es cierto que morirán. 5.Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.» A la mujer le gustó ese árbol que atraía la vista y que era tan excelente para alcanzar el conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió y le dio también a su marido que andaba con ella, quien también lo comió. Génesis 3, 1-6 El Pecado Original

La gran familia de Dios

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La Gran Familia de Dios

Antecedentes.

Adán y Eva vivían felices en el paraíso, Dios les había confiado toda la creación para que la cuidaran,

administraran y disfrutaran de ella.

A pesar de la infidelidad del hombre y la mujer, Dios prometió enviar al Salvador, para que abriera las puertas

del cielo que habían sido cerradas cuando el hombre le falló al Creador.

Con el pasar de los años, Dios buscó a un hombre de buen corazón para encargarle que formara Su pueblo, en el

que nacería el Salvador y, lo condujera hacia la tierra prometida. Ése hombre fue Abraham, un hombre nacido en

Ur de Caldea, de 75 años de edad. Y así fue, Abraham nunca dudó de Dios, creyó en cada una de sus promesas, por

ello es llamado el Padre de la Fe. Era el año aproximadamente 1850 a.c.

Abraham fue padre de Isaac, Isaac fue padre de Jacob.

La serpiente era el más astuto de todos los

animales del campo que Yavé Dios había

hecho. Dijo a la mujer: «¿Es cierto que Dios les

ha dicho: No coman de ninguno de los árboles

del jardín?» La mujer respondió a la

serpiente: «Podemos comer de los frutos de los

árboles del jardín, pero no de ese árbol que

está en medio del jardín, pues Dios nos ha

dicho: No coman de él ni lo prueban siquiera,

porque si lo hacen morirán.»

La serpiente dijo a la mujer: «No es cierto que

morirán. 5.Es que Dios sabe muy bien que el

día en que coman de él, se les abrirán a

ustedes los ojos; entonces ustedes serán como

dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no

lo es.»

A la mujer le gustó ese árbol que atraía la vista y que era tan excelente para

alcanzar el conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió y le dio también a su

marido que andaba con ella, quien también lo comió. Génesis 3, 1-6

El Pecado Original

Pasaron los años y el pueblo hebreo (pues hablaban la lengua hebrea), terminó en Egipto; creyeron que era la

tierra que mana leche y miel” (Éxodo 3, 17) que Dios había prometido a Abraham. Los egipcios esclavizaron al

pueblo de Dios y lo hicieron adorar a sus dioses. Dios al ver sufrir a su pueblo, habló con otro hombre para

encargarle la misión de liberar a Su pueblo de la esclavitud. Ése hombre fue Moisés. Era aproximadamente el año

1350 a.c.

Deja tu país, a los de tu raza y a la familia de tu padre, y anda a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra.»

Partió Abram, tal como se lo había dicho Yavé, y Lot se fue también con él. Abram tenía setenta y cinco años de edad. Génesis 12, 1-4

Yavé dijo a Moisés: «He visto la humillación de mi

pueblo en Egipto, y he escuchado sus gritos cuando lo

maltrataban sus mayordomos. Yo conozco sus

sufrimientos, por esta razón estoy bajando, para

librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir

de aquí a un país grande y fértil, a una tierra que

mana leche y miel, …. El clamor de los hijos de Israel ha

llegado hasta mí y he visto cómo los egipcios los

oprimen.

Ve, pues, yo te envío a Faraón para que saques de

Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.»… Moisés

contestó a Dios: «Si voy a los hijos de Israel y les digo

que el Dios de sus padres me envía a ellos, si me

preguntan: ¿Cuál es su nombre?, yo ¿qué les voy a

responder?»Dios dijo a Moisés: «Yo soy: YO- SOY.» «Así

dirás al pueblo de Israel: YO-SOY me ha enviado a

ustedes. . Y también les dirás: YAVE, el Dios de sus

padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios

de Jacob, me ha enviado.

Este será mi nombre para

siempre, y con este nombre

me invocarán de

generación en generación.»

Moisés es enviado como

liberador. Éxodo 3, 3, 1-15

Así, Moisés siguiendo paso a paso los designios de Dios habló con el

Faraón y, luego de pasar por las 10 plagas y el paso por el Mar Rojo,

llegaron a la tierra prometida dándole el nombre de Israel.

Para su gobierno nombraron primero a los Jueces como Sansón; después

eligieron a los Reyes. El primer Rey fue Saúl, el segundo David (1000 a.c.)

quien construyó el Templo de Jerusalén y el tercero, su hijo Salomón

quien lo embelleció

Es en este país en el que nacerá

el Salvador, dando inicio al

Nuevo Testamento…

Sansón

El Rey David

Templo de Jerusalén

Para terminar con la historia del

Antiguo Testamento hablaremos

de los Profetas quienes denunciaban las

injusticias y la infidelidad

del pueblo y anunciaban la venida del

Salvador. Entre los profetas

mayores tenemos a Isaías, Jeremías,

Ezequiel. (Desde el 700 a.c.)

Juan el Bautista, el último de los profetas