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La nueva teoría de la dependencia Latinoamericana “La dependencia tomo un camino errado que dejo serias consecuencias, estas son visibles en la actualidad”. Luego del estancamiento socio económico de los países latinoamericanos, la tendencia regional para enfrentar la crisis fue elegir la industrialización como el camino expedito hacia la estabilidad, sin embargo este modelo solo dejaba dividendo a las grandes economías. En la actualidad Latinoamérica sigue siendo el mejor exportador de materias primas para los requerimientos del primer orden económico, en simples palabras es parte de una clara dependencia. Si Latinoamérica quiere lograr su independencia y sacar provecho a los beneficios que esto trae, debe reestructurarse socioeconómicamente. La transición debe ser radical y sin titubeos, su sistema económico basado en exportaciones de materias primas de carácter alimentarias, agrícolas y minerales debe volver atrás en el tiempo y ser nuevamente una región manufacturera. Valentin Kouzmine CEPAL (2001) sostiene que el porcentaje de exportaciones de productos básicos del territorio Latinoamericano tuvo un crecimiento explosivo desde los años 80 con miras hacia el nuevo siglo. Si en el año 1980 se exportaba una suma de 4900 millones de dólares en Latinoamérica y el Caribe, esta cifra asciende a la gran suma de 54701 millones de dólares que se exporto en el año 1997. El primer orden de exportación fue lejos el de productos alimenticios, seguido de los minerales y metales y siguiendo el orden de relevanci a las materias primas agrícolas. El éxito de las exportaciones latinoamericanas cabe en el contexto pleno de liberalismo y de apertura económica con el comercio exterior y las macroeconomías que requirieron de un gran ente que fuera capaz de satisfacer las necesidades alimenticias principalmente y luego las necesidades de materias primas de carácter mineral. Este ente llamado Latinoamérica fue el gran socio de la economía mundial. Latinoamérica pronto se encontró con un grave problema, la mayor parte de las ventas se concentra en la oferta y demanda de productos básicos pero la elasticidad de estos es de precio reducido a corto plazo, esto quiere decir que la ganancia es poca debido a que el mercado estabiliza los precios de estos bienes y el usufructo que realmente debería poseer no lo posee. La exportación de manufacturas revoluciono esta condicionante y logro mantener la relación positiva entre la apertura comercial y las exportaciones. José Miguel Benavente CEPAL (2001) postula que el éxito de la transición a la manufactura se debe a que la flexibilidad y ganancias a través del mercado exportador de manufacturas son más elevadas. Además en sus tres categorías básicas son capaces de generar condiciones óptimas de desarrollo local gracias a la ocupación laboral que esta genera. La primera categoría responde a insumos básicos (industria siderúrgica), la segunda categoría responde a productos de orden tradicionales (cueros, textiles y calzado) y la tercera categoría con gran éxito en la actualidad responde a los productos no tradicionales (capital productivo según el contenido tecnológico) que son los más distintivos en cuanto a intensidad de capital y trabajo de sus procesos productivos.

La nueva teoría de la dependencia latinoamericana

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Page 1: La  nueva teoría de la dependencia latinoamericana

La nueva teoría de la dependencia Latinoamericana

“La dependencia tomo un camino errado que dejo serias consecuencias, estas son visibles en la

actualidad”.

Luego del estancamiento socio económico de los países latinoamericanos, la tendencia regional

para enfrentar la crisis fue elegir la industrialización como el camino expedito hacia la estabilidad,

sin embargo este modelo solo dejaba dividendo a las grandes economías. En la actualidad

Latinoamérica sigue siendo el mejor exportador de materias primas para los requerimientos del

primer orden económico, en simples palabras es parte de una clara dependencia.

Si Latinoamérica quiere lograr su independencia y sacar provecho a los beneficios que esto trae,

debe reestructurarse socioeconómicamente. La transición debe ser radical y sin titubeos, su

sistema económico basado en exportaciones de materias primas de carácter alimentarias,

agrícolas y minerales debe volver atrás en el tiempo y ser nuevamente una región manufacturera.

Valentin Kouzmine CEPAL (2001) sostiene que el porcentaje de exportaciones de productos

básicos del territorio Latinoamericano tuvo un crecimiento explosivo desde los años 80 con miras

hacia el nuevo siglo. Si en el año 1980 se exportaba una suma de 4900 millones de dólares en

Latinoamérica y el Caribe, esta cifra asciende a la gran suma de 54701 millones de dólares que se

exporto en el año 1997. El primer orden de exportación fue lejos el de productos alimenticios,

seguido de los minerales y metales y siguiendo el orden de relevanci a las materias primas

agrícolas. El éxito de las exportaciones latinoamericanas cabe en el contexto pleno de liberalismo y

de apertura económica con el comercio exterior y las macroeconomías que requirieron de un gran

ente que fuera capaz de satisfacer las necesidades alimenticias principalmente y luego las

necesidades de materias primas de carácter mineral. Este ente llamado Latinoamérica fue el gran

socio de la economía mundial.

Latinoamérica pronto se encontró con un grave problema, la mayor parte de las ventas se

concentra en la oferta y demanda de productos básicos pero la elasticidad de estos es de precio

reducido a corto plazo, esto quiere decir que la ganancia es poca debido a que el mercado

estabiliza los precios de estos bienes y el usufructo que realmente debería poseer no lo posee. La

exportación de manufacturas revoluciono esta condicionante y logro mantener la relación positiva

entre la apertura comercial y las exportaciones.

José Miguel Benavente CEPAL (2001) postula que el éxito de la transición a la manufactura se debe

a que la flexibilidad y ganancias a través del mercado exportador de manufacturas son más

elevadas. Además en sus tres categorías básicas son capaces de generar condiciones óptimas de

desarrollo local gracias a la ocupación laboral que esta genera. La primera categoría responde a

insumos básicos (industria siderúrgica), la segunda categoría responde a productos de orden

tradicionales (cueros, textiles y calzado) y la tercera categoría con gran éxito en la actualidad

responde a los productos no tradicionales (capital productivo según el contenido tecnológico) que

son los más distintivos en cuanto a intensidad de capital y trabajo de sus procesos productivos.

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Los países que han transformado su orientación a la manufactura han caído en la trampa impuesta

por las grandes potencias capitalistas que les han limitado su manufactura a productos de

ensamblado final fomentando así el florecimiento de textiles en Centroamérica y el Caribe.

Benavente postula que el potencial de expansión de la industria está limitado, en el sur de la

región, por las características no sólo cuantitativas, sino también cualitativas del mercado regional,

que son muy distintas a las que exhiben los mercados de los países desarrollados. Esto hace que el

camino manufacturero latinoamericano no pueda establecer una competencia que le asegure

estabilidad, es más, estas solo comercian en mercados altamente resguardados.

Los teóricos que postularon la teoría de la dependencia, no contaban con que esta pasaría a

transformarse una interdependencia, que se alimenta básicamente de la necesidad mutua de

retroalimentación entre las economías desarrolladas y subdesarrolladas para fomentar una

estabilidad económica. En la actualidad la economía depende del equilibrio de los distintos

sistemas imperantes en el globo, por lo que se necesita que tanto peces gordos como peces

pequeños puedan nadar hacia la misma dirección generando una coordinación macroeconómica

que no atente contra el subdesarrollo sino que lo estimule para lograr a permanencia de las

grandes economías que imperan en el mundo capitalista contemporáneo. Benavente postula que

en la superación de estas asimetrías estriba el desafío que tienen ante sí las economías de la

región. El rápido incremento de las exportaciones de manufacturas en el marco del comercio

interregional y continental puede verse como una fase del proceso de industrialización en América

Latina y el Caribe.

Latinoamérica en la actualidad busca un método para lograr la independencia socioeconómica de

las grandes economías capitalistas, debido a que estas desde el descubrimiento de América han

sido capaces de instaurar un mercado poco favorable a las condiciones locales apoyadas en el

método de subyugación. Si bien intentar lograr una autonomía socioeconómica es una idea

filosófica que atiende a los deseos más románticos del pueblo Latinoamericano, esta idea no está

cercana a la realidad que impera en el mundo contemporáneo en donde saltamos desde la teoría

de la dependencia a la interdependencia.

Hoy Latinoamérica es una zona medianamente manufacturera, pero mediante este sistema no se

ha logrado alcanzar la independencia que esta reestructuración planteaba en las teorías de

antaño. Debido a la gestión de la manufactura desde la mano capitalista extranjera Latinoamérica

ha debido aceptar un sistema que no le permite crecer para sí misma, sino que la limita a crecer

pequeñas cantidades anuales para solo mantener el equilibrio económico que la economía

mundial necesita imperiosamente.

Latinoamérica está destinada a la nueva teoría que se mueve en la interdependencia, la teoría de

antaño ha quedado obsoleta y debió ser reestructurada a modo tal que la economía fuera la gran

beneficiada, el sistema solo impone su autopoiesis y es construido día a día por las grandes

economías para satisfacer y mantener una estabilidad global.

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