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LA PEOR SEÑORA DEL MUNDO En la vereda el mansito había una señora que era la pero señora del mundo era gorda, tenía una nariz puntiaguda, fumaba tabaco y usaba botas de pico y tenía unas uñas grandes y filosas. A sus dos hijas les servía en el desayuno comida para perros y la que no se la comiera debía dormir en el gallinero. Los niños del vecindario se echaban a correr en cuanto la veían. Hasta que un día mientras la señora dormía los habitantes de la vereda decidieron huir de su lado incluidas sus 2 hijas. Fue así como la mala mujer se quedó sola sin nadie a quien molestar así que hizo una carta y la envió a los habitantes quienes al recibirla decidieron volver ya que la señora les había pedido disculpas. Pero en la noche mientras dormían construyo una muralla con la que atrapo a todos los habitantes y volvió a ser la peor señora del mundo golpeando e insultando a todos. Sucedió que mientras dormía su siesta los habitantes del pueblo se reunieron para buscar una solución. Al sabio de la vereda se le ocurrió engañarla cuando ella les pegara le dieran las gracias, si les mordía una oreja le pidieran que lo hiciera de nuevo. Y así con todo. Todos estuvieron de acuerdo. La señora despertó de su siesta hecha una furia. Tenía unas ganas enormes de jalarle las orejas a un niño. Agarro al primero que encontró y no lo soltó hasta después de media hora. El niño aguanto el dolor y le dijo: “gracias, señora podría jalarme la otra por favor”. La señora extrañada le dijo que no que él no merecía un premio así. Después la mujer se fue a buscar al zapatero y le jalo tanto los pelos que se quedó con ellos en la mano. Muchas gracias señora contesto el zapatero y así continúo con todos hasta la noche. Mientras dormía los habitantes se reunieron de nuevo y planearon seguirla engañando. Ahora cada vez que ella se le ocurriera hacer algo bueno, se quejarían como si fuera un terrible castigo. Desde entonces cuando la señora se le ocurriera hacer algo bueno la gente se quejaría. Así sucedió que un día se encontró con el sabio de la vereda, quien le dijo: “muy malos días tenga usted señora

La peor señora del mundo

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LA PEOR SEÑORA DEL MUNDO

En la vereda el mansito había una señora que era la pero señora del mundo era gorda, tenía una nariz puntiaguda, fumaba tabaco y usaba botas de pico y tenía unas uñas grandes y filosas.A sus dos hijas les servía en el desayuno comida para perros y la que no se la comiera debía dormir en el gallinero. Los niños del vecindario se echaban a correr en cuanto la veían.Hasta que un día mientras la señora dormía los habitantes de la vereda decidieron huir de su lado incluidas sus 2 hijas. Fue así como la mala mujer se quedó sola sin nadie a quien molestar así que hizo una carta y la envió a los habitantes quienes al recibirla decidieron volver ya que la señora les había pedido disculpas. Pero en la noche mientras dormían construyo una muralla con la que atrapo a todos los habitantes y volvió a ser la peor señora del mundo golpeando e insultando a todos.Sucedió que mientras dormía su siesta los habitantes del pueblo se reunieron para buscar una solución. Al sabio de la vereda se le ocurrió engañarla cuando ella les pegara le dieran las gracias, si les mordía una oreja le pidieran que lo hiciera de nuevo. Y así con todo. Todos estuvieron de acuerdo.La señora despertó de su siesta hecha una furia. Tenía unas ganas enormes de jalarle las orejas a un niño. Agarro al primero que encontró y no lo soltó hasta después de media hora. El niño aguanto el dolor y le dijo: “gracias, señora podría jalarme la otra por favor”. La señora extrañada le dijo que no que él no merecía un premio así. Después la mujer se fue a buscar al zapatero y le jalo tanto los pelos que se quedó con ellos en la mano. Muchas gracias señora contesto el zapatero y así continúo con todos hasta la noche.Mientras dormía los habitantes se reunieron de nuevo y planearon seguirla engañando. Ahora cada vez que ella se le ocurriera hacer algo bueno, se quejarían como si fuera un terrible castigo. Desde entonces cuando la señora se le ocurriera hacer algo bueno la gente se quejaría.Así sucedió que un día se encontró con el sabio de la vereda, quien le dijo: “muy malos días tenga usted señora ¿ya se dio cuenta de que un ángel caído del cielo puso en la vereda una maravillosa muralla? Todos estamos muy contentos.Llena de furia corrió a la muralla y la destruyó. Y continuo así con todo lo malo que había hecho. Lo cambio por bueno creyendo hacer daño a los habitantes de la vereda. Desde ese día la vereda vivió feliz y las familias se divirtieron con los engaños.