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¿Creencia o negocio? Miles de personas acuden diariamente a la santería para limpiarse el aura, para que les lean las manos o para comprar productos que les ayuden a resolver sus problemas. Sin embargo, lo más disparatado de este asunto es la gran cantidad de dinero que invierten los creyentes; y más aún en la época de crisis que estamos viviendo, en la cual cada vez son más los que suman a este tipo de brujería. Esta situación nos lleva a formular la siguiente pregunta: ¿La santería es una cuestión de creencia, o simplemente es un negocio que se aprovecha de la ingenuidad de las personas? Ante todo, son muchas las personas que piensan que encendiendo una vela con una imagen de San Lázaro podrán evitar cualquier enfermedad, o que yendo a rituales ofrecidos por santeros podrán limpiar su alma, y todas ellas deben de ser respetadas, pues cada una es libre de pensar lo que crea conveniente. Sin embargo, hay que recordar que la santería no es una práctica demostrable. Por lo tanto, como humanos que somos y con la capacidad de razonamiento que la naturaleza nos hija otorgado, deberíamos tener un punto de sensatez y reflexionar en cómo es posible que un señor o señora, vestidos normalmente de forma extravagante, puedan predecir el futuro de una persona leyendo sus manos o interpretando cartas. No obstante, no debemos olvidar a los que manejan este negocio, personas entrenadas durante años, capaces de convencer y de engañar a una gran parte de la población que desesperados, acuden a ellos con la esperanza de “mejorar sus vidas y superar los baches que el destino les ha puesto”. Y es entonces cuando estos se aprovechan económicamente de los pobres inocentes, pues estos son capaces de pagar una importante cantidad de dinero por los productos y los servicios de la santería, confiando plenamente en la eficacia de estos que el santero les ha prometido. Por todo ello y para concluir, todos nosotros deberíamos conocer y tener en cuenta toda la trama que se esconde detrás de la santería y no dejar engañarnos por aquellos que nos dan falsas esperanzas, porque al fin y al cabo es un negocio, concretamente un negocio que se aprovecha del malestar y de la debilidad de las personas y que mueve mucho dinero. Miren Navarro 1º B

LA SANTERÍA ¿CREENCIA O NEGOCIO?

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Page 1: LA SANTERÍA ¿CREENCIA O NEGOCIO?

¿Creencia o negocio?

Miles de personas acuden diariamente a la santería para limpiarse el aura, para que les lean las manos o para comprar productos que les ayuden a resolver sus problemas. Sin embargo, lo más disparatado de este asunto es la gran cantidad de dinero que invierten los creyentes; y más aún en la época de crisis que estamos viviendo, en la cual cada vez son más los que suman a este tipo de brujería. Esta situación nos lleva a formular la siguiente pregunta: ¿La santería es una cuestión de creencia, o simplemente es un negocio que se aprovecha de la ingenuidad de las personas? Ante todo, son muchas las personas que piensan que encendiendo una vela con una imagen de San Lázaro podrán evitar cualquier enfermedad, o que yendo a rituales ofrecidos por santeros podrán limpiar su alma, y todas ellas deben de ser respetadas, pues cada una es libre de pensar lo que crea conveniente. Sin embargo, hay que recordar que la santería no es una práctica demostrable. Por lo tanto, como humanos que somos y con la capacidad de razonamiento que la naturaleza nos hija otorgado, deberíamos tener un punto de sensatez y reflexionar en cómo es posible que un señor o señora, vestidos normalmente de forma extravagante, puedan predecir el futuro de una persona leyendo sus manos o interpretando cartas. No obstante, no debemos olvidar a los que manejan este negocio, personas entrenadas durante años, capaces de convencer y de engañar a una gran parte de la población que desesperados, acuden a ellos con la esperanza de “mejorar sus vidas y superar los baches que el destino les ha puesto”. Y es entonces cuando estos se aprovechan económicamente de los pobres inocentes, pues estos son capaces de pagar una importante cantidad de dinero por los productos y los servicios de la santería, confiando plenamente en la eficacia de estos que el santero les ha prometido. Por todo ello y para concluir, todos nosotros deberíamos conocer y tener en cuenta toda la trama que se esconde detrás de la santería y no dejar engañarnos por aquellos que nos dan falsas esperanzas, porque al fin y al cabo es un negocio, concretamente un negocio que se aprovecha del malestar y de la debilidad de las personas y que mueve mucho dinero.

Miren Navarro 1º B

Page 2: LA SANTERÍA ¿CREENCIA O NEGOCIO?

Buenas, una limpieza de aura para llevar, por favor.

Desde hace miles de años, el ser humano ha tenido la necesidad de aferrarse a algo para seguir teniendo esperanza, explicar fenómenos que no era capaz de resolver o encontrar el sentido de la vida. Para eso, se crearon los dioses, los mitos, la religión… Todas esas invenciones han conseguido llegar hasta nosotros, y aunque gracias a la ciencia y al avance de la sociedad, la gente tiene un pensamiento más crítico sigue habiendo personas que necesitan alguno de estos “inventos” para llenar un vacío en su interior, sentirse realizadas... Como resultado, el negocio de la santería mueve enormes cantidades de dinero, pero ¿realmente sirven esas cosas es un simple negocio engañoso? Hay personas que creen que estos rituales funcionan y gastan grandes cantidades de dinero poniendo como excusa que notan la diferencia entre el antes y el después del proceso, pero no hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que estos ritos son un poco absurdos. Algunas personas limpian el aura de los demás escupiéndoles agua, cosa que no tiene ni pies ni cabeza, es más antihigiénico que espiritual y a fin de cuentas lo que limpian es la cartera de los clientes. Aun así, hay que tener en cuenta que la mayoría de personas que recurren a estos servicios están pasando “una racha complicada” o no tienen la cabeza debidamente “amueblada”, por lo tanto, es entendible que recurran a cosas como estas. En resumen, podemos decir que la santería es un negocio como muchos otros, que se aprovecha de la inestabilidad e incultura de la gente para ganar dinero y realmente no sirve para nada, aunque haya que respetar a la gente que piensa lo contrario.

Gorka Gómez Martín 1º B