La Seguridad y la Salud en el Trabajo en la Revolución Bolivariana de Venezuela.

"Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les mande hacer; se

acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los

estúpidos"

Simón Rodríguez.

En la República Bolivariana de Venezuela muchos especialistas, profesionales y estudiantes asumen a la

seguridad y la salud en el trabajo como un negocio rentable para obtener un lucro e incluso muchos desconocen

que la seguridad y la salud en el trabajo con que cuenta nuestro país se logró a través de cantidades de luchas

de la clase obrera durante años . Es por esto que me veo en la necesidad como estudiante, a contribuir desde mi

concepción al debate sobre este tema.

Reflexionando sobre esta sentencia de Don Simón Rodríguez, me lleva a comprender tantas cosas que

no entendí, durante muchísimo tiempo, cosas que aprendí impuestas bajo autoridad, por costumbre o sólo

porque así debería ser. Durante mis tres años de formación como TSU en Seguridad Industrial en un Instituto

Universitario Privado del País, me programaron para obedecer ante lo que impartían los profesores como los

limitados y me acostumbré como los estúpidos.

En todo ese tiempo, diversos profesores depositaron en mi mente la idea de que una vez me graduara

como profesional en seguridad industrial mis funciones serían: asesorar al empleador en materia de seguridad

para evitar que el órgano gestor de la seguridad y salud en el trabajo de venezuela INPSASEL, los sancionen por

incumplimiento de las leyes que rigen la materia, proteger a los empleadores de los delegados y delegadas de

prevención ya que durante nuestra formación los educadores señalan a estos como enemigos de cualquier

miembro del servicio de seguridad y salud laboral, prevenir accidentes y enfermedades ocupacionales y realizar

programas de seguridad y salud en el trabajo como una herramienta de obtener lucro.

La seguridad en el trabajo debe estar orientada a la protección del trabajador durante su jornada laboral,

así como garantizar la preservación de la salud y la vida ante la exposición de procesos peligrosos generados de

la industria y no como muchos lo tergiversan al ver la seguridad como cumplimiento para evitar sanciones

emitidas por las leyes en materia de seguridad en Venezuela.

Para poder comprender un poco lo que trato de plantear, es necesario realizar un breve recorrido a una

aproximación de la seguridad y la salud en el trabajo en Venezuela elaborada por el compañero Ing. Eric Omaña.

En 1855 es creada la primera norma legal venezolana, el Código de Minas que contempló

disposiciones de seguridad, primeros auxilios, atención médica entre otros. Luego en 1920 con la Ley de

Hidrocarburos el estado obliga a las petroleras a crear departamentos de medicina, hospitales en sitios lejanos.

En 1925 y 1936 los trabajadores se hicieron sentir mediante huelgas donde exigían respeto a los venezolanos,

defensa de la soberanía nacional, agua y sombra en los campos petroleros, baños limpios, viviendas decentes en

los campamentos y equidad en los salarios. Para 1950 el movimiento petrolero intenta un paro nacional partiendo

de la defensa de las condiciones de trabajo. En 1980 la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV) y

la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) crearon departamentos de seguridad y salud de los

trabajadores y las trabajadoras actuando como fundadores y asesores académicos Nilia Rodríguez, Maigualida

Barrera, Gloria Alicia Cabezas, Alcira Ferrer, Luisa Sánchez, Sara Vera, Omar Barreto, Miguel Arteta, Oscar Feo

y Eric Omaña. Los líderes sindicales fueron (entre otros) María León, Dilia Petit y Antonio Morales, Ramón

Polanco y Giovani Cedeño. Des la década de 1970 grupos profesionales unieron esfuerzos con el movimiento

obrero para formar colectivos para defensa y formación de la seguridad y la salud de los trabajadores.

En diciembre de 1982, tras la tragedia de la planta generadora de electricidad en tacoa donde fallecen

más de 160 personas, se inicia la formulación de normas Covenin en Seguridad y Salud en el Trabajo. El

diputado Pedro Ortega Díaz rescata el proyecto de la LOPCYMAT, engavetado por el congreso de la IV

república, el cual estaba basado en el convenio 155 de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo, motivado

por la contaminación de un grupo de trabajadores de Nalco con polvo de sílice.

Finalmente luego de 11 años de introducida para su discusión, y mediante una alianza histórica de los

dirigentes sindicales Beltrán Vallejo, María León, Cañizales, Ortega Díaz, Felice entre otros, fue aprobada la Ley

Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo. Hasta la llegada de la revolución bolivariana

en materia de seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras existía solo la siguiente estructura: el

Ministerio de trabajo con una dirección general sectorial, el IVSS con la dirección de Medicina del Trabajo, el

Ministerio de salud con un programa de Higiene Ocupacional, el Ministerio de minas con un departamento

de seguridad minera. Después de 15 años de la promulgación de la LOPCYMAT, es creado el INPSASEL en el

2001, para el 2005 se reforma la LOPCYMAT incorporando aspectos como: la figura de los Delegados de

Prevención, Cotización solo de la parte empleadora, el tiempo libre y la recreación como variables de salud

laboral, un sistema indemnizatorio, otro de infracciones, entre otros.

Después de este breve refrescamiento de algunos elementos básicos en la construcción de una historia

aproximada de la seguridad y la salud en el trabajo en Venezuela, queda en evidencia que la seguridad y la salud

en el trabajo nace desde las bases, de centenares de luchas de la clase obrera por la defensa de la salud y la

vida en el trabajo ante un sistema de explotación que su único interés es el capital a toda costa, de tal manera

que las trabajadoras y los trabajadores deben empoderarse de los logros de esta revolución en la materia, y

hacerle frente a aquellos personas que creen que la seguridad y la salud en el trabajo es solo un área

multidisciplinaria, y que a través de su ética capitalista, pueden lucrarse protegiendo al empleador de las

sanciones establecidas en la ley ante infracciones cometidas.

Con base en lo anterior, pongamos en práctica un supuesto negado, donde no se encuentre en el poder

la revolución Bolivariana al mando del presidente Nicolás Maduro, y que en su lugar existe un gobierno de la

derecha o de la IV república, como el que se pretendió implantar el 11 de abril de 2002. Dado este supuesto

escenario valdría la pena preguntarse ¿Qué pasaría con la seguridad y la salud de los trabajadores? ¿Qué

pasaría con la LOPCYMAT y su Reglamento Parcial? ¿Qué pasaría con la LOTTT? ¿Qué pasaría con el

INPSASEL? , ¿Qué pasaría con todas estas reivindicaciones de los trabajadores logradas durante años de

lucha?, recordemos que este gobierno de derecha el 12 de abril de 2002, disolvió el Parlamento (Asamblea

Nacional), el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, de todos los gobernadores, alcaldes y

concejales, la remoción del Fiscal General, del contralor, y Defensor del Pueblo, de todos los embajadores,

cónsules y vicecónsules como también de las Misiones Permanentes Diplomáticas, así como la eliminación de las

48 leyes habilitantes, y el cambio de la Constitución, al reponer el nombre de República de Venezuela, quitándole

la condición de Bolivariana.

Percibir la seguridad, la salud en el trabajo y la política como polos opuestos y asumir que una no tiene

nada que ver con la otra, es una forma inexacta de ver las cosas; cuando la realidad es que la seguridad y la

salud de los trabajadores es una lucha política impulsada por la clase obrera y respaldada por el gobierno

bolivariano.

Venezuela cuenta con un marco político constitucional y legal en seguridad y salud en el trabajo

considerado uno de los más complejos en el mundo, y a su vez son herramientas que debemos utilizar a favor del

proletariado.

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más

allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Eduardo Galeano

Ninguna batalla es fácil, menos con un estado contaminado por un sistema capitalista que no termina de

morir, y que a pesar de 15 años de revolución no son suficientes para cumplir la gran tarea de parir un estado

socialista, aunado a esto, la LOPCYMAT fue creada en 1986 y reformada en 2005 creando la figura de

Delegados y Delegadas de Prevención apenas son 9 años de luchas en contra del sistema y de la burguesía

pero seguimos avanzando.

El papel de los jóvenes venezolanos es fundamental para relevar a compañeros que durante años han

batallado a favor de la clase trabajadora, es por esto que día a día debemos empoderarnos más de las Leyes,

Reglamentos, Normas Técnicas para garantizar su cumplimiento y su objetivo principal que es preservar la salud

y la vida de los trabajadores y trabajadoras en su centro laboral.

La juventud trabajadora, estudiante, revolucionaria, comprometida con este proceso debemos ser

garantes de que esta lucha, al igual que otras que la revolución bolivariana ha impulsado prevalezca ante

intereses nefastos influenciados por el imperio de los E.E.U.U y su brazo en Venezuela como lo es la oposición.

¡La vía es el socialismo, sigamos con esta batalla desde cada trinchera del país!

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“No sería extraño que en marte haya habido civilización, pero a lo mejor llegó allá el capitalismo,

llegó el imperialismo y acabó con ese planeta”

Hugo Chávez Frías. (2011)