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La vida empieza en lágrimas y caca

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Soneto de Quevedo

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Page 1: La vida empieza en lágrimas y caca

UN SONETO DE QUEVEDO ENTRE LO ESCATOLÓGICO Y LO FILOSÓFICO

Este soneto burlesco de Quevedo evoca las cuatro edades de la vida humana, una en cada estrofa. Lo escatológico aparece en el primer cuarteto, que corresponde a la infancia y a la niñez.Los elementos escatológicos resaltan lo desagradable y sucio que es nacer, empezar a vivir. En esta visión degradada del cuerpo quizá subsista una posición cristiana de desprecio hacia todo lo que pertenece al organismo humano y a lo orgánico, al lodo, al polvo. Y además el vocabulario propio de jerga, la animalización y la cosificación redundan en el tono jocoso de la pieza.Pero, a pesar del tono, del vocabulario, de los juegos de palabras (paronomasia, v. 14) y de los juegos fónicos (como las rimas -ca), el último terceto presenta un contenido metafísico sustentado por una meditación sobre la limitación de la condición humana, el poder inexorable de la muerte, el peso del pecado y el castigo (paga) que se ha de cumplir en el otro mundo.

La vida empieza en lágrimas y caca,luego viene la mu, con mama y coco,síguense las viruelas, baba y moco,y luego llega el trompo y la matraca.

En creciendo, la amiga y la sonsaca: 5con ella embiste el apetito loco;en subiendo a mancebo, todo es poco,y después la intención peca en bellaca.

Llega a ser hombre, y todo lo trabuca;soltero sigue toda perendeca; 10casado se convierte en mala cuca.

Viejo encanece, arrúgase y se seca;llega la muerte, y todo lo bazuca,y lo que deja paga, y lo que peca.

Primer cuarteto. • El primer verso evoca el principio de la vida a través de dos elementos que, tradicionalmente

han sido considerados de modo bien distinto, porque las «lágrimas» a modo de símbolo, comportan la nobleza de un sentimiento de pena. Por el contrario, «caca» solo remite al excremento concreto, que suele obviarse en la comunicación. Sin embargo, en el verso 1 la palabra está puesta de relieve en posición de rima y, en cierta medida, al formar parte ambos sustantivos de una bimembración carente de determinantes, las «lágrimas» pierden su carácter noble y simbólico por su coordinación con «caca»: los dos elementos constituyen una sinécdoque para designar toda la suciedad que, según Quevedo, rodea al nacimiento.

• En el v. 2, «mu», «mama», «coco» los vocablos infantiles se igualan a las otras emanaciones lingüísticas de las bocas tan sucias, por incorrectas, aunque esta vez se atribuyen a las personas que rodean al niño. Así, las criaturas y cuanto las rodea, todo se vuelve subproducto, "excremento".

• En una etapa siguiente, la niñez, siguen las secreciones «baba y moco», v. 3, que se vinculan en una enumeración exenta también de determinantes con la enfermedad «las viruelas». El cuerpo infantil se presenta como un organismo repugnante del que fluyen continuamente suciedades.

• El v. 4 alude a los objetos infantiles desagradables para Quevedo: «el trompo» que tirado al suelo, hace tropezar y «la matraca», desagradable para el oído. Las rimas -acá y -oco permiten una asociación fónica con caca, moco pero también con coco y matraca El resultado es un conjunto más que escatológico, desagradable.

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Segundo cuarteto.Desaparece lo escatológico, pero no lo degradante; se evoca la segunda edad del hombre: la juventud.

• Aparece la alusión a los amores venales, estando «la amiga» asociada a «la sonsaca» (v. 5 ), el dinero que ella pide; el artículo antepuesto a los dos sustantivos en ambas frases nominales coordinadas tiene un carácter generalizante de ley para todos.

• Es la juventud una época de pecado dominada por «el apetito loco» (v. 6). La misma sintaxis de la frase se vuelve desordenada, al igual que lo es la vida del joven a quien se presenta bajo una cierta animalización, expresada en el verbo «embiste», que comporta la fuerza de la pasión.

• Como indica la construcción en + gerundio (vv. 5 y 7), la juventud es el punto de partida de un deseo sin medida: «todo es poco» (v. 7) lo cual constituye una paradoja en esta identificación de dos términos opuestos: «todo» puede ser lo mucho que consigue el mancebo; «poco» sería su punto de vista relativo, ya que no le satisface.

• La consecuencia de este deseo «la intención» (v. 8) es el mal absoluto «peca» y relativo, ya que su intención es «bellaca» actúa mal con respecto a los hombres.

Primer terceto. • Trata la edad madura, caracterizada de manera general por el desorden «todo lo trabuca» (v.

9). Como en el v. 5 «la amiga y la sonsaca», la conjunción coordinante «y» expresa la consecuencia. Luego se propone la evocación de esta edad diversificada en dos estados posibles: «soltero» (v. 10), «casado» (v. 11), situados en plano de igualdad por efecto de la yuxtaposición, el paralelismo en los vv. 10-11 y la aliteración, al repetirse los sonidos en [S] y [K]. Así, como enunciando una ley general, el soltero sigue pecando con rameras y el casado es engañado por su mujer. La valoración peyorativa del poeta se expresa a través de un vocabulario de jerga: «trabuca», «perendeca», «cuca».

Segundo terceto. • Está dedicado a la vejez (v. 12), la muerte (v. 13) y el más allá (v.14). Se sugiere

lingüísticamente una aceleración del tiempo al enumerar tres verbos coordinados «encanece, arrúgase y se seca» en el v. 12.

• Además, «viejo» es un estado, no se ha mostrado cómo se hacía viejo a diferencia de la transición de las edades anteriores, para las cuales se ofrecía una progresión con expresiones como «luego» (v. 2 y 4) , «síguense» (v. 3), «en + gerundio » (vv. 5 y 7) y «llega a ser» (v. 9). La evocación de la vejez se enuncia a través de rasgos físicos concretos: «arrúgase y se seca» (v. 12); se produce la cosificación del cuerpo humano, ya que los verbos empleados podrían referirse del mismo modo a la fruta.

• En el v. 13 cambia el sujeto gramatical, el hombre ya no existe como individuo. La llegada de la muerte parece provocar la misma consecuencia que el hombre del v. 9 («todo lo trabuca»): aquí, «todo lo bazuca1». La proximidad de las situaciones expresadas en los tercetos es subrayado por el paralelismo sintáctico y la rima -uca. Una impresión de desorden se refleja a través de la paronomasia «paga» / «peca» y la asonancia de la rima interna «deja» / «peca» del último verso.

• Este verso 14 es una epifrasis2 moral; se sitúa más allá de la muerte: paga el muerto en la otra vida por sus riquezas acumuladas o su vida pasada «lo que deja» y por su pecado, presente en el poema desde el segundo cuarteto, el de la juventud, y quizá desde el primero, evocando lo degradante del pecado original y de los actos que dan origen a la vida de cada individuo.

Fuente: CRITICÓN. Núm. 99 (2007). Marie ROIG MIRANDA. Escatología y filosofía en Quevedo.

1 Menear o revolver una cosa líquida moviendo la vasija en que está. Traquetear ( mover o agitar líquidos y otras cosas).

2 Consiste en amplificar un enunciado mediante una expansión que puede acentuar o corregir la idea expresada anteriormente