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EL CUENTO VIAJERO
DE 5 AÑOS B
LAS AVENTURAS DE LUNA Y SUS AMIGOS
Había una vez una granja en la que vivían muchos animales, entre ellos una vaca
llamada Luna a la que le gustaba mucho cantar y
bailar.
Luna no estaba sola y componía sus canciones con la gallina Turuleta que tocaba la trompeta y el caballo Don Pimpón que manejaba el trombón.
También el cerdito Kiko con su
tambor y el pato Lucas que la
guitarra muy bien tocaba.
También está el perro guardián llamado Turco que le gusta
escarbar en la tierra y
acompañar a sus amigos a tocar la
campana.
Una mañana soleada de primavera Luna dijo a sus
amigos: - ¿Qué les parece si vamos a
tocar y bailar al pueblo?Turco, que era muy
responsable respondió: - Cruzar la montaña es muy
peligroso Luna, acechan muchos peligros, no sé si saben que allí vive el ogro “Cabezón” que tiene muy
malas pulgas. Pero Don Pimpón que estaba
muy ilusionado con la idea respondió:
- ¡Iremos Turco! Todos confiamos en ti para que
cuides de nosotros.
Llegó el día de ir al pueblo, Luna, Turco y Don Pimpón, cruzaron
un río, pasaron por caminos muy
peligrosos llegaron a las montañas y se
encontraron con el ogro “Cabezón” que les dijo:
- ¿A dónde van con tanta prisa?
A lo que Luna contesta: - Vamos al pueblo, no nos
hagas daño, por favor.Y el ogro les dice:
- Si quieren pasar tienen que tocarme una
canción.Y así lo hicieron.
Y para que todos los niños y niñas sepan cuál fue la
canción, así decía:“Nosotros somos un grupo
de animalitos, que queremos hacer reír y
alegrar el corazón de los niños que tiene la señorita
Miriam, en el colegio el Canario. Todos los niños deben estudiar mucho para que nosotros nos
pongamos muy contentos, y algún día algunos de
ustedes puedan ser veterinario, y cuidar de
nosotros y así todos vivimos muy felices”.
Con esta canción el ogro se puso
muy contento, porque le gustó
mucho la canción y les regaló
muchos caramelos y una
llave mágica para viajar en el
tiempo.
Con esa llave llegaron al cole “EL CANARIO” para ver a los niños
que estaban escribiendo un
cuento sobre ellos. Los animales se
pusieron contentos al llegar y ver en el patio una nave espacial que los esperaba para ir
a un lugar mágico. Cuando vieron la
nave, ésta brillaba con los colores del arco iris. Todos los
niños y niñas salieron al patio atraídos por
el ruido, para ver qué pasaba. En ese
momento la puerta de la nave se abrió y
salieron
tres extraterrestres de color verde.
Todos miraron a la nave y con Luna y
Don Pimpón, Turco, el cerdito Kiko y el
pato Lucas se pusieron a tocar y a cantar una canción (la misma que le
cantaron al ogro).
Todos juntos bailaron y
cantaron la canción de los animalitos. Los
tres extraterrestres
invitaron a todos a subir a la nave
espacial.
Una vez en la nave, todos decidieron
realizar una excursión a otros
colegios donde hay niños que también
están muy contentos e ilusionados con
aprender a escribir cuentos tan bonitos
como el nuestro, pero con otros
personajes que no son Luna, la gallina Turuleta, el caballo Don Pimpón, ni el
perro Turco.
Cuando volvieron al colegio “EL CANARIO”,
todos los animalitos, los niños y los
extraterrestres, con mucha ilusión le
contaron a la señorita Miriam lo que habían
visto en los otros colegios.
Los animalitos seguían con ganas de tocar y cantar en su pueblo, así que invitaron a la señorita Miriam, a los niños y niñas del colegio “EL
CANARIO” y a los extraterrestres a que los acompañaran, así que empezaron a buscar la
llave mágica para regresar.
Cuando la encontraron y volvieron al punto de
partida, todos se fueron caminando por un bosque donde poco después encontraron
una cueva donde brillaban muchas luces.
Entraron, algunos estaban aterrorizados porque les daba miedo lo que pudiera ser esas
luces, pero poco después vieron que eran un grupo de luciérnagas que
estaban huyendo de la lluvia.
El grupo de animalitos junto con los niños y
niñas y los extraterrestres se refugiaron en la
cueva. Las luciérnagas les ayudaron a
alumbrarse en la oscuridad. Cuando dejó de llover todos
continuaron su camino hacia el pueblo donde querían tocar y hacer
una fiesta. Al llegar al pueblo
todos se quedaron alucinando. Era un pueblo grande, con mucha gente, luz y fiestas.
Se reunieron en una pequeña plaza y empezaron
a tocar y a cantar y se empezó a agrupar muchos niños y adultos. Al pasar las
horas todos estaban tan agotados que decidieron
retirarse a descansar. Al día siguiente deciden volver al cole en el que Miriam, la profe, tenía que seguir enseñando junto a los
padres. Los animales fueron a sus respectivas casas y los extraterrestres a su planeta. - Ojo si estudian mucho iremos a otros pueblo- dijo el
perro Turco, -¡Estudiar! ¡Estudiar!
Efectivamente, como estudiaron mucho y
se portaron muy bien, todos se
volvieron a reunir y fueron a conocer
otros pueblos, donde había muchos
más animales.
La maestra los llevó a un lugar donde
había muchos animales. Allí
pasaron un gran rato jugando y
comieron manzanas que un señor tumbó de
las matas.
Luego descansaron y Luna cuando se despertó vio a lo
lejos un río. Despertó a todos
corriendo…- ¡Chicos despierten!
Turco dijo: - ¿Qué pasa? ¡Tengo
sueño!Luna contestó:
- He descubierto un río.Cuando se acercaron,
en ese momento, empezaron a saltar muchos peces de
colores.
Había 6 peces de colores que saltaban
para pedir ayuda porque tenían miedo de que el gato con gafas les comiese.
Por eso Luna hizo un trato con los peces
El trato fue que Luna le haría una trampa al gato con gafas y a
cambio los peces les ayudarían a cruzar el
río. Como todos estaban de acuerdo, aceptaron el trato.
Luna, Don Pimpón, la gallina Turuleta, el
cerdito Kiko y el perro Turco amarraron al gato con gafas y lo
tiraron a la cueva del ogro “Cabezón”.
Cuando los animales cruzaron el río, estaban
tan contentos que hicieron una fiesta.
Ya una vez en la fiesta, Luna se acordó del gato con gafas y le comentó a sus compañeros que le daba pena, y que
igual que hicieron la trampa, la terminarían bien antes de irse a sus
hogares. Luna, Don Pimpón, Turco, la gallina Turuleta, el cerdito Kiko y el pato Lucas, hicieron un trato con el
gato con gafas. Si él se portaba bien, y no se comía a nadie, lo soltarían. El
gato aceptó la propuesta y nunca más haría daño a nadie. Entre todos lo soltaron y todos juntos bailaron y
cantaron en la fiesta. Una vez terminada la fiesta, se despidieron de todos los animales
que habían conocido y los extraterrestres verdes los buscaron
para regresar a sus hogares. Llegaron al cole y todos se fueron con sus
familias que ahí los esperaban, pero Luna se quedó en el cole con sus
niños y niñas de 5 años B y con su dueña Miriam.
Y COLORÍN COLORADO, ESTE HERMOSO CUENTO
HA ACABADO
