LAS OVEJAS DE LOLA

Había una vez una niña que se llamaba Lola, todos le decían lolita, ella vivía en la ciudad

de Villavicencio pero iba todos los fines de semana con sus papas a la casa de su abuela

Inés, que quedaba en puerto López, con el pasar de los años Lola creció y ya tenía 15 años

donde ya había aprendió a montar a caballo y era feliz estando donde su abuelita, tanto que

los fines de semana llegaba temprano a ayudarle a sus abuelos, pero su abuelo Andrés era

algo machista y siempre le decía que no servía para trabajar en el campo que mejor le

ayudara a su abuela Inés en la cocina, pero Lola era algo rebelde y no le hacía caso, ella

siempre estaba cuidando de las pocas ovejas que tenían sus abuelos y les incrementaba el

suministro de alimentos nutritivos pocas

semanas antes del apareamiento, además ella

iba a las fiesta de coleo que se realizaban en la

ciudad en el parque de las Malocas, ella

admiraba mucho a su abuelo por su destreza

con los animales y el carácter que tenía.

Un día su abuelo estaba arriando el ganado y

vio a Lola con las ovejas, el se disgustó tanto que le grito

- ¡Lola usted es una niña, no sirve para esto!

Lola enfurecida le dijo :

- Abuelo Andrés a mí me gusta esto, me gusta cuidar las ovejas, y no lo voy a dejar

de hacer

El abuelo Andrés al día siguiente cuando se iba a ir para Villavicencio le dijo que no la

quería volver a ver en su finca, Lola quedo tan triste que se llenó de rencor.

Sus papas le dieron la razón a su abuelo, entonces con el pasar de los años ella estudio. Pero

su gran sueño era tener muchas ovejas y cuidarlas y vivir de ellas .Indago que carrera le

podía servir para cumplir su meta y ella encontró se llamaba

ingeniería agropecuaria, ese era el camino que tenía que seguir,

así que en el transcurso de su carrera se formó de carácter

hasta que se graduó de ella.

, luego empezó a trabajar de ella, hizo sus ahorros y compro

su primera oveja y en cada paga de su trabajo se compraba

3 ovejas hasta que pasaron los años y ella ya tenía una

hacienda que poco a poco la iba expandiendo , empezó a hacer establos grandes de madera

con ventanas de ventilación.

Su abuelo al enterarse de que su nieta Lola se estaba enriqueciendo más que el, decidió ir a

verla puesto que habían pasado muchos años en que ella le había dejado de hablar y nunca

asistía a las reuniones familiares, Lola al enterarse que su abuelo había llegado con sus

Papas a la hacienda lo saludo, el esperaba que lo recibiera con mucha amabilidad pero ella

tan rencorosa que estaba le dijo

- ¡Don Andrés! Un gusto volverlo a ver,

en que le puedo colaborar?, coménteme que

lo trae por aquí ?, como usted sabrá, tengo

arto trabajo por hacer y mis ovejas no

pueden esperar.

El impresionado de que su nieta lo estuviera

ignorando y que no le hubiera dicho abuelo, se sintió tan mal que le dijo

- Se que me equivoque contigo Lola, te dije que esto no era lo tuyo, fui machista

contigo sin saber que ibas a lograr más de lo que yo esperaba.

Lola al escuchar estas palabras de su abuelo, decidió perdonarlo.

Después de esto ella siguió con sus ovejas, criándolas y subsistiendo de ellas ya que gracias

a la producción de su carne, lana y leche le generaron muchos ingresos económicos, y

conoció tiempo después a un hombre que vivía cerca de su hacienda y tenía muchos

caballos en la cual ella iba a comprar, se conocieron y se enamoraron como dos

adolescentes hasta que se casaron y decidieron vivir juntos, Lola y su esposo Felipe se

aliaron y ella ya no tenía solo ovejas sino también caballos, y vivieron felices como

perdices.

Moraleja:

La mujer es destreza, valentía y rudeza la mujer no solo sirve para la limpieza, vale mas

fracasar por intentar un triunfo, que dejar de triunfar por temor a un fracaso.