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Kraepelin lección III 2 Lección III- Demencia Precoz Caso 1 : Hombre de 21 años, tranquilo, se sienta sin mostrar emoción y sin prestar atención a nada pero consciente de lo que pasa a su alrededor. Comprende las preguntas que se le hacen, pero para que de una respuesta sensata hay que hablarle lentamente y reiterarle con insistencia. Se considera enfermo por la práctica del onanismo que practica desde los 10 años. Pecó contra el sexto mandamiento, siempre apático y malhumorado: es hipocondríaco. Temiendo que se den cuenta de su vicio y que se lo ridiculice, terminó su relación con los compañeros. Con tono monótono, sin levantar la cabeza y sin inquietarse con el entorno. En su rostro no hay reflejo de sentimientos íntimos. Alrededor de la boca y la nariz tiene un ligero y muy variable temblor y tendencia a hacer muecas. Ignora casi por completo el nombre de las personas con quien vive y no le preocupa. Sobre eventos de años pasados solo da informaciones muy vagas, se declara dispuesto a quedarse en la clínica. No está en condiciones de hacer ningún proyecto ni emprender algún trabajo. No siente la necesidad de hablar, pero no le interesa y se imita a responder lo que se le pasa por la mente. Sus movimientos se suceden sin energía y sin vigor, no hay nada que lo trabe. Sus respuestas atestiguan una disminución de los sentimientos afectivos. Exento de temor, de esperanza y de deseo. Lo que ocurre a su alrededor casi no le afecta La ausencia de reacción especial y marcada a todo estimulo coincide con la conservación de la inteligencia y de la memoria. Permanece desde hace semanas y meses acostado o sentado cerca de su cama, como embotado, no tiene movimientos ni expresión; por intervalos ríe sin motivos de una manera particular. Apático. Un día envió al medico un escrito sin ningún orden, incoherente, incompleto, interrumpido por un juego de palabras infantiles. La ausencia de afectividad coincide con una pérdida de juicio muy especial y contrasta con la persistencia casi completa de los conocimientos adquiridos anteriormente. Se trata de un estado mórbido particular, degradación de la inteligencia y de la afectividad: DEMENCIA PRECOZ . La afección evolucionó progresivamente. Padres melancólicos, infancia delicada, habló tardíamente, escolarizado a partir de los 7 años. Testarudo, reservado. Después su inteligencia retrocedió, se masturbaba desde hacía largo tiempo. Los últimos años se debilitó más psíquicamente. Sin espejo en su habitación por su fealdad, creía que los hermanos se burlaban de él. No pudo presentarse a los exámenes orales, ya no podía estudiar más, no dejaba de masturbarse. Siempre fatigado, abatido, pedía un revolver, comía fósforos suecos para suicidarse. Todo afecta para con su familia había desaparecido. De tiempo en tiempo excitado, se ponía en la ventana a hablar fuerte. En la clínica presento algunos días un estado de agitación: parloteaba confusamente, 1

Lección iii kraepelin

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Kraepelin lección III 2Lección III- Demencia Precoz

Caso 1: Hombre de 21 años, tranquilo, se sienta sin mostrar emoción y sin prestar atención a nada pero consciente de lo que pasa a su alrededor. Comprende las preguntas que se le hacen, pero para que de una respuesta sensata hay que hablarle lentamente y reiterarle con insistencia. Se considera enfermo por la práctica del onanismo que practica desde los 10 años. Pecó contra el sexto mandamiento, siempre apático y malhumorado: es hipocondríaco. Temiendo que se den cuenta de su vicio y que se lo ridiculice, terminó su relación con los compañeros. Con tono monótono, sin levantar la cabeza y sin inquietarse con el entorno. En su rostro no hay reflejo de sentimientos íntimos. Alrededor de la boca y la nariz tiene un ligero y muy variable temblor y tendencia a hacer muecas. Ignora casi por completo el nombre de las personas con quien vive y no le preocupa. Sobre eventos de años pasados solo da informaciones muy vagas, se declara dispuesto a quedarse en la clínica. No está en condiciones de hacer ningún proyecto ni emprender algún trabajo. No siente la necesidad de hablar, pero no le interesa y se imita a responder lo que se le pasa por la mente. Sus movimientos se suceden sin energía y sin vigor, no hay nada que lo trabe. Sus respuestas atestiguan una disminución de los sentimientos afectivos. Exento de temor, de esperanza y de deseo. Lo que ocurre a su alrededor casi no le afecta

La ausencia de reacción especial y marcada a todo estimulo coincide con la conservación de la inteligencia y de la memoria. Permanece desde hace semanas y meses acostado o sentado cerca de su cama, como embotado, no tiene movimientos ni expresión; por intervalos ríe sin motivos de una manera particular. Apático. Un día envió al medico un escrito sin ningún orden, incoherente, incompleto, interrumpido por un juego de palabras infantiles. La ausencia de afectividad coincide con una pérdida de juicio muy especial y contrasta con la persistencia casi completa de los conocimientos adquiridos anteriormente. Se trata de un estado mórbido particular, degradación de la inteligencia y de la afectividad: DEMENCIA PRECOZ.

La afección evolucionó progresivamente. Padres melancólicos, infancia delicada, habló tardíamente, escolarizado a partir de los 7 años. Testarudo, reservado. Después su inteligencia retrocedió, se masturbaba desde hacía largo tiempo. Los últimos años se debilitó más psíquicamente. Sin espejo en su habitación por su fealdad, creía que los hermanos se burlaban de él. No pudo presentarse a los exámenes orales, ya no podía estudiar más, no dejaba de masturbarse. Siempre fatigado, abatido, pedía un revolver, comía fósforos suecos para suicidarse. Todo afecta para con su familia había desaparecido.

De tiempo en tiempo excitado, se ponía en la ventana a hablar fuerte. En la clínica presento algunos días un estado de agitación: parloteaba confusamente, hacia muecas, brincaba, elucubraba escritos sin ninguna significación y lleno de firmas en cruz. Además de la degradación intelectual y perdida de las reacciones sensitivas ofrece una risa tonta y vacía, síntoma frecuente de la DP, que no responde a ningún sentimiento de alegría. Las muecas, contorciones, finos temblores del rostro, usa lenguaje estrafalario, tendencia a hacer palabras por asonancia sin preocuparse por el sentido. Modo característico y bien particular de dar la mano: se les tiende la mano abierta y la de ellos es rígida (fenómeno muy claro en la DP). El onanismo es más bien una manifestación de la enfermedad.

Caso 2: La DP comienza por una fase de depresión, que se puede confundir con estados melancólicos. Jornalero de 22 años, de familia de buena salud. Semanas antes tuvo un acceso de ansiedad. Después se volvió como atontado: palabras confusas, mirada fija, ideas poco inmutables, víctima de un muy vago delirio de persecución y de culpabilidad. Capaz de resolver pequeños problemas de aritmética y de ejecutar algunas órdenes poco complicadas, ignoraba el lugar donde se encontraba. De vez en cuando hablaba solo, murmurando palabras inteligibles “ésta es la guerra. Él no come mas nada. Viva la palabra de Dios”. Comprendía bien lo que se le pedía, se distraía fácilmente, no se interesaba en nada, ningún deseo lo animaba. Permanecía acostado, rostro sin expresión, a veces se ponía de rodillas o pasearse lentamente. Sus movimientos mostraban cierta incomodidad y falta total de iniciativa. Si uno levantaba los brazos delante de él, repetía los movimientos: flexibilidad cérea. Tienen que ver con trastornos especiales de la voluntad. Tiene desigualdad popular y en sus antecedentes un rictus con convulsiones de los

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Kraepelin lección III 2miembros superiores. En el curso de un mes su estado mejoró, con modales más naturales con la sensación de estar enfermo. Dejó la clínica para retomar su trabajo. Traído de vuelta hace un año por acostarse delante de un tren u cortarse el pie derecho y fracturarse el brazo izquierdo. Ahora se muestra más dueño de sí mismo, conoce mejor su entorno, no habla espontáneamente con nadie. Apático, acostado, privado de toda reacción, rostro sin expresión. Atribuía su enfermedad a su intento de suicidio, decía que un año antes su cerebro estaba quebrado y no era capaz de pensar sin que los otros estuvieran al corriente de sus ideas. Hoy está en el mismo estado: mira indiferente delante suyo, sin ver nada. Apenas levanta los ojos cuando se lo interroga y es necesario interpelarlo con energía para obtener alguna respuesta. Sabe dónde está, que mes y año es y el nombre de los médicos. Resuelve un problema fácil, se cree el hijo del Emperador, “su cerebro esta lastimado, su vena estalló”. Se pone en evidencia su flexibilidad cérea. Es un estado patológico relacionado más con el juicio, atacada la emotividad y como consecuencia todas las manifestaciones voluntarias que están bajo su dependencia. Ausencia de actividad intelectual, desapego a todas las cosas e imposibilidad de librarse a todo acto espontaneo. Debilitamiento del juicio, ideas delirantes, alucinaciones sensoriales frecuentes, pero con un desarrollo muy irregular.

Podemos plantear como regla que todos los estados de depresión con alucinaciones sensoriales, muy marcadas al comienzo, o con delirios estúpidos, son en general la primera fase de la DP. Si bien los estados de viva ansiedad o de gran depresión son susceptibles de abrir la escena, la emotividad se diluye muy rápidamente, e incluso en ausencia de toda manifestación exterior.

Caso 3: cartero sabe donde se encuentra, se da cuenta de su situación y sus respuestas son ordenadas y sensatas. No comprendía bien por que con frecuencia se le telefoneaba en los oídos, fatigado de escuchar voces resuelve ahorcarse. Luego retorna a su trabajo y se vuelve ansioso, perseguido por el temor de estar obligado a dar dinero falso y de exponerse a una condena a prisión. Termina por no comer ni dormir, se hacía reproches, veía sobre el techo una cabeza que al comienzo lo asustaba. Su tentativa de suicidio, su llegada a la clínica, no le suscito ninguna reflexión. Repite las palabras pronunciadas delante de él a veces alterándolas, permaneció casi constantemente acostado. Vio relámpagos, un cometa brillante con larga cola. En los últimos días rechazo todo alimento. Cuando se lo invitaba a escribir a su mujer, pretendía tener ocupaciones más importantes. Cuando se le solicitaba que saque la lengua, abría grande la boca, pero enrollaba su lengua apoyándola fuerte contra el velo de su paladar.

Se volvía muy agresivo para con su entorno, sin ser capaz de justificarse luego por lo sucedido. Desde lo somático hay una exageración muy marcada de los reflejos rotulianos.

En los 3 casos hay emotividad debilitada, ausencia de voluntad espontanea, sugestionabilidad. Además las alucinaciones sensoriales confirma el diagnostico de DP. La resistencia estúpida del enfermo a la alimentación, a sacar la lengua y escribir a su mujer. Los estados de estupor que se manifiestan de tiempo en tiempo. Deviene incurable, pronóstico grave, se puede prever un estado de imbecibilidad que afectara al enfermo

Han perdido actividad e inteligencia, su emotividad está restringida, pero en las relaciones diarias aun son capaces de conservar su antiguo lugar. Sus mejoras son solo momentáneas y las recaídas toman un aspecto más serio.

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