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Colegio La Inmaculada 1810‐2010 Los abuelos nos cuentan . . . Colegio La Inmaculada

Los abuelos nos cuentan .

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Page 1: Los abuelos nos cuentan .

Colegio La Inmaculada

1810‐2010

Los abuelos nos cuentan . . .

Colegio La Inmaculada

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Mi bisabuela Sara (1.922) recuerda los 25 de Mayo. Generalmente día muy frío pero temprano concurrían todos a la plaza. Miraban el desfile y luego se hacía venta de empanadas y pasteles. Todos usaban la escarapela la semana completa. Felicitas, 6º

Mi abuela (1946) me contó que…Los actos en su época se realizaban en el colegio el mismo 25 de mayo. Si este caía sábado o domingo tenían que ir igual al colegio a realizar el acto..Lo celebraban haciendo bailes típicos de Argentina como el pericón o el gato. Al acto asistía el camión del Ejército donde llevaban la cocina para entregarle a los presentes bollitos y chocolate caliente. Tomás, 6º Año.

Vivía en Punta Alta y era si mal no recuerdo el año 1940 Ese día era muy importante, me levantaba temprano, iba a la escuela contenta para festejar el cumpleaños de la Patria. Nos reuníamos en el patio de la escuela con mis compañeros con mucha emoción. Cantábamos nuestra canción patria, mirábamos con atención la representación de lo sucedido ese día y aplaudíamos la representación de los alumnos. Al terminar el acto cantábamos canciones patrias y más tarde nos daban chocolate y bollitos que los padrinos de la escuela nos obsequiaban. Después de almorzar, alrededor de las 15 horas, mi familia y yo nos dirigíamos a la plaza para ver el desfile cívico­militar, veía a toda la población reunida aplaudiendo entusiasmada al paso de los distintas delegaciones que desfilaban: alumnos, militares, peñas folklóricas, asociaciones españolas, italianas, bomberos, etc. Ese festejo quedó en mi memoria. Agustín, 6º Año

Mis abuelos recuerdan este día patrio como una verdadera fiesta, en donde la escuela lo celebraba a través de actos llenos de alegría donde no podía faltar las poesías que solía recitar mi abuela Nilda con mucha pasión, los bailes tradicionales y el muy esperado por todos, pero especialmente por mi abuelo Jorge, el chocolate con bollitos. Solía colarse varias veces en la cola del chocolate hasta que lo descubrían. Matías, 6º Año.

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Mi abuelo Raúl (1941): los 25 de Mayo iba a la escuela, se izaba la bandera y se representaba algo alegórico a la fecha, después les daban chocolate con bollitos. Otras veces se iba a los desfiles que eran cívico militares frente al Municipio y desfilaban todas las escuelas y los militares y antes de empezar tanto en la escuela como en el desfile se cantaba el Himno Nacional. Mi abuela (1941) me escribió estas palabras: Cada vez que se acerca esta fecha , los argentinos recordamos épocas del pasado en que nuestros próceres lucharon por conseguir la libertad, mis recuerdos se a la niñez, en ese tiempo el día patrio se recordaba con mucho sentimiento, en el colegio los actos se plagaban de versos y cantos alegóricos al mismo. Nuestras madres nos hacían vestidos de época para que en el escenario nos luciéramos con la actuación , se veían damas antiguas hermosos vestidos y en el pelo un peinetón, señoritos de sombrero de copa, vendedoras de pasteles que casi siempre eran negritas con la cara tiznada y turbantes de lunas, también el vendedor de velas con sus largos palos del cual colgaban velitas. Eso era en el colegio. También asistíamos al desfile, todos los colegios enviaban a sus representantes, abanderados y sus dos escoltas, después de las Fuerzas Armadas, pasaban sus soldados muy firmes. Lara, 6º Año.

Mi abuela Mary se acordaba que cuando era chica los actos se hacían en el patio del colegio, había que ir muy prolijos, las nenas iban con un moño blanco que era de organza y cuando terminaba el acto el ejercito les daban chocolate caliente y bollitos. Mi abuela Nilda de niña vivía en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, llamado Algarrobo. Los 25 de mayo se despertaba con las bombas de estruendo que tiraban al salir el sol, por la mañana temprano tenían que ir al acto del colegio donde tenían que ir impecablemente vestidos con su guardapolvo. En el acto se recitaba mucho y también se cantaba. Y como no podía faltar al finalizar también les daban chocolate caliente y bollitos. Abril, 6º Año.

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Mi abuelo también recuerda que en los pueblos hacían desfiles y tocaban marchas. Todas las personas se ponían escarapelas…

También mi abuela se acuerda cuando tenía que llevar a mi papá al acto, todo prolijito con guardapolvo blanco y escarapela. Pero como ese día hacía frio, le puso un pulóver abajo. Camila, 6º Año.

Abuela Lola: Es lindo que hoy como abuela pueda recordar aquello que hacía cuando era una nena. Tengo lindos recuerdos de la fiesta que hacíamos en la Escuela Mariano Fragueiro de Córdoba, para recordar el 25 de Mayo de 1810. Le llamábamos “el cumpleaños de la Patria”. La fiesta se hacía en la escuela y asistía mucha gente. Alguna vez iba la banda del ejército y tocaba el himno, el Pericón y hasta zambas. A los chicos nos daban bollitos y caramelos en bolsitas y a veces pasteles y chocolates. En el patio nos paseábamos del brazo con los chicos como si fueran las calles de la ciudad de 1810. . También recuerdo que los más grandes vendían pasteles y decían `pasteles calientes para las viejas sin dientes”. También vendían velas que colgaban de un palo y las llevaban al hombro. La directora nos contaba lo que había pasado ese día 25 de Mayo de 1810, había bailes en la fiesta, nosotras, las nenas vestidas con traje largo, con trenzas, con pañuelos al cuello para bailar y los chicos con trajes de la época, bailábamos zambas, chacareras y el Pericón Qué lindo me resulta recordar todo esto como si fuera hoy. Abuela Beba: Recuerdo de La Escuela Nº 18 los actos del 25 de Mayo de1810 que se realizaban el mismo día. Las niñas llevaban el guardapolvo impecable y con un moño blanco

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de organza. Primeramente se cantaba el Himno Nacional .La directora y la maestra leían todo lo referente al festejo de la fecha. Se realizaba actuaciones de distintos grados donde algunos realizaban el baile y otros recitaban versos sobre el escenario. Finalizado el acto se repartía chocolates y “bollitos”. Facundo, 6º Año.

Mis abuelos maternos: Mi abuela en sus primeros años de escuela en el Colegio María Auxiliadora de General Roca, recuerda que para el 25 de Mayo se hacía un desfile por las calles de la ciudad. El desfile era de mañana, hacía mucho frío y el agua de los charquitos siempre estaba congelada. Cuando se festejaba en el colegio, se bailaban las danzas clásicas de la época y se repartían bollitos. Mi abuelo recuerda que en un acto, en el Colegio Sarmiento de Ingeniero White, bailó el pericón nacional. Cuenta que al finalizar el acto se daban a los chicos bollitos y mate cocido o cascarilla (que era una especie de cacao). Mi abuela paterna: Mi nona, que vive ya hace 20 años en Italia, y que en este momento nos está visitando, recuerda como si no hubiesen pasado los años, los festejos del 25 de mayo en la Escuela Nº 14 del paraje llamado Estela (cerca de Villa Iris, Partido de Púan.)

Me cuenta que todo el acto se desarrollaba en un escenario que ellos mismos decoraban con hojas de palmeras entrelazadas con cintas celestes y blancas. La parte forma del acto estaba a cargo de su maestra (la Sra. Espil) que pronunciaba el discurso y luego los chicos actuaban recordando las costumbres de la época. Cuando tenía 7 u 8 años fue la primera vez que participó de un acto y lo hizo para el 25 de Mayo, en el que tenía que recitar la poesía “Mis tres amores”, que aún hoy la recuerda. Al finalizar el acto, el presidente de la cooperadora repartía una bolsa de caramelos entre los chicos de la escuela. Mi nona dice que en su pueblo los actos eran sencillos pero muy emotivos. Gianfranco, 6º Año.

Mi abuela me dijo que el acto se celebraba el mismo día 25, no se modificaban las fechas patrias, por lo general era un día muy frío y con heladas que dejaban mucha escarcha en las calles. A pesar de esto y de ser un día feriado nadie faltaba a la escuela. Luego de cantar el Himno había una representación y a su finalización los maestros nos daban chocolate caliente y bollitos para festejar.

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Mi abuelo coincide con el relato de mi abuela y agrega que ese día se bailaban danzas folclóricas en las representaciones. Imanuel, 6º Año.

Mi abuela Petti que vive en Pehuajó. Así recuerda ella como se celebraba el 25 de mayo cuando ella iba a la escuela primaria, una escuela “rural”. Allí se reunían los vecinos que venían en sus “carros” a la celebración. Los alumnos cantaban canciones patriotas, recitaban poesías, versos y bailaban el chamamé, el gato, la cueca. Al finalizar la celebración les daban chocolate caliente con bollitos. Juliana, 6º Año

Mi abuelo materno: “En primaria esperaba el 25 de Mayo para ir a ver el desfile Cívico Militar que se hacía en la ciudad. Donde desfilaba el ejército, la marina, la aviación, las entidades cívicas que eran delegaciones de naciones, escuelas de la ciudad, etc.

El ejército mostraba los tanques de guerra, los cañones. Los soldados desfilaban marchando y mostrando su vestimenta militar. Algún año en la escuela secundaria forme parte de la delegación de la escuela que desfilo en la Plaza Rivadavia. Luego del desfile se acostumbraba ir a fiestas cívicas donde se comían asados, empanadas, había carreras de caballo, conjuntos musicales… Era muy Lindo.

Bisabuela paterna: “En el año 1934, cuando tenía 6 años, eligieron a un grupo de alumnos de la escuela Nº2 General San Martín de Saldungaray a la que yo concurría para participar del desfile cívico militar del 25 de Mayo en Tornquinst. Lo recuerdo porque nos llevaron en colectivo y era la primera vez que viajaba en colectivo y también porque mi mamá me había comprado un par de zapatos nuevos y mientras desfilaba por las calles del pueblo me los iba mirando para que no se me ensuciaran (las calles eran de tierra). La señorita que nos acompañaba me decía ¡Vista Al Frente! Cada vez que me veía mirando al suelo. Todo el pueblo estaba en ese momento participando de ese gran día al terminar el desfile nos dieron un sándwich y mate cocido con leche…” Bisabuelo paterno: “Yo no recuerdo mucho de esa fecha. Pero cuando yo iba a la escuela, hace mucho tiempo, tenía que hacerlo a caballo porque vivía en el campo…algo que recuerdo del 25 de mayo es que ese año tenía que decir un versito en el acto, cuando voy a buscar el caballo se empaco y salió galopando para el medio del campo y lo tuve que correr… Y… llegue tarde al acto y me perdí de decir el versito que me había llevado varios días aprenderme.”

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Abuela: “Lo que recuerdo de los 25 de mayo es que cuando mis hijas iban a la escuela, después de cada acto, nos reuníamos en casa toda la familia con familiares y amigos para compartir un almuerzo que podía consistir en empanadas caseritas, locro o un rico asadito... Lourdes, 6º Año

María del Carmen; abuela: “Lo que recuerdo es que no me gustaba actuar, entonces yo les alcanzaba las cosas a los demás”. Agustina, 6º Año.

Camila, 6º Año

En la época de mis abuelos se festejaba de la siguiente forma: En Puerto Belgrano volaban los aviones y desfilaba toda la comunidad. (doctores, bomberos, policías, etc.) Y en Punta Alta también se hacía un desfile militar pero por la plaza. En Bahía Blanca se hacía un desfile militar por la Avenida Alem hasta el Palacio Municipal. En la escuela se regalaban chocolates y las personas llevaban una escarapela sobre el guardapolvo. En los actos las personas que actuaban llevaban ropa de la época. Francisco, 6º Año.

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Mi abuelo Cuqui (Rodolfo) me contó que cuando él iba a la Escuela N° 11 de Bahía Blanca, allá por la década del 40, festejaban el 25 de Mayo con un acto en donde siempre estaba el discurso de las maestras y el baile del “Pericón”. Después del acto les daban chocolate o mate cocido y un “bollito” que tenía crema pastelera arriba. En cambio mi abuela Delia, hizo la escuela primaria en una escuela rural en San Germán, a 80kms de Bahía Blanca. En ese pueblo, luego del acto era tradicional reunirse con los familiares y amigos para comer un rico “locro”, elaborado con los productos típicos del campo: carne de vaca y de cerdo, chorizos, zapallo, maíz, garbanzos, papas, zanahorias y condimentos. ¡Bien nutritivo y sabroso para acompañar esta celebración otoñal! Alejo, 6º Año

Mi abuelita paterna, Pilar, nacida en Ingeniero White, me cuenta que en su época escolar el festejo de las fechas patrias (25 de mayo – 9 de julio), se realizaba en las cuadras del centro de la localidad, donde se levantaba un palco oficial en el cual se ubicaban las principales autoridades y se realizaba el desfile con alumnos de todas las escuelas, representantes militares y navales con el acompañamiento de la banda del colegio “ La Piedad”. Ella recuerda estos acontecimientos con mucha emotividad.

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Mi abuelo iba al colegio Don Bosco. El 25 de Mayo, primero tenía la misa a las 8:30, después de la misa recibían a la bandera la izaban, se realizaba el acto y luego se servía el chocolate con facturas. Mi abuela iba al colegio San José en Maipú provincia de Buenos Aires. Los 25 de Mayo recibían a la bandera, cantaban el himno, actuaban los chicos y luego despedían a la bandera. Venían del regimiento con la cocina de campaña y servían chocolate con bollitos. Manuela, 6º Año.

Mis abuelos lo festejaban así: Ellos se reunían en el monumento principal del pueblo y se levantaban a las siete de la mañana para juntarse y preparase para desfilar. Después del desfile compartían todos los del pueblo chocolate caliente con pan casero calentito. Melanie, 6º Año

Mi abuelo Luis me comentó que cuando él era un niño, todos los 25 de Mayo no importaba que fuera feriado, tenían que ir a los actos escolares aunque tocaran en un fin de semana. Además no corrían el acto y lo celebraban en el mismo día. Después le pregunté a

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ver como lo celebraba en su casa y él me dijo: ­ En mi casa cuando yo era chico comíamos como si fuera un domingo y a veces había algún postre rico. También mi abuela Lucía me dijo que cuando ella era chica el 25 lo celebraba en la escuela, donde hacían actos y después les servían chocolate con bollitos. Luego, cuando se iba a su casa toda la familia se reunía y comían con las escarapelas puestas y con la bandera colgada en el balcón del hogar en el que tocara celebrar esta fecha. También le pregunté a mi abuela Mirta y ella me dijo que lo festejaba como Lucía, mi otra abuela, pero después contó que luego de salir del colegio, se realizaba en la plaza, de Coronel Dorrego, una misa llamada Tedeum a la que casi siempre iba toda la familia, dependiendo del buen clima. Además en su casa se preparaban comidas criollas como locro, empanadas, pastelitos de dulce de batata. Marina, 6º Año

Mi abuela llamada Blanca festejaba el 25 de mayo con un acto bailando bailes típicos y también vendía tortas fritas y empandas caseras. Mi abuela Graciela participo de los 150 aniversarios de la Revolución de Mayo cuando tenía 10 años, recuerda que desfilaban por las calles de su ciudad y que hubo festejos muy importantes. Estuvieron ensayando para el desfile mucho tiempo antes. Un grupo de niños se vestían de trajes típicos y representaban lo que paso esos días desde el 21 hasta el 25 de mayo: el Cabildo abierto, la destitución de Virrey, el nombramiento de la Primera Junta, el enojo del pueblo por la presidencia de Cisneros, la renuncia de Saavedra y Castelli. Hasta llegar hasta el 25 donde muchos niños decían “el pueblo quiere saber de qué se trata”.

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Mi abuelo Hugo, cuenta que todos los años festejaban con actos y hacían ferias en los que se vendían empanadas y pastelitos calientes. Estos últimos abuelos recuerdan que iban a la Plaza de Mayo de su ciudad que era Paraná Entre Ríos a escuchar la banda que tocaba temas tradicionales y alegres para festejar el 25 de Mayo. Y que ellos representaron una obra de teatro que llamaba “La gente comenta”, los personajes eran un escobero, un aguatero y algunos otros integrantes del pueblo del Buenos Aires colonial, quienes hablaban de lo que había sucedido con la revolución. Es decir las dudas de lo que iba a venir

Mi bisabuela nació en 1923, en la ciudad de Chavás Provincia. de Santa Fe. Ella se despertaba el 25 de Mayo y salía para el colegio, al llegar se hacía una ceremonia con la bandera. Algunos niños memorizaban versos o párrafos de textos o poemas para decirlos al público. Por la tarde todo el pueblo iba a la plaza mayor del pueblo y se hacia otra ceremonia donde se compartían pastelitos, empanadas y chinchibira (una bebida de esa época). La fiesta continuaba hasta la noche, y al llegar la banda de música, todo el mundo bailaba el

Pericón Nacional.

Mi abuela y mi abuelo nacieron en 1950, en Rosario, Provincia. De Santa Fe. Los 25 de Mayo, mis abuelos se levantaban e iban al colegio, donde se realizaba un acto. Al finalizar el día, se hacia un desfile militar, en donde desfilaban alumnos, soldados, la fuerza aérea, la policía, abanderados, los bomberos, armamento de la fuerza armada, la cruz roja, enfermeras y médicos. En los hogares, se comía locro y empanadas como una tradición y por la tarde la familia se reunía a compartir pastelitos, mate y “mentiritas”, una masa frita espolvoreada con azúcar o almíbar.

Mi abuela Leonor nació en 1945 en la ciudad de Bs. As. Ella se despertaba, iba al colegio y participaba del acto, se cantaba el Himno Nacional y la directora hablaba sobre el 25 de Mayo. En la casa se tomaba mate, se comían empanadas y pastelitos y por la tarde su mamá servía chocolate caliente. Sofía, 6º Año.

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Mi abuela: Me acuerdo que tenía que asistir si o si a un acto patrio y se festejaba el mismo día de la fecha patria. Si no ibas te ponían doble falta .Todos los alumnos bien formados saludando a la bandera y escuchando los discursos transmitidos por radio del General Perón presidente de la Nación). Luego comenzaba un desfile militar y cívico .Al finalizar los soldados del ejército repartía bollitos y chocolate caliente. Para el día siguiente debíamos llevar una composición sobre el 25 de Mayo . Fui a la escuela n º 37 “María Eva Duarte de Perón” de Comodoro Rivadavia, en la década del 50. Francisco 6º Año.

Desfile en las calles de Bahía Blanca en 1930

Mis abuelos: Iban a la plaza donde se realizaba el desfile. En el palco estaban las autoridades. Todos los chicos llevaban banderitas argentinas. Iban los integrantes de la banda tocando marchas patrióticas. Desfilaban los reservistas, que habían sido soldados

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muchos años antes. En cada escuela se hacía un acto. Los niños iban con sus guardapolvos almidonados. Como no se permitía el uso de pantalón a las nenas, debían llevar medias blancas. En el cabello se usaban vinchas o moños en las trenzas. Les repartían bollitos y chocolate. En las escuelas rurales se reunía casi todo el pueblo. Izaban la bandera, cantaban el himno y bailaban. Era todo a la intemperie y hacía frío. Luego tomaban mate cocido o chocolate caliente. A veces había pastelitos. Toda la gente llevaba su escarapela. Lucía, 6º Año.

Mi abuela Adriana, 59 años:“El 25 de mayo lo festejábamos con actos y desfiles, desfilaban los bomberos, y los niños desfilaban con una bandera, no importaba si tocaba fin de semana, yo nací en Córdoba, ahí se festejaba así. Abuelo Hernán: “Al colegio llevaban las mamas o las abuelas pastelitos y empanadas para el acto, y cuando terminaba el acto los comíamos en un salón del colegio o en el aula. Ailén, 6º Año.

Mi abuela cuenta que en los actos del 25 de mayo concurrían a la escuela todos impecables. Se realizaba un acto recordando lo que había sucedido ese día, pero en 1810 y de la importancia de no olvidar lo que significó para todos esa fecha. Los niños actuaban con disfraces que recordaban la vestimenta de la época. Luego les servían una taza de chocolate caliente y un bollito para cada uno. Joaquín, 6º Año.

Mi abuelo Héctor tiene 70 años y mi abuela Susana 67 años. Ellos me contaron que cuando eran pequeños también festejaban el 25 de Mayo como nosotros. Que no era muy distinto a como se festeja hoy en día. En la escuela se representaba la época colonial, o los acontecimientos de los días anteriores. Había pasteleros, vendedores de empanadas, de pasteles, veleros. Estaba el farolero, la mazamorrera, la lavandera (que llevaba la ropa sobre su cabeza envuelta en una sábana), el aguatero, el lechero. Dice que para quedar como negritos les pintaban la cara con corcho quemado. A mi abuela no le gustaba actuar entonces se escondía para no ser elegida. En cambio a mi abuelo si le gustaba y era siempre el primero en levantar la mano. Es por ello que casi siempre actuaba. Una de las tantas veces que actuó le toco hacer el personaje de French. Cada uno de los personajes que se representaban tenía algo que decir. Todo esto ocurría en la escuela. Una vez finalizado el acto se repartía chocolate caliente con bollitos que preparaba el ejército. Era un momento muy esperado para todos.

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También era costumbre ir a ver el desfile que se hacían en las avenidas principales, era el desfile cívico­militar que atraía a mucha gente, concurrían las familias completas. Allí miraban con mucho entusiasmo a los que participaban. Se podían ver: las carretas, los caballos, los gauchos, la policía, los bomberos, los boy scout, la cruz roja, y también los colegios. Dicen mis abuelos que debían desfilar solo con el guardapolvo y sin abrigo arriba para lucir todos iguales e impecables. En esos días se solía comer locro, empanadas, carbonada y para la hora del mate se comía pastelitos de membrillo fritos en grasa. Algo que si cambió era las fotos. Ellos no tienen ninguna foto de esos momentos donde actuaron. No era común tener una máquina fotográfica en las casas.

Tuve la oportunidad de preguntarle a mi abuela materna sobre que recordaba ella de los actos del 25 de Mayo, y me contó cosas muy parecidas a las que me contaron mis padres. Me dijo que se festejaba el mismo día, pero en el colegio, no recuerda desfiles, pero si se acuerda del tradicional chocolate caliente con riquísimos bollitos, y además de los bailes típicos de nuestro país que amenizaban el acto. Ignacio ,6º Año.

Mi abuela festejaba el 25 de mayo yendo al colegio con: con guardapolvo nuevo, una escarapela y con la ropa más linda que tengan en sus casa o que le guste. Con ese gesto mi abuela brindaba un homenaje a su patria, como todos sus compañeros de colegio. Mi abuelo festejaba el 25 de mayo también yendo al colegio. Cantando como siempre canciones patrióticas, Lugo lo festejaban con una fiesta que los padrinos del colegio obsequiaban chocolate y buñuelo. Sol, 6º Año.

Mi abuela paterna dijo: “El 25 de Mayo cuando yo era niña lo celebraba como una gran fiesta. Con un guardapolvo almidonado, en la cabeza me ponía un moño de organdí celeste,

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medias ¾ blancas, zapatos blancos y una escarapela lucida con orgullo. También recuerdo que hacíamos desfiles en las calles que la gente muy contenta nos iba a ver. Participaban del acto los soldados de Ejército Bahía Blanca que repartían chocolate y bollitos.” Mi abuela materna dijo: “Cuando yo era una niña el 25 de Mayo lo festejaba con orgullo. Antes nos vestíamos con unos guardapolvos almidonados, medias ¾ podían ser blancas o beige, zapatos blancos y una escarapela en el pecho. También recuerdo que hacíamos actos escolares muy lindos.”

Me contó mi abuela que en los actos del colegio se vestía con polleras de colores y se pasaba un corcho quemado en la cara para quedar con la piel negra, su mamá le hacía unas empanadas, las ponía en una canasta y con eso representaba a una mujer mulata que vendía empandas en la plaza y gritaba:¡Empanadas calientes para que se quemen los dientes! Renata, 6º Año.

Mis abuelos festejaban el 25 de Mayo yendo a la plaza, en ese tiempo hacía mucho frío y helaba, a las 8 de la mañana tenían que estar ahí. Empezaba el acto con el Himno Nacional Argentino que tocaba la banda del ejército. Todos estaban inquietos y muy contentos. Mi abuela llevaba guardapolvo almidonado y un moño de gasa blanca muy grande. Había poesía, discursos, etc. Cuando terminaba el acto les repartían chocolate caliente y masitas de confitería. Juanfe, 6º Año.

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Mis abuelos el 25 de mayo iban al colegio y se festejaba con mucho fervor patriótico y se daban clases alusivas al acontecimiento recordado a los procedes de mayo. También desfilaban en el colegio y estaban muchas horas. Clara, 6º Año.

Mi tía abuela Emma, me contó: La proximidad del 25 de Mayo, nos ponía siempre en clima del Buenos Aires colonial. Era una manera de ambientar cómo vivía Buenos Aires en momentos de la Revolución de Mayo. Así, nos contaban y leíamos sobre los aguateros, los vendedores de velas, los faroleros, los vendedores de empanadas y pasteles, en fin, todos aquellos que transitaban por las calles de tierra de una gran Aldea. Una vez que nos ubicábamos socialmente, estudiábamos lo que pasaba en el gobierno, El virrey, lo que había sucedido en las Invasiones Inglesas, la actitud de los criollos, la toma de conciencia de poder asumir el poder, como ya había ocurrido con Liniers y todas esas lecturas, no existían las series de televisión que nos mostraran imágenes, nos ponían en situación de entender qué había pasado el 25 de mayo. Por eso nos costaba mucho interpretar en el acto patrio qué había pasado en el cabildo Abierto, donde tratábamos de representar las discusiones de los patriotas. Los actos los hacíamos en el Salón, que en ese entonces tenía un escenario con telón y bambalinas y las Hermanas , en esa época casi todas las maestras eran Religiosas, nos pintaban las patillas y nos vestían con ropas que imitaban las de 1810. Lo más agradable de todo era la alegría de haber sido elegida para actuar y que luego nos felicitaran por lo bien que lo habíamos hecho. Federico, 6º Año.

Mi abuela María Del Carmen me contó que hace doscientos años comenzaba una época revolucionaria. Buenos Aires era una ciudad portuaria pequeña pero con una importante actividad comercial y cultural. En el interior del país era diferente, las provincias eran pobres ya que entraba mercadería Europea y no se aprovechaba la

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producción propia. Cuando llovía, todo se llenaba de barro, las mejores calles eran de empedrado, pero eran pocas. Hoy las ciudades tienen asfaltos y algunos adoquines que sirven de recuerdo. La calles eran iluminadas por faroles, hoy tenemos luz eléctrica y sólo utilizamos las velas cuando hay corte de luz. Algunas cosas, aún continúan; como los vendedores ambulantes, los verduleros, las ferias en las plazas. También me contó que cuando mi tatarabuelo Gerardo llegó de España, recorría las calles trasladando mercadería con unos carros tirados por bueyes, que tenían las ruedas más altas que las personas, era en Bahía Blanca en el año 1890. Los viajes eran largos, peligrosos y agotadores. Una galera viajaba a no más de 20 kilómetros por hora. Camila, 5º Año.

En la época de mi abuela, ella recuerda que ese día se cantaban canciones patrias y luego de un largo discurso de la maestra, hacían una pequeña representación. Ese día el cabello de las niñas lucía mejor peinado que nunca y los zapatos de los niños brillaban como un espejo.

Mis abuelos maternos me contaron que cuando ellos iban a la escuela era tradicional el desfile cívico, militar por las calles de la ciudad y una vez concluido el desfile servían chocolate con bollitos. Tomás, 5º Año.

1948 Abuelos maternos: Las fiestas del 25 de Mayo se realizaban ese mismo día todos concurríamos con guardapolvos blancos y escarapela. Izábamos la bandera (en la plaza nos formábamos frente al mástil junto al intendente y las demás autoridades), cantábamos el himno y la marcha aurora, después de la representación nos homenajeaban con masitas y chocolate a los niños y a los padres. 1954 Abuelos paternos: hacían un desfile, estaban los militares, los niños y los gauchos. En los actos estaba el intendente y las demás autoridades, se izaba la bandera, se cantaba himno y se ponían ofrendas florales. Se daba un discurso en el cuál hablaba el intendente, una maestra y un profesor en nombre de cada escuela y el jefe del regimiento. Se vestían con guardapolvo blanco y un moño azul con puntitos blanco, llevábamos la escarapela y las nenas que tenían el pelo largo se lo recogían con una cinta blanca. A la tarde en caritas ofrecían una merienda con chocolate y pastelitos. Delfina, 6º