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38 LAVANGUARDIA DOMINGO, 26 OCTUBRE 2014
MAITE GUTIÉRREZTerrassa
M e dejas losapuntes deayer? Esque no vinea clase, estu-ve enfer-
mo”. Carlos, de 15 años, saca suteléfono móvil y hace una foto ala libreta de su amigo. En cues-tión de segundos ya tiene losapuntes de historia. Ni fotoco-pias ni media hora escribiendo.Son las ocho de la mañana en elinstituto Torre del Palau de Ter-rassa y los alumnos van pasandoa clase. Algunos sacan su teléfo-nomóvil y lo ponen en silencio, oen modo avión. “Aquí tenemoswifi abierto, yo lo único que nece-sito es conexión a internet, ape-
nas llamo, sóloWhatsApp”, sigueCarlos. Pero lamensajería instan-tánea tendrá que esperar a la ho-ra de cambio de clase o del patio.Todos los alumnos del centro,más de 700, sabenmuybien cuán-do pueden usar el móvil y cómo.En el Torre del Palau está permi-tido entrar con el teléfono y utili-zarlo en determinados casos. For-ma parte de la minoría de cen-tros que ha decidido aprovechareste aparato y educar a sus alum-nos en el uso responsable de lastecnologías.En la ESO, quien no tiene un
móvil es un friki. “Un pringao”.Si no estás en Facebook yWhats-App corres el riesgo de convertir-te en un outsider, y en la adoles-cencia a nadie le gusta sentirsemarginado. Por eso, a los 13 años,la mayoría de los niños ya tienesumóvil con conexión a internet,destaca el último informe de laFundación Telefónica. Y los pro-
fesores han visto cómo las llama-das y los mensajes se han coladoen las aulas. Ahora se debaten en-tre dos opciones: ¿prohibir el telé-fono móvil o aprovecharlo comoelemento educativo?“El 80% de los centros opta
por lo primero”, destaca MiquelÀngel Prats, profesor de Blan-querna-URL y especialista enTecnología y Educación. Pratsparticipó hace unos días en el
congreso que la Unesco y la Fun-dació Jaume Bofill organizaronsobre el uso delmóvil en la escue-la. Su principal conclusión: me-jor educar que prohibir.En el congreso se hablómucho
de Malgrat de Mar. Todos loscentros educativos de este muni-cipio del Maresme han acordadovetar los teléfonos. No puedenutilizarse de ninguna manera, yrecomiendan que ni se lleven aclase, aunque sea apagados. Lamedida se ha tomado “delante dela problemática existente por eluso de teléfonos dentro de las au-las”, aseguran desde el Ayunta-miento, que apoya la iniciativa.Los problemas son estos: fotos ro-badas o vídeos que luego se com-parten en las redes sociales pararidiculizar a compañeros o profe-sores, interrupciones de la clasepor llamadas y mensajes, copiaen los exámenes...Pero donde unos ven proble-
mas, otros ven oportunidades, ysobre todo, la necesidad de for-mación. “Se educa en el uso noen la prohibición. Podemos decir-les que no traigan el móvil, peroen la calle lo van a seguir utilizan-
do. Prefiero enseñarles en claseantes que dar la espalda a la reali-dad”, aclara Evaristo González,director del instituto Torre delPalau.Desde hace cuatro años es-te centro cuenta con una orde-nanza del teléfono, aprobada porel claustro y el consejo escolar.Los alumnos pueden llevarlo con-sigo y usarlo entre clase y clase oel patio, pero en el aula debe es-tar en silencio y guardado en la
mochila. A veces el profesor lesdice que lo saquen, como en laclase de tecnología que visita-mos. Son alumnos de 4.º de ESOy participan en el programamSchools. Aprenden a diseñarapps para el móvil y ahora estánprobando algunas en sus apara-tos. El curso pasado ganaron unode los premios que otorga el Mo-bile World Capital con una apli-cación de geolocalización para
personas mayores. ¿Y a ti qué teparece esto delmóvil? “Es lo nor-mal, ¿no? Pero en clase sólo lo sa-camos cuando el profe lo dice”,responde uno de los alumnos. Enla clase de inglés de bachilleratolos estudiantes se graban con susteléfonos y luego analizan la pro-nunciación; en las excursiones loaprovechan como herramientade realidad aumentada o para rea-lizar búsquedas en internet.
EDUCAR EN EL USO
“Los chicos necesitanpautas, que alguienles enseñe, y esto nose hace prohibiendo”
LAS OPCIONES
Los centros deMalgrat de Mar lovetan; en Girona pidennormas conjuntas
Complementario,peronuncasustituto
La tecnología y la escuela
Elmóvil secuelaenclase
Los centros se debaten entre prohibir el teléfonoy aprovecharlo como herramienta educativa
]¿Será el móvil la nuevaherramienta tecnológicade la escuela? Pere Mar-quès, director del grupoDidáctica, Investigacióny Multimedia de la UAB,lo ve sólo como un com-plemento. “En educacióninfantil y en primariarecomendamos utilizarlas tabletas, porque sonmucho más intuitivasque un ordenador portá-til”, señala Marquès. Yen la ESO, depende de loque el centro se propon-ga, o tableta o portátil. Elmóvil, según este investi-gador, tiene una pantallay un teclado demasiadopequeños para todas lastareas que necesita cu-brir un alumno. “Sí pue-de ser un complementoútil, por ejemplo, si se vade excursión a un museo,para fotografiar algunasobras y luego compartir-las entre los compañeros;montar un pequeño ví-deo para la clase, enviar-se poemas para la asigna-tura de castellano..., tienemuchas posibilidades,pero sólo en determina-dos casos”. En cuanto asu uso, lo acota a la reali-dad de cada instituto.“En un centro con mu-chas dificultades y conprofesores que tienenmiedo a la tecnología yproblemas para controlarla clase, es mejor evitar-lo”. Y siempre regular suuso.
Tendencias
Los niños españoles tienen su primer móvil a los 13 años
LA VANGUARDIAFUENTE: Fundación Telefónica
Smartphone
Dispositivos móviles utilizados para acceder a internet fuera de la vivienda habitualo centro de trabajo
¿QUÉ TIPO DE MÓVIL?
De 16 a 24 años De 35 a 44 años De 55 a 64 años
Cualquier tipode dispositivo móvil
Teléfono móvilde cualquier tipo,y a través de cualquiertipo de conexión
Ordenador portátil(incluidos netbooksy tabletas) a travésde cualquier tipode conexión
38%
Convencional
62%
87,2%82,7%
42,5%
70,7%64,3%
29,4%
48,7%38,5%
26,4%
El profesor decide.Alumnos del institutoTorre del Palau en clasede tecnología