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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1
PROCESO DE PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Capítulo 2
FUNDAMENTOS DE LOS ESTUDIOS CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS
Capítulo 3
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
Capítulo 4
OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
Capítulo 5
PRODUCCIÓN DEL MARCO TEÓRICO
Capítulo 6
ELABORACIÓN DE HIPÓTESIS
Capítulo 7
TÉCNICAS DE MUESTREO
Capítulo 8
DISEÑOS DE INVESTIGACIÓN
Capítulo 9
TÉCNICAS DE ELABORACIÓN DE DATOS
Capítulo 10
ANÁLISIS DE LOS DATOS
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÖN
Este texto fue pensado y elaborado para su utilización como apoyo para el dictado
de la materia de metodología de la investigación social para alumnos que llegan a
la misma sin ningún tipo de experiencia previa. A través de esta publicación se
presentan los temás básicos del quehacer metodológico con un lenguaje accesible
bajo la perspectiva de entender la investigación como un proceso de producción
dentro de un contexto determinado. Esta mirada sobre el quehacer investigativo
pretende que el lector pueda comprender no solo las aplicaciones y las estrategias
provenientes de la interrelación entre los aspectos teóricos y técnicos en el estudio
de lo social, sino, también, que pueda reflexionar sobre las condiciones
contextuales (institucionales, económicas y políticas) que están presentes como
posibilidades y límites en las actividades de investigación.
Lo que promovió la elaboración de este libro tiene como contexto el ámbito
educativo universitario, específicamente, el dictado de la materia de metodología
de la investigación en la Universidad de Lujan para alumnos de carreras de
administración y ciencias contables con ninguna aproximación al tema, los textos
de metodología empleados para estas clases eran trabajados conceptualmente
durante las mismás, allí eran trabajados teóricamente y en ejercicios prácticos,
durante esta dinámica fueron revisados recurrentemente por los docentes durante
las clases, la crítica y reformulación de los textos de metodología producía en los
alumnos una sentimiento de contrariedad, ellos sugerían permanentemente que se
les brindara un texto único y homogéneo con respecto a los criterios conceptuales
de la cátedra. En este contexto se despertó la necesidad de concretar un soporte
textual de las clases coherente a los criterios conceptuales, metodológicos y
técnicos empleados en las clases y con un lenguaje accesible hacia los alumnos.
A partir de la amplia variedad de libros de metodología circulantes y disponibles
para tomar como referencia en la elaboración y organización de un texto para las
clases de metodología, se procedió, inicialmente, al análisis de una amplia
variedad de los mismos, y se utilizaron, de acuerdo al criterio de la cátedra de
metodología de la investigación, capítulos de libros diversos como referencia para
la reflexión sobre la conveniencia de trabajar sobre los enfoques disímiles de cada
uno de ellos. Las diferencias de criterios entre los autores de los textos
metodológicos y la no correspondencia conceptual halladas en los mismos es una
realidad de esta área temática. La articulación y homogenización buscada para
dar coherencia a las clases llevó a pensar en la conveniencia de producir un texto
propio. La insuficiencia de algunos temás puntuales de los textos de metodología y
la posterior revisión crítica a partir de su empleo en la tarea de emplearlos
pedagógicamente llevaron a pensar la conveniencia de articular la lectura de años
sobre estos libros con las reflexiones y los criterios desarrollados durante las
clases en la elaboración de este manual.
El presente manual se divide en diez capítulos y un anexo final que contiene
actividades prácticas. Los capítulos presentan un orden que guarda relación con la
dinámica de clases, los contenidos se suceden articuladamente al cronograma de
las diferentes clases de una cursada de metodología de la investigación social.
En el primer capítulo se establecen lineamientos generales acerca del proceso
que permite la elaboración del conocimiento científico. Se describe la relación del
productor de datos con el campo científico, la relación entre sujeto y objeto
mediada por perspectivas y posturas que remiten al espacio social en el que se
incluye el campo mencionado y, finalmente, la modalidad de proceso en la que se
desarrolla la investigación.
En el segundo capítulo se las características de los estudios cualitativos y
cuantitativos, sus fundamentos y sus especificaciones técnicas y organizativas,
además, de la conveniencia de aplicar una articulación entre ambas modalidades.
En el tercer capítulo se emprende el tema del inicio de la investigación, la
demanda institucional como condición de emergencia de las investigaciones,
brindando un enfoque que limita el punto de vista idealista y voluntarista que
convencionalmente se encuentra en los libros de metodología al describir como se
inicia una investigación.
En el cuarto capítulo se presenta a los objetivos de investigación, su función, la
relación entre los objetivos generales y específicos, la forma de redactarlos y el
análisis de los errores más comunes detectados en la práctica áulica.
En el quinto capítulo se establece la importancia del marco teórico como
estructurante del quehacer investigativo, indica sus funciones y enseña algunas
pautas básicas para su elaboración.
En el sexto capítulo se da cuenta de conceptos muy trabajados en la bibliografía
sobre metodología, hipótesis, universo, variables, dimensiones e indicadores,
trabajados en sus características y tipologías de una forma accesible a un lector
lego.
En el séptimo capítulo se describe el concepto de muestra, sus características
centrales, indicando las diferencias vitales entre el muestreo en estudios
cuantitativos y cualitativos, y sus respectivas tipologías.
En el octavo capítulo se diferencian las estrategias (diseños) para encaminar el
trabajo de campo, diferenciando los diseños experimentales y de los no
experimentales, su aplicabilidad práctica y los tipos de diseño disponibles para
emplear.
En el noveno capítulo se establecen las particularidades de las principales
técnicas cuantitativas y cualitativas de elaboración de datos, indicando la
aplicabilidad de cada una de ellas, sus ventajas y desventajas.
En el décimo capítulo se presenta una síntesis limitada de los recursos de síntesis
y análisis de los datos, que se emplean más a menudo en los estudios
cuantitativos y en los cualitativos.
Capítulo 1
PROCESO DE PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Temas claves:
Investigación y datos científicos.
Campo científico.
Conocimiento científico y conocimiento cotidiano.
Relación sujeto-objeto.
Perspectivas y supuestos.
Etapas del proceso de investigación.
El conocimiento como actividad social
La investigación científica es una actividad social, contextualizada históricamente,
que supone una forma determinada de conocer y comprender la realidad, la
investigación es una actividad social porque, por un lado, es el fruto de
determinadas condiciones contextuales (que involucran la dimensión política,
económica, tecnológica y cultural) en las que se genera esa producción y porque,
por otro lado, para investigar se requiere de una organización de trabajo que
involucra a múltiples personas, junto con la inmersión en los quehaceres previos
de otros investigadores.
El producto de la investigación científica es el conocimiento científico, este se
concreta en textos que presentan la tarea cognitiva que los investigadores han
concretado a través de procedimientos destinados a la generación de información,
la articulación de datos y la elaboración de argumentaciones, utilizando un
vocabulario específico, validado por el campo científico.
Las condiciones específicas de elaboración del conocimiento científico supone la
presencia de instituciones y organizaciones vinculadas a la producción del
conocimiento científico, estos actores constituyen un espacio donde se generan
tensiones (desacuerdos teóricos o metodológicos, competencia por recursos,
certificaciones y posicionamientos institucionales) y consensos (criterios y
procedimientos validados, reconocimiento de aportes de escuelas y autores,
legitimación de organizaciones e instituciones), a partir de las actividades que se
establecen para producir los saberes y las reglas del quehacer científico.
Las prácticas que dinamizan este espacio científico se concretan por la
articulación heterogénea y diferenciada de actores sociales (académicos,
investigadores, editoriales, docentes y autoridades universitarias, funcionarios,
empresarios, medios de comunicación), de instituciones posicionadas socialmente
como legitimadoras de la producción científica (universidades, centros de
investigación, empresas, unidades estatales, academias), de normas (reglas de
presentación y evaluación de trabajos, prescripciones, técnicas validadas,
concursos para acceso a cargos) y de recursos (becas, salarios, subsidios) que
posibilitan y, al mismo tiempo, restringen los límites de lo posible en este tipo de
actividad. Este espacio de actividades que genera la actividad científica es
influenciado en su desarrollo por la presencia de las políticas del Estado, por la
valoración que la sociedad le confiere y por los intereses de las instituciones
sociales y las organizaciones económicas.
Más allá de que la actividad de conocer la “realidad” caracteriza a todos los seres
humanos, se puede diferenciar a los investigadores científicos (que lo hacen a
través de la aplicación intencional y sistemática de teorías, métodos y técnicas ya
probadas y legitimadas por el campo científico) de la gente común (que lo hacen
espontáneamente sin aplicar reglas o criterios explícitos para reconocer lo que los
rodea) como productores de saberes. Tanto unos como otros no registran
empíricamente la realidad desde un desconocimiento absoluto de la misma, ya
que, ambos emplean sus conocimientos previos, constituidos a través de su
experiencia precedente, para guiarse en sus prácticas cotidianas y en la tarea de
obtener nuevos conocimientos.
Todos los seres humanos construyen a lo largo de su experiencia individual y
social un conjunto de saberes que se denomina como conocimiento cotidiano, este
se emplea de forma natural en las actividades diarias de todas las personas, su
finalidad es guiarlas en el mundo y en las relaciones con los demás. Este tipo
conocimiento se adquiere y se reproduce mediante la experiencia espontánea del
vivir diario, se caracteriza porque no supone, necesariamente, una intencionalidad,
ni una reflexividad metódica de quien conoce sobre lo que se quiere conocer, se
constituye en vinculación a creencias, tradiciones, estereotipos, emociones y
prejuicios, que, en un momento histórico determinado, están a disponibilidad de
los sujetos (este tipo de conocimiento se puede encontrar representado en dichos,
refranes y saberes populares). El saber cotidiano se elabora, se expresa y se
transmite a través del lenguaje común (que presenta contrastes y matices a partir
de las diferencias socioeconómicas, culturales y regionales de los hablantes), los
términos que abundan en este lenguaje pueden resultar ambiguos o inciertos en
cuanto a su significación, los conceptos pueden, incluso, hasta tener sentidos
diferentes en el uso práctico, no se acopia o acumula en textos, sino que, circula
de manera oral e informal a través de los vínculos sociales.
La separación entre el conocimiento científico y el saber cotidiano no es tajante, ni
absoluta, la investigación científica no desconoce ni descarta de plano los saberes
no científicos, ya que, a menudo, utiliza los mismos como puntos de partida para
su quehacer, como lo testimonia el uso científico de los saberes botánicos
ancestrales de los pueblos originarios sobre los efectos medicinales de
determinadas plantas y arbustos. Asimismo, los datos que surgen de la
investigación científica se pueden transmitir a las personas y éstas pueden
incorporarlos al saber cotidiano, como ocurre con la información que emplean para
hacer dietas, para comprender recomendaciones médicas, para planificar la
reproducción de su vida o para reciclar los residuos que generan. A través de las
instituciones escolares, a partir del contacto con fuentes de información mediática
o institucional, las personas pueden encontrar respuestas procedentes de la
investigación científica a preguntas generadas en el vivir diario, muchas de ellas
entrando en fuerte contradicción con las tradiciones, las experiencias personales o
los prejuicios existentes.
El acceso y la internalización del conocimiento científico de parte de los actores
sociales no pertenecientes a las organizaciones vinculadas al quehacer científico
no se materializan en un proceso automático, ni dependen exclusivamente de la
voluntad de cada persona, supone el resultado de factores políticos, económicos y
culturales que se concretan en determinados contextos. Una sociedad con bajos
niveles de desigualdad, un Estado que realiza una fuerte inversión pública en
ciencia y educación y una neutralización de las instituciones tradicionales
(aquellas que funcionan en base a creencias no racionales, contradictorias con el
conocimiento científico) que obstaculizan la circulación del saber científico son
condiciones necesarias para el fortalecimiento de un círculo virtuoso para la
elaboración, la circulación y la agregación de este tipo de saberes en la
conformación del sentido común.
El conocimiento científico tiene una relación dinámica con el conocimiento
cotidiano, ya que a través de las decisiones de políticas de educación pública y de
la información circulante a través de los medios de comunicación se incorpora en
diversos grados de complejidad en la subjetividad de amplios sectores de la
población. Esta relación, por lo tanto, depende del contexto histórico, social
político, económico y cultural donde la misma se produzca, por ejemplo, cuando el
modelo económico y político se estructura a partir del retiro del Estado y de la
hegemonización del mercado de las relaciones sociales (a través de
privatizaciones y desinversión pública), la investigación que se dinamiza en ese
contexto es que la se halla orientada por los intereses empresariales y
corporativos, quienes se apropian y benefician de forma privada de los resultados
de su inversión en investigación, la consecuencia resultante es que el
conocimiento que se produce en ese contexto solo sirve a intereses sectoriales y
su circulación se concreta a través de vías reguladas por estos intereses.
Los actores involucrados en la generación del conocimiento científico deben ser
críticos del mundo que abordan y de sí mismos, su producto es un discurso (textos
elaborados bajo ciertas reglas y con determinado lenguaje para comunicar el
saber científico) que se revisa a sí mismo, es un conocimiento que busca ser
riguroso, confiable y preciso, validado por el campo científico. Los trabajos
científicos deben ser examinados tantas veces como resulte necesario para
legitimar su validez o para efectuar revisiones y modificaciones superadoras. Lo
que caracteriza al conocimiento científico es la transitoriedad en la validez de sus
afirmaciones, este saber siempre es provisorio, nunca es definitivo, por ello, es el
resultado del análisis, la crítica y la modificación de los integrantes del campo
científico.
A principios del siglo veinte la actividad científica se representaba socialmente
como aquella práctica cognitiva que poseía un método para acceder a la verdad,
al cual se lo consideraba única la herramienta confiable y valida de acceso al
conocimiento objetivo de la realidad, este modelo procedimental era el utilizado
por las ciencias naturales. Décadas después, esta pretensión de unicidad en las
organizaciones científicas comenzó a considerarse como una utopía debido,
paradójicamente, al cumplimiento de un criterio vinculado a la génesis del
quehacer científico (que continua siendo la columna vertebral de este tipo de
actividad) que es la exposición de los resultados de los trabajos de investigación
para que puedan ser analizados por los colegas y para que puedan ser criticados
o legitimados como válidos.
La existencia de supuestos (afirmaciones de compleja demostración empírica) en
el quehacer científico visibiliza la inconveniencia de sostener el criterio de verdad
absoluta, como creencia en la validez del conocimiento científico. El consenso y la
legitimación que se generan en el campo académico y científico componen los
elementos que se erigen en criterios de evaluación del proceder de los
investigadores. No es recomendable que el investigador pretenda o enuncie la
objetividad absoluta de su quehacer, ni la persecución de la verdad definitiva, ya
que tanto la objetividad como la búsqueda de la verdad son pretensiones
científicas del pasado.
La producción de conocimiento científico remite a un proceso que se estructura a
través de la acumulación de “verdades” parciales, frágiles, relativas a un contexto,
conformado por las organizaciones que directa e indirectamente están
involucradas en la producción de investigación científica, que otorga validez y
legitimación a esos saberes. Las condiciones de validación de la producción
científica exige que los investigadores empleen recursos y técnicas destinadas a
reflexionar sobre la propia subjetividad, sobre los prejuicios, las creencias y los
valores que influyen en cada uno de ellos; la ausencia de reflexividad imposibilita
que se constituya una relación cognitiva crítica con los propios procederes y
conceptualizaciones.
El conocimiento científico es el producto de una actividad intencional de un sujeto
(investigador, equipo de investigadores o instituciones que producen el
conocimiento o comprensión requerida), que emplea un conjunto de
procedimientos probados como los más apropiados para lograr dicho producto, a
través de una delimitación o recorte de la realidad, el resultado de este recorte es
el objeto, este se lo denomina también como el referente empírico de la
investigación.
El proceso de investigación implica una correspondencia entre dos instancias, un
sujeto y un objeto, la relación entre sujeto y objeto es una relación dinámica (se
modifica a través del tiempo, por ejemplo, surgen nuevas técnicas de investigación
para abordar nuevas situaciones de complejidad) y condicionada (depende de
factores económicos, sociales y políticos, las problemáticas de interés cambian a
partir de los cambiantes intereses de las organizaciones involucradas en hacer
investigación).
Este vínculo entre el sujeto y el objeto es complejo en el campo de las ciencias
sociales, ya que, el objeto es, en realidad, un sujeto situado al igual que el
investigador en un espacio social (aunque no en igualdad de condiciones, ya que
es medido, interrogado, examinado), este posicionamiento produce una compleja
instancia de reflexividad entre quien investiga y quienes son investigados. El
investigador debe revisar como sus propias interpretaciones sobre la realidad
influyen en la subjetividad de quienes van a ser investigados, es muy común que
se impongan ciertas formas de ver las cosas tanto sea al construir una
herramienta para elaborar los datos, como al analizarlo una vez ya producidos.
Esta relación entre quienes pretenden conocer o comprender y lo que se quiere
analizar es una relación contextualizada e histórica, las modalidades que los
investigadores utilizan para estudiar los diferentes aspectos de la realidad sufren
modificaciones durante el transcurso de la actividad científica, surgen nuevas
teorías y nuevas técnicas que amplían el espectro de lo posible en el quehacer
científico. Las temáticas de interés dentro de cada ciencia van sufriendo
modificaciones, así como surgen nuevas áreas de interés (biotecnología, estudio
de poblaciones discriminadas, nuevas formas de vulnerabilidad social,
transformación de los consumos culturales), también, hay temas que dejan de
interesar o dejan de ser útiles para quienes financian las investigaciones.
La investigación científica siempre se encuentra enmarcada dentro de alguna
perspectiva, ella implica un conjunto de teorías, creencias, valores, intereses y
visión del mundo (ideología) compartida por determinados científicos e
instituciones. La perspectiva enunciada y explicitada por quienes hacen la
investigación permite a los lectores del trabajo científico entender la orientación
general del mismo dentro del campo temático y el posicionamiento de esos
investigadores dentro de la disciplina científica.
Las teorías, contenidas en las perspectivas, suponen la articulación lógica de
argumentos, supuestos, categorías y conceptos que se refieren a un fenómeno o
conjunto de fenómenos en particular. Los datos científicos son inseparables de las
teorías y de los conceptos, el registro de los hechos y las subjetividades se
cimientan a partir de las conceptualizaciones teóricas. Las teorías son
constitutivas de la información, no son estructuras conceptuales separadas con las
que contrastar las evidencias empíricas, sino que, instituyen, intrínsecamente, el
dispositivo del registro de los datos.
Las perspectivas contienen supuestos que son la base que respalda una
determinada postura del investigador (constituyen el esqueleto y fundamento de la
investigación) al intentar desplegar su actividad cognitiva, estos diferentes
supuestos son de naturaleza ontológica (supone una definición de la naturaleza de
la realidad), epistemológica (supone una definición de la relación entre el
investigador que busca conocer y lo que se quiere conocer) y metodológica
(supone una definición de las técnicas más convenientes para registrar la
realidad). Por ello, los supuestos representan las afirmaciones sobre la naturaleza
de lo real que no se ponen en discusión dentro de cada teoría (por ejemplo, un
supuesto de la teoría económica del liberalismo supone que la sociedad es la
agregación de individuos egoístas, que pretenden permanentemente satisfacer
sus propias necesidades, en cambio, desde el positivismo hay una mirada
diferente, la sociedad funciona como una totalidad, lo cual supone la existencia de
una naturaleza social en cada persona al participar de una determinada sociedad).
Los conceptos y las categorías (conceptos integrados en un sistema clasificatorio
y diferenciado) que integran una teoría implican ideas generales que pueden
aplicarse para describir o analizar muchos casos concretos de forma empírica,
ellos deben estar articulados entre sí coherentemente, dentro de la perspectiva
teórica y metodológica seleccionada, conformando una totalidad que luego
justificará las prácticas del científico.
“La teoría ya no refleja ni expresa la verdad de los hechos; su éxito se basa en la
credibilidad (la evaluación de otros), la verdad va a ser cada vez más una verdad
por convención (…) las teorías no compiten por su valor de verdad –en tanto
adecuación objetiva- sino por la legitimidad de sus conclusiones, sus
consecuencias, sus resultados y las estrategias de acción que de ellas se
derivan.” (Marradi, Archenti y Piovani, 2007)
Un método científico es un conjunto de determinados procedimientos y de técnicas
especificas que se utilizan, consistentemente, para producir datos científicos, su
aplicación supone una secuencia de etapas articuladas entre sí, regidas por reglas
explicitas y precisas, las actividades consecuentes se enmarcan dentro de pautas
generales de trabajo que orientan la investigación. El abordaje del tema
metodológico implica reflexionar sobre el empleo de los recursos y los
procedimientos disponibles para investigar, y la validación de la comunidad
científica a partir de criterios probados para la práctica científica.
El concepto de Metodología hace referencia al estudio, el análisis y la justificación
sobre el método a ser empleado, supone una reflexión sobre los supuestos, la
evaluación de los procedimientos y la discusión acerca de las cualidades y
debilidades de las estrategias de indagación disponibles. A través de la reflexión
metodológica se conforma la lógica que estructura y fundamenta la investigación,
ya que, sustenta no solo la coherencia entre las diferentes etapas del proceso de
investigación, sino que, también, establece la validez de lo que se quiere
investigar y los límites a los que se enfrentan la intencionalidad de los
investigadores.
La investigación como proceso
Investigar científicamente la realidad es un proceso colectivo, una construcción
social (ya que implica no solo la actividad de un investigador o equipo de
investigación en determinadas condiciones de contexto sino que también supone
la actividad acumulada en textos, trabajos de investigación y experiencias de otros
investigadores) que consiste en la aplicación sistemática, a través de un proceso,
de un conjunto de técnicas y teorías con la finalidad de elaborar datos.
La investigación científica supone una serie de actividades enmarcadas dentro de
un proceso ordenado, preciso y riguroso, consiste en una organización de estas
actividades conectadas entre sí a través del tiempo sustentada por reglas
explícitas derivadas del quehacer científico. En tanto proceso, la investigación está
compuesta por una secuencia de etapas, estas se derivan unas de otras, son
parte de una planificación intencional. Investigar implica como meta final la
generación de información empírica, basada en fenómenos registrables de la
realidad, que tiene una serie de condiciones de producción exigidas como válidas.
La indagación científica siempre implica la utilización de algún método (validado
en el campo científico), un conjunto de procedimientos que de forma articulada y
lógica emplea una serie de técnicas de investigación. La actividad desplegada en
la investigación debe ser sistemática y controlada, no se deben dejar las
actividades libradas a la casualidad, las diferentes actividades deben seguir un
plan, una estrategia definida de antemano. Deben ser acciones críticas de si
mismás, los investigadores deben analizar constantemente lo generado,
reflexionando sobre las preferencias personales y los juicios de valor.
La estrategia metodológica adoptada es evaluada por la experiencia acumulada
por el mismo investigador y por los otros actores posicionados en el campo
científico. El producto de la investigación debe ser comunicable y público, los
conocimientos generados no deben ser solo aprovechados para quienes los
elaboraron o lo demandaron, sino que, corresponde hacerlos circular para que
otros también los puedan utilizar o tomar como referencia. Para acercar al
entendimiento esta idea del conocimiento científico como producto social se podría
hacer la analogía entre el proceso de investigación y el de la fabricación de un
producto cualquiera, se podría establecer que en ambos procesos existen:
Necesidades, demandas (problemas sociales) y tipo de requerimientos (intereses
de organizaciones)
Condiciones de producción (recursos políticos, económicos, humanos y
temporales disponibles, un contexto socioeconómico y geográfico que limita y
habilita la producción y los resultados esperados)
Contexto de decisión (factores estructurales y subjetivos que influyen a la hora de
entender porque ciertas demandas se concretan en instancias de elaboración)
Fuerza de trabajo (investigadores)
Organización (trabajo estructurado y coordinado por diferentes instancias o
personas)
Tecnología (técnicas validadas por el quehacer científico)
Producto (dato científico)
Con esta comparación se intenta resaltar el carácter intrínsecamente “artificial” de
la investigación, tanto en sus procedimientos como en el resultado obtenido, el
dato científico, que es el insumo central en la construcción de la evidencia de la
que dispone el investigador para justificar lo elaborado. La artificialidad aludida
remite a reforzar la visión de la investigación como una creación humana que no
supone un registro objetivo de las cosas, pretende evidenciar que la investigación
es una actividad que, aun con sus características rigurosas y sus exigencias
especiales, se halla determinada por el contexto, las características
organizacionales y personales en su materialización, desde su génesis hasta su
pretensión de validez.
Los datos científicos nunca son el reflejo de lo real ni la realidad misma, siempre
conllevan un recorte, expresan una intencionalidad, los datos se elaboran y se
constituyen a través de determinados conceptos dentro de argumentaciones que
parten de la cosmovisión de aquellos que producen este tipo de información. El
dato científico es información integrada en un discurso- que intenta responder a
las inquietudes, preocupaciones y requerimientos que surgen del campo científico
o de las esferas económicas o estatales, representa un insumo dentro del informe
de investigación, ya que debe ser integrado dentro de un razonamiento elaborado
por el investigador que valide lo concluido. Argumentación y datos científicos
constituyen una totalidad, son el producto final de la aplicación de un método
científico y teórico a partir de una demanda de conocimiento.
Las características del dato científico son:
Es una articulación entre lo empírico y lo teórico. El dato científico supone el
registro empírico de la realidad a partir de conceptos ya asimilados como válidos.
Es comunicable. La información que genera la investigación científica debe poder
circular entre la población, aunque con diferentes formas de discursos en cuanto a
su complejidad.
Es verificable. El dato debe poder ser contrastado por otros investigadores para
consolidar su validez.
Es transitorio. El carácter verificable hace que el dato científico pueda ser criticado
para su reemplazo o reformulación.
Es preciso. La significación implicada en cada concepto registrado debe
fundamentarse en la estructura teórica presentada por la investigación.
Es insumo de nuevos procesos de investigación. Los datos producidos por una
investigación pasan a formar parte de los antecedentes de otras investigaciones a
ser realizadas.
Los métodos científicos definidos como conjunto de procedimientos y técnicas que
se utilizan para producir datos científicos suponen una secuencia de etapas,
articuladas entre sí, regidas por reglas explicitas y precisas. Esta secuencia de
etapas presenta en los textos de metodología de la investigación variadas
modalidades que responden a los criterios diferenciales de sus autores. Se
presentan, seguidamente, algunas de estas variantes halladas en diferentes textos
de metodología.
Según Giroux y Tremblay (2009) estas serían las etapas de una investigación:
Etapa 1: Elegir una pregunta general.
Etapa 2: Estudiar la documentación y elaborar la problemática.
Etapa 3: elegir un método.
Etapa 4: Llevar a cabo la recolección de datos.
Etapa 5: Organizar y procesar los datos.
Etapa 6: Difundir los resultados.
Carlos González Villar (2002) propone que “…un informe sobre una investigación
se asemeja al siguiente modelo:
a) planteamiento de un problema y definición de la hipótesis;
b) antecedentes y diseño teórico;
c) especificación del diseño metodológico y las técnicas implementadas;
d) descripción de la investigación y análisis de los datos;
e) presentación de resultados;
f) conclusiones e interpretación;
g) bibliografía utilizada.”
Para Hernández Sampieri, Collado y Mendez (2001) las etapas de la investigación
se plantean desde el punto de vista de las actividades que se deben realizar para
su concreción. Estos autores diferencian el proceso si la investigación es
cuantitativa o cualitativa, en el caso de la investigación cuantitativa las etapas son
secuenciales (una sigue a la otra necesariamente) e irreversibles (una vez que se
realiza una etapa no se puede volver a la anterior), en la investigación cualitativa
la secuencia es reversible (se pueden realizar actividades de una etapa
paralelamente a las correspondientes a otra etapa o se puede concretar una etapa
parcialmente y volver a una anterior para revisar lo planteado). La investigación
cuantitativa presentaría estas etapas desde el punto de vista de estos autores.
Paso 1 Concebir la idea de investigación
Paso 2 Plantear el problema de investigación
Paso 3 Elaborar el marco teórico
Paso 4 Definir el tipo de investigación
Paso 5 Establecer la hipótesis
Paso 6 Seleccionar el diseño de investigación
Paso 7 Determinar la población y la muestra
Paso 8 Recolección de los datos
Paso 9 Análisis de los datos
Paso 10 Presentación de los resultados
En la investigación cualitativa se proponen que los pasos metodológicos estén en
relación reversible y vinculada en cada momento al marco de referencia (teoría y
métodos existentes).
Paso 1 Idea
Paso 2 Planteamiento del problema
Paso 3 Inmersión inicial en el campo
Paso 4 Concepción del diseño
Paso 5 Definición de la muestra inicial y acceso a la misma
Paso 6 Recolección de datos
Paso 7 Análisis de los datos
Paso 8 Interpretación de los resultados
Paso 9 Elaboración del informe
A continuación, se exponen las siguientes etapas desde la perspectiva de la
presentación formal del informe de investigación:
1. Tema
2. Problema
3. Objetivos de investigación. Fundamentación y viabilidad
4. Hipótesis: universo y variables
5. Marco teórico
6. Muestreo
7. Instrumento de registro de datos
8. Presentación de la información
9. Análisis de los datos
10. Conclusiones
Capítulo 2
FUNDAMENTOS DE LOS ESTUDIOS CUANTITATIVOS Y CUALITATIVOS
Temás claves:
Plano objetivo y subjetivo de la realidad a investigar.
Referentes empíricos de la investigación.
Esquema cuantitativo y cualitativo de la investigación.
Triangulación.
Fundamentos de los estudios cuantitativos y cualitativos
Al plantearse el análisis de la realidad social desde la investigación científica, aún
hoy, se encuentran argumentaciones que consideran que sólo existe una forma de
abordar el estudio de lo social, aquella que se guía por los cánones de las ciencias
naturales, instituido por las bases de la neutralidad valorativa, la observación, la
medición y cuantificación de la información. Esta visión, unilateral y anacrónica,
del pensamiento científico desconoce los desarrollos epistemológicos, teóricos y
metodológicos de la segunda mitad del siglo XX.
Para este punto de vista existe una sola forma de investigar, un solo método
científico, el que se utiliza en las ciencias naturales, estructurado en una serie de
pasos planificados previamente al trabajo de campo. Para este enfoque lo que se
investiga debe ser medible, cuantificable en sus características, de lo contrario no
puede ser objeto del estudio científico, esta exigencia aparta múltiples temáticas
que no presentan esta particularidad, así, desde esta perspectiva, las
características del método científico delimita lo que se puede estudiar y lo que no,
por ejemplo aquello que no puede ser medido y observado no es plausible de ser
investigado científicamente.
Los enfoques actuales del trabajo científico plantean que no son los problemás los
que deben ser enfocados y seleccionados para que se puedan adaptar a las
exigencias de los procedimientos estadísticos, sino que los diversos métodos
científicos (tanto los que provienen de las ciencias de la cuantificación del mundo
de los objetos como los procedentes de las ciencias que se sumergen en el
mundo de lo subjetivo) deben estar disponibles para ajustarse y utilizarse de
acuerdo a las complejidades implícitas en el problema.
No debería preexistir como imposición epistemológica (que se puede conocer y
que no) una estructura formal (“el método científico”) de aproximación hacia todas
las dimensiones de “lo real”, ya que, así, se vería imposibilitado el abordaje de
temás sobre los que no se pueden elaborar mediciones y cuantificaciones, como,
por ejemplo, la comprensión de fenómenos que se construyen desde lo profundo
de la significación social (las inhibiciones de ciertas clases de personas a
determinados mensajes comunicacionales, el vínculo emocional de los votantes
con un candidato, la resistencia al cambio de hábitos de alimentación).
Para entender los fundamentos de la aplicación de los estudios cuantitativos y
cualitativos en la investigación social es preciso aclarar, brevemente, desde el
desarrollo teórico de las ciencias sociales del último cuarto de siglo, algunas ideas
sobre la complejidad de la realidad social. Seguramente, lo expuesto a
continuación contradiga ciertas visiones provenientes del sentido común (a través
de una experiencia de vida desconocedora de cómo factores sociales e históricos
inciden en lo cotidiano y viceversa). Algunas de estas creencias establecen que
los seres humanos son los únicos responsables del destino que les toca atravesar,
otras, en cambio, consideran que las personas están determinadas por ciertas
condiciones objetivas de existencia (clase social, edad, sexo). Lo social no
funciona de forma unidireccional, sino que, los diferentes factores generados y
presentes como condicionantes de un determinado contexto actúan compleja y
recursivamente.
La realidad social se construye a través de procesos sociales, macros y micros,
que se desarrollan, simultáneamente, en un plano material y concreto (el retiro de
los depósitos en los bancos, el descenso en los ingresos y el consumo de una
población, la compra de una determinada marca de ropa), y en un plano subjetivo
y simbólico (Ej.: creencias de los depositantes bancarios, opinión y percepción
emocional del propio descenso del status económico, motivaciones y deseos de
los consumidores orientados por determinadas marcas).
Dentro de estos procesos los actores sociales desarrollan su acción dentro de
marcos restrictivos constituidos por ciertas condiciones y recursos, que implican
un mundo social (heredado desde lo histórico por la producción humana previa) y
un mundo natural (constituido independientemente de su existencia, pero
modificado desde el mundo social) que circunscriben los límites de sus prácticas
sociales. La estructuración del obrar humano no implica que el sujeto social (seres
humanos sujetados a un orden social-histórico) no sea transformador del mundo
donde vive, limitado por el contexto el sujeto produce (desde lo consciente y lo
inconsciente) activamente su realidad.
El mundo vivenciado por los seres humanos es un mundo pre-interpretado (la
realidad es percibida a partir de esquemas culturales incorporados en cada
persona, a menudo, naturalizados e invisibles a la conciencia), en el que los
sujetos, a partir de los significados dinamizados en sus posiciones sociales (no
cualquier significado circula por cualquier espacio social), pueden elaborar nuevos
sentidos o repeticiones de los ya existentes. La organización de los significados no
debe entenderse como dinámica absolutamente espontánea, donde participan
solo actores individuales, sino que, debe comprenderse como un proceso que se
materializa en un contexto donde actúan actores sociales con desiguales
capacidades y recursos para influenciar en la construcción de los significados en
pos de sus propios intereses, estas elaboraciones de sentido se concretan y se
organizan constituyendo sistemas ideológicos.
Las formas ideológicas son utilizadas, de forma no consciente, por una
multiplicidad de los actores sociales para entender y explicarse las cosas que le
pasan o que imaginariamente le podrían ocurrir.1 Estas configuraciones
ideológicas se constituyen en “guías” que orientan y sitúan a los sujetos dentro de
una realidad específica y que, simultáneamente, posibilitan que esa realidad se
1 “El sistema ideológico determina las representaciones de lo social que tienen los
actores, pero sus leyes de organización no aparecen como tales a las conciencias de
éstos. Las categorías ideológicas organizan en forma natural la visión de la sociedad que
tienen los individuos, pero el observador puede describir sistemáticamente propiedades
de ese cuerpo de representaciones, de la que los actores, por definición, no tienen
ninguna conciencia”. (Verón, 1968)
reconstruya de determinada manera. A pesar de que la percepción de lo vivido
pareciera fruto de una relación natural y directa con el entorno es consecuencia de
una construcción social. Aunque el substrato biológico incide en los
comportamientos de los individuos, la realidad vivenciada por cada uno es el
resultado de un complejo proceso de interacción social que se denomina proceso
de socialización. A partir de este proceso los seres humanos internalizan lenguajes
y prácticas que les permiten percibir y pensar el mundo circundante a través de
determinadas formas ideológicas, así, elaboran y organizan un sistema de
creencias y categorías que concretan en contextos situados de experiencia.
“Toda formación social ha manipulado inconscientemente a los hombres a través
del lenguaje, generando ideologías, sistemas de códigos que le preexisten y a
través de los cuales se apropian su identidad”. (Ibáñez, 1979)
El investigador social, situado en un determinado orden social, intenta comprender
a otros sujetos que se encuentran, también, situados como él en una determinada
sociedad. Como ellos, el analista social utiliza sus propias significaciones para
encontrarle sentido a lo que considera como real. Cuando el investigador se
enfrenta a la realidad social no está frente a una típica situación que vincula a un
sujeto (quien investiga) y un objeto (entidad a ser medida), habitual en las ciencias
de la naturaleza.
La realidad social supone una naturaleza de complejidad diferente a la existente
en los fenómenos físicos y orgánicos. Para simplificar y precisar el tema del
abordaje del objeto que metodológicamente realizan las ciencias sociales se
podría establecer que este podría clasificarse (en parte siguiendo lo propuesto por
Giroux y Tremblay, 2009) en tres referentes empíricos, que en la realidad se hallan
entrelazados intrínsecamente, pero que, para ser investigados se los diferencia,
ellos son los comportamientos, las condiciones objetivas de existencia y las
opiniones y significaciones.
Los comportamientos suponen acciones que exteriorizan las intenciones o
significaciones de los actores sociales, más allá del nivel de conciencia que tengan
al emprenderlos, al iniciar un movimiento, un desplazamiento o al no realizar
ninguno de estos se está frente a un comportamiento, estos se pueden observar
directamente, como por ejemplo, los desplazamientos de los consumidores dentro
de un supermercado, la movilización de una fracción de una agrupación política en
una marcha o la inacción de las personas frente a un hecho de violencia en la vía
pública.
El comportamiento puede no ser registrable directamente, ya sea porque supone
una acción pasada o porque implica un acto de intimidad, en tal caso se los
registra a través de la verbalización o por medio de registros administrativos, como
por ejemplo, si que quiere indagar sobre la compra de acciones en la bolsa, la
concurrencia y consumo en sex shops o el uso de determinado fármaco para
resolver alguna deficiencia física. En estos casos se está frente a un registro
indirecto de los comportamientos, lo cual supone una complejidad, ya que captar
un hecho objetivo a través de la subjetividad implica tomar precauciones extra
desde la instancia de investigación, ya que las personas pueden distorsionar o
encubrir los hechos de referencia. En este caso es recomendable que la
investigación aclare que lo registrado no es el comportamiento en sí mismo, sino
lo que las personas dicen sobre su acción.
Las condiciones objetivas de existencia son las características materiales de los
actores o del entorno en el que se posicionan estos en el espacio social. Estas
condiciones constituyen los componentes del mundo que permiten las vivencias
que emplean los actores sociales para desempeñarse en la vida social. El registro
de estas condiciones no supone la objetividad de los datos producidos, ya que
según como se los presente, según como se los vincule o según como se los
aborde teóricamente va a generar una determinada visión de las mismas. Por
ejemplo, la medición de la pobreza resulta en panoramas disímiles según como se
la aborde teórica y metodológicamente. La medición de la desocupación tiene una
estandarización internacional que depende de la realización de estas preguntas:
� Durante la semana pasada, ¿trabajó por lo menos una hora?
� En esa semana, ¿hizo alguna changa, algo para vender afuera o ayudó a un
familiar/ amigo en una chacra o negocio?
� En esa semana, ¿tenía trabajo pero estuvo de licencia por vacaciones o
enfermedad; suspensión; conflicto laboral; etc.?
� En las últimas 4 semanas, ¿estuvo buscando trabajo: contestó avisos,
consultó amigos/parientes, puso carteles, hizo algo para ponerse por su cuenta?
Esta indagación tiene como resultado un dato sobre condiciones objetivas (la
situación laboral), pero, esto no habilita a suponer que la desocupación como dato
generado represente objetivamente la realidad del hecho laboral en cuestión, ya
que con otros parámetros conceptuales y metodológicos (por ejemplo que no
implique que trabajar una hora a la semana suponga estar ocupado laboralmente)
las cifras de desocupación serian otras.
Otro referente empírico lo constituyen las significaciones, ellas son estados
perceptivos, cognitivos y emocionales de la subjetividad que se hallan
interiorizados en la personas y que son interpelados por la investigación en
relación hacia algún objeto o tema, esta dimensión subjetiva solo es accesible si
los actores se expresan bajo algún soporte expresivo de tipo verbal, escrito o
icónico. Las significaciones pueden materializarse en opiniones, las cuales son
manifestaciones conscientes de las ideas, o bien pueden resultar como
motivaciones, inhibiciones o expectativas, las cuales suponen sentidos que
pueden implicar elementos no conscientes del actor.
En los estudios cuantitativos el investigador aborda lo social, tal como lo
recomienda Durkheim, como una “cosa”, indagando, únicamente, la dimensión
medible de la realidad. La aplicación de esta perspectiva cuantitativa registra lo
social en una relación sujeto-objeto, desde lo que es posible de ser cuantificado y
los problemas acordes a esa perspectiva. Hay temas que se pueden abordar con
validez y otros que no, para estos investigadores lo que no se puede cuantificar no
es objeto de investigación científica. El registro de los comportamientos, las
opiniones, los hechos y las condiciones objetivas se ajustan al empleo de las
técnicas cuantitativas.
Las técnicas disponibles para los estudios cuantitativos son eficientes en la
producción de datos sobre los hechos de la realidad social (nivel de compras
mensuales en centros de venta minoristas, cantidad de operaciones bancarias,
concurrencia mensual al cine) y en las manifestaciones conscientes de los sujetos
sociales (opinión sobre el aumento de precios de los productos alimenticios,
intención de voto, rechazo o aceptación sobre mensajes comerciales).
El esquema de la investigación cuantitativa es cerrado y rígido, no admite
reformulaciones; esto implica que no hay lugar para lo inesperado. Como una
acción más de esta estrategia, el análisis de los datos de la investigación
cuantitativa es una etapa prefijada, que se lleva adelante luego de la construcción
de la información, a través de técnicas estandarizadas e impersonales, como son
los tests, las encuestas, las escalas de percepción o las observaciones
formalizadas. De antemano en una investigación cuantitativa se sabe cuanta
información posible puede registrarse, como se va medir y sobre qué aspectos del
fenómeno se focalizará el registro. Jesús Ibáñez dice que en los esquemas
cuantitativos la suerte ya está echada antes de jugar, ya que no queda ningún
camino para el azar, no se puede registrar en el caso de las encuestas de opinión,
algo (lo connotado, lo no verbal) más allá de lo expresión del habla formalizada en
un orden de previstas preguntas y opciones de respuesta.
“...cuando se inician las entrevistas tienen que estar formados todos los
instrumentos de investigación (para la producción de datos -muestra y
cuestionario- y para el proceso de los datos –tratamiento puesto en forma de
matriz y análisis o transformación de esa matriz-); la información excedente del
plan de diseño-contexto del posible azar- se pierde como ruido.” (Ibáñez, 1979)
En las investigaciones cuantitativas el dato se elabora a partir de procesos
técnicos (codificación y tabulación) que lo transforman en una expresión numérica,
y lo posiciona un espacio que contiene la totalidad de los datos (matriz de datos),
desde donde se le aplican los procedimientos estadísticos para que puedan ser
sintetizados y analizados. Lo que se dice en el “juego de preguntas y respuestas”
de una encuesta o lo medido a través de una planilla de observación se convierte
en ordenes numéricos de datos. La cantidad de preguntas y sus posibles
respuestas, provenientes de las variables y subvariables definidas en los objetivos
y en las hipótesis, constituyen el entramado previsto para la construcción de la
matriz de datos, espacio donde con posterioridad se volcará lo extraído en el
trabajo de campo.
Lo que se establece en los estudios cualitativos es el registro de la dimensión
simbólica del proceder humano, la cual no puede concretarse a partir de patrones
de medidas o con dispositivos estandarizados. Los estudios cualitativos
representan una estrategia de elevado rendimiento en el intento de comprender e
interpretar las imágenes sociales, las significaciones y los aspectos emocionales
que orientan desde lo profundo los comportamientos de los actores sociales. Este
tipo de indagación motiva que el diseño de investigación cualitativo sea abierto, ya
que puede producir informaciones no preconcebidas en el diseño previo, debido al
recorrido incierto que hace la subjetividad cuando tiene que expresarse.
El recorrido metodológico cualitativo es flexible (las etapas de investigación
pueden darse simultáneamente o el investigador puede volver atrás en alguna
instancia) a las modificaciones que deben tener estas tácticas y técnicas si desean
construir climas de desinhibición y de espontaneidad. En esta perspectiva el
análisis de los datos no es una instancia predeterminada, puede o no ser una
etapa posterior a la técnica (grupos, entrevistas, observación no sistemática), ya
que también puede efectivizarse durante la construcción de la información. El
diseño cualitativo es abierto a lo impredecible porque “… los datos producidos por
el proceso de investigación se imprimen en el sujeto en proceso de la
investigación –modificándolo-; esta modificación le pone en disposición de
registrar la impresión -y digerir mentalmente- de nuevos datos, y así se abre un
proceso dialéctico inacabable”. (Ibáñez, 1979)
El investigador mientras está desarrollando dinámica y vincularmente el
instrumento de registro cualitativo analiza e interpreta la subjetividad a fin de
continuar con la construcción del dato. Las respuestas del sujeto a investigar son
una plataforma para la reorientación de las preguntas del investigador, es por esta
razón que mientras la imprevisto enriquece con más información en los estudios
cualitativos (el diseño cualitativo permite absorber e incorporar los datos
sorpresivos y no planificados por el investigador) en los cuantitativos esos datos
no previstos son ruido (al ser datos impensados no hay forma alguna de que el
diseño cuantitativo los registre) y, por lo tanto, son desechados.
Mientras que las técnicas de cuantificación de la realidad, como la encuesta,
buscan acotar el sentido de lo dicho a una serie previsible de preguntas y
respuestas (organizadas en un cuestionario), las herramientas cualitativas
permiten el análisis de varios planos de la subjetividad (lo explicito y lo implícito a
través del registro de las expresiones verbales, los gestos, los tonos de la voz, los
silencios) ampliando la interpretación y comprensión de los sentidos circulantes en
ciertos espacios sociales.
Los investigadores de lo social no pueden ceñirse a una estrategia inflexible y
anacrónica que considera únicamente el aspecto medible, externo y/ o consciente
de los fenómenos sociales. Se ignoraría el papel que juegan las significaciones,
organizadas como ideologías, en los discursos y en las prácticas sociales, es en la
interacción entre materialidad y subjetividad donde se encuentran las
configuraciones de lo que cada cual llama realidad.
La perspectiva cualitativa se orienta a la comprensión de los discursos personales
y grupales que los sujetos expresan en contextos espontáneos (como ocurre en
los procesos sociales de construcción de los deseos, previos al acto individual del
consumo), allí es, donde se traslucen las creencias, deseos y valores que
subyacen a sus prácticas sociales. Las manifestaciones latentes de los hablantes
se escurren del intento cuantificador, ya que, en con los dispositivos de registro
cuantitativos de la subjetividad, la información que se captura se dirige a lo
superficial de la misma, esto es, la opinión y las razones que las personas
emplean conscientemente.2
La riqueza en los sentidos que se generados de una instancia de investigación
2 Orti (1993). “...el discurso espontáneo y (relativamente) libre de un sujeto no constreñido
por ninguna contextualización impuesta (esto es, por ningún cuestionario) se resiste a su
formalización, y mucho más aún a su cuantificación.”
que promueve la espontaneidad es mayor que las significaciones que resultan de
la aplicación de una técnica impersonal. Los significados, que circulan
socialmente, se diluyen al ser abordados por técnicas cuantitativas, debido a que,
estas sólo son validas en el estudio de fenómenos observables, estables y
medibles y, precisamente, estas no son propiedades de los universos simbólicos y
motivacionales que subyacen en los fundamentos de los comportamientos
sociales.
“...estas relaciones de sentido de las vivencias e imágenes sociales de los
individuos encuestados las que tienden a escapar a las limitadísimas posibilidades
de exploración significativa, que aportan las respuestas estereotipadas a las
preguntas codificadas, cuya rígida formalización viene a ser restrictivamente
determinada por el propio enfoque formalizado y cuantitativo (...) la aproximación
cualitativa, informal o abierta, que entraña la (relativamente) libre
autodeterminación expresiva de los sujetos y/ o grupos (...) pretende crear una
situación de auténtica comunicación: es decir, una comunicación multidimensional,
dialéctica, y (eventualmente) contradictoria, entre el investigador y el individuo o
grupo investigado.“ (Orti, 1993)
Las técnicas cualitativas permiten la recursividad entre los hablantes, situación
estratégica del investigador; que de esta manera, no sólo crea el efecto de
verosimilitud de una instancia no productiva (obligatoria) de comunicación, sino
que, además, consigue profundizar en los diferentes planos de la subjetividad. En
la investigación cuantitativa una de las claves radica en la correcta
operacionalización teórica (el significado teórico) y técnica (descripción de qué
técnicas de recolección de datos se utilizarán y como se aplicarán) que se
emplearán en las variables y sus dimensiones. En los estudios cualitativos, debido
a que enfoca una realidad que posee una complejidad de diferente naturaleza
(muchas veces indecible o no consciente para mismo el sujeto hablante, tales
como la motivación, deseos, creencias, inhibiciones de consumidores, alumnos,
empleados o ciudadanos) a la del “mundo medible”, la estrategia cualitativa de
investigación, para que la subjetividad pueda ser ubicada y registrada, no requiere
de una precisión inicial de lo que se va comprender.
“...el componente cualitativo exige un ir y venir entre los datos y la teoría y de ésta
a aquellos que suelen modificar a lo largo de la investigación tanto los aspectos
conceptuales, como los sujetos de la investigación. Lo que importa en este caso
es que el interrogante original sea lo suficientemente específico y sus términos
unívocos para poder indicar el camino provisorio (...) la información cualitativa
hace necesario para su recolección y análisis una definición clara del contexto
inmediato de las unidades observadas y de los caso a comparar, manteniendo
relativamente laxa la definición conceptual”. (Gallart, 1993)
Como la investigación cualitativa es un proceso abierto, al azar y a lo inesperado,
en su aparente debilidad radica su mayor poderío, con ella se pueden efectuar
lecturas en diferentes planos de lo dicho (lo que se escaparía y perdería en los
estudios estandarizados) es ingresado como un plus de información. Ciertas
significaciones del habla que con la aplicación de una técnica cuantitativa como la
encuesta se perdería como ruido (una respuesta no prevista o una repregunta del
encuestado que cambia el sentido de lo que se dice) con el empleo de una técnica
cualitativa, como la entrevista en profundidad, se aprovecharía para aumentar la
información que brinda el hablante hacia aquel que registra su discurso.
Triangulación
Hay problemáticas muy complejas para el abordaje investigativo, que demandan la
articulación de la metodología cuantitativa y cualitativa, estas problemáticas
implican fenómenos que requieren para su comprensión de la cobertura de
información extensiva (cuantificable a universos de gran número) e intensiva
(comprensible en profundidad de subjetividades y relaciones sociales). Cuando
desde la instancia de investigación se decide abordar complejamente estas
realidades y se intersectan de manera coordinada métodos y técnicas de
investigación se emplea el término de triangulación para caracterizar esta
estrategia.
La triangulación es una actividad de articulación, que supone que, las lógicas
diferenciales de la investigación cuantitativa y la cualitativa se integran para
ofrecer un mejor entendimiento de un fenómeno que el que se conseguiría a
través de un abordaje con una sola orientación. El concepto de triangulación se
deriva de la geometría y de la navegación, donde es empleado en actividades que
requieren de la yuxtaposición de múltiples puntos de referencia para la localización
de una posición o distancia desconocida.
En el caso de una investigación que pretenda emplear triangulación debería
especificar y fundamentar con precisión que datos van a ser producidos por
técnicas cualitativas y cuales por herramientas cuantitativas. Por ejemplo, al
abordarse la temática de las experiencias de discriminación de la población
residente en villas se debe reflexionar acerca de los peligros potenciales que
implica aplicar para su estudio una sola técnica de registro. Por ejemplo, valerse
solamente de un cuestionario en este tipo de temas no permite un registro
adecuado a la complejidad del tema. Hay aspectos cuantitativos de la
discriminación, como la identificación de actores involucrados, la frecuencia de los
hechos, la opinión de determinada población sobre los hechos, pero hay otros
aspectos del tema más adecuados para un enfoque cualitativo, como la
profundización sobre los sentimientos y temores ante estos hechos vivenciados.
Más allá de que la encuesta como posibilidad técnica sirve para detectar datos de
las condiciones objetivas de vida, lo que da cuenta, indirectamente, de la
discriminación que sufre esta población, el abordaje directo de la temática de la
discriminación (conjunto limitado de preguntas cerradas a la población objeto
sobre sus experiencias de discriminación) supone un registro de la percepción de
la población sobre el tema, y de la autodefinición que los respondientes tengan de
ella.
Trabajar metodológicamente con las vivencias y percepciones como objeto de
estudio supone adentrarse en el terreno de la subjetividad, en un plano más
profundo que cuando se pregunta sobre temas que se orientan a registrar la
respuesta de las personas sobre hechos u opiniones de tópicos, tales como, la
escolaridad, la residencia habitual, los materiales del techo de la vivienda o la
intención de voto, estos datos generados evidencian el aspecto más superficial de
la subjetividad, por lo tanto, ante problemáticas complejas no es nada desdeñable
reflexionar sobre la adecuación entre técnicas a emplear y tema a relevar.
Las diversas temáticas de los estudios de población requieren abordajes
metodológicos específicos, por ejemplo, la información sobre condiciones de vida
es adecuadamente detectada a través de un instrumento cuantitativo como el
cuestionario estructurado. También hay temas con una complejidad diferente,
como aquellas que intentan dar cuenta de las experiencias de discriminación de
alguna parte de la población, ellas son complejas de registrar a través de la
interrogación formal que supone la administración uniforme de un cuestionario.
Abordar la discriminación supone una sensibilidad especial entre quien pregunta y
quien responde, un dialogo más que un interrogatorio, a fin de obtener una
información válida, por ejemplo, a través de un cuestionario con pocas preguntas
cerradas el tema de discriminación puede generar información de baja utilidad
analítica, el intento de aplicación de esta técnica de preguntas estandarizadas a
esta problemática podrían elaborarse datos de poca riqueza.
Otra limitación muy importante resulta del hecho que el tema de la discriminación
instrumentado a través de preguntas en un cuestionario no permite ubicar las
respuestas en una dimensión temporal (el dato de vivencia de actos de
discriminación bien puede ser actual como puede haberse producido hace diez
años atrás), ya que por la forma en que están redactadas (redacción que es el
resultado del constreñimiento que supone hacerlo a través de un limitado conjunto
de preguntas cerradas y directas a ser respondidas por la población) imposibilita
darles este tipo de referencia.
La triangulación como estrategia presenta las siguientes modalidades:
� La triangulación como estrategia puede presentarse como complemento de
métodos (cualitativo y cuantitativo), para revelar dos miradas o planos
superpuestos sobre un mismo objeto de investigación, el resultado de esta
estrategia son dos imágenes diferentes y simultaneas sobre un mismo tema. Por
ejemplo, para revelar las actitudes puede emplearse una técnica cualitativa como
la entrevista y, también, una herramienta como el test de Likert (técnica
cuantitativa) para establecer la intensidad y direccionalidad de la actitud de esa
población.
� La articulación puede concretarse como combinación sucesiva, al emplearse
los métodos como apoyo uno de otro para cubrir las debilidades de cada uno
utilizando un método previo al otro, un método puede utilizarse para preparar la
técnica de otro método, como cuando se realizan entrevistas para proceder a
realizar un cuestionario. Esta estrategia obtiene una imagen basada en lo que
genero uno de los métodos, pero respaldada en coherencia y validez por el otro
método. Por ejemplo, si va a emplear la técnica de encuesta (método cuantitativo)
es recomendable realizar entrevistas semiestructuradas previamente para
consolidar o reformular las ideas previas sobre el temario y el nivel de
comprensibilidad de las preguntas del cuestionario.
� La triangulación más compleja se presenta cuando los métodos se integran
simultáneamente en su aplicación para analizar cohesionada y validamente un
fenómeno a investigar, en estos casos el resultado sería una sola imagen
resultante del empleo de la articulación metodológica. Por ejemplo, para
elaborarse un panorama sobre el consumo de una determinada categoría de
productos de los consumidores de un gran núcleo urbano se requeriría realizar un
mapeo que caracterice en extensión características demográficas, residenciales,
de comportamiento de compra a partir de la obtención de información
sociodemográfica de consumidores a través de bases de datos secundarios
(técnica cuantitativa) y, simultáneamente, se debería realizar grupos de discusión
(técnica cualitativa) con las diferentes categorías de consumidores para establecer
las motivaciones, resistencias y expectativas de consumo.
Para ejemplificar una de las posibles modalidades de aplicación de la estrategia
de triangulación se expone a continuación un fragmento de un trabajo de
investigación donde se justifica y precisa como la misma fue aplicada en este caso
particular, este trabajo tenía como objetivo de investigación comprender las
significaciones que expresan docentes bonaerenses de EGB 1 y 2 acerca de las
prácticas escolares y los alumnos de su comunidad educativa.
“En el presente estudio se abordó una problemática perteneciente al “mundo
subjetivo”, lo que hizo imprescindible la utilización de estrategias metodológicas
flexibles, en su uso y articulación. Es por ello, que se complementaron los datos
cuantitativos provenientes de un cuestionario autoadministrado de diseño flexible,
con aquellos otros, que resultaron de la aplicación de una técnica cualitativa, el
grupo de discusión, el cual registra centralmente aquellos significados que
fundamentan las acciones humanas y permiten entender la construcción de “la
realidad".
“El uso de un cuestionario estructurado no ayuda mucho para comprender el
sentido que los agentes atribuyen a algunas posiciones genéricas. Para ello, se
requieren estudios de tipo cualitativo, donde los actores sociales tengan la
posibilidad de razonar, argumentar y dar contenido concreto a los discursos y a
“frases hechas” que circulan en todo campo profesional. Éste debería ser el
cometido de otros estudios con otras construcciones de objeto y otras estrategias
metodológicos.” (Tenti Fanfani, 2005)
Lo que se persiguió en esta investigación fue la contrastación de datos de
orígenes diversos, y la emergencia de un proceso de reflexividad de los actores
involucrados. A partir del acceso a la multiplicación de las perspectivas, no sólo se
estableció una red de significaciones, sino que, a partir del uso elástico de una
técnica cuantitativa de elaboración de datos (cuestionario) se pesaron
cuantitativamente las respuestas obtenidas, intentando conseguir una información
más integral y comprensiva. En consecuencia, se decidió construir la información
por medio de una triangulación flexible de técnicas de construcción de datos,
utilizando dos instrumentos que pueden ser complementarios entre sí: uno
cuantitativo, que toma la forma de un cuestionario autoadministrado y otro
cualitativo, mencionado como grupos de discusión o motivacional.
La investigación basó su análisis, exclusivamente, en datos primarios. Los
discursos escolares fueron provocados y registrados a partir de entrevistas (como
instancia utilizada para generar las categorías de preguntas y respuestas del
cuestionario), encuestas con preguntas abiertas y grupos de discusión con
docentes de EBG 1 y 2.
En una etapa inicial se llevaron a cabo una serie de 12 entrevistas, con maestras
de EGB 1 y 2; con el fin exclusivo de generar temáticas circulantes en la
preocupación de los docentes de E.G.B. 1 y 2, de lo registrado en esta instancia,
se extrajeron los temas que formaron parte de un cuestionario piloto, que fue la
base de la primera herramienta para la elaboración de datos.
El primer instrumento se concretó en un cuestionario autoadministrado anónimo,
que adquirió su configuración particular a partir del tipo de preguntas utilizadas. En
el cuestionario predominaron las preguntas abiertas, es decir, aquellas que no
tienen opciones predeterminadas. El cuestionario fue tratado desde un criterio no
convencional con respecto al uso convencional de esta herramienta, ya que, en
este caso, no fue concebida para cerrar la información rígidamente, sino que, se la
empleo para producir un habla no estereotipada.
Aunque, a primera vista, se obtienen en las respuestas de los docentes de las
distintas escuelas datos aparentemente disímiles, fue posible encontrar ciertos
patrones en común. Esta búsqueda no tuvo el propósito de homogeneizar y
simplificar las sutiles e importantes diferencias que caracterizaron las respuestas
de los maestros, sino que persiguió establecer perfiles y concepciones que se
comparten por el sólo hecho de llevar a cabo prácticas escolares comunes en un
contexto socio - histórico determinado.
El segundo instrumento utilizado fue un dispositivo cualitativo, conocido como
grupo de discusión o motivacional, en este caso, su implementación fue
concretada con posterioridad a la devolución de los resultados cuantitativos de los
cuestionarios a las escuelas. Esta técnica se empleo a partir de que los maestros
pudieron leer los resultados del cuestionario.
La técnica de grupos de discusión se organizó por medio de dos grupos; uno en
cada una de las dos regiones que participaron. Los docentes que integraron los
grupos pertenecían a las escuelas que cumplimentaron el cuestionario
autoadministrado. La homogeneidad de los temas y de los discursos surgidos en
ambas regiones permite indiferenciar el tratamiento de la información emergente.
Las etapas tuvieron el siguiente orden:
A.- En el inicio se realizaron entrevistas cualitativas a maestros (la muestra será
estratégica, con criterios de selección guiados por antigüedad docente,
sindicalización, etc.). Las entrevistas se utilizaron a fin de captar los contenidos y
las formás de expresión que los docentes utilizan para referirse a sus prácticas
diarias en los establecimientos escolares. Los temas de las entrevistas fueron de
carácter general, intentando producir un discurso que se exprese lo más
libremente posible.
El temario guía resultante de las entrevistas a los docentes fue el siguiente:
Principales obstáculos de las prácticas pedagógicas.
Caracterización del conocimiento escolar y científico.
Organización habitual de la propuesta didáctica.
Alternativas que forman parte de la propuesta didáctica habitual. Modelo
pedagógico- didáctico empleado.
Situaciones didácticas (proyectos, secuencias de actividades, actividades
aisladas, etc.) percibidas como exitosas. Argumentación- Descripción.
Situaciones didácticas (proyectos, secuencias de actividades, actividades
aisladas, etc.) evaluadas como poco fructíferas. Argumentación- Descripción.
Opinión sobre el trabajo por Proyectos. Participación en proyectos escolares.
Descripción de estos los mismos. Motivos de no- participación en los PEI.
Trayectoria docente. Tipo de formación y experiencia en la tarea docente.
Importancia de la formación docente. Descripción de experiencias pasadas y
presentes.
Realización de capacitación docente. Evaluación de los cursos recibidos.
Temáticas trabajadas en los cursos.
Características del alumnado de la escuela y los del año que tiene a cargo.
Descripción de los docentes que tuvieron y tienen como compañeros.
Caracterización de los alumnos repitentes y exitosos. Explicación de la repitencia y
del éxito escolar.
Análisis de los conflictos escolares (institucionales y áulicos).
Funcionamiento ideal y real de las instituciones escolares.
Caracterización del rol docente. Alcances de la tarea del maestro.
La relación entre la supervisión y el funcionamiento de la escuela y de la labor
personal. Concepción de las autoridades escolares.
Análisis de la relación sociedad-familia- escuela. Pasado –presente – futuro.
B.- A partir de las entrevistas se elaboró un cuestionario piloto (con la totalidad de
preguntas abiertas) y se lo puso a prueba en diferentes escuelas del partido de
Merlo, a partir de los datos generados se revisó y corrigieron los cuestionarios
pilotos.
C.- Posteriormente, se convocó una reunión con las Jefas de Inspección de todas
las Regiones para explicarle el proyecto, de las interesadas se hizo una selección
de dos Regiones Educativas de la provincia (muestra por conveniencia), con el
criterio de que las dos regiones intervinientes fuesen una del Conurbano
Bonaerense y otra del interior de la provincia de Buenos Aires.
Las Jefas se reunieron con las Inspectoras de cada distrito a fin de convocar a las
escuelas que se interesaran en participar, a partir de un listado de escuelas, de
estas se hizo una elección de doce escuelas con el criterio de que sean de
diferentes distritos (muestra por conveniencia). Dentro de cada escuela
respondieron al cuestionario definitivo todas las docentes de EGB 1 y 2.
D.- Una vez recogidas las respuestas de los cuestionarios, fueron sistematizadas y
analizadas, y se devolvieron a cada institución escolar, a fin de que los docentes
durante las Jornadas Institucionales trabajasen sobre los datos por ellos
generados.
E.- Posteriormente, se realizaron grupos de discusión con maestros de las
escuelas intervinientes. En los grupos, se trabajo sobre lo analizado en cada
escuela. Esta instancia busco profundizar las significaciones implícitas en las
respuestas del cuestionario, retomando los discursos docentes desde una
perspectiva grupal más abierta.
F.- Análisis de los datos. Se realizó una interpretación de los datos, buscando
además la construcción de categorías y conceptos analíticos. “ (Serbia, 2012)
Capítulo 3
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
Temas claves:
Condiciones de producción de una investigación.
Funciones del problema de investigación.
Identificación y definición del problema.
Redacción del problema.
Condiciones de producción del problema de investigación
La realización de una investigación requiere de actividades iniciales que son
vitales, estas actividades previas a la puesta en marcha de todo proyecto
investigativo implican decisiones preeliminares de planeamiento sobre lo que se
quiere hacer, de revisión de antecedentes, de evaluación de recursos, y de
contactos institucionales y profesionales, que, posteriormente, permitirán la
consolidación y concreción del proyecto en cuestión.
Revisando la bibliografía sobre metodología de investigación con respecto al tema
de cómo se inicia una investigación se presentan, a continuación, fragmentos de
textos metodológicos que dan cuenta sobre como es el inicio de una investigación
para determinados autores. Por ejemplo, en el texto de Giroux y Tremblay
Metodología de las Ciencias Humanas (2009) se establece que el inicio de una
investigación es “… la elección de una pregunta general. En la práctica, esto se
hace en el transcurso del tiempo a medida que evoluciona la carrera del
investigador profesional. A veces es la influencia de profesores la que lo guiará
hacia un determinado campo de investigación. Otras, será la historia personal de
un individuo lo que lo orientará hacia tal o cual tema.”
En Hernández Sampieri, Collado y Mendez (2001) se afirma que todas las
investigaciones se generan por las ideas. “Las investigaciones se originan por
ideas, sin importar que tipo de paradigma fundamente nuestro estudio ni el
enfoque que habremos de seguir. Para iniciar una investigación siempre se
necesita una idea; todavía no se conoce el sustituto de una buena idea. Las ideas
constituyen el primer acercamiento a la realidad objetiva que habrá de investigarse
(desde la perspectiva cuantitativa), o a la realidad subjetiva (desde la perspectiva
cualitativa) (…) a veces las ideas nos son proporcionadas por otras personas y
responden a determinadas necesidades.”
Según González Villar “La investigación siempre tiene sus comienzos en una
pregunta o en un problema específico, ya sea para llenar una laguna del
conocimiento, para comprobar una hipótesis o contrastar si alguna proposición
que es generalmente admitida es, en efecto, sostenible; también para buscar una
solución apropiada a cuestiones de índole económica, social, política, etc.”
(González Villar, 2002)
En otro libro de metodología se asevera que “Toda investigación o proyecto se
inicia con un conjunto de consideraciones acerca de aquella parte del mundo
social que se desea estudiar (…) lo que los investigadores ya saben sobre esos
temas (y sobre temas relacionados) es el punto de partida que se complementa
con lecturas de investigaciones o artículos teóricos.” (Sautu, Bonilo, Dalle y Elbert,
2006)
King, Keohane y Verba (2000) establecen que no hay reglas preestablecidas para
iniciar una investigación. Enumeran como factores de origen de una investigación
las razones personales, las motivaciones vinculadas al género o la raza del
investigador, también establecen que pueden originarse por inclinaciones o
valores personales. “Estas experiencias y valores personales suelen proporcionar
la motivación para convertirse en científico social y, posteriormente, para elegir
una determinada pregunta de investigación. En consecuencia, pueden ser las
autenticas razones para embarcarse en un determinado proyecto, y es justo que
sea así.” (King, Keohane y Verba, 2000)
La cuestión del surgimiento de una investigación está presente en infinidad de
textos metodológicos, en casi todos ellos, es muy frecuente encontrar que su
punto de partida, la iniciativa investigativa, se explica, exclusivamente, por motivos
personales de un investigador o de un equipo de investigación. Esta cosmovisión
sobre la génesis de un proyecto de investigación puede representarse a través de
la afirmación que establece que el proceso de investigación se inicia a partir de
una “idea de investigación” o de la sumatoria entre el interés personal y el bagaje
teórico disponible por el investigador. Desde esta óptica, el investigador a partir de
sus intereses personales, empleando su creatividad y curiosidad, inventa o se
plantea un tema para indagar, que es el disparador del proceso de investigación.
Esta mirada idealista y descontextualizada del campo social, político, económico y
científico, y hasta un tanto “inocente”, no se corresponde con las circunstancias de
producción real de la investigación científica.
La construcción de esta etapa inicial (el problema de investigación) supone la
presencia y articulación de supuestos provenientes desde lo institucional
(perspectivas, creencias de las organizaciones involucradas en la generación y/o
en la materialización de la investigación) y desde lo personal (valores,
representaciones y criterios que el investigador tiene acerca de cómo es el
funcionamiento de la realidad y del ámbito específico a investigar). Estos
supuestos intervendrán, explícita o implícitamente, en la definición que el
investigador haga de ese recorte de la realidad (no se puede investigar “la
realidad” sino un limitado aspecto de la misma), el cual se constituirá en el
problema de investigación. Por ejemplo, estudiar la dinámica de una organización
empresarial descontextualizada del entorno macrosocial y económico, supone la
aceptación de supuestos que deberían explicitarse por la instancia que llevará
adelante la indagación, para que pueda presentarse una justificación valida de esa
decisión investigativa.
Identificar y definir un problema de investigación es la primera etapa formal y
condicionada del proceso de investigación científica. Es la primera etapa desde el
punto de vista formal porque su presencia en un informe de investigación debe
disponerse en las primeras páginas del mismo. El problema como etapa formal del
informe de investigación es una construcción del investigador que supone un
“recorte intencional de la realidad”, esto es, la identificación y selección de
situaciones y temáticas desde determinada perspectiva.
Es necesario resaltar que esta identificación y definición no es un proceso neutral
de hallazgo del investigador, sino que, éste “filtra” y construye situaciones
problemáticas bajo determinadas condiciones de producción. Es una etapa
condicionada, por un lado, porque los investigadores no elaboran su proyecto
desconociendo el trabajo teórico, metodológico y temático que otros especialistas,
investigadores y profesionales realizaron previamente en la temática en cuestión,
y, por el otro lado, debido a que los investigadores se hallan situados en un
contexto social e institucional que configura las condiciones de realización y, a la
vez, de delimitación de la producción científica.
“Se suele identificar como fuentes de temas (y consecuentemente de problemas
de investigación) las sugerencias de profesores e investigadores experimentados,
las convocatorias institucionales para acceder a becas o para financiar proyectos,
la lectura de la literatura científica y la experiencia personal. La elección de un
tema es, por lo tanto, una elección condicionada.” (Marradi, Archenti y Piovani,
2007)
La investigación es un proceso que depende para su materialización de
determinadas condiciones de producción en la que están implicados varios
factores interrelacionados. Un elemento central que sirve para entender las
posibilidades de concreción de una determinada investigación lo representa los
denominados condicionantes del campo científico, este campo contiene el
conocimiento científico acumulado, legitimado por la comunidad científica y
disponible sobre el ámbito temático y empírico que se pretende estudiar. La
dinámica del campo científico configura, en parte, que problemáticas están de
“moda”, que estrategias metodológicas y herramientas técnicas hegemonizan, en
ese momento, la práctica científica y que recursos económicos están disponibles
para determinados temas de investigación.
Otros factores que funcionan como condiciones de producción de la investigación
científica lo constituyen las coyunturas y las estructuras de naturaleza política,
económica, cultural y social que intervienen en la producción de datos empíricos.
Estas condiciones habilitan y, a la vez, limitan el surgimiento y la implementación
de determinados temas de investigación. La presentación de los mencionados
factores condicionantes de la elaboración científica no apunta a negar la
incidencia del investigador en la selección de un tema de investigación.
Las condiciones de producción de la investigación configura la acción tanto en un
equipo de investigadores pertenecientes a un instituto de investigación como en
un estudiante de grado o posgrado que busca realizar una tesis. En el primer
caso habitualmente las condiciones habilitan recursos pero se restringe el
accionar a partir de los requerimientos de la organización y en el segundo caso el
investigador principiante tiene más libertad en la elección del tema (generalmente
aborda temas que lo preocupan o que son actuales) pero con recursos más
restringidos.
Hay instancias donde la importancia de las condiciones es más relevante, como
por ejemplo, en la elaboración de tesis de grado o posgrado. En esos casos
operan dificultades para iniciar una investigación, ya que, los recursos escasos y
el posicionamiento institucional débil propio de un estudiante universitario
complejizan la tarea de seleccionar un tema de investigación, aunque, pareciera
poder elegir con libertad su tema de investigación debe someterse a ciertas
restricciones. Es recomendable que, en una investigación de este tipo se sigan
algunas de las siguientes recomendaciones.
Se debería plantear un tema concreto y viable, ello supone definir un tema
delimitado y preciso, sobre el que pueda encontrar antecedentes y bibliografía
accesible, y que el referente empírico sea factible de ser investigado. Más allá de
que haya múltiples temas de interés, éste no puede dirigirse sobre áreas del
conocimiento que se conoce de manera superficial, es recomendable que, se
seleccionen cuestiones sobre las que ya se haya estudiado, aunque sea solo de
formas teórica. Resulta útil escoger temas en los que ya se haya trabajado, en los
cuales se pueda contar con el consejo y la orientación de académicos,
investigadores y profesionales más experimentados en el tema.
En términos generales, la apertura de una investigación remite a la identificación o
selección de un determinado recorte de la realidad, esta acción puede presentar
variantes, el problema elegido como punto de partida puede originarse en una
motivación o provecho personal o, como sucede en la mayoría de los casos, en un
requerimiento o exigencia institucional. Las demandas de organizaciones del
tercer sector, de instituciones académicas, de actores estatales y privados
constituyen una fuente fundamental de generación de investigaciones, estas
instancias ponen a disposición recursos a fin de que se produzcan conocimientos
que ellas requieren como insumos para su actividad. Esta demanda concretada en
requerimiento, por supuesto, orienta la investigación y encuadra no sólo la
temática, sino también, la perspectiva teórica y metodológica.
Según Pons (1993) la demanda de investigación se puede presentar bajo tres
variantes, que representan diferentes formas de negociación entre la instancia de
demanda y la instancia de investigación. La formulación de la demanda puede
concretarse en un ceñido plan que suponga una serie detallada de prescripciones
técnicas y teóricas, aquí el margen de negociación es escaso; se puede presentar
una situación más flexible que la anterior, donde se exige abordar un tema en
términos de objetivos, las condiciones económicas y la presentación de un
proyecto para su evaluación y, finalmente, la demanda puede concretarse de
forma flexible a partir solo de una indicación de objetivos generales a cumplir.
Para Henríquez y Barriga (2003) la distinción entre el trabajo de investigación
realizado a partir de requerimientos institucionales, enmarcados en satisfacer las
necesidades de grandes organizaciones y el realizado por un estudiante o
investigador que busca investigar para aprobar una etapa educativa o para
justificar el trabajo en un campo académico se puede conceptualizar desde dos
tipos de objetos de estudio “… el objeto artesanal vs. el objeto prefabricado. Esta
distinción refleja, en nuestra opinión, una diferencia fundamental en el quehacer
de la investigación social y dice relación con el origen de las inquietudes que
impulsan la investigación: nuestras o ajenas. El objeto artesanal es aquel que
nace desde nuestros propios intereses científicos, cualquiera que sea el origen de
estos. El objeto prefabricado, al contrario, es el objeto que nace de los intereses
de otros actores sociales, como son organismos gubernamentales, empresas,
organizaciones sindicales y gremiales, organismos financiadores de investigación,
etc., y cuyo estudio es demandado a los científicos sociales.” (Henríquez y
Barriga, 2003)
Los esquemas teóricos ya están presentes antes de que se inicie la actividad
investigativa, ya que, los investigadores portan una estructura cognitiva que
orienta sus prácticas en el campo científico o en el campo correspondiente a la
organización donde trabaje (empresa, organismo estatal, organización social,
universidad). Estos esquemas promueven que la instancia de investigación tenga
determinada orientación al enfrentarse con ciertas demandas o requerimientos, o
al interrogar la realidad desde una perspectiva personal.
En un primer momento el problema de investigación se puede materializar en la
narración preliminar de una situación en un contexto determinado, el cual será la
materia prima con la que se consolida la etapa del problema dentro del proceso de
investigación. La elaboración inicial del problema deberá analizarse para generar
la constitución definitiva del mismo. Una vez planteado el problema, como un
boceto, se hace necesario preparar la búsqueda de la información que esté
disponible en el campo científico sobre el tema a abordar. Como consecuencia de
esta necesidad, el investigador debe iniciar un proceso de evaluación de lo
esbozado en el problema preliminar a partir de examinar la literatura y los
antecedentes sobre el tema específico propuesto en la investigación, como
resultado de esta acción se produce la definición definitiva del problema de
investigación. Esta actividad de validación del problema le permitirá al investigador
fundamentar el acotamiento (temático, temporal y espacial) del área de interés y
del enfoque metodológico que se implementará.
La construcción final del problema, dentro de la investigación, consiste en un
proceso de demarcación de una realidad problemática y relevante desde una
determinada perspectiva teórica, social y temporal. La delimitación del tema a
investigar es una etapa necesaria en todo proceso de elaboración de datos
empíricos, ya que, evita que la ambigüedad ingrese en el proceso de investigación
planteado, haciendo inviable su legitimación dentro del campo científico. La
cantidad y calidad de la información previa que el investigador obtenga o que haya
producido en estudios previos sobre el tema redundará en la precisión y claridad
en la presentación, fundamentación e implementación de la investigación.
Hernández Sampieri, Collado y Mendez (2001) establecen que el investigador al
sumergirse en la búsqueda de antecedentes teóricos y empíricos vinculados al
problema planteado puede enfrentarse a una serie de situaciones típicas:
problemas que ya fueron investigados con asiduidad, tópicos muy estructuradas
empírica y teóricamente; temas que fueron investigados pero que se encuentran
poco estructurados; también hay investigaciones realizadas sobre la temática
implícita en el problema, pero con pocos materiales publicados como
antecedentes; y, por último, cuestiones no investigadas.
Estas variadas situaciones van a desembocar en las decisiones de diseño y
circunscripción que el investigador debe formalizar en el planteamiento definitivo
del problema. La delimitación final del problema de investigación permite
especificar y ajustar el problema redactado inicialmente para que puedan
desplegarse operaciones de producción de información de manera precisa y
limitada a fin de evitar confusiones y ambigüedades. La circunscripción del
problema permite obtener una visualización acerca de la claridad en las
intenciones del investigador y permite evaluar la estrategia adoptada acerca de
cómo se deben dirigir sus esfuerzos para satisfacer las demandas implícitas
presentes en el problema planteado.
Samaja (1997) afirma que para que un problema de conocimiento se transforme
en un problema científico deben sucederse una serie de etapas.
“a.-circunscribir el campo del problema de conocimiento de que se trata;
b.-examinar las respuestas (o sistemas de creencias) disponibles, mostrando sus
limitaciones por referencia a los hechos que deben esclarecer, e igualmente,
c.-examinarlas por referencia a los contextos teóricos y a las relaciones de
compatibilidad o incompatibilidad con otros conocimientos que se estime bien
establecidos;
d.-establecer la relevancia o la importancia del problema, por referencia a los
esfuerzos o costos que involucraría asumirlo como problema científico y al impacto
(en el conocimiento, en las técnicas y/o la realidad misma) que se espera obtener
con la investigación.”
Se podría aseverar que esta instancia inicial del proceso de investigación científica
implica una dialéctica en la que intervienen factores epistemológicos, políticos,
institucionales, económicos y subjetivos. Estos múltiples factores, en su compleja
y coyuntural interrelación, posibilitan y, a la vez, recortan las condiciones de
emergencia de la producción científica. En el problema, como instancia inicial de
una investigación, se tienen que cristalizar estos determinantes, haciéndolos
explícitos.
La redacción del problema de investigación
Desde el punto de vista de los lectores de la investigación debe poder apreciarse,
a partir de la lectura del problema de investigación planteado, el fundamento que
permitió a la instancia de investigación el diseño de la misma, para ello es
conveniente que el planteamiento del problema se construya como la narración de
una situación inicial, previa a la investigación, que involucra a contextos y actores
que presentan ciertas contradicciones o funcionamientos incoherentes o
imprevistos, desde determinados puntos de vista involucrados en la investigación,
y que, por supuesto, implican un desafío a esclarecer en el plano cognitivo. La
lectura del problema debe generar interrogantes, que puedan ser resueltos
empíricamente en el plano cognitivo, la investigación consecuente del
planteamiento del problema implica la generación de información sobre el mismo,
no supone la resolución de estos hechos problemáticos que fundamentan la
investigación.
Para Sierra Bravo (1979) hay ciertas reglas a tener en cuenta para plantear el
problema, las mismas establecen parámetros para su elaboración, para este autor
el problema no debe ser ambiguo y muy amplio, debe ser bien concreto, debe
estar redactado y delimitado de manera precisa. La elaboración del problema
consiste en una redacción concreta y explícita de hechos que evidencien lagunas
de información, un funcionamiento inesperado o inusual, desde una determinada
perspectiva desde donde el investigador explicita sus condicionantes personales e
institucionales. El problema, como etapa inicial del proceso de investigación,
consiste en la exposición del investigador de un contexto donde se presentan
situaciones que requieren, potencialmente, de la elaboración de datos, para que
se las pueda describir, conocer, explicar o comprender con mayor profundidad, y
para que se genere, con basamento empírico valido, la iluminación de las
circunstancias planteadas como problemáticas.
La construcción de un problema de investigación debe respetar una serie de
estrictas restricciones en cuanto a su escritura, al redactarlo el investigador debe
descartar el uso de un lenguaje ambiguo, los actores y hechos presentados en
esta instancia deben ser detallados con precisión y debe ser contextualizados, le
corresponde que en su elaboración se descartar la inclusión de juicios de valor o
la presencia no explícita de conceptualizaciones teóricas.
Como el primer paso del proceso de investigación, el planteamiento de un
problema representa un elemento fundamental para que la investigación sea
considerada viable y tenga una justificación adecuada. La viabilidad en una
investigación es la resultante de la evaluación que haga el investigador sobre la
disponibilidad de recursos financieros, humanos y materiales que posibilitan el
alcance de un proyecto de investigación (los límites del tema a investigar).
Un recurso fundamental para poder realizar una investigación es la pertenencia
institucional a alguna organización validada por el campo científico, esta
pertenencia permite acceder y elaborar objetos de estudio que estarían
imposibilitados si la investigación no se realizase fuera de un espacio institucional.
Realizar una investigación desde un ministerio público o desde algún organismo
internacional facilita la tarea de investigación, ya que por la legitimación
institucional aumenta la probabilidad de que quienes sean estudiados acepten la
propuesta de participación en un proyecto de investigación. Los recursos
financieros, humanos y temporales que se dispongan para la investigación y el
posicionamiento organizacional de la instancia de investigación posibilitan que el
alcance de la temática tenga mayor o menor delimitación, un estudio de alcance
nacional resultara muy dificultoso para un estudiante pero no para un equipo de
investigación que trabaja para un organismo estatal de nivel nacional.
El problema es el resultado de una intencionalidad (requerimiento institucional)
que genera la propuesta de investigación, el propósito encarna concretamente lo
que se quiere modificar a partir de los datos, indica cual es la utilidad potencial de
la investigación con respecto a la demanda organizacional, social o institucional
que motivo la necesidad de producir datos. La justificación de una investigación
consiste en la explicación del alcance de sus propósitos, de las razones
cognitivas, sociales o económicas que motivan y dan fundamento a la
investigación. Es necesario remarcar que la fundamentación de las
investigaciones remite directamente al contexto político, social y económico que
históricamente sienta las bases de la legitimación del quehacer científico.
Se podrían establecer determinados criterios para apreciar un problema de
investigación, según Hernández Sampieri, Collado y Mendez (2001), cuanto mayor
sea el número de respuestas que conteste la propuesta o protocolo presentado
mayor será la solidez en la que investigación asiente sus bases para justificar su
realización. Algunos de los criterios más relevantes son:
Conveniencia: ¿Para qué sirve? ¿Qué interés subyace a la propuesta?
Relevancia social: ¿A quiénes beneficiará y de qué manera?
Implicaciones prácticas: ¿Ayuda a resolver algún problema práctico? ¿Podrán las
conclusiones trasladarse a acciones concretas de modificación?
Valor teórico: ¿Se logrará llenar algún hueco de conocimientos?; ¿Se podrán
generalizar los resultados?; ¿La información que se obtenga servirá como prueba
de alguna teoría?
Utilidad metodológica: ¿Ayuda a crear nuevas técnicas de elaboración y/o análisis
de datos?; ¿Permite la definición de un concepto, variable, relación entre
variables, indicadores, índices?; ¿Establece nuevos modos de estudiar más
adecuadamente una población?
El ejemplo, que se encuentra a continuación, presenta un problema que se
corresponde con una investigación en el campo escolar.
“En el discurso público sobre los alcances y las consecuencias de la acción de la
educación formal en la sociedad contemporánea es muy común registrar de parte
de las voces de funcionarios, especialistas, pedagogos, maestros e instituciones la
importancia que le atribuyen en el presente y en el futuro al aprendizaje
permanente de toda la población, y, como condición previa, la necesidad de la
actualización constante de aquellos actores intencionalmente e institucionalmente
encargados de llevar adelante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
A partir de un trabajo de relevamiento de las capacitaciones docentes en el
territorio bonaerense, implementado por el Gabinete Pedagógico de la Dirección
de E.G.B. de la Provincia de Buenos Aires, durante el período 2000-20001, surgió
una situación que llamó la atención de los integrantes de este equipo; la
experiencia vivenciada remitió a las impresiones registradas por ellos a partir de
las conversaciones con diferentes capacitadores docentes. Los mismos
comentaron que, recurrentemente, habían constatado (a través de seguimientos
posteriores al dictado de los cursos de capacitaciones, que tomaron a las prácticas
docentes como el eje central) la siguiente situación: inicialmente, los maestros
declaraban, al cerrarse las actividades de capacitación, la importancia y utilidad de
lo trabajado en el curso; de esta forma, parecía que los asistentes visualizaban las
tareas llevadas a cabo durante el curso o jornadas, como altamente positivas; pero
en una instancia posterior, durante la instancia de seguimiento y evaluación, se
observaba una asimilación superficial, concretada en el plano formal de los
contenidos y las estrategias trabajadas durante de la capacitación previa.
El ejemplo se volvía a repetir al escuchar directamente a los capacitadores del
Área de Lengua, ellos mencionaban el caso de muchos docentes que en cursos y
jornadas demostraban gran entusiasmo por los resultados del trabajo con
diversidad de textos, y que, posteriormente, a corto o mediano plazo,
abandonaban esta modalidad para volver a utilizar el libro único de lectura.
Asimismo, se observó un fenómeno similar en el Área de Matemática con aquellas
propuestas que, por ejemplo, perseguían facilitar a los alumnos la construcción de
un algoritmo por caminos diferentes al convencional, y que si bien los docentes se
mostraban maravillados por los resultados obtenidos, este modo de producción
matemático no se alcanzaba a consolidar en el tiempo, los maestros volvían,
paulatinamente, a prácticas inicialmente superadas.
A través del análisis de las actividades en los salones de clase, y dialogando con
docentes y directivos, los capacitadores concluían que, para ellos, era muy común
registrar la incidencia de las capacitaciones. A partir de estas evaluaciones, ellos
interpretaban que los cambios en las tareas escolares, que verificaban en una
primera instancia, sólo eran periférico a las prácticas docentes; no las
transformaba, como estaba previsto en la intención de las líneas de acción de la
capacitación docente brindada.
La recurrencia de situaciones similares a las desarrolladas en la descripción
previa, indujo a que se planteara esta investigación, orientada a la necesidad de
abordar el fundamento de los sentidos que subyacen a los comportamientos
evidenciados en los párrafos anteriores. Así, a partir del requerimiento de la
Dirección de E.G.B. de la Provincia de Buenos Aires se decidió explorar e
interpretar las concepciones que los docentes de E.G.B. 1 y 2 bonaerenses tienen
en torno a sus experiencias educativas, a fin de producir, a partir de ellas, una
reflexión de los mismos sobre su forma de pensar, acerca de sus prácticas
escolares habituales, y como consideran que esta incide en sus tareas laborales.
Aunque la problemática tiene relación con la población docente de E.G.B. 3, no se
la tomó en consideración para este estudio, pues los factores que se condensan
en las prácticas de este personal remiten a una contextualización política e
institucional de una complejidad y de una naturaleza diferente a la que está
entramada en la población que toma parte de esta investigación.” (Serbia, 2012)
Capítulo 4
OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
Temas claves:
Función de los objetivos.
Redacción de objetivos.
Objetivos generales y objetivos específicos.
Redacción de objetivos.
Propósitos y pasos procedimentales.
La función de los objetivos en la investigación científica
Los objetivos de investigación evidencian la intencionalidad de la instancia
investigativa, enmarcada por los condicionantes resultantes de las exigencias del
campo académico, del paradigma utilizado y de la demanda institucional que
enmarca el surgimiento de la investigación. Los objetivos en una investigación
deben orientar, sintetizar y materializar la finalidad del investigador, por ello a partir
de la lectura de los objetivos de un protocolo o informe de investigación se tendría
que obtener una idea aproximada de los datos que se pretenden relevar, que
métodos y técnicas se podrían emplear para su concreción. Los objetivos permiten
que el lector que se acerca a la investigación conozca cuales son los datos que
van a producir o que ya se han materializado en la investigación.
Los objetivos de investigación implican el planteamiento de una acción cognitiva
que el investigador va a desarrollar, esta acción supone una coherencia a lo
delineado en la instancia previa, en el problema de investigación, ya que en este
se deja en evidencia la ausencia de respuestas ante el escenario planteado. Los
objetivos de investigación tienen una íntima relación el planteamiento del
problema, representan una etapa del proceso de investigación que gravita en las
condiciones de éxito de la tarea del investigador.
La elaboración de los objetivos emerge, por un lado, de la problemática que inicia
el proceso de investigación y, por el otro, de la elección teórica y metodológica
para abordarla. En los objetivos se concreta cual es el tipo de investigación que se
pretende elaborar, si la investigación será cuantitativa (exploratoria, descriptiva,
correlacional, causal)3 o si será cualitativa. Esta etapa del proceso de
investigación evidencia el rumbo de la propuesta de investigación, es central, pues
da cuenta de la coherencia y delimitación del proyecto y de su producto final.
A través de los objetivos de investigación no sólo se vislumbraría la originalidad de
la propuesta de investigación sino que, también a través de ellos, se podría estar 3 Tipos de investigación, según Hernández Sampieri, Collado y Méndez (2001):
Exploratoria: cuando el tema carece de antecedentes, busca examinar un problema poco
estudiado, plantea fenómenos nuevos o con enfoque no trabajado con anterioridad. Este
tipo de estudio puede servir para familiarizarse con a temática y reconfigurar un posterior
estudio descriptivo. Ejemplo: una investigación sobre las condiciones de vida (variable) de
población Trans (travestis, transexuales, transgéneros) supone una temática que es
exploratoria no con respecto a las variables sino con relación al universo.
Descriptiva: buscan caracterizar las propiedades de un universo. Establece las
dimensiones y las variaciones de una o más variables del universo sin hacer asociaciones
entre ellas. Ejemplo: los censos de población representan por excelencia a los estudios
descriptivos. En ellos se describen pormenorizadamente variables tales como nivel
educativo, migraciones, situación laboral, etc.
Correlacional: estos estudios pretenden comprobar si hay asociación entre variables o
entre categorías de dos o más variables. Ejemplo: una investigación que pretende asociar
la citación laboral de los estudiantes de universidades públicas y su rendimiento
académico.
Causal: pretenden comprobar una relación de causa y efecto entre dos o más variables.
Supone la comprobación previa de una asociación (para que exista una causalidad debe
existir una correlación) para que posteriormente se concrete la explicación que vincula
causa y efecto. Ejemplo: un estudio que pretende conocer si hay una causalidad entre la
trayectoria educativa de los alumnos bonaerenses con respecto a la trayectoria educativa
de sus padres.
al tanto acerca del tipo de investigación planteado. Los objetivos de la
investigación representan la correspondencia entre la intencionalidad de la
propuesta de investigación con un estado de situación de la temática implicada,
por lo tanto, los objetivos son también el resultado de la búsqueda preliminar de
investigaciones ya realizadas, publicaciones u opiniones de especialistas que,
profesionalmente, trabajaron anteriormente con el problema en cuestión.
En una primera instancia, inmediatamente a continuación de la elección del
problema de parte del investigador o del requerimiento institucional de concretar
una determinada investigación, debe haber una elaboración de lo que se podría
denominar como los objetivos de investigación preliminares. Estos objetivos sirven
de orientación al investigador para recabar los antecedentes teóricos,
conceptuales y metodológicos de la temática que se pretende abordar. El destino
de estos objetivos preliminares es ser reemplazados, ya que, luego de revisar lo
que se denomina el “estado del arte”, se los examinan y se evalúa la conveniencia
de ratificarlos o modificarlos, para concretar los objetivos de investigación que
marcarán la directriz definitiva de la tarea investigativa.
Objetivos generales y específicos
El planteamiento de los objetivos de investigación definitivos supone que la
investigación está encaminada teórica y conceptualmente, esto permite trabajar
sobre los mismos para que se puedan articular los objetivos generales con los
específicos. Con respecto a la elaboración de los objetivos generales y específicos
se puede afirmar que los objetivos generales representan el alcance máximo de lo
que se quiere registrar durante una investigación en términos de información, con
implicancias acerca del tratamiento de los datos que a través de la investigación
se pretende elaborar (encarnan en términos integrales y exhaustivos los temás
que se van a investigar).
Los objetivos específicos se desprenden del objetivo general, ya que, plantean la
misma temática (contienen las mismas variables) pero con un nivel menos
abstracto ya que cada objetivo especifico se dirige a un nivel más concreto de lo
planteado en aquel. Cada concepto o variable contenidos en cada objetivo
específico tiene un nivel de abstracción menor y se deriva de algún concepto o
variable que se encuentra en el objetivo general.
Los objetivos específicos cumplen la función de evidenciar la operacionalización
conceptual (actividad que intenta trasladar, de manera fundamentada, un concepto
teórico hacia su registro empírico) en dimensiones o subvariables (componentes
de la variable, son aspectos o conceptos más cercanos al registro empírico que la
variable de la cual forman parte) de las variables contenidas en el objetivo general.
Debido a ello, los objetivos específicos deben tener una máxima coherencia de
inclusión con respecto a los objetivos generales, son las partes constitutivas del
objetivo general.
Cada dimensión o subvariable contenida en cada objetivo específico es una parte
constitutiva de la variable presente en el objetivo general. Los objetivos
específicos no debe “desbordar”, o ir más allá de lo que se plantea en el objetivo
general, aquellos nunca pueden implicar el planteamiento de una operación lógica
(explorar, describir, correlacionar, explicar) de alcance superior a la planteada en
el objetivo general. Por ejemplo, si el objetivo general es descriptivo no puede
desprenderse del mismo un objetivo específico causal, ya que esto implica un
procedimiento de un alcance diferente. Por ejemplo, en un estudio sobre los
estudiantes universitarios se establecen los siguientes objetivos generales y
específicos:
Objetivos generales:
Describir las condiciones de vida y las características sociodemográficas de los
estudiantes de universidades públicas de la Provincia de Bs. As.
Objetivos específicos:
Conocer a los estudiantes de universidades públicas de la Provincia de Buenos
Aires con respecto a sus condiciones de vida: salud, educación, vivienda,
ocupación, características del entorno y seguridad social.
Determinar las características sociodemográficas de los estudiantes de
universidades públicas de la Provincia de Bs. As.: composición del hogar,
relaciones familiares y afectivas, migraciones, fecundidad, edad, participación
social, pertenencia a pueblos originaros y/o afrodescendientes.
La cantidad de objetivos específicos que se desprenden de un objetivo general
obedece de la profundidad de la investigación (lo cual, a su vez, resulta de la
intención del investigador, de los condicionantes y de los recursos que disponga) y
de la definición conceptual de las variables implicadas (lo que resulta del marco
teórico conceptual que respalda la investigación). Los conceptos o variables que
se presenten en los objetivos específicos deben ser dimensiones del concepto/s o
variable/s contenidas en el objetivo general. Por ejemplo, si en el objetivo general
se plantea generar información sobre el nivel socioeconómico de una determinada
población cada objetivo específico deberá plantear la elaboración de datos sobre
cada una de sus dimensiones: situación laboral, escolarización y patrimonio.
Se recuerda que los conceptos contenidos en los objetivos deben estar
desarrollados y justificados en el marco teórico, donde se los define conceptual y
metodológicamente, es desde el marco teórico donde se justifica como se
operacionalizarán las variables en determinadas dimensiones. Las subvariables
contenidas en los objetivos específicos se encuentran presentes en las variables
del objetivo general, pero, están expresadas de una forma más concreta,
especificadas en sus aspectos o dimensiones. En el siguiente ejemplo la variable
que se especifica en los objetivos específicos está presente en el objetivo general,
las condiciones de seguridad laboral.
Objetivo general
Analizar las condiciones de seguridad laboral de las industrias metalúrgicas del
partido de San Martín.
Objetivos específicos
Establecer las condiciones de seguridad laboral de los trabajadores de las
industrias metalúrgicas del partido de San Martín.
Describir las condiciones de seguridad laboral de las maquinarias de las industrias
metalúrgicas del partido de San Martín.
Determinar las condiciones de seguridad laboral de las instalaciones accesorias
de las industrias metalúrgicas del partido de San Martín.
En el ejemplo presentado a continuación la variable que se especifica es el
rendimiento académico.
Objetivo general
Establecer el rendimiento académico de los alumnos de la U.N.Lu.
Objetivos específicos
Determinar la duración de la carrera de los alumnos de la UNLu.
Caracterizar las calificaciones de los alumnos de la U.N.Lu.
Describir las modalidades de cursada y aprobación de las materias de los alumnos
de la U.N.Lu.
En la investigación cuantitativa, debido al carácter rígido y cerrado de este tipo de
estudios, los objetivos generales y específicos deben expresar con precisión las
variables y su operacionalización sin vaguedad, además, una vez establecidos no
sufren modificaciones a través de la concreción de las etapas posteriores. A
diferencia de la investigación cuantitativa, en la cualitativa los objetivos pueden
expresarse con una mayor ambigüedad, ya que, al estructurarse a partir de un
diseño abierto y flexible a la producción de datos, los objetivos pueden ser
modificados durante el proceso recursivo entre la teoría y los datos. A
continuación, se presentan dos conjuntos de objetivos pertenecientes a
investigaciones cualitativas.
Objetivo general:
Comprender las significaciones que expresan docentes bonaerenses de E.G.B. 1
y 2 acerca de las prácticas laborales y de los actores de su comunidad escolar.
Objetivos específicos:
Indagar en las descripciones que maestros de E.G.B. 1 y 2 realizan sobre las
problemáticas vivenciadas en su tarea diaria.
Establecer las concepciones que los docentes tienen hacia sí mismos y hacia los
alumnos de la comunidad educativa.
Analizar las manifestaciones que docentes de E.G.B. 1 y 2 realizan acerca del
alcance y las posibilidades de sus acciones escolares.
(Serbia, 2005)
Objetivo general:
Analizar, desde una perspectiva identitaria, las vivencias y experiencias de
personas que establecen identificaciones con estilos de vida no convencionales en
su búsqueda de trabajo y a partir de su pertenencia a organizaciones laborales
formales.
Objetivos específicos:
Registrar las percepciones que las personas que se identifican con estilos de vida
no convencionales han establecido a partir de sus experiencias laborales acerca
de las regulaciones institucionales en la imagen y en el comportamiento.
Establecer las respuestas que estas personas elaboraron con respecto a su
presentación personal ante las exigencias de las organizaciones laborales.
Comprender las significaciones que estas personas establecieron a partir de la
contraposición entre el estilo de vida propio y el impulsado por su trabajo. (Serbia,
2006)
Recomendaciones para la redacción de objetivos de investigación
La redacción de los objetivos debe ser clara y precisa, conviene emplear un
lenguaje sencillo para exponer las acciones que se van a realizar para generar la
información pretendida. Indefectiblemente, corresponde comenzar la escritura de
los objetivos con un verbo que implique una acción cognitiva a cumplir. Algunos de
los verbos que se utilizan más comúnmente en los trabajos de investigación son
los siguientes:
Conocer Establecer Indagar Comprender Determinar
Describir Explicar Analizar Comparar Indicar
El verbo empleado debe expresar las intenciones del investigador, estos no tienen
el mismo significado, cada uno de ellos expresará de forma definida las acciones
metodológicas que se emplearan para construir los datos. Para obtener claridad y
precisión el investigador debe tener presente que al redactar los objetivos deben
estar incluidas en ellos las variables que se quieren registrar y también la
delimitación del universo. No se puede investigar la “realidad”, toda investigación
supone un recorte de la misma, por ello, la delimitación es una actividad central
que debe realizar el investigador, ya que permite el encuadre del proyecto de
investigación en un determinado contexto, en relación a ciertos referentes
empíricos y dentro de coordenadas de espacio y tiempo. Con respecto a esta
necesaria delimitación Wainerman explica que, al no hacerlo, se produce una
“formulación de un objetivo tan amplio que no es susceptible de ser investigado
durante la vida útil de un individuo”. (Wainerman y Sautu, 2001)
A través de los dos próximos ejemplos se expone este error:
Analizar los procesos de marginación social.
Establecer las consecuencias familiares del desempleo.
Los objetivos no deben confundirse con los propósitos de una investigación, estos
implican una acción de resolución de la situación implicada en el problema, para la
cual la investigación es un insumo necesario pero no suficiente para transformar
esas circunstancias. La redacción de los objetivos y los propósitos presenta una
similitud, en ambos casos se inician con un verbo que implica una actividad a
cumplimentar, pero hay que tener en cuenta que al redactar un objetivo lo que
siempre se va a plantear es una acción cognitiva, ya que el quehacer investigativo
es una labor destinada a la obtención de datos y nunca es una acción de
transformación de la realidad, más allá que los datos que se produzcan puedan
emplearse, más adelante, para la transformación de lo real.
Wainerman (2001) caracteriza este error como la “…confusión entre producción de
conocimiento sobre la realidad y elaboración de políticas y/o planes de acción para
operar sobre ella, o entre objetivos de investigación y propósitos a largo plazo.” En
el siguiente ejemplo se puede presentan propósitos que pueden ser presentados
como objetivos.
Motivar a los docentes de la Provincia de Buenos Aires para que ajusten su
propuesta áulica a partir de los criterios curriculares dados por el gobierno
provincial.
Elevar el rendimiento académico de los alumnos de las universidades nacionales
de la Provincia de Bs. As.
Un error muy común al elaborar objetivos de investigación es redactarlos de forma
ambigua, empleando términos que, en si mismos, no permiten dar cuenta de los
datos que generara la investigación. Al no precisar, en los objetivos, que tipo de
datos se van elaborar la investigación propuesta abre incertidumbres al lector
acerca de que estudio se va a realizar. Wainerman establece que este es el
“…error de dejar a cargo de la realidad la especificación del objetivo que se habrá
de investigar en ella”. (Wainerman y Sautu, 2001)
Los ejemplos de este error son los presentados a continuación.
Analizar las causas del aumento del desempleo en la provincia de Córdoba
durante el último trimestre.
Establecer las razones por las cuales los alumnos bonaerenses tienen un
rendimiento superior en lengua que en matemática.
Señalar los factores que producen la baja autoestima de la amás de casa de más
de 50 años.
Las causas, las razones o los factores no indican nada preciso acerca de que se
va a investigar, ya que las causas, razones o factores pueden ser infinitas, de
naturaleza diversa (familiares, económicas, políticas, motivacionales, biológicas,
demográficas, etc.).
Otra regla a tener en cuenta al redactar objetivos de investigación es que no debe
confundirse la acción cognitiva que supone un objetivo con las acciones
procedimentales vinculadas a la concreción de las diferentes etapas del proceso
de investigación. Las acciones procedimentales son las actividades instrumentales
(técnicas) que lleva adelante el investigador para poder acceder al referente
empírico y para que los datos puedan ser registrados. Los objetivos siempre
establecen que datos se van a producir y nunca deben representar el
planteamiento sobre cómo se van producir. Este error supone una “…confusión
entre objetivo específico y paso a recorrer en el desarrollo de la investigación.”
(Wainerman y Sautu, 2001)
Un error de esta naturaleza pueden hallarse hasta en libros de metodología de
elevada circulación. El primer ejemplo, que se presenta a continuación,
corresponde al libro Metodología de la investigación para administración y
economía de Bernal Torres (1999) y el segundo ejemplo al libro de Méndez
Álvarez (2006) titulado Metodología. Hay que aclarar que en el ejemplo de este
último texto se pueden observar dos ejemplos donde se presentan dos errores, en
el objetivo general la confusión entre propósito y objetivo, y en los objetivos
específicos se presenta el error que implica la inclusión de una acción
metodológica como objetivo de investigación.
“Objetivo general
Analizar la actitud de los directivos nacionales de la industria manufacturera
respecto a la innovación y creatividad en sus organizaciones.
Objetivos específicos
Elaborar un marco teórico sobre la actitud de los directivos de empresas respecto
a la innovación y creatividad en las organizaciones productiva.
Diseñar un instrumento de medición de actitudes con sus respectivas pruebas de
validez y confiabilidad para aplicarlo a la población seleccionada.” (Bernal Torres,
1999)
“Objetivo general
Proponer estrategias gerenciales y administrativas que permitan a las empresas
adoptar un sistema de gestión eficiente que las convierta en socialmente
responsables y contribuyan al crecimiento de las personas, la sociedad y el medio
ambiente externo.
Objetivo específico
Realizar un análisis crítico de los acercamientos teóricos y conceptuales sobre la
ética empresarial, la responsabilidad de la empresa y el desarrollo sostenible, a fin
de elaborar el marco de referencia del proyecto.” (Méndez Álvarez, 2006)
Otros errores frecuentes en la redacción de objetivos de investigación son el
cambio de las variables y del universo entre el objetivo general y los específicos.
Objetivo General
Analizar el incremento del consumo de alcohol en la Ciudad de Rosario.
Objetivos Específicos
Estudiar el aumento de la compra de bebidas alcohólicas.
Evaluar el nivel de ingresos de los pobladores que consumen bebidas alcohólicas.
Analizar la política de precios con respecto a las bebidas alcohólicas.
En el objetivo general se propone conocer algo que ya se da por conocido “el
incremento del consumo de alcohol”. Esta variable no vuelve a estar presente en
los objetivos específicos. En el primer objetivo específico se confunde la variable
“consumo de alcohol” con la variable “compra de bebidas alcohólicas”. En el
objetivo siguiente se agrega la variable “nivel de ingresos”. Asimismo, se cambia el
universo, ya que, en el objetivo general se plantea que se va a analizar a la
población de la ciudad de Rosario y en este objetivo específico se establece a la
población que consume bebidas alcohólicas como universo. En el último objetivo
se cambia, nuevamente, el universo, ahora se estudiaría al Estado o a las
empresas productoras, y se agrega una nueva variable “política de precios de
bebidas alcohólicas”.
En la elaboración de los objetivos específicos no se debe cambiar o especificar el
universo con respecto a lo planteado en el objetivo general. En los siguientes
ejemplos se aborda el error de especificar el universo.
Objetivo general
Determinar las condiciones de seguridad laboral de las PYMES de la Provincia de
Bs. As.
Objetivo específico
Describir las condiciones de seguridad laboral de las PYMES del Partido de La
Matanza.
Objetivo general
Analizar el patrón de uso de agua corriente de los encargados de edificios de la
Ciudad de Bs. As.
Objetivo específico
Establecer el patrón de uso de agua corriente de los encargados de edificios del
Barrio de Flores.
En este último ejemplo el error se encuentra en el objetivo específico, allí en lugar
de volver más específica la variable “patrón de consumo de agua corriente” lo que
se especifica es el universo.
Otra equivocación recurrente se presenta cuando se agregan en el objetivo
específico nuevas variables no presentes en el objetivo general.
Objetivo general
Conocer el nivel socioeconómico de los estudiantes de la UNLu.
Objetivo específico
Determinar la situación laboral de los alumnos de la UNLu y su rendimiento
académico.
El próximo ejemplo da cuenta de algunos errores, el universo aparece en el
objetivo específico y no en el general, además, en el objetivo general se plantea
como uno de las variables a estudiar la “compra de cigarrillos” y en el objetivo
específico esa variable es reemplazada por una diferente que es el “número de
fumadores”. Asimismo, en el objetivo específico se plantea describir variables
cuyos valores ya se dan por conocidos, “incremento en el número de fumadores” y
“aumento de desocupación”.
Objetivo General
Establecer la relación entre nivel de ingreso, situación laboral, y nivel de compra
de cigarrillos.
Objetivo Especifico
Analizar el incremento en el número de fumadores en Córdoba, la variación del
ingreso y aumento de desocupación.
En el siguiente ejemplo, en el objetivo general la variable “exportaciones
argentinas” se desempeña como variable independiente, pero, en el primer
objetivo específico, la variable funciona como variable dependiente de una variable
independiente (que no está presente en el objetivo general) denominada
confusamente como “precio”. Esta situación se repite en el segundo objetivo
específico, pero con una nueva variable independiente “abastecimiento del
mercado local”. En el último de los objetivos específicos aparece una nueva
variable “índices de tasas de interés a las exportaciones”.
Objetivo general
Analizar las consecuencias económicas que produjo la caída de las exportaciones
argentinas en los años 2000- 2001.
Objetivos específicos
Determinar la incidencia del precio en las exportaciones argentinas.
Analizar si el abastecimiento del mercado local influye sobre la caída de las
exportaciones.
Identificar los índices de tasas de interés a las exportaciones.
En el objetivo general se da por descontado la expansión de la variable
“desempleo” pero en primer objetivo específico se propone conocer lo que ya se
da por conocido. En el segundo objetivo específico hay un problema de lógica, si
se van a estudiar las consecuencias de una variable es imposible que estas sean
determinantes de la misma. Con respecto al universo en este objetivo hay una
confusión, ya que se considera que la población es lo mismo que la población
económicamente activa (universo establecido en el objetivo general). En el último
objetivo específico se modifica el universo, ya que en el objetivo general es la
P.E.A. y en este pasa a ser la población que recurre a la actividad ilegal.
Objetivo general
Analizar la relación existente entre la expansión del desempleo y el crecimiento del
delito en la población económicamente activa.
Objetivos específicos
Conocer la evolución del desempleo.
Estudiar las consecuencias que determinan la comisión de delitos en la población.
Evaluar la situación laboral de la población que recurre a la actividad ilegal.