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-1- LAS TEMPORA, LAS AESTUS Y LAS VELOCIA Diciembre, 2011 Hay un aspecto de la luz astral que es esencial en todo trabajo mágico y es el de las Mareas. Caso de no conocerlas o no tenerlas en cuenta, todo trabajo intentado se convierte en una seria aventura, también podría describirse como imposible, ya que el efecto del ritual puede anularse o bien invertirse peligrosamente si se hace durante el curso de una marea inarmónica. Sin embargo, conociendo las Mareas y trabajando con ellas el mago puede vencer la resistencia y completar con éxito sus operaciones. Las Mareas, aunque también son efectivas en el plano físico, fluyen libremente en la Luz Astral, que es tanto el medio ambiente como el material de trabajo. Mareas Estacionales En cualquier tipo de trabajo, las más poderosas fluctuaciones son las Mareas Estacionales. Estas cambian cuatro veces al año en los Solsticios y en los Equinoccios. Así, la Marea que empieza a fluir en el Equinoccio Vernal o de Primavera es el Tempus Sementis; la que empieza en el Solsticio de Verano es el Tempus Messis; la que inagura el Equinoccio de Otoño es el Tempus Consilii; y la que viene con la bruma, o Solsticio de Invierno, es el Tempus Eversionis. Durante el Tempus Eversionis no deben emprenderse trabajos de magia práctica. Pero debe seguirse con el curriculum personal (en medio de la oscuridad de esa Marea brilla el Festival de Inbolc, la gran celebración de la limpieza y la renovación). De la naturaleza de las cuatro Mareas se deduce lo siguiente: - Todos los comienzos y las nuevas obras son apropiadas en el Tempus Sementis (primavera), - Los trabajos para producir resultados prácticos al Tempus Messis (verano), - Las obras que deben culminar en resultados espirituales al Tempus Consilii (otoño); - El Tempus Eversionis debe ser un periodo de retirada, de meditación y de fortaleza interna (invierno). El decir, como algunos, que el Tempus Eversionis es apropiado para las obras de destrucción es un error conceptual; es como decir, que el lugar más apropiado para provocar una explosión es un polvorín. Esta marea es tan poderosa que las orientaciones puestas en movimiento durante su curso pueden ser revitalizadas de hecho por el alba del Tempus Sementis y causar efectos distorsionados y caóticos durante la primavera. Sin embargo, y aparte de las precauciones indicadas por este hecho, no es difícil comprender que el significado de todas las mareas estacionales está siendo continuamente modificado por otras corrientes astrales; vitales, por ejemplo, en conexión con cualquier trabajo son las Aestus Lunae o Mareas Lunares. Mareas Lunares Las Aestus Lunae se corresponden a las fases de la Luna, de forma que cambian cuatro veces al mes. El tiempo de máximo poder es en la Luna Llena, el Cuarto Creciente es por naturaleza afín a todo principio y crecimiento. Los primeros días de la Luna Menguante no son necesariamente perjudiciales: hay un sentimiento general en contra de trabajar bajo la luna gibosa, pero todo lo que se necesita tener en cuenta es que el poder etérico lunar esta algo por debajo del máximo. Sin embargo, sí que es cierto que los últimos estadios visibles del menguante tienden a ser maléficos y se hallan bajo el poder de Hécate; y en el tiempo de la oscuridad de la Luna, es decir, durante los días de entre la desaparición de la Luna Menguante y la manifestación de la Luna Nueva, hay que renunciar a toda operación de magia práctica. La potencia de las Mareas Lunares fluctúa también de una estación a otra. La Luna Nueva se halla en el máximo, desde el punto de vista mágico, durante la primavera,

Mareas astrales

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LAS TEMPORA, LAS AESTUS Y LAS VELOCIA Diciembre, 2011

Hay un aspecto de la luz astral que es esencial en todo trabajo mágico y es el de las Mareas. Caso de no conocerlas o no tenerlas en cuenta, todo trabajo intentado se convierte en una seria aventura, también podría describirse como imposible, ya que el efecto del ritual puede anularse o bien invertirse peligrosamente si se hace durante el curso de una marea inarmónica. Sin embargo, conociendo las Mareas y trabajando con ellas el mago puede vencer la resistencia y completar con éxito sus operaciones. Las Mareas, aunque también son efectivas en el plano físico, fluyen libremente en la Luz Astral, que es tanto el medio ambiente como el material de trabajo. Mareas Estacionales En cualquier tipo de trabajo, las más poderosas fluctuaciones son las Mareas Estacionales. Estas cambian cuatro veces al año en los Solsticios y en los Equinoccios. Así, la Marea que empieza a fluir en el Equinoccio Vernal o de Primavera es el Tempus Sementis; la que empieza en el Solsticio de Verano es el Tempus Messis; la que inagura el Equinoccio de Otoño es el Tempus Consilii; y la que viene con la bruma, o Solsticio de Invierno, es el Tempus Eversionis. Durante el Tempus Eversionis no deben emprenderse trabajos de magia práctica. Pero debe seguirse con el curriculum personal (en medio de la oscuridad de esa Marea brilla el Festival de Inbolc, la gran celebración de la limpieza y la renovación). De la naturaleza de las cuatro Mareas se deduce lo siguiente: - Todos los comienzos y las nuevas obras son apropiadas en el Tempus Sementis

(primavera), - Los trabajos para producir resultados prácticos al Tempus Messis (verano), - Las obras que deben culminar en resultados espirituales al Tempus Consilii (otoño); - El Tempus Eversionis debe ser un periodo de retirada, de meditación y de fortaleza

interna (invierno). El decir, como algunos, que el Tempus Eversionis es apropiado para las obras de destrucción es un error conceptual; es como decir, que el lugar más apropiado para provocar una explosión es un polvorín. Esta marea es tan poderosa que las orientaciones puestas en movimiento durante su curso pueden ser revitalizadas de hecho por el alba del Tempus Sementis y causar efectos distorsionados y caóticos durante la primavera. Sin embargo, y aparte de las precauciones indicadas por este hecho, no es difícil comprender que el significado de todas las mareas estacionales está siendo continuamente modificado por otras corrientes astrales; vitales, por ejemplo, en conexión con cualquier trabajo son las Aestus Lunae o Mareas Lunares. Mareas Lunares Las Aestus Lunae se corresponden a las fases de la Luna, de forma que cambian cuatro veces al mes. El tiempo de máximo poder es en la Luna Llena, el Cuarto Creciente es por naturaleza afín a todo principio y crecimiento. Los primeros días de la Luna Menguante no son necesariamente perjudiciales: hay un sentimiento general en contra de trabajar bajo la luna gibosa, pero todo lo que se necesita tener en cuenta es que el poder etérico lunar esta algo por debajo del máximo. Sin embargo, sí que es cierto que los últimos estadios visibles del menguante tienden a ser maléficos y se hallan bajo el poder de Hécate; y en el tiempo de la oscuridad de la Luna, es decir, durante los días de entre la desaparición de la Luna Menguante y la manifestación de la Luna Nueva, hay que renunciar a toda operación de magia práctica. La potencia de las Mareas Lunares fluctúa también de una estación a otra. La Luna Nueva se halla en el máximo, desde el punto de vista mágico, durante la primavera,

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mientras que la «Luna de la Cosecha» es, con mucho, la más poderosa marea de la Luna Llena; y no solo es la más poderosa, sino también la más duradera, ya que puede observarse que la Luna de la Cosecha (agosto) se manifiesta como un disco perfecto durante tres noches consecutivas, en lugar de las dos acostumbradas.

Las Velocia Son las fluctuaciones rítmicas del manto ódico de la tierra. Su flujo es de Este a Oeste. También son conocidas como los Tattvas y por los símbolos que desde la antigüedad las han representado, pero los símbolos para el Fuego y el Agua atestiguan que este conocimiento ha estado tras la tradición Occidental, y en Occidente tiene su propia nomenclatura, llamándolas «las veloces». El flujo de las Velocia se cuenta a partir del amanecer y el ciclo se completa cada dos horas. La primera marea de la serie es Akasha, y aunque se diga que cada marea rige durante un cierto periodo de tiempo, no hay que olvidar que todas las influencias existen al mismo tiempo; sin embargo, hay un predominio en sucesión de cada Tattva sobre los demás. Así, empezando a contar desde el amanecer, cada marea rige durante 24 minutos en el orden: Akasha, Vayu, Tejas, Apas y Prithivi; así la sucesión se repite cada dos horas a lo largo del día. Los Tattvas tienen también una fase negativa, que no será considerada en este resumen. Se ve entonces como, por un simple cálculo, se puede encontrar un Tattva armonioso para cualquier tipo de trabajo, teniendo en cuenta la correspondencia entre el Tattva y la Esfera de Operación (planetas), ver libro el Tawametro de Krumm Heller. Un rito que empieza en una fase Tattvica armoniosa a menudo excede la duración de dicha fase; esto no es un infortunio, ya que al haber comenzado en el Tattva correcto, con la Colocación de las Guardias y con las invocaciones apropiadas, se proveerá al rito con efectividad de su propia corriente mágica; está, sellada dentro del circulo, será insensible a las mareas externas durante todo el tiempo restante. Las investigaciones han indicado, sin embargo, que el flujo de las Velocia está muy influenciado por las peculiaridades geográficas, magnéticas y geológicas del lugar. Algunas localidades, además, presentan perturbaciones de la fuerza de la gravedad, lo que también se refleja en el flujo de las Velocia: Chambery, en Francia, es una de tales, y hay muchas otras. Siempre que haya alguna causa de posibles variaciones, el mago debe hacer sus propios experimentos y establecer la pauta local, pero en la mayor parte de las regiones las observaciones estándar serán aplicables.

Las Horas Planetarias La influencia de las horas planetarias es muy pequeña: no es que no representen verdaderas fluctuaciones de la Luz, pero su efecto esta tan diluido e influenciado por las Velocia, que en general no es posible tenerlo en cuenta. Como se ha dicho, no siempre es necesario referirse siempre a las horas planetarias debido a la gran potencia de las Velocia; cuando las horas se consideren relevantes, deben coordinarse como se ha dicho antes. Pueden considerarse entonces como modificadores o intensificadores de los efectos de las Velocia. Las Tempora, las Aestus y las Velocia son vitalmente importantes y hay que regular siempre el trabajo mágico de acuerdo con ellas. Hay que aprender a trabajar con y a través de estas fuerzas naturales, y aunque en algunas circunstancias tenga que trabajar por necesidad bajo Mareas adversas, debe tener en cuenta, que el hacerlo es como subir por una escalera mecánica que desciende: solo una necesidad real y una confianza segura lo justificará.