Un matrimonio con propósito

Rubén Díaz Jure

Un matrimonio conpropósito

Exposición sistemática del Libro de Rut

Asunción, Paraguay — 2012

UN MATRIMONIO CON PROPÓSITODerecho de autor — Copyright © 2012 Mario Rubén Díaz JureTodos los derechos reservados. All rights reserved.

ISBN:Hecho el depósito que establece la ley 1328/98.

Diseño de tapa: Rodney Arévalo Torres

Edición al cuidado deEduardo Sánchez Gauto

Revisión editorial y diagramaciónsanchezgauto@sombragris.org(0991) 755-355

Impreso en enero–febrero 2012en los talleres de ETIGRAF SRL - Tel. 503 425Impreso en Paraguay — Printed in Paraguay

PRÓLOGO

Esta obra no trata de ser un comentario exegético delLibro de Rut. Más bien, es mi deseo poner énfasis en algunasescenas cautivantes, que sin mucho esfuerzo saltan a la vista,descubriendo en ellas, una variedad de figuras que ayudan ala mejor comprensión del libro.

A lo largo de su lectura, han surgido preguntas en mimente, que me llevaron a elaborar las posibles respuestas.Llamativamente, la mayoría de estas interrogantes brotan alconsiderar las imágenes singulares que surgen de su conte-nido. Se trata de preguntas que tienen el propósito de crearinquietudes en el corazón, desafiándonos al no conformis-mo y a la vez, animando a reevaluar algunas áreas en las quea veces pensamos que todo está bien, tanto en lo secular,espiritual, y fundamentalmente en el ámbito matrimonial.Porque es así como se titula la obra: «Un matrimonio conpropósito».

Asunción, 01 de noviembre de 2011

RUBÉN DÍAZ JURE

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DEDICATORIA

Este material va dedicado a la memoria de mis padres,don Mario Díaz y doña Sara Jure de Díaz. Desde pequeño,ellos me indicaron el camino de salvación en Cristo Jesús.

Con su ejemplo de consagración, supieron marcar en mivida el compromiso con Dios. En silencio hicieron la obraque él les había encomendado. He visto en ellos el sacrifi-cio individual y como matrimonio, porque no les ha sidofácil debido a la escasez de recursos, sortearon una y otravez las dificultades que se les presentaron en el camino, sa-cando fuerzas en tiempo de debilidad, confiando siempre enel apoyo del Señor.

Los obstáculos que aparecieron al paso nunca fueron ex-cusas para desanimarse o abandonar la labor. De ese modo,me mostraron que la dedicación al servicio del Todopodero-so debe ser el motivo principal de nuestra existencia. Agra-dezco a Dios por el ejemplo que me dejaron, porque marca-ron huellas imborrables en mi vida.

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ÍNDICE GENERAL

Prólogo V

Dedicatoria VII

1 Rut Capítulo 1 11. Texto de Rut 1:1–4 . . . . . . . . . . . . . . . . . 12. Comentario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13. Contexto histórico . . . . . . . . . . . . . . . . . 34. Preguntas que surgen en mi mente . . . . . . . 55. Algunas palabras sobre las ciudades que va-

mos a considerar . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66. Breve comentario sobre los nombres de los

personajes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77. Versículos 5-10 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98. El amparo de Dios a las viudas . . . . . . . . . 129. El largo y tortuoso camino del regreso a casa 1310. Versículos 11–22 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1611. Mensajes que transmiten nuestro estado de

ánimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1712. Luchando contra el negativismo . . . . . . . . 2113. Esforzaos a entrar por la puerta estrecha . . . 2114. Perseverando en el camino . . . . . . . . . . . . 2215. Amistades y lazos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2316. La filosofía de la vida . . . . . . . . . . . . . . . 2417. Juntas hasta llegar al objetivo . . . . . . . . . . 27

IX

X

18. Disciplina de Dios para salud . . . . . . . . . . 29

2 Rut Capítulo 2 3119. La figura del pariente redentor . . . . . . . . . 3220. Conduciendo los pasos hacia el objetivo . . . 3521. Entretelones de las cosas que escapan a nues-

tra capacidad de ver o entender . . . . . . . . . 3722. La importancia de prestar oído a las indica-

ciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3823. Oyendo y obedeciendo . . . . . . . . . . . . . . 4024. Cuando la sed aparece . . . . . . . . . . . . . . . 4125. Versículos 10–17: Creced en la gracia . . . . . 4326. El secreto de mantenerse dentro del campo:

«Dentro de la gracia» . . . . . . . . . . . . . . . 4627. Recompensa y remuneración . . . . . . . . . . 4728. Refugiados bajo sus alas . . . . . . . . . . . . . . 5029. La riqueza de tener un pariente misericordioso 5030. La verdadera historia de Noemí . . . . . . . . . 5431. Rut en el campo de Booz . . . . . . . . . . . . . 5432. El consuelo de Booz, ¿en qué consistió? . . . 5533. Cuando llegue la hora de comer . . . . . . . . 5634. Trabaja por la mañana y también por la tarde 5735. Adoración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

3 Rut Capítulo 3 6336. Texto de Rut 3:1–10 . . . . . . . . . . . . . . . . 6337. ¿Cuál es la primera pregunta del pasaje? . . . 6438. La otra figura que representa Noemí . . . . . 6939. ¿Cuándo Dios se hace presente en el escenario? 7140. Rut 3:11-18 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7341. Palabras que llegan al corazón . . . . . . . . . . 7942. Una doble protección . . . . . . . . . . . . . . . 80

XI

43. Nunca de la presencia del Señor saldremosvacíos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

44. Como barro en las manos del alfarero . . . . . 82

4 Capítulo 4 8345. Rut4:1–10 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8346. Cerrando capítulos de la vida . . . . . . . . . . 8547. El fulano que pierde la oportunidad de ser

alguien . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8948. El ambiente de los privilegiados . . . . . . . . 9249. Un matrimonio con propósito: Rut 4:10–22 9250. Buenos deseos para el matrimonio . . . . . . . 9751. Demos vuelta la página . . . . . . . . . . . . . . 99

CAPÍTULO 1

RUT CAPÍTULO 1

1. TEXTO DE RUT 1:1–4

1 Aconteció en los días que gobernaban los jue-ces, que hubo hambre en la tierra. Y un varónde Belén de Judá fue a morar en los campos deMoab, él y su mujer, y dos hijos suyos. 2. Elnombre de aquel varón era Elimelec, y el de sumujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eranMahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá.Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se que-daron allí. 3 Y murió Elimelec, marido de Noe-mí, y quedó ella con sus dos hijos, 4 los cualestomaron para sí mujeres moabitas; el nombrede una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; yhabitaron allí unos diez años.

2. COMENTARIO

El libro de Rut es una demostración de la manera en queDios cuida a sus hijos, y cómo Él va guiando los sucesos enla tierra para que se cumplan sus propósitos establecidos. Esun relato en donde no vamos a encontrar la participacióndel cielo en forma espectacular, como ha sido habitual enel tiempo en que Israel estuvo en proceso de llegar hasta latierra prometida. En este libro no vamos a ver a las aguasdivididas de un mar, ni la separación en dos del curso de un

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río, como sucediera con el Mar Rojo y el Río Jordán respec-tivamente, o la milagrosa provisión de agua en medio deldesierto por las heridas ocasionadas con una vara sobre lasuperficie de una roca, o de muchas otras que se relatan enel libro de los Jueces. Sin embargo, vamos a observar cómoDios actúa detrás de la normalidad aparente de los aconte-cimientos cotidianos, velando y controlando los sucesos dela vida, con su maravillosa providencia (Hebreos 1:3) «quiensustenta todas las cosas con la palabra de su poder».

El libro de Rut es un relato conmovedor de la vida do-méstica en un hogar judío. El ir y venir de una familia, consus aciertos y desaciertos, con el agregado de un encuentrode sentimientos que inesperadamente surge entre un hom-bre y una mujer, porque la historia termina así, con un ca-samiento y la venida de los hijos.

Aproximadamente mil años antes de este suceso (Géne-sis 12), Dios había llamado a un hombre para fundar en éluna nación, un pueblo, que con el tiempo habría de proveera la humanidad un Salvador. Por eso dice la Biblia, que enél (en Abraham) iban a ser benditas todas las familias de latierra (Génesis 12:3). En el libro de Rut podremos observarcómo Dios comienza a crear dentro de esta nación surgidade los lomos de Abraham una familia de la cual provendríael Salvador del mundo, JESUCRISTO. Por ello, esta histo-ria marca un cambio en el Antiguo Testamento; a partir deaquí, toda la atención se centrará en este hogar formado al fi-nal del capítulo 4, por la unión de dos de sus protagonistas,porque llegan a ser los antecesores del rey David, el linajedel cual vendría el Mesías.

En nuestra lectura se podrán encontrar algunos temasteológicos, que se harán visibles en la medida en que avan-cemos:

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1. En primer lugar, Rut la moabita ilustra que el planredentor de Dios habría de extenderse más allá delpueblo judío, es decir a los gentiles. Es una promesahecha a Abraham en el libro de Génesis.

2. En segundo lugar, el libro demuestra que las mujeresson coherederas de la gracia de la salvación de Dios,juntamente con los varones, algo que el apóstol Pabloresalta en Gálatas 3:28.

3. En tercer lugar, de nuestra lectura se desprende el te-ma de la soberanía de Dios, al escoger a los prota-gonistas según su voluntad, y su cuidado providencialde personas que, en el momento de considerarlos, noresultan al parecer importantes; pero que más tarde,en el transcurrir de la historia, resultan monumental-mente cruciales para cumplir la voluntad y los propó-sitos de Dios.

4. En cuarto lugar, la joven Rut, junto a otras mujeres ta-les como Tamar (Génesis 38), Rahab (Josué 2) y Bet-sabé (2 Samuel 11, 12) forman parte de la genealogíade la línea mesiánica (Rut 4:17,22; Mateo 1:5).

5. En quinto lugar, Booz, como un tipo de Cristo, seconvierte en el pariente-redentor de Rut (4:1–12).

Podríamos seguir nombrando algunos otros puntos; pe-ro vamos a centrarnos en lo que dice el libro y en nuestrotema.

3. CONTEXTO HISTÓRICO

Versículo 1. «Aconteció en los días que gobernaban los jueces».Un resumen de la condición del pueblo, en este tiempo en

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que gobernaban los jueces, se encuentra en Jueces 21:25: «Enestos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien leparecía».

Sobre el sistema de gobierno, ya Moisés había instruidoal pueblo en cuanto a la conducta que debían tener. Luego detomar posesión de la tierra prometida, les dijo enfáticamen-te en Deuteronomio 12:1,8, «Estos son los estatutos y decretosque cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Diosde tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todoslos días que vosotros viviereis sobre la tierra... No haréis comotodo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bienle parece».

Aproximadamente trescientos años después de semejan-te advertencia, encontramos a un pueblo morando en la Tie-rra Prometida el cual, conforme a lo dicho en el libro de Jue-ces, se hallaba en un deplorable estado moral, marcado porla corrupción y la violencia. Esta baja condición moral sedebe a que el pueblo había desechado a Dios como su Rey,y que cada cual hacía lo que bien le parecía. Es innegable quetoda la miseria y la confusión que reina en el mundo actual,se deben a las mismas causas:

1. El desprecio de la autoridad de Dios.2. La afirmación de la voluntad del hombre.

Esta actitud está causando estragos en lo político, en losocial y en la vida familiar. Gobernantes, docentes y padresya no tienen temor de Dios; por otro lado, súbditos, em-pleados y niños viven con una marcada independencia.

Sin embargo, no es el mundo que debería ser nuestraprincipal preocupación. Lo que sí tendría que provocar ennosotros una profunda reflexión es el hecho de que los mis-mos principios que están llevando al mundo a su ruina, es-

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tán marcando los pasos en el ambiente cristiano, tratando demanchar el testimonio de la Iglesia, y ocasionando estragosen las vidas de muchos líderes.

«Cada uno hacía lo que bien le parecía». Cuando alguiense conduce bajo este régimen de anarquía, por lo generales cuando aparece un «elemento», un «agente», una «expe-riencia», que casi siempre induce a tomar una «decisión»,una «determinación». Este elemento se llama la necesidad.Y cuando se vive bajo un régimen de caos, por lo general nose busca la dirección de Dios, sino que se apela a lo que dictael corazón, para suplir la necesidad del momento.

4. PREGUNTAS QUE SURGEN EN MI MENTE

1. ¿Cómo deberíamos actuar nosotros, cuando nos encon-tramos ante una situación similar? (Al concluir la lec-ción tendríamos que estar capacitados para respondera esta interrogante).

2. ¿Cómo actúa el mundo en circunstancias como ésta?

3. ¿Cómo actuaron los personajes de nuestra historia?

Respondiendo a esta última interrogante, se puede per-cibir que la primera consecuencia directa sufrida por recha-zar la autoridad del Señor y conducirse con independencia,fue la colosal hambruna que comenzó a padecer el pueblode Dios: «Hubo hambre en la tierra». La misma tierra de laque tendría que haber fluido, según las promesas de Dios,«leche y miel»; esta misma tierra, vino a ser un lugar de mi-seria y hambre. ¡Deberíamos admitir que hoy en día, por lasmismas razones, estamos sufriendo iguales dolencias que enaquella época. ¡Otra vez hay hambre en medio del pueblo

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de Dios! Y debemos reconocer que nuestro fracaso consisteen no darle a Cristo el lugar que se merece, como cabezadel cuerpo, y en no reconocer que Él es la fuente de todaslas bendiciones espirituales, como dice el apóstol Pablo ensu carta a los Efesios, «de quien todo el cuerpo... recibe su cre-cimiento para ir edificándose en amor». (Efesios 4:16).

Como es de esperar, una época de hambre, es un tiem-po de prueba. Y tenemos que aceptar que resulta fácil iden-tificarnos con el pueblo de Dios cuando todo es prosperi-dad, cuando en la iglesia todo es comunión y alabanza. Perocuando en la asamblea surgen las dificultades y hay que en-frentar los conflictos, entonces se manifiesta nuestra debili-dad, y la realidad nos impulsa a abandonar el lugar, buscan-do otros sitios mejores, «una iglesia ideal».

Notemos como en el versículo 1 se destaca un acto, unadeterminación, una decisión asumida por uno de los prota-gonistas de nuestra historia. Dice: «Elimelec, un varón deBelén de Judá, fue a morar en los campos de Moab».

5. ALGUNAS PALABRAS SOBRE LAS CIUDADES QUEVAMOS A CONSIDERAR

Belén: significa «casa de pan» y Judá quiere decir «ala-banza». ¡Qué mejor lugar se podría encontrar para vi-vir! La historia que estamos considerando empieza ytermina allí. Así debería ser siempre para los verdade-ros creyentes. Debemos destacar, que para la mayoríade los convidados al reino, la historia comienza en loscampos de Moab y, por la gracia de Dios, termina enBelén. Pero vamos a ver en el curso de nuestra lectura,que están también aquellos que casi terminan en Be-lén, pero por decisiones a último momento, se quedanen el camino.

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Moab: significa «fruto ilícito», «maldad», «idolatría».En el Salmo 108:9 Jehová dice a Moab, «Moab, la vasi-ja para lavarme». Esta no es de ningún modo una fra-se de cortesía o de afecto. Este pueblo estaba confor-mado por gente desechada, personas que habían sidoexcluidas de la sociedad de los creyentes debido a supecado. Era un recipiente para desechos, como resultael mundo que rechaza el Señorío de Cristo.

6. BREVE COMENTARIO SOBRE LOS NOMBRES DE LOSPERSONAJES

Versículo 2 «el nombre de aquel varón era Elime-lec». «Mi Dios es Rey». Sería maravilloso llevar unnombre así. Sería un testimonio para Dios cada vezque alguien pronunciara ese nombre. Elimelec: «miDios es Rey». Pero en esta historia, Elimelec no ac-tuó como si Dios fuera su rey. Nosotros, por la graciade Dios, somos llamados «hijos de Dios»; nos llamancristianos, lo que significa que somos seguidores deCristo. Deberíamos ser más conscientes de esta reali-dad, y conducirnos siempre como tales.

Noemí: Significa «mi suavidad», «mi delicia», «placen-tera»; sin embargo, pasó una época de su vida en la queno hacía honor a su nombre; al contrario, tuvo quevivir una experiencia muy amarga, por lo que pidióque dejaran de nombrarla Noemí y le llamasen Mara(«amargura»). A veces, por las experiencias en la vida,tenemos la tentación de cambiarnos los nombres; queya no digan que somos hijos del Rey, que no somoscristianos, porque las situaciones dolorosas de la vida

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nos apabullan y deprimen. (David, siendo ungido, vi-vió parte de su existencia como fugitivo y también sedeprimió).

El nombre de los hijos de Elimelec: Mahlón («enfer-mo») y Quelión («desfallecido»). Al parecer, los doshijos de Elimelec no eran lo suficientemente sanosy vigorosos. Esta es una situación que muchas vecesnos lleva a conclusiones erróneas o tomar decisionesequivocadas. Elimelec podría haber pensado así: «“MiDios es Rey” es mi nombre, pero en realidad Él se haolvidado de mí y vivo como un mendigo; aun mis hi-jos salieron enfermizos y vivimos en pobreza». Éstaera la realidad de este hombre, y podría ser la realidadde muchos cristianos hoy día.

Versículo 2. «Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se queda-ron allí». La experiencia de Lot (sobrino de Abraham) yde Elimelec debería hacernos recapacitar. Lot llega al lugardonde plantó su tienda; ve la realidad de Sodoma —que mo-ralmente no era buena— pero aun así decide echar raíces enla ciudad. Como resultado de tal determinación, regresa deaquel lugar sin nada: perdió sus bienes, perdió a su esposa,y el testimonio de su familia. Diferente actitud tuvo el hijopródigo en el Nuevo Testamento. El hijo pródigo fue cierta-mente a la provincia lejana, y es verdad que permaneció untiempo allí; pero decidió no hacer su morada en el lugar yvolvió al hogar paterno.

Quizá usted pueda estar enfrentando una realidad simi-lar, pasando por dolorosas experiencias de la vida y sufrien-do las necesidades del momento, o arrastrando las conse-cuencias de haber tomado una decisión equivocada. Si es así,le invito a no dejar de estudiar este libro, pues enseña cómo

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se puede volver a la tierra de bendición; o, como el hijo pró-digo: «y levantándose, vino a su padre»; sin exigencias, y enbusca de misericordia.

7. VERSÍCULOS 5-10

5 Y murieron también los dos, Mahlón yQuelión, quedando así la mujer desamparada desus dos hijos y de su marido.

6 Entonces se levantó con sus nueras, y re-gresó de los campos de Moab; porque oyó en elcampo de Moab que Jehová había visitado a supueblo para darles pan. 7 Salió, pues, del lugardonde había estado, y con ella sus dos nueras, ycomenzaron a caminar para volverse a la tierrade Judá.

8 Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad,volveos cada una a la casa de su madre; Jehováhaga con vosotras misericordia, como la habéishecho con los muertos y conmigo. 9 Os conce-da Jehová que halléis descanso, cada una en casade su marido. Luego las besó, y ellas alzaron suvoz y lloraron, 10y le dijeron: Ciertamente no-sotras iremos contigo a tu pueblo.

Antes de entrar en el análisis de estos versículos, quisie-ra agregar solo algunas palabras más acerca de las ciudadesque estamos considerando, porque se sumarán algunos pen-samientos que habrán de contribuir a nuestra mejor com-prensión.

Belén, «casa de pan». Allí ocurrieron muchos hechos im-portantes en la vida de la nación hebrea. Por ejemplo, en

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Belén estuvo el hogar de David; allí también fue ungido co-mo rey. Además, fue el lugar más importante de la historiade la humanidad: es allí donde nos afirma la profecía quenacería el Mesías, el Salvador (Miqueas 5:2; Mateo 2:6).

Moab (fruto ilícito). En tanto, el origen del nombre de es-ta ciudad se debe al hijo de Lot (sobrino de Abraham). Lottuvo un hijo de un acto ilícito (incesto) con su hija mayor(Génesis 19:37); y el fruto que ha nacido de dicha relación,recibe el nombre de Moab. De este hijo, surge un puebloque ocupó una estrecha franja de tierra cultivable en un lu-gar alto, 1100 metros de altura. Por algún tiempo, sus fértilesy extensos llanos fueron muy productivos; pero en la actua-lidad, sus campos yacen estériles, desatendidos y desolados.Cuando ya era un pueblo bien establecido, Moab rechazóel paso pacífico de Israel por su territorio y buscó el apoyode Madián y Balaán contra los israelitas (Números 22:24).Esta fue la razón por la cual no se permitió la entrada demoabitas en la congregación de Jehová «ni hasta la décimageneración de ellos» (Deuteronomio 23:3-4).

En las Escrituras tenemos la oportunidad de leer acercade diferentes pueblos que estuvieron cerca de Israel. Todosellos dejan alguna información acerca del ambiente que ro-dea al pueblo de Dios.

Egipto: nos habla de un mundo pagano y grosero,en el cual el hombre busca satisfacer sus codicias ylujurias.

Babilonia: en cambio, es el mundo en el cual el hom-bre busca su propia exaltación por medio de una reli-gión corrupta.

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Moab: anteriormente hemos leído lo que Dios diceen el Salmo 108:9 «Moab, la vasija para lavarme». Pe-ro, no podríamos pasar por alto el enfoque que le dael profeta Jeremías; guiado por el Espíritu de Jeho-vá, muestra en una pincelada el concepto que la gen-te de ese entonces tenía acerca de Moab: (Jer.48:11)«Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre susedimento ha estado reposado, y no fue vaciado devasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio». Porlo tanto, Moab representa al mundo que nos ofreceun aparente reposo, un lugar «maravilloso» donde po-dríamos escapar de todos nuestros conflictos, escaparde las luchas que debemos enfrentar muchas veces enla vida cristiana. Ejemplo, cuando el hambre se hacesentir, cuando no encuentro satisfacción personal enel ambiente social que me rodea. Cuando los conflic-tos personales afloran dentro del pueblo de Dios. Noson pocos los que miran con agrado hacia esa tierrade «reposo» llamada Moab. «Moab» es una peligrosatentación para el cristiano de hoy.

Desde los días de Elimelec, muchos creyentes acosados ydesanimados por las pruebas y tropiezos han abandonado elterreno que Dios les indicó. Y Moab, con sus preciosos va-lles y sus verdes colinas, les ha parecido el terreno ideal paralograr el tan ansiado descanso. Pero Elimelec tarde apren-dería que «Hay camino que al hombre le parece derecho, perosu fin es camino de muerte» (Proverbios 16:25). Lo que pa-só con él es que quiso escapar de la tierra prometida parano morir de hambre y se arrojó a los brazos de la muerteen Moab. Dar un paso en falso para evitar una prueba, nospuede hacer caer en la misma prueba que quisimos evitar.

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8. EL AMPARO DE DIOS A LAS VIUDAS

En este punto de la historia de esta familia, encontramosalgunas enseñanzas:

Versículo 5. Murieron también sus los dos hijos de Elime-lec, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada,sin sus dos hijos y sin su marido.

Esta parte del relato nos muestra el DESAMPARO conmayúsculas. Sin marido, y sin sus dos hijos. Aquí podría-mos hacer una pausa y preguntarnos: ¿Cómo actúa Dios enestos casos? Porque estamos considerando la historia de unafamilia que, motivada por la falta de pan, abandona la tierrade bendición y empobrece.

Algunas lecturas que ayudan a responder esta interro-gante:

Salmo 68:5,6 «Padre de huérfanos y defensor de viu-das es Dios en su santa morada. Dios hace habitar enfamilia a los desamparados; saca a los cautivos a pros-peridad».

Salmo 146:9 «Jehová guarda a los extranjeros; al huér-fano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíostrastorna».

El Nuevo Testamento también habla del tema. Allí en-contramos algunas aclaraciones que ayudan a enriquecer elpensamiento acerca de que Dios se ocupa de las viudas; so-lo que el apóstol Pablo aclara el tema diciendo: no cualquierviuda, sino las que en verdad lo son, y las que han lavadolos pies de los santos. (1 Timoteo 5:9-10). Es decir, las viudasdeben cumplir con ciertos requisitos, algunos parámetros de

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conducta. Por el proceder de Noemí en el curso de nuestrahistoria, podríamos reconocer que evidentemente en mediode su calamidad no había perdido su testimonio como mu-jer temerosa de Dios; de no haber sido así, si su andar es-tuviera manchado por mala conducta, sus nueras nunca lehubieran seguido.

Si lo que enseña el Salmo 68 es verdad, ¿cómo se vio elamparo de Dios en Noemí? ¿Podemos reconocer este ampa-ro ya en tierra de Moab, o recién cuando Noemí regresó aBelén?

Respuestas:

1. En primer lugar, Dios dio a Noemí dos nueras que laamaron y cuidaron, e hicieron misericordia con ella,siendo una mujer extranjera.

2. En segundo lugar, Dios permitió que llegara hasta ellala noticia de la bendición que estaba sucediendo entierra de Belén; no escondió de ella las buenas noticiasde Belén.

3. En tercer lugar, no quedan dudas de que la bendijotambién en su regreso a la tierra prometida. Entonces,podemos concluir que es verdad lo que enseña elSalmo 68.

9. EL LARGO Y TORTUOSO CAMINO DEL REGRESO ACASA

Versículo 6. «Entonces se levantó con sus nueras, y regresó delos campos de Moab». Yo le llamo a esto, el largo y tor-tuoso camino del regreso. Cuando el corazón de algunose dispone a alejarse de la presencia de Dios, pareciera que

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todo le sale fácil; todo se presenta a pedir de boca. Como enla parábola del hijo pródigo, le concedieron la fortuna quepidió, consiguió los amigos que quiso, y logró las fiestas quesoñó. Pero el retorno no le fue nada fácil: tuvo que venceralgunas barreras, superar la vergüenza, mostrarse sucio y ro-toso ante los empleados de su padre, y disponerse a escucharcríticas o rechazos.

Noemí tuvo que enfrentar la vergüenza de volver con lasmanos vacías. Además traía como compañía a una moabita,alguien repudiada por el pueblo de Israel. Para Rut (com-pañera) y Orfa, las dos nueras de Noemí, era el largo y di-ficultoso camino a la salvación. Ancho y espacioso, fácil yplacentero es el camino sin las reglas de Dios. Pero estrechaes la puerta y angosto el camino que nos conduce hacia elcielo, y pocos la hallan. (Mateo 7:13-14) ¿Cómo se ilustraesto?

En primer lugar, Dios prueba los corazones. Dios no seconforma con profesantes. Jesús dijo en cierta ocasión a unoque buscaba agradar a Dios: «Aún te falta una cosa: vendetodo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro enel cielo; y ven, sígueme» (Lucas 18:22). A otro le dijo: «Laszorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas elHijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza» (Lucas9:58). El que quiera seguirle no puede esperar menos. Jesúshabló de tomar cada uno su propia cruz e ir en pos de él.Nunca mostró un camino a la salvación de baratija. Es ver-dad que la salvación es sencilla y al alcance de todos, porqueno se debe abonar sacrificio alguno; es por gracia. Perotiene el costo de renunciar a nuestro privilegio de gobernarnuestras propias vidas. Jamás presentó un discipulado co-mo de vacaciones o de recreo, sino de trabajo y sacrificio.¿Dónde esta la prueba en nuestro pasaje?

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Versículo 7. «Y comenzaron a caminar». En esta invitaciónque hace Noemí a sus nueras, «volveos», no debe extrañar-nos esta expresión; el mismo Señor preguntó a sus discí-pulos: «¿Queréis volveros vosotros también?». Dios no buscaadeptos, no busca simpatizantes; él busca discípulos que enrealidad estén dispuestos a tomar la cruz y seguirle. Esta esuna decisión personal; Dios no la puede tomar por usted; ymucho menos su consejero, su pastor, o sus padres.

Es bueno, a esta altura, recordar las palabras del libro deDeuteronomio: «Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vi-da y el bien, la muerte y el mal» (Deuteronomio 30:15) «Alos cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra voso-tros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la ben-dición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivastú y tu descendencia» (Deuteronomio 30:19). Orfa (la nueraque se vuelve) nunca podrá decir «no tuve la oportunidad».Ella simplemente tomó la decisión; ella escogió libremente,como todos aquellos que se pierden la salvación. Orfa es-tuvo en la puerta de la salvación, conoció a alguien que leinformó sobre un Dios grande y poderoso, y al parecer ha-bía impactado en su vida. Por eso, hasta comenzó a caminarcon su suegra, dirigiendo sus pasos hacia la tierra prometida,la tierra del Dios de Israel, «casi creyendo»; o como dijera elrey Agripa a Pablo «por poco me persuades ser cristiano» (He-chos 26:28).

Nuestra historia da a entender que Dios estuvo atento alcorazón de Rut, como también estuvo atento al pensamien-to y corazón de un centurión llamado Cornelio (Hechos10:4) «Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoriadelante de Dios». En la joven Rut, vamos a ver a una mujercon corazón decidido, y con voluntad firme.

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10. VERSÍCULOS 11–22

11 Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías;¿para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo máshijos en el vientre, que puedan ser vuestros ma-ridos? 12 Volveos, hijas mías, e idos; porque yoya soy vieja para tener marido. Y aunque dije-se: Esperanza tengo, y esta noche estuviese conmarido, y aun diese a luz hijos, 13 ¿habíais vo-sotras de esperarlos hasta que fuesen grandes?¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos?No, hijas mías; que mayor amargura tengo yoque vosotras, pues la mano de Jehová ha salidocontra mí.

14 Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron;y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó conella. 15 Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se havuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tútras ella.

16 Respondió Rut: No me ruegues que te de-je, y me aparte de ti; porque a dondequiera quetú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, vi-viré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios miDios. 17 Donde tú murieres, moriré yo, y allíseré sepultada; así me haga Jehová, y aun meañada, que sólo la muerte hará separación entrenosotras dos. 18 Y viendo Noemí que estaba tanresuelta a ir con ella, no dijo más.

19 Anduvieron, pues, ellas dos hasta que lle-garon a Belén; y aconteció que habiendo entra-do en Belén, toda la ciudad se conmovió porcausa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noemí?

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20 Y ella les respondía: No me llaméis Noemí,sino llamadme Mara; porque en grande amar-gura me ha puesto el Todopoderoso. 21 Yo mefui llena, pero Jehová me ha vuelto con las ma-nos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, yaque Jehová ha dado testimonio contra mí, y elTodopoderoso me ha afligido?

22 Así volvió Noemí, y Rut la moabita sunuera con ella; volvió de los campos de Moab,y llegaron a Belén al comienzo de la siega de lacebada.

11. MENSAJES QUE TRANSMITEN NUESTRO ESTADODE ÁNIMO

En esta parte de nuestro estudio, vamos a resaltar dospensamientos que surgen de nuestra lectura.

Versículo 11. Noemí insistió: Volveos, hijas mías; ¿para quéhabéis de ir conmigo?

Realicemos un poco de ejercicio mental, para sacar ma-yor provecho de nuestro estudio. Tome un papel y lápiz, ycomience a escribir palabras o frases que se encuentran ennuestra lectura, y que transmiten pensamientos de desáni-mo, desesperanza, desconfianza y negativismo.

1. Volveos

2. ¿Para qué vendríais conmigo?

3. ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan servuestros maridos?

4. Volveos

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5. Yo ya soy vieja para tener marido

6. ¿Habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen gran-des?

7. ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos?

8. Mayor amargura tengo yo que vosotras

9. La mano de Jehová ha salido contra mí.

Si tuviéramos que etiquetar o poner un título a todasestas frases, ¿sería un rótulo de ánimo, o desánimo? Podría-mos comenzar a estructurar toda una enseñanza de cons-ternación: «Un Monumento Al Desánimo». Si prestamosatención desde el versículo 8 en adelante, y específicamente,los versículos 8, 11 y 15, se puede leer este encabezamiento:

«Noemí dijo»«Noemí insistió»«Noemí dijo»

Esto me hace pensar en todas las veces que de mi interiorsurgen voces para entregarme un mensaje, principalmentecuando me encuentro ante una situación límite. El corazóndice esto, el corazón dice aquello, y muchas veces funda-menta con razonamientos lógicos, como lo estamos viendoaquí. Ninguna de estas posturas eran descabelladas; fueronfundadas sobre hechos, sobre situaciones reales, sobre prin-cipios lógicos. Por lo tanto, he aquí lo que Noemí dijo. Perosi queremos la victoria; si deseamos superar una situacióndifícil, debemos aprender a escuchar, lo que dice Dios.

Notemos cuál fue el resultado de tan elocuente mensa-je por parte de Noemí: «Y ellas alzaron otra vez su voz ylloraron». No podríamos esperar otro resultado más que lá-grimas y tristezas. Para el pueblo de Israel, había una ley de

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la guerra, que nos ilustra el pasaje de Deuteronomio 20:8.Cuando el pueblo de Israel se juntaba como ejército paracombatir contra sus enemigos, los oficiales debían pregonaren voz alta diciendo. «¿Quién es hombre medroso y pusiláni-me? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sushermanos, como el corazón suyo». Conclusión: si tienes unmensaje negativo generado de un corazón apocado, no locomuniques.

Ya hemos agrupado todas las frases y expresiones que de-notaban un mensaje negativo, y pudimos considerar el im-pacto que hace en las personas. Ahora busquemos el origende esos mensajes, ¡la fuente de donde provenían tanto nega-tivismo y amargura!

¿Venían estos mensajes de alguien que conocía a Dios, ode una persona sin conocimiento del verdadero Dios? Estaspalabras provenían de alguien que había sido criada en el co-nocimiento de Dios. Ante situaciones límite, momentos deadversidad, el mundo espera escuchar de labios de los cre-yentes mensajes de aliento y no de desaliento. Tenemos eldeber de transmitir ánimo, esperanza, coraje; arrojar luz enmedio de la oscuridad, y no formar parte de las tinieblas.

Para que el tema nos resulte más claro aún, busquemosalgunos pasajes en la Biblia que ilustren una actitud negati-va. Por ejemplo, estas palabras brotaron de los labios de unhombre llamado Cleofas, «Pero nosotros esperábamos queél era el que había de redimir a Israel; y ahora, además detodo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido».(Lucas 24:21) ¿Quién era Cleofas? Examinemos el episodiorecogido en Lucas 24:13-35, y vamos a descubrir que podría-mos haberle llamado el «desánimo personificado»; era unode los discípulos que iba camino a Emaús.

Voy a recordarles dos situaciones más. «Y algunos de

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ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, ha-ber hecho también que Lázaro no muriera?» (Juan 11:37).«Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del quehabía muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatrodías» (Juan 11:37). En paráfrasis: «Señor, ¿para qué? su cuer-po ya está putrefacto». La primera expresión surge del grupoque estaba con Jesús, no especifica si era del mismo círcu-lo de los discípulos o no; y la otra voz pertenece a Marta.¿A quién pertenece esta frase: «De Nazaret puede salir algobueno»? (Juan 1:46) Pertenece a Natanael.

Vamos ilustrar un poco más aun, con otros ejemplos demensajes cargados de negativismo, que lograron su objetivode desanimar y desviar a alguien del camino correcto. «Nopodemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerteque nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel de latierra que habían reconocido, diciendo: La tierra que reco-rrimos y exploramos es tierra que se traga a sus habitantes.Todo el pueblo que vimos en medio de ella es gente de granestatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, razade los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, comolangostas, y así les parecíamos a ellos» (Números 13:31-33).Estas palabras desalentadoras tuvieron su efecto en todo elpueblo, y como consecuencia de ello, vagaron por el desier-to 40 años. Y la expresión de negativismo con mayúsculas,es la que aparece como palabras de la esposa de Job, un hom-bre que estaba viviendo su momento límite: «maldice a Diosy muérete» (Job 2:9).

Primera lección de este grupo de versículos del libro deRut: Acabo de ponerle titulo a un mensaje, a una lecciónpara escuela dominical. ¿Qué título le pondrían ustedes situvieran que estructurar una clase para niños y adolescen-tes?

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12. LUCHANDO CONTRA EL NEGATIVISMO

Les recuerdo un ejemplo de mensaje positivo en mediode tremenda calamidad: «Si rogara mi señor al profeta que es-tá en Samaria, él lo sanaría de su lepra» (2 Reyes 5:3). Unamuchacha desarraigada de su tierra y de su familia, y sujeta-da como esclava, tuvo palabras de aliento para alguien quese encontraba en desesperación.

Somos Mensajeros De Buenas Nuevas: nuestras pala-bras deberían de estar sazonadas con sal; (Col 4:6) Palabrascon gracia.

13. ESFORZAOS A ENTRAR POR LA PUERTAESTRECHA

Siempre en el concepto que nos deja las expresiones deNoemí en los versículos citados. 8, 11 y 15:

«Noemí dijo»«Noemí insistió»«Noemí dijo»

Todas estas palabras estuvieron cargadas de connotacio-nes negativas, demoledoras; pero a la vez, Dios las puedeutilizar para bien, capaces de traer salud, y conducir a la vi-da.

Pensamientos que pueden enriquecer la idea que esta-mos abordando:

«El que persevere hasta el fin, éste será salvo».

«Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor».

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La mujer sirofenicia (Mateo 15:27-28) no se dio porvencida, y por su insistencia ante el Señor, logró quesanara a su hija.

Jacob (Génesis 32:26) tampoco se desanimó en su lu-cha con el ángel, y alcanzó la bendición que esperaba.Bartimeo (Mr 10:46) el ciego que insistía con sus gri-tos, le dijo: Jesús Hijo de David, ten misericordia demí, y la tan esperada luz para sus ojos pudo alcanzar.

Cuando el Señor habló a sus discípulos de las per-secuciones venideras (Mat 10:16) Yo os envío comoovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes comoserpientes y sencillos como palomas. Guardaos de loshombres, porque os entregarán a los concilios y en sussinagogas os azotarán; Seréis odiados por todos porcausa de mi nombre; ?pero el que persevere hasta elfin, este será salvo?.

14. PERSEVERANDO EN EL CAMINO

El segundo pensamiento de nuestra lección es entonces,«Perseverando en el camino».

Versículo 16. «Rut respondió: No me ruegues que te deje y meaparte de ti, porque a dondequiera que tú vayas, iré yo, y don-dequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios,mi Dios». Voy a dedicar un poco de tiempo para el análisisde esta respuesta de Rut. Examinemos las palabras que ellapronunció, en vista a que Noemí insistiera tanto para que ladejara: «No me ruegues que te deje o me aparte de ti. Tu puebloserá mi pueblo, tu Dios mi Dios, donde tu mueras moriré yo».

Cuando Rut pronunció estas palabras, uno se pregunta:¿cuántos años de creyente tenía? ¿Era ya fruto de la trans-

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formación que Dios había operado en ella? ¿Tenía ella unavisión especial de la abundancia y bendición que se venía acorto plazo? Nadie tiene la respuesta, porque no figura enla Biblia. Pero uno se inclina a pensar que esta mujer estabaen camino a conocer al verdadero Dios; es decir, que estasexpresiones provenían de un corazón noble. Considero queera una «mujer virtuosa» —humanamente hablando— comoCornelio, y que tendrá la gracia de ser incorporada al pue-blo de Dios. Supongamos que esto sea así.

Veamos: invito al lector a que haga un recuento de cuán-tos amigos o compañeros de esta categoría posee. ¿Diez?¿Cinco? ¿Uno? ¿Cero? Creo, más bien, que la mayoría tene-mos amistades que desearían que el Dios de ellos sea nuestroDios. Y que donde ellos mueran, muramos nosotros tam-bién; «dime con quién andas y te diré quién eres».

Estas son palabras habituales que uno acostumbra a es-cuchar en boca de estas personas «amigas»:

«No seas pues tan fanática o fanático»;«Dios no se va a enojar porque hagas una vez»;«Ven primero a este lugar y luego vayamos a donde túdigas».

15. AMISTADES Y LAZOS

¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo? No seimaginan el impacto que tienen en nosotros las opinionesde quienes están alrededor nuestro. Si ello no tuviera im-portancia, valor o peso, jamás hubieran existido Facebooko Twitter u otras redes sociales. No se trata solamente desimple comunicación: se transmiten opiniones, sentimien-tos, que terminan influenciando en las decisiones de muchosde nosotros.

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Yo diría que la respuesta de Rut es de una verdaderaamistad, de alguien que desea nuestro bien. ¿Cuál sería al-gún ejemplo bíblico de amistad de esta envergadura? Pode-mos citar el caso de David y Jonatán: «Preguntó David: ¿Haquedado alguno de la casa de Saúl a quien haga misericordiapor amor de Jonatán?» (2 Samuel 9:1).

Benjamín Franklin dijo: «Tómate tiempo en escoger unamigo, pero sé más lento aún en cambiarlo». Que los ami-gos de nuestra vida no cambien el rumbo de nuestros pasos,que deben estar dirigidos siempre hacia la honra y gloria deDios.

Me pregunto: ¿Por qué no tenemos un compromiso conel Señor con las mismas características que esta amistad? Se-ñor, el amor por tu pueblo, será el amor que yo tenga porTi. El amor a tu padre, será el amor que yo tenga por Ti; ydonde Tú estés, también quiero estar yo. ¡No se imaginan loque sería una amistad así con el Señor! ¿Será que nos acep-taría Él en una amistad de este calibre? ¿Querrá compartircon nosotros un sentimiento de tal magnitud? Responde elevangelio: «ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabelo que hace su señor, pero os he llamado amigos» ( Juan 15:15).

16. LA FILOSOFÍA DE LA VIDA

Versículo 18. «Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ircon ella, no dijo más». ¿Qué fue lo que convenció a Noe-mí? ¿Cuáles fueron los argumentos que le hicieron entrar enrazón? Cuando Rut se comprometió a acompañar a Noemí,señaló tres cosas importantes.

PUEBLO — DIOS — MUERTE

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1. Pueblo: al decir pueblo, Rut estaba incluyendo lastradiciones. Cada nación tiene tradiciones que les sonpropias, que la distingue de las demás naciones. La ex-presión «tu pueblo» abarca costumbres, prácticas, fies-tas nacionales; el estilo de vida de cada comunidad di-fiere una de otra. Hábitos y conducta: poco se duda eneste momento la importancia que tienen las costum-bres, la parte cultural, en el desarrollo de un pueblo yen la unidad que produce entre sus integrantes.

2. Dios: Si las costumbres, el aspecto cultural, une a laspersonas, cuánto más fortalece la religiosidad. Es im-presionante lo que ocasiona en un pueblo la unifica-ción de la fe; los conduce a tomar decisiones inimagi-nables, al punto que hubieron pueblos donde se con-sideraba normal sacrificar a los propios hijos. Rut, es-taba incluyendo todas estas cosas en las palabras quehabía pronunciado. Estaba aceptando la religión deNoemí con todas sus consecuencias.

3. Muerte: Uno podría preguntarse: ¿Por qué incluyeRut a la muerte en su discurso? ¿No era suficiente conaceptar formar parte del pueblo e incorporar la vidareligiosa del Dios de Israel? Sin embargo, Rut dijo:«donde tú murieres, allí moriré yo, y donde fueres en-terrada, seré enterrada yo». La muerte ha desatado unabanico de pensamientos filosóficos a través del tiem-po. Platón afirmó que la filosofía es una meditaciónde la muerte. Un joven monje se encontraba preocu-pado por descubrir el misterio de la muerte; entonces,trasladó su preocupación a su maestro. Este le hizosentar al pie de un gran árbol, al tiempo que el maes-tro le preguntaba: «¿qué ves?; pero no contestes sin

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antes mirar a tu alrededor». El maestro al contemplarla cara de desconcierto del discípulo, siguió hablando:«Fíjate —le dijo— estamos sentados a la sombra de esteárbol; es decir, que no hay árbol sin sombra, ni som-bra sin árbol: esa misma relación existe entre la vida yla muerte. No hay muerte sin vida, y no hay vida sinmuerte.

Rut dijo: «donde tú mueras, moriré yo». Esta expresiónde la joven, no es otra cosa que una filosofía de vida. Rutestaba incorporando no solo la costumbre del pueblo: esta-ba aceptando la tradición religiosa de Israel, e incorporandoal Dios de Israel en su vida; pero con esto último, estabaaceptando una filosofía de vida. Es decir, estaba adoptandoposiciones específicas acerca de preguntas tan trascendentescomo, ¿para qué estamos en este mundo?, ¿hacia dónde va-mos?, ¿qué es lo bueno, y qué es lo malo?

Un alto porcentaje de personas allegadas al cristianismo,abarcan los dos primeros pasos tomados por Rut. Es decir,adquieren la costumbre cristiana, se comportan como tales;se visten y hablan como cristianos, se congregan según lascostumbres evangélicas, se identifican con el pueblo. No so-lo se identifican con el pueblo, sino que también proclamanen voz alta su fe en Dios, cantan a Dios, sirven a Dios, sebautizan en nombre de Dios, hacen milagros en nombre deDios. Llaman a sus hijos con los nombres cristianos. Perodonde la mayoría estamos fracasando, es en la filosofía de lavida. Ante la pregunta: ¿Qué es la vida para ti?, tengo mu-chos conceptos recogidos de varios cristianos.

«Y... es ser el Hijo del Rey»«Ser un bendecido de Dios»«Es vivir bajo la sombra del Omnipotente»

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«Es ser guardado del mal».Es como el coro: “cantando voy camino al cielo”».

¿Qué es la vida? Qué pregunta más interesante. La ter-cera respuesta de Rut involucra esta cuestión tan trascenden-te. «Donde tú mueras moriré yo, y donde seas sepultada allíseré sepultada».

¿No es esto lo que dijo el apóstol Pablo al decir: «ConCristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, masvive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivoen la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a símismo por mí» (Gálatas 2:20) y «para mí el vivir es Cristo»(Filipenses 1:21)? «El que dice que permanece en él, debeandar como él anduvo» (1 Juan 2:6).

Rut tomó una decisión de vida, la cual la podríamos re-sumir con las palabras del mismo Jesús cuando dijo: (Juan4:34) «mi comida es hacer la voluntad de mi Padre». La úl-tima determinación de Rut involucra este pensamiento. Porello, a Rut le fue en la vida tal como ha quedado registradoen su historia. Y el creyente que tome un atajo para evitaresta decisión, tendrá un resultado como el de miles de cris-tianos alrededor del mundo: una vida sin sentido, sin frutos,sin objetivos claros, sin bendición y sin recompensa.

17. JUNTAS HASTA LLEGAR AL OBJETIVO

Versículo 19. «Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegarona Belén». Para expresar esta palabra, se usa un término he-breo que significa «se pegó», «se adhirió». Se pegaron, se ad-hirieron y caminaron unos 160 km, atravesando una mon-taña de 1600 metros de altura. La expresión implica «se ani-maron unas a otras, se ayudaron, se sostuvieron» la una a laotra, porque tenían un mismo objetivo: llegar hasta Belén.

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«Y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciu-dad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es ésta Noe-mí?» ¿Impactó en la ciudad la llegada de estas mujeres? Mepregunto: ¿Que habrá impresionado tanto a los pobladoresde Belén?:

1. ¿Dos mujeres solas, un mensaje elocuente de la viudezde ambas?

2. ¿El aspecto exterior?, deterioro, cansancio, hambre.

3. ¿Impresionó al pueblo el hecho que ella haya llevadoalgunas pertenencias al partir, y ahora que regresaba,estuviera con las manos vacías?

4. ¿O los 10 años la hizo casi irreconocible y por esodecían: No es ésta Noemí?

Verlas llegar en las condiciones en que estaban había lo-grado despertar tales comentarios de los pobladores de laciudad. Noemí partió con muchas esperanzas, tal vez conpromesas de volver con la bolsa llena; partió —si se quiere—con la frente levantada. Algunos de ese mismo pueblo la ha-brán mirado hasta con cierta envidia en los momentos quese marchaba; le envidiaban, porque ella se animaba a lo quelos otros hubieran querido, pero no tuvieron el coraje.

¿Cuáles fueron las primeras palabras de Noemí, para res-ponder a la pregunta del pueblo? «No me llaméis más Noe-mí» (que quiere decir encantadora o placentera); «llamadmeMara», vocablo que significa «amargura». Su nombre no ibacon su realidad; no iba con su presente, ni con su estadode ánimo. «Vanidad de vanidades, todo es vanidad; ¿qué pro-vecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana de-bajo del sol?» (Eclesiastés 1:2–3). Son palabras del diario deun hombre inigualable en sabiduría y riqueza, pero que no

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mostró sabiduría cuando fijó sus ojos en las cosas de estemundo, cuando desvió su mirada de lo que estaba por enci-ma del sol; todo su mundo y sus movimientos y sus afaneseran debajo del sol. Y quien se conduzca así, no podrá seguirsosteniendo un nombre que indique gozo y realeza (comolo tiene cada creyente — «cristianos»).

Con su respuesta, Noemí estaba etiquetando su vida; eti-quetó su interior, sus logros, si es que se pudieran llamar«logros». Siempre es digno de repetir: hay decisiones quete pueden hacer volver con las manos vacías.

18. DISCIPLINA DE DIOS PARA SALUD

Lo segundo que dice Noemí es: «En grande amargura meha puesto el Todopoderoso» (v. 20). Noemí reconoce que lamano del Creador fue sobre ella, para corregir el rumbo desus pasos. Este es un proceso normal en la vida de toda per-sona que tenga a Dios por Padre. El libro de Hebreos, en sucapítulo 12, transmite este concepto: «El Señor al que ama,disciplina, y ninguna disciplina al presente parece ser causa degozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justiciaa los que en ella han sido ejercitados» (Hebreos 12:11).

Versículo 21. El versículo 21 dice: «Yo me fui». Un almarestaurada en verdad asume toda la culpa de haber abando-nado la tierra de Jehová. No busca justificarse culpando a sumarido. La causa de nuestros desvíos no se halla en el fraca-so de los demás, ni en la presión de las circunstancias, sinoen nosotros mismos.

«Yo me fui llena». Noemí tuvo que pasar por toda estaexperiencia para reconocer que estando en Belén, aunquehabía hambre en la tierra, ella estaba llena: «me fui llena».

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Nunca podrá satisfacer al alma del creyente las cosas que bri-llan más allá de las fronteras de la vida de comunión. Es unalección que cuesta aprender: «Ahora vuelvo con las manosvacías». Todos los días de nuestra vida que permanezcamosapartados del Señor, serán días en los que no tendremos nin-gún crecimiento espiritual; serán días en los cuales podre-mos ser despojados de todo aquello que ayude o impliqueprogreso espiritual.

«Así volvió Noemí, y Rut la moabita su nuera con ella;volvió de los campos de Moab, y llegaron a Belén al comienzode la siega de la cebada». Debo destacar que algunos no re-gresan más. Muchas historias relatan la partida de alguien,pero no registran la vuelta. De aquellos discípulos que aban-donan al Maestro en el capítulo 6 del Evangelio de Juan, na-da hace pensar que en algún momento hayan vuelto. Peroencontramos también otra verdad que brilla en la historiade Noemí, y que consuela grandemente a toda alma que hasido restaurada. Leemos que el tiempo de su regreso fue «alcomienzo de la siega de la cebada» (v. 22). Cuando el Señornos restaura y nos trae de nuevo al hogar, nuestras manosse encuentran vacías, pero Él se encarga de que nuevamentetengamos abundancia.

CAPÍTULO 2

RUT CAPÍTULO 2

1 Tenía Noemí un pariente de su marido,hombre rico de la familia de Elimelec, el cual sellamaba Booz. 2 Y Rut la moabita dijo a Noemí:Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeréespigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gra-cia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.

3 Fue, pues, y llegando, espigó en el campoen pos de los segadores; y aconteció que aquellaparte del campo era de Booz, el cual era de lafamilia de Elimelec. 4 Y he aquí que Booz vinode Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea convosotros. Y ellos respondieron: Jehová te ben-diga.

5 Y Booz dijo a su criado el mayordomode los segadores: ¿De quién es esta joven? 6 Yel criado, mayordomo de los segadores, respon-dió y dijo: Es la joven moabita que volvió conNoemí de los campos de Moab; 7 y ha dicho:Te ruego que me dejes recoger y juntar tras lossegadores entre las gavillas. Entró, pues, y estádesde por la mañana hasta ahora, sin descansarni aun por un momento.

8 Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía,no vayas a espigar a otro campo, ni pases deaquí; y aquí estarás junto a mis criadas. 9 Mirabien el campo que sieguen, y síguelas; porque

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yo he mandado a los criados que no te moles-ten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebedel agua que sacan los criados. 10 Ella entoncesbajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo:¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para queme reconozcas, siendo yo extranjera?

En el primer capítulo Dios nos revela el andar del serhumano, cuando se mueve según su propio criterio y razo-namiento, cuando se consulta a sí mismo para tomar deci-siones y no toma en cuenta los propósitos de Dios. Simple-mente debemos leer todo el primer capítulo, y podremosenterarnos cómo le fue en este emprendimiento, y cuál fueel rédito que ha sacado en toda su empresa. El segundo ca-pítulo muestra el camino de regreso, volviendo sobre suspasos, en este caso Noemí. Vamos a contemplar la maneraen que Dios mueve las piezas de un rompecabezas, cuandoconfiamos lo que en su Palabra dice. En este capítulo apare-ce una figura resaltante.

19. LA FIGURA DEL PARIENTE REDENTOR

El pariente redentor era la provisión de Dios a travésde la ley de Moisés para la siguiente situación: Cuando laspersonas de entre el pueblo de Israel empobrecían, y pornecesidad se veían obligados a vender parte de sus bienes—incluyendo su tierra o, en el peor de los casos, si ellos mis-mos se vendían como esclavos— entonces, un pariente, elmás cercano, podía intervenir y «comprar» lo que su fami-liar se vio obligado a vender (Levítico 25:48).

El «pariente redentor» era un benefactor rico, una perso-na que haciendo uso de su consanguinidad liberaba al deu-dor, mediante el pago del precio de un rescate. «Si tu her-

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mano empobrece y vende algo de su posesión, entonces supariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermanohaya vendido» (Levítico 25:25; Rut 4:4, 6).

Dice nuestro pasaje en el versículo 1 «Tenía Noemí unpariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec,el cual se llamaba Booz». Booz significa «poderoso, fuerte».

Resultó ser que Noemí tenía un pariente. Uno se pre-gunta, ¿desde cuándo tenía Noemí este pariente? ¿Hacía yamucho tiempo de esto y ella no se había percatado? Mien-tras tenía abundancia en Moab, no tuvo tiempo de pensar enun pariente redentor. Noemí y Elimelec vendieron sus per-tenencias y fueron a los campos de Moab; tenían proyectosde superación, de mejorar el estándar de vida. Pero cuandose vino el revés, cuando la situación cambió y se volvió in-sostenible, cuando Noemí se vio pobre y desamparada, nosolo pensó en volver al lugar de donde había partido —es de-cir Belén— sino que también, tal vez por primera vez, vinoa su mente la figura del «pariente redentor». Esto fue lo querápidamente comunicó a Rut en los versículos que vienendespués.

En este acto de redimir algo o a alguien, la ley exigíaalgunos requisitos, de los cuales por lo menos voy a citarcuatro:

1. Tenía que ser un «pariente cercano» según Levítico25:25.

2. Debía ser capaz de redimir; debía tener una condiciónpudiente, responder económicamente.

3. Debía estar dispuesto a redimir; es decir, debía tener lavoluntad para llevar a cabo.

4. Era necesario realizar un desembolso, tenía que efec-tuar un pago.

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Aunque el acto de redención en sí parezca sencillo, enrealidad no tan fácil que se den todos estos requisitos jun-tos. Se podía tener un pariente cercano y pobre; o rico, perosin interés en redimir. Este último caso aconteció con unode los parientes en nuestra historia: no tuvo voluntad de re-dimir cuando se enteró que una viuda estaba de por medio.

Job, el patriarca del antiguo testamento, cuando cayó endesgracia (Job 19), es un ejemplo. Sus hermanos, no quisie-ron o no pudieron redimirle de su calamidad; se alejaron deél, y lo tuvieron por un extraño. Y a pesar que los redento-res humanos no se presentaron, Job, proféticamente hablade un redentor distinto, cuando dijo: «Yo sé que mi redentorvive, y al fin se levantará sobre el polvo».

En la historia que nos ocupa, Noemí tenía un pariente;y por lo que se describe de él, era inmensamente rico. Ade-más, por lo que hace referencia su nombre —Booz, en he-breo «Boaz»—, era un hombre poderoso, porque eso quieredecir su nombre: «poderoso», «fuerte».

¡Qué historia conmovedora! Una mujer en total desam-paro y empobrecida en su máxima expresión, vuelve a latierra de Belén en busca de pan, y se encuentra con un re-dentor. Esto me trae a la mente la experiencia de la mujersamaritana, quien se acercó al pozo de Jacob en busca deagua, y se encontró con una fuente viva, se encontró con elAgua de Vida. Como sucediera también en aquel encuentrode los diez leprosos con Jesús (Lucas 17:12).

Cuando sucedió el milagro de sanidad de los leprosos,existían en ese entonces rabinos que ejercían ciertos ministe-rios de sanidad en el pueblo. De modo que no sería extraño,que estos 10 enfermos se acercaran desde lejos a Jesús, lla-mándole «Maestro», y rogándole: «ten misericordia de no-sotros». Nótese que no le llamaron «Jesús Hijo de David»,

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como Bartimeo el ciego; todo da a entender que ellos toma-ron a Jesús por un rabino más. Pero aconteció que cuandoiban a mostrarse a los sacerdotes —porque esa fue la indica-ción del Señor— los leprosos fueron sanados; entonces unode ellos vuelve, uno de ellos reconoce en ese milagro quequien le había sanado, no era un «maestro» común, y volviósobre sus pasos, glorificando a Dios en alta voz, y postrán-dose sobre su rostro en tierra en actitud de adoración. En-tonces Jesús le dijo: «levántate, tu fe te ha salvado». ¡Benditanecesidad que conduce al alma hacia la salvación!

Esa misma historia se repite hasta nuestros días. Cadavez que un afligido o necesitado se acerca a Dios, encuentraen Él misericordia y amor. Se acercan en tiempo de afliccióny se encuentran con un Redentor. ¿Habrá algún necesitadoleyendo estos párrafos hoy?

20. CONDUCIENDO LOS PASOS HACIA EL OBJETIVO

Versículo 2. «Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego queme dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyosojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía». Hastaeste punto, hemos visto los movimientos de Noemí en loscampos de Moab. A partir de ahora vamos a ver los movi-mientos de Rut en los campos de Booz. Y quiero resaltar lamano de Dios moviendo las piezas según su voluntad.

No quedan dudas respecto a la reprensión o disciplina deDios para con Noemí y su familia. Porque cuando Noemítoma la decisión de regresar, de volver al lugar de bendición,asume que Dios la disciplinó. Según el libro de Hebreos,«ninguna disciplina al momento es motivo de gozo, sino detristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que enella han sido ejercitados» (Hebreos 12:11).

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Dios recibe a esta mujer afligida y en proceso de restau-ración, de una forma que tampoco se esperaba el hijo pró-digo cuando volvió a la casa del Padre (el padre lo recibecon los brazos abiertos y organiza una fiesta en su nombre).A Noemí la recibe en tiempo de la cosecha de cebada (Rut1:22).

Este Dios que motivó el corazón de Noemí para volver,es el que mueve la voluntad de Rut para levantarse e ir a bus-car un campo para espigar, y así poder mitigar el hambre deambas. ¿Cuántos campos había en Belén en ese tiempo? Nolo dicen las Escrituras, pero uno se imagina varios. ¿Quiénla conduce al campo adecuado? ¿La suerte? ¿La coinciden-cia?

Cuando Rut habla de ir al campo a espigar, está haciendoreferencia a lo que describe la Ley: «Cuando siegues la mies detu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella ni espigarástu tierra segada. No rebuscarás tu viña ni recogerás el frutocaído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás.Yo, Jehová, vuestro Dios» (Levítico 19:9,10).

Quiero resaltar tres aspectos de Rut que a mi juicio, in-fluenciaron en su destino. Cuando Booz resalta la virtud dela joven, lo primero que reconoce es:

1. Su sensatez, de no ir en busca de los jóvenes; sino quemás bien se dedicó a buscar un sustento para ambasviudas.

2. Era una mujer sujeta en todo. Siendo una mujer libre(era mayor, pasó por la experiencia de la viudez), nodeja de pedir autorización a su suegra para ir en buscade pan.

3. Pero es este tercer punto lo que a mi criterio la dis-tingue a ella. El hecho de ir a «espigar y buscar gra-

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cia», significa que tenía conocimiento de la ley deDios. Por lo tanto, cuando ella sale en busca de aque-llo que Dios ha provisto para el pobre y el extranjero,demuestra que estaba confiando en la palabra de Dios,y en lo que Él había establecido. Dios no premia a lainsensatez y mucho menos la haraganería; Dios no fo-menta la indisciplina y el desorden. Dios prospera aquien se instruye en su Palabra y lo pone a prueba.El versículo 7 respalda parte de lo que he resaltadorecientemente: «ha estado trabajando desde la mañanahasta ahora, sin descansar ni un solo momento».

21. ENTRETELONES DE LAS COSAS QUE ESCAPAN ANUESTRA CAPACIDAD DE VER O ENTENDER

Versículos 3–5. El escenario se desarrolla en el campo deBooz. ¿Cuántos menesterosos había en aquellos días? No losabemos; lo único que puedo resaltar es que esta joven, ensu búsqueda, en su decisión de conocer al Dios de Israel,había entrado en la propiedad de quien podía redimirla. Esmás; su presencia allí no pasó desapercibida para el Señor dela tierra, quien específicamente hizo preguntas sobre ella,quiso conocer su andar, su trabajo, su comportamiento.

Cuando nos acercamos a un ambiente donde se procla-ma el evangelio, estamos entrando en los campos del To-dopoderoso; cuando venimos a su presencia en las convo-catorias, nos estamos arrimando a los campos del Señor,cuando algún corazón se dispone a abrir la palabra de Dios,entra en los perímetros de la viña del Gran Yo Soy. Y elSeñor ha dado indicaciones a sus siervos para cosechar losgranos, y las espigas comienzan a caer cerca nuestro, caental vez frente a nuestros pies; pero falta la figura que Rut nos

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ilustra tan nítidamente. «Ella las recoge sin dejar caer una so-la». Esa actitud, esa conducta, esa disposición, no ha pasadopor alto a los servidores del dueño del campo. Y el Señor dela mies, se interesó y preguntó por la joven.

¿Qué hacemos con las espigas que caen de este trigo ocebada que pertenece al Señor? Muchas almas vienen conhambre; tienen necesidad, pero no recogen las espigas, nolo estiman como algo necesario. «Cuando entres a la casa deDios guarda tus pies, acércate más para oír que para ofrecersacrificios». (Eclesiastés 5:1)

22. LA IMPORTANCIA DE PRESTAR OÍDO A LASINDICACIONES

Versículo 8 «Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no tevayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedarás aquí jun-to a mis criadas». Ahora Booz se dispone a hablar directa-mente al corazón de la joven, y es lo que vamos a analizara continuación: el contenido de las palabras del dueño delcampo.

«Oye», que quiere decir, «presta mucha atención a lo quevoy a decirte». Ese «oye» implica escucharle solo a Booz. Esimportante lo que estamos resaltando. La Ley de Moisés lle-va a Rut al campo de Booz (porque ella, confiando en lo quela Ley dice, pone en movimiento sus pies en busca de pan);y en ese campo, es la Voz de Booz la que ella debe escuchary obedecer. Entre las indicaciones que recibe la joven están:

«no te muevas de este lugar»«no espigues en otro campo»«te quedarás aquí»«junto a mis criadas»

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La comprensión del alcance de estas palabras, es de sin-gular valor para el logro del objetivo.

ESCUCHAROBEDECERPERMANECERUBICACIÓN

Escuchar. es una actitud de filtrar las voces que llegan alcorazón, y enfocar la atención en el mensaje que sale de laboca del Señor. Yo puedo escuchar la voz de mis «sentidos»,de mis «deseos», de mi «voluntad», de mis «gustos»; escucholo que me conviene, lo que me agrada. En este caso, cuandolo aplicamos al campo espiritual, es escuchar una sola voz:la voz de Dios.

Obedecer. Acto voluntario que uno realiza: se tiene la li-bertad de obedecer o desobedecer.

Ello despertó mi curiosidad: ¿Que será recoger espigasen otro campo? ¿Hay otros campos que también tienen es-pigas? Por supuesto que sí; por ejemplo, está el campo dela «intelectualidad» que genera espigas, que también satisfa-cen, pero de una manera diferente. El campo de la «prospe-ridad» también arroja sus espigas: existen manuales que leayudarán a saber cómo invertir bien su dinero para que leproduzca rédito. No debemos olvidar el campo del «placer»(si te agrada, hazlo): este campo genera también espigas, ycon el agregado que en cierta medida, resulta ser como di-ce la propaganda dice, «satisfacen en su máxima expresión»,«eso es vivir la vida».

Pero lo único que no aclara la propaganda, es que to-do esto «no dura» mucho tiempo. No vamos a profundizar

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sobre este tema, pero sí quiero remarcar, que ha sido «la pa-labra de la ley» sazonada con la «gracia y la misericordia» deDios, lo que condujo a la joven al campo adecuado. «No TeMuevas De Aquí»

Si donde usted está hoy no ha sido producto de «la pala-bra» «la misericordia y la gracia de Dios», me costaría creerque usted se halla en el campo adecuado. La palabra de Dios,debe conducir mis pasos y decisiones en «mi vida» «mi ca-rrera» «mi trabajo.» Su misericordia me concede privilegios,y su gracia es la que me sostiene. Si usted considera que susabiduría es la que le sostiene, o que solo su capacidad o susacrificio le mantienen en el lugar que ahora ocupa, permí-tame decirle que está en un error.

23. OYENDO Y OBEDECIENDO

Solo cuando prestamos oído a las palabras de Dios, y es-to va seguido de obediencia, viene la ubicación del Señor dela mies: «aquí con mis criadas». Un lugar específico e indivi-dual en su viña.

Versículo 9 «Mira bien el campo que sieguen y síguelas». Loscampos de esa época no tenían vallados o divisorias conalambrados, como es común en nuestros días; por eso laindicación: mira el campo que siguen; pon atención en suspies, allí donde pusieron ellos, tú los pondrás.

Dos figuras interesantes surgen de este pensamiento queacabamos de considerar: uno de ellos es «el campo». Estome trae a la mente las religiones; cómo se conducen y tratande influenciar en las personas. Las religiones ponen valla-dos y marcas humanas. Por lo general, son reglas que atan,que imponen pesadas cargas: ritos que cumplir, liturgias que

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celebrar, para a la postre, dejarnos insatisfechos y con la sen-sación de un vacío interior.

En cambio, los campos del Señor no tienen alambradashumanas; allí, «en el campo del Señor», el secreto es oír suvoz y seguir los pasos de los que son verdaderamente sier-vos. En la obediencia hay bendición y satisfacción.

La otra figura es: «donde pongan sus pies» los segado-res. Esto está vinculado directamente con el liderazgo, quie-nes realizan la tarea de discipulado, con la responsabilidad,de estar encaminando a otros por el sendero que la palabrade Dios indica. ¡Si usted está en el liderazgo! (esto es parausted) hay quienes miran sus pies y siguen fielmente los pa-sos que usted da. No haga un movimiento en falso, porquehará tropezar a aquellos que siguen su consejo e imitan suproceder. La orden del «Señor de la mies» para sus servido-res ha sido esta: «No la molesten ni la avergüencen». En otraspalabras: ¡Cuídate de no causar tropiezos a quienes están enmis campos siguiendo tus pasos!, no los desvíes del camino.

24. CUANDO LA SED APARECE

Versículo 9 «Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe delagua que sacan los criados». La figura de la sed: Hubieraobviado esta imagen si no tuviera valor. La sed proviene delas estructuras que llevo adentro, de mis células más pro-fundas. La sed es un proceso normal y natural en todos losmortales.

Mi área emocional puede tener sed y demandar ser satis-fecha. Mi intelecto puede tener sed y requiere mi atención.Mis hormonas sexuales pueden tener sed (no somos seresasexuados). Nunca debo olvidar que la sed que se manifiestaen mi mente y en mi cuerpo. Es normal, esto me acompa-ñará toda la vida hasta que muera, porque así nos creó Dios:

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somos seres sexuados (seamos creyentes o incrédulos, anti-guos o novatos).

Cuando de mi interior surge alguna necesidad, sea cualfuere esta, el consejo de la Palabra es: «Ve a las vasijas y bebelas aguas que sacan los criados». ¡Qué importante es recordarque en la Biblia, tengo todo el consejo de Dios para ayudar-me en mi momento de necesidad!

Cuán necesario es que una iglesia tenga vasijas para cal-mar la sed del sediento; no solo para el que tenga sed desalvación, sino para calmar la sed que se genera en nosotrosmismos. Porque al recibir a Cristo en el corazón, no nostransformamos en «cristianos robot», sino en personas quepodríamos sentir en nosotros mismos la influencia de la leydel pecado que llevamos a cuestas, como dijera el apóstol Pa-blo: «pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contrala ley de mi mente» (Romanos 7:18-25).

Cuando la sed aparece, la respuesta apropiada no es so-lamente decir «ore hermano y lea su Biblia». Aquí se tornacrucial que una iglesia tenga hermanos que oren en silen-cio (como un ministerio), que intercedan por las necesida-des del pueblo de Dios, que oren por los siervos que estánen la obra, para que no caigan.

Es también necesario que la iglesia sea asamblea que or-ganiza seminarios, conferencias, mesas redondas, que enfo-quen con franqueza temas de cómo vencer la tentación paratodas las edades (niños, jóvenes, adultos, ancianos, solteros,casados). Ninguna antigüedad en la vida cristiana vuelve alos cristianos inmunes a la sed; ningún bautismo especial,ninguna recomendación milagrosa, pueden apagar las sen-saciones normales que generan nuestras células, sensacionescon las que hemos venido a este mundo. Por lo tanto, lasiglesias que encaran estos temas con el respaldo de las escri-

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turas y la autoridad del Espíritu, están proveyendo de vasi-jas para dar de beber, a quienes se les ha «despertado la sed».Cuando una asamblea cuenta con personas idóneas y teme-rosas de Dios para dar el consejo sabio, palabras de alientoy de consuelo a quienes necesiten, son iglesias que siguen lasindicaciones del Señor de la Mies.

El consejo de la palabra de Dios es: Reír con los que ríen,llorar con los que lloran, llevar las cargas con los se encuen-tran fatigados y con fuerzas disminuidas. Buenos conseje-ros; vasijas benditas provistas por Dios para su pueblo. Diceel libro de Proverbios: «como aguas profundas es el consejo enel corazón del hombre, mas el hombre entendido lo alcanzará»(Proverbios 19:5); «Aguas profundas son las palabras de la bo-ca del hombre, y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría»(Proverbios 18:4).

25. VERSÍCULOS 10–17: CRECED EN LA GRACIA

10 Ella entonces bajando su rostro se incli-nó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado graciaen tus ojos para que me reconozcas, siendo yoextranjera?

11 Y respondiendo Booz, le dijo: He sabidotodo lo que has hecho con tu suegra después dela muerte de tu marido, y que dejando a tu pa-dre y a tu madre y la tierra donde naciste, hasvenido a un pueblo que no conociste antes. 12

Jehová recompense tu obra, y tu remuneraciónsea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel,bajo cuyas alas has venido a refugiarte. 13 Y elladijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tusojos; porque me has consolado, y porque has

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hablado al corazón de tu sierva, aunque no soyni como una de tus criadas.

14 Y Booz le dijo a la hora de comer: Venaquí, y come del pan, y moja tu bocado en elvinagre. Y ella se sentó junto a los segadores, yél le dio del potaje, y comió hasta que se sació,y le sobró. 15 Luego se levantó para espigar. YBooz mandó a sus criados, diciendo: Que recojatambién espigas entre las gavillas, y no la aver-goncéis; 16 y dejaréis también caer para ella algode los manojos, y lo dejaréis para que lo recoja,y no la reprendáis.

17 Espigó, pues, en el campo hasta la noche,y desgranó lo que había recogido, y fue comoun efa de cebada.

El punto que vamos a desarrollar a continuación surgede la pregunta o la interrogante que formulara Rut, acercade la gracia que comenzaba a vivir. Ella dijo: «¿por qué hehallado gracia ante ti?» Hallar gracia —o recibir una gracia—es un regalo; y tratándose de Booz respecto a la joven, eradesde todo punto de vista una gracia inmerecida. Ello haquedado registrado para mostrarnos la figura de la Graciade Dios para con nosotros: un regalo inmerecido.

Pero en nuestro pasaje, la joven reconoce que además dela gracia de permitirle espigar en su campo (que a su crite-rio ya era suficiente), resalta que el dueño del campo le haconcedido también otros dones. Efectivamente, Booz agre-ga otros regalos para la joven Rut, en base a la informaciónque él recibiera de parte de sus siervos.

Este es el informe pormenorizado que recibe Booz: «haestado trabajando desde la mañana hasta ahora, sin descansar

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ni un solo momento» (versículo 7). Basándose en este infor-me recibido de parte de sus siervos, el dueño del campo agre-ga estas palabras. «Y Booz le respondió, y dijo: Todo lo que hashecho por tu suegra después de la muerte de tu esposo he sabido»(versículo 11) (Me ha sido informado en detalle).

Por todo ello, era importante que Rut no saliera de esecampo para ir a espigar en otro lugar. Conforme a lo queencontramos en nuestra lectura, en ese perímetro de tierra,en ese lugar específico, Booz tenía el propósito de continuarenriqueciéndola, por lo cual el dueño de la tierra seguía aten-tamente las pisadas de la joven, observaba minuciosamentetodos sus movimientos: «He sido informado en detalle».

No debe extrañarnos esta figura que resalta en nuestrotema. En las Escrituras encontramos situaciones en las queDios revela que Él recibe un informe pormenorizado de par-te de sus siervos —criaturas celestes— a quienes encomiendatareas específicas que deben cumplir. En el libro de Job po-demos observar (Job 1:6-7) una escena en donde su hijos—así los llama a sus mensajeros, los ángeles— habían sidoconvocados ante su presencia, para dar una descripción de-tallada de sus gestiones.

En los párrafos anteriores de nuestra lectura, hemos po-dido considerar cuando Booz encomendaba a sus siervosque cuidaran de Rut, procurando que nadie la molestara,que ninguno la estorbara, y mucho menos que la avergon-zaran. Si consideramos la misión de los ángeles en las Escri-turas, se puede ver un hermoso paralelismo. Por ejemplo:«Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que teguarden en todos tus caminos» (Salmo 91:11). Cuando el li-bro de Hebreos habla del tema dice: «¿No son todos espíritusministradores, enviados para servicio a favor de los que seránherederos de la salvación?»

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26. EL SECRETO DE MANTENERSE DENTRO DELCAMPO: «DENTRO DE LA GRACIA»

No quiero pasar por alto este detalle de nuestra lectu-ra: la insistencia de Booz para que Rut se mantuviera «den-tro del campo». Veo en esto la figura de mantenerse «en laGracia». Cuando leemos el libro de los Hechos, vamos en-contrar expresiones como del capítulo 13 «Y terminada lareunión de la sinagoga, muchos de los judíos y de los proséli-tos temerosos de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes,hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios»(Hechos 13:43). Hubo una amonestación para perseverar o«permanecer en la gracia».

Ya no estamos hablando de la gracia de la salvación («porgracia sois salvos») sino en la comunión, donde se continúarecibiendo la «gracia», los regalos de Dios, su provisión paralos redimidos. 1 Pedro 4:10 habla de que debemos ser bue-nos administradores de la multiforme gracia de Dios. Susdones, sus regalos, tienen diferentes formas, facetas, caracte-rísticas («multiforme»), y esos regalos suministra Dios paraquienes se mueven en sus campos, y ha dado órdenes a sussiervos para que lo administren en forma correcta.

Además, 2 Pedro 3:18 amonesta a los creyentes «a cre-cer en la gracia». Si bien la presencia de Dios está en todolugar, y sus ojos también, sus ángeles tienen la misión demantenerle informado de todo. Esos mismos ángeles, segúnhemos visto en la cita de Hebreos, son los que ministran lascosas de Dios para aquellos que han de heredar el Reino. (Esla figura de Booz y sus criados recibiendo indicaciones).

El evangelio de Mateo nos revela que Dios es informadosegundo a segundo de lo que sucede con los niños: «Miradque no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo

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que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de miPadre que está en los cielos» (Mateo 18:10).

Cuando Pedro había caído preso y estuvo en la cárcel,se presentó un ángel del Señor y una luz resplandeció en lacárcel; y tocando a Pedro en el costado, lo despertó, dicien-do: «Levántate pronto». Y las cadenas se le cayeron de lasmanos. (Hechos 12:7) Pedro salió libre. En este tiempo enque vivimos, no es necesario que el ángel —el mensajero deDios— tenga una apariencia majestuosa, para que podamoscreer que es un enviado del Señor. La carta a los Hebreos,cuando habla de hospedar al viajero, dice que algunos sinsaber «hospedaron ángeles».

Es decir, muchos de los que sirven a los hijos de Dios enesta tierra, aunque tengan apariencia humana, y no parez-can ángeles, no por ello debemos descartar que sean ángeles(enviados de Dios), cuidando, alentando, protegiendo, sus-tentando a los que han de heredar con Cristo la Gloria delPadre.

27. RECOMPENSA Y REMUNERACIÓN

Versículo 11: «que dejando a tu padre y a tu madre y la tierradonde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes».Esa actitud no pasó desapercibida para Booz; al contrario,le agradó que Rut dejara a su madre y a su tierra, para veniren busca del Dios verdadero. Cuando los discípulos dijeronal Señor lo que habían dejado para seguirle, él les respondió«De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, ohermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, otierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien vecesmás ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres,hijos y tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo veniderola vida eterna» (Marcos 10:29-30).

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Versículo 12: «Que el Señor recompense tu obra y que tu remu-neración sea completa de parte del Señor». (LBLA–RVG10).Aquí Booz nos introduce a dos conceptos interesantes. Ha-bla de recompensa y remuneración cumplida dice la versión60, pero las actuales y varias otras hablan de remuneracióncompleta. ¿Qué es recompensa, y qué es remuneración com-pleta?

Recompensa. Recompensa es un premio estipulado poralgo en particular. En este caso se puede dar solamente dossituaciones posibles: Ser recompensado o no. Veamos algu-nos pasajes bíblicos que ayudarán a una mejor comprensión.

El Señor dijo en Mateo 5:46 que si amamos a nuestrosenemigos, tendremos recompensa. En Mateo 10:41 dice queel que recibe a un profeta, por cuanto es profeta, recompen-sa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuantoes justo, recompensa de justo recibirá. También enseñó enMateo 10:42 que «cualquiera que dé a uno de estos pequeños,un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cier-to os digo que no perderá su recompensa». Y Proverbios 11:31enseña que si ciertamente el justo recibe su paga o recom-pensa en la tierra, ¡cuánto más el malvado y el pecador!

La remuneración. La remuneración es un salario, unmonto estipulado que uno recibe por servicios prestados.En este caso, puede suceder que al final de la jornada unoreciba su salario completo; en otros casos, puede sufrir algúndescuento por situaciones que han aparecido en el curso deltiempo. Algunos empleados sacan en ocasiones un préstamoo adelanto, y la amortización de dicho préstamo o adelantose descuenta de su salario. Otros comenten algún descuido,pierden algo de valor y tienen que reponer, y el monto se

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les descuenta de su salario. Algunos llegan a fin de mes yreciben un salario exiguo, porque han malgastado antes, otuvieron que pagar algún error. De esta forma, vemos que laremuneración por servicios prestados dependerá de algunosdetalles para que recibamos una remuneración completa ono. En el campo que nos interesa a nosotros ahora, ¿cuándoes que existe este descuento o remuneración incompleta?

1 Corintios 3:11-15 nos introduce en este tema cuandohabla acerca del tribunal de Cristo:

«Nadie puede poner otro fundamento queel que está puesto, el cual es Jesucristo. Si al-guien edifica sobre este fundamento con oro,plata y piedras preciosas, o con madera, henoy hojarasca, la obra de cada uno se hará mani-fiesta, porque el día la pondrá al descubierto,pues por el fuego será revelada. La obra de ca-da uno, sea la que sea, el fuego la probará. Sipermanece la obra de alguno que sobreedificó,él recibirá recompensa. Si la obra de alguno sequema, él sufrirá pérdida, si bien él mismo serásalvo, aunque así como por fuego».

La remuneración por el servicio prestado en la obra deDios, en el «tribunal de Cristo», llegará a ser completa sitodo se ha hecho en amor y para la Gloria de Dios. Peroquienes hayan trabajado, por envidia, por vanagloria, porcompetencia, con desgano, en forma displicente, todos ellosrecibirán también su remuneración, pero tenga usted porcierto que será incompleta. El fuego lo pondrá a prueba, yel fuego determinará si será completa o no.

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28. REFUGIADOS BAJO SUS ALAS

Versículo 12 «Bajo cuyas alas has venido a refugiarte». ¿Cuá-les son las alas del Todopoderoso? Sería bueno identificarlas,no sea que me esté refugiando bajo otras alas. «Hijo mío,no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis man-damientos, porque muchos días y años de vida y de paz teaumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la ver-dad: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazóny hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios yde los hombres. Confía en Jehová con todo tu corazón yno te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todostus caminos y él hará derechas tus veredas. No seas sabio entu propia opinión, sino teme a Jehová y apártate del mal,porque esto será medicina para tus músculos y refrigeriopara tus huesos. Honra a Jehová con tus bienes y con lasprimicias de todos tus frutos; entonces tus graneros estaráncolmados con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto»(Proverbios 3:1-10).

Confíe en las palabras de este proverbio y será realmenteun refugio bajo las alas del Omnipotente.

29. LA RIQUEZA DE TENER UN PARIENTEMISERICORDIOSO

En este capítulo 2 del libro de Rut aparece una figura a laque no hemos logrado darle todo el espacio que se merece;y es lo que dice en el versículo 1: «Tenía Noemí un parientede su marido».

El concepto de pariente para el judío era una figura fami-liar; ellos estaban acostumbrados a esta expresión, porque laley de Moisés contemplaba tal situación. Toda persona delpueblo de Israel que cayera en la desgracia de empobrecer y

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perder sus bienes —incluyendo su tierra o su libertad— te-nía la posibilidad de ser redimido por un pariente cercano.Es decir, que este pariente cercano comprara la parte del pa-riente pobre, su parcela de tierra, para que su nombre nosea borrado de la lista del pueblo. El no tener una propie-dad, o el no pertenecer a una familia con bienes raíces, erapara los antiguos israelitas sinónimo de ser borrado su nom-bre del padrón, de la lista de nombres que habitan un lugardeterminado; en este caso, la tierra prometida.

Elimelec, esposo difunto de Noemí, evidentemente ven-dió su propiedad o la dejó hipotecada para ir a los camposde Moab en busca de pan. A la vuelta, ahora, la figura del pa-riente comienza gradualmente a tener relieve: «tenía Noemíun pariente».

Este registro de las Escrituras no está solamente para re-latar lo acontecido con la familia de Elimelec y con Rut,sino para destacar un hecho de importancia vital, de un sig-nificado único. Para Noemí, nunca habrá tenido tanto valorcomo en esa ocasión la existencia de un pariente; y la ver-dad es que ella, sin proponerse, sin pensar en ello, de prontodescubre «que tenía un pariente», y con el agregado que erarico. Para un habitante de la tierra prometida, tener un pa-riente rico era una bendición sin nombre. Incomparable. SiNoemí no hubiera caído en la desgracia de empobrecer, talvez no tendría la connotación que tiene ahora.

La primera figura que resalto es la bendición de tener unpariente; no uno común, sino uno de la familia de Elimelec(«Jehová es mi rey»): era descendiente de príncipes. Ademásde ser descendiente de familia distinguida, era poseedor deun enorme campo y muchos siervos.

La segunda figura que aparece en el relato de este capítu-lo es que este pariente provenía de un lugar llamado Belén.

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¿Cuál es el retrato o la representación que se esconde detrásde esta figura? ¿Qué personaje de importancia vital se en-cuentra representado en este retrato del pariente? Cuandoel evangelio de Mateo (Mateo 1:15-16) relata la genealogíade Jesús, y cuenta como José, el esposo de María, dependíade la línea que se trazaba desde Abraham —y Abraham, porsupuesto, provenía de la descendencia de «Adán— este re-lato de Mateo distingue, da relieve a esta figura que ahoraestamos considerando.

Porque Jesús, el Ungido de Dios, el Elegido para redi-mir a su pueblo de su pecado, tenía sangre en sus venas pro-veniente de un hombre que había caído en la mayor de lasdesgracias, donde perdió no solo su propiedad —que era latierra— sino que en el mismo acto, perdió también su liber-tad, porque fue vendido como esclavo a un extraño. Ahorasu suerte, su vida, su futuro, dependía de otro amo, de otroseñor, y también toda su descendencia. Como dicen las pala-bras del profeta Isaías, en Isaías 26:13, «Jehová Dios nuestro,otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros».

¡Pero qué bendición, qué grata noticia, que buenas nue-vas, fueron para Adán y su descendencia la canción angelicalde Lucas 2:10, «os doy nuevas de gran gozo»! ¡Adán, tienes unpariente! No necesitas seguir como esclavo. Tu nombre nova a ser olvidado, puedes ser nuevamente registrado en elpadrón. ¡Adán, tienes un pariente!

Por si la figura no fuera tan nítida, notemos que el pa-riente provenía de un lugar llamado Belén, aldea en la cualun día bendito, en un establo humilde de esa pequeña ciu-dad, se vio el milagro más grande que la humanidad pudierallegar a considerar: que el Dios del cielo tomara forma hu-mana, y que naciera de mujer. Allí, en Belén, se dio el mi-lagro de que naciera el escogido por Dios, para redimir a su

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pueblo. El único pesebre real, el verdadero, el que vio naceral Salvador, estaba allí en Belén. Y como Booz, el parien-te redentor de Noemí, acercó sus pasos desde Belén, así undía hace 2 mil años un pariente cercano del hombre acer-có sus pasos desde Belén para redimir al empobrecido. ¡Quénoticia más grata para el inconverso de hoy! «No necesitasseguir como esclavo, tienes un redentor, un pariente que esinmensamente rico».

La otra escena que me cautiva en la lectura que hemoshecho, es la que se narra en el versículo 2: «Un día Rut, lamoabita, dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo arecoger espigas en pos de aquel a cuyos ojos halle gracia. Ve,hija mía le respondió ella».

Noemí cumple aquí un rol que trae a mi mente el aromade una persona: el Espíritu Santo. Rut la Moabita, la que nopertenecía a la familia ni al pueblo, ahora manifiesta inquie-tud en conocer al Dios de Israel; toma la determinación devenir a sus ejidos, y en esta parte del relato, busca un lugar,un campo donde pueda encontrar un amo, un señor que latrate con gracia. Noemí le dice: «ve, hija mía». Es lo que elEspíritu de Dios hace con el que no conoce a Dios. Le traea su presencia, le conduce hacia Dios, facilita el camino pa-ra que encuentre al pariente que lo mire con gracia. ¡Quebendito trabajo el del Espíritu de Dios, de traernos cerca delsalvador. No lo resista.

En el libro de Hechos tenemos algunos ejemplos de laactuación del Espíritu de Dios conduciendo a las personas.El Espíritu hace que Lidia estuviera atenta al mensaje y leabre la mente para comprender (Hechos 16:14). En Hechos16:6-7 el Espíritu abre o cierra el paso de Pablo para quepredicara el mensaje: El Espíritu Santo encamina los pasosde las personas, para cumplir con los propósitos de Dios.

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30. LA VERDADERA HISTORIA DE NOEMÍ

La verdadera historia de Noemí estaba aquí, en esta tie-rra (Belén). En Moab, Noemí era una extraña. En la tierraprometida volvió a recordar todo su pasado: ella tenía unpariente.

El hombre sin Dios debe conocer su verdadera historia,que no es la que el mundo relata. No somos producto de laevolución o de la casualidad. Hay una historia; algo ha suce-dido hace mucho tiempo, Un antepasado ha empobrecido,ha sido vendido como esclavo, y toda su descendencia conél. Su nombre es Adán.

Ahora hemos llegado a los perímetros de la tierra pro-metida, y aquí descubrimos que tenemos un pariente, un pa-riente rico. Este Pariente nos mira con misericordia, quiererecibirte, puede hacer que tu nombre sea registrado en ellibro de la vida; pero «escucha bien el consejo» —fue la ad-vertencia que dio Noemí a Rut— «no salgas de ese campo»,obedece a sus indicaciones, y serás redimido. Su nombre es«Jesús».

31. RUT EN EL CAMPO DE BOOZ

Rut llega a un campo donde no la conocían. Aun siendoextranjera, no la despidieron, no la marginaron, sino quedejaron que recogiera para saciar su hambre, tal como ya lohemos comentado en párrafos anteriores.

El dueño del campo —Booz— fue todavía más amablecon ella; la trató con un cariño especial. Le habló de tal for-ma, que le dio a entender que sabía plenamente todo acercade ella y de su pasado. Pero en la última parte del versículo12 dice algo que será motivo de un comentario: «bajo cuyasalas has venido a refugiarte».

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Ahora el libro de Rut, resalta otra figura: el refugio. Asícomo la figura del pariente cercano era familiar para el israe-lita, así también resulta el tema del refugio.

Por ley, Israel debía escoger ciudades de refugio, dondeel homicida pudiera escapar del vengador de la sangre y vi-vir. Pero el fugitivo tenía que acercarse a tal ciudad; y en lamayoría de los casos, debía correr para salvar su vida. Teníaque demostrar confianza en lo establecido por Dios y en-trar en los perímetros de la «ciudad refugio». Allí no podíaalcanzarle la mano del vengador (Números 35:22-28).

En el Antiguo Testamento encontramos la palabra «Re-fugio» siempre en la connotación de seguridad, confianza,protección. Se registra unas 152 veces con un significadoequivalente a «creer» del Nuevo Testamento; es equipara-ble a la palabra «fe». Rut ha decidido confiar en Dios, se harefugiado bajo sus Alas. Ella no conocía quién era; ha sidoconducida a Él, pero ella mostró interés por conocerle.

32. EL CONSUELO DE BOOZ, ¿EN QUÉ CONSISTIÓ?

Versículo 13. Rut dice: «porque me has consolado, y porquehas hablado al corazón de tu sierva». ¿Por qué dijo Rut queBooz habló a su corazón? ¿En qué consistió esto? PorqueBooz habló a Rut con bondad, le miró con gracia, le pro-veyó seguridad, le suministró alimento para su hambre, ycalmó su sed.

Si lo que hoy dicen al corazón de usted, si las cosas queeste mundo provee para usted, no generan seguridad y nodejan satisfacción duradera a su corazón, pues eso sencilla-mente no es consuelo. Sólo son palabras huecas que estánbien hilvanadas, como las reuniones cargadas de programasemocionales, canciones por doquier que hablan de Dios,

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«pero no es la palabra de Dios». Nada puede reemplazar ala Palabra de Dios para traer consuelo al corazón que se en-cuentra necesitado.

33. CUANDO LLEGUE LA HORA DE COMER

Versículo 14. ¿Cuál es la verdadera hora de comer? Cuandoel apetito irrumpe en nuestras vidas.

Egipto: ofrecía puerros, ajos, y cebollas a cambio deesclavitud.

Jacob: el suplantador, ofrecía potaje de lentejas de aro-ma irresistible a un alto precio, «la primogenitura».

Los hijos de los profetas (2 Reyes 4:38): tomaronhierbas y frutos con aspecto saludables, pero habíamuerte en esas ollas. Esto para mí es la figura más cla-ra que aun en el ambiente en donde se predica aparen-temente la Palabra de Dios, puede haber en muchasollas alimentos que producen muerte.

A la hora de comer, Rut fue convidada a extender sumano, para servirse del potaje que Booz le ofrecía. En lafigura que ese potaje representa, —recipiente con vinagre ycondimentos— era un potaje de salsa bendita, que no fueescondido ni siquiera de Judas; Jesús le extendió para quemojara su pan.

Rut fue convidada a acortar la distancia, a extender sumano para que pudiera ser saciada. Era el momento cuandola necesidad se hacía presente; el hambre y la sed se manifes-taba y demandaba saciedad. Booz le extiende la mano conun recipiente de sustancias aromáticas, costumbre muy di-fundida en Israel; y el hecho de mojar su pan en su plato era

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sinónimo de confianza, de cariño tan especial, de un actorodeado de delicadeza.

Años después, la figura que Booz representaba —ahoraera Cristo Jesús— hacía lo mismo, pero no con alguien llenode virtud, sino con un hombre cuyo corazón estaba cargadode codicia y de maldad: «Judas Iscariote» más conocido co-mo «Judas el traidor». El Señor le extendió su plato para quemojara su pan a aquel, que horas después lo iba a entregar asus enemigos con un beso.

Booz manifestó misericordia hacia una mujer gentil, pe-ro rodeada de virtud. El Señor manifestó misericordia ha-cia uno que no merecía haber nacido; pero en ese acto es-taba mostrando el alcance del amor de Dios: amando a susenemigos. No retiró su plato de Judas; con más razón no ha-brá de hacerlo si alguno de nosotros se acerca a Él, en buscade misericordia y perdón. La escena de Booz extendiendosu plato hacia Rut es la figura del Señor haciendo lo mismocon nosotros.

34. TRABAJA POR LA MAÑANA Y TAMBIÉN POR LATARDE

Versículo 15. «Luego se levantó a espigar. Y Booz mandó a suscriados, diciendo: Que recoja también espigas entre las gavillasy no la avergoncéis». Pregunta: ¿Cuándo se levantó Rut pa-ra espigar? El versículo 14 responde: cuando estuvo saciaday aun le había sobrado.

Este es un punto interesante, porque dependerá, de có-mo lo interpretemos para el provecho que le podamos sacar.Están aquellas personas que no conocen el punto de equili-brio, que muchas veces por la gracia y misericordia de Dioslogran alcanzar sus metas, y consiguen llegar al éxito, logran

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estar saciados; pero la ambición y la codicia les impulsan abuscar más. Cuando éste es el móvil de tal emprendimiento,nunca esperemos bendición.

Pero notemos que Rut, a pesar de haber saciado su nece-sidad y hasta había guardado lo que había sobrado, disponesu corazón para seguir trabajando, pero mantiene sus piesen el campo de Booz; no sale de la voluntad de Dios.

Esta es la figura de corazones que han logrado ver el fru-to de su trabajo, ver la abundancia, disfrutar de la bendi-ción; pero no por ello, se cruzan de brazos en lo que vie-ne después. Dice Eclesiastés 11:6: «siembra tu semilla por lamañana, y por la tarde no dejes reposar tu mano». Rut es unhermoso ejemplo de alguien que no ha bajado los brazos; haseguido su labor. Luego de haber trabajado toda la mañana,ahora en la tarde de su vida, ella seguía en el campo.

Un cuadro diferente es aquel que en su tiempo de la ma-ñana pone empeño en la obra; pero luego, su actitud cambia.Ya ha comido, ya se ha saciado, «es tiempo de descansar».Esta es la mejor forma de invitar al enemigo a trabajar ennuestras vidas.

¿Cuál fue el resultado de semejante actitud por parte deRut? «Y Booz mandó a sus criados, que recoja no solo espi-gas, sino también manojos y no la avergoncéis». Notemosque en la mañana Rut recogió «espigas;» ahora en la tarde,iba a juntar «manojos». No dejó sus pies en el reposo, a pe-sar de haberse servido directamente de las manos de Booz.Dios no bendice a los haraganes.

En el evangelio de Mateo encontramos un notable relatoacerca de los desocupados. Una lectura cuidadosa de Mateo20:1-6 deja en mi mente una figura que ocupa toda mi aten-ción. «El reino de los cielos es semejante a un hombre padrede familia, que salió por la mañana a contratar obreros para

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su viña». Ese padre de familia es la figura del Señor del cie-lo, que ha salido a buscar obreros para su viña. Muchos soncontratados en la mañana de sus vidas, benditas vidas quehan sido llamadas en la «mañana de su existencia», quienesdijeron a Dios: «heme aquí, envíame a mí».

Cerca de la hora tercera, (media mañana), esto podríacompararse a un llamado del Señor en la adolescencia. Tam-bién hubo llamados a la hora sexta y novena, juventud yedad adulta, con la misma invitación. Pero a la hora undé-cima, una hora antes que declinara el día, las sombras de lanoche ya estaban a las puertas. Diríase que la noche se habíaarrimado al borde de la vida. Dice el versículo 6 «y saliendocerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupa-dos, y les dijo. ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?»No solo es figura de las etapas de la vida, sino también del«transcurrir del tiempo».

La mañana pudo haber sido el comienzo del cristianis-mo, pero ahora estamos en la hora undécima de la gracia.Y ante la pregunta del Maestro: ¿Porqué estáis aquí todo eldía desocupados? reflexionemos: ¿podríamos responder a es-ta pregunta: Por qué estás desocupado?, ¿por qué no trabajasen la viña? ¿no percibes que el Señor de la viña está vinien-do? No podríamos poner como excusa lo que dijeran aque-llos desocupados de la plaza. ¡Señor, nadie nos avisó que de-bíamos trabajar! nadie nos ha contratado.

Si usted nunca ha puesto las manos en el arado, ahora esel tiempo, en el undécimo momento de su vida.

Versículo 18. «Rut fue a la ciudad con su efa de cebada, y susuegra vio lo que había recogido». Es el regreso triunfantede alguien que ha sabido invertir su tiempo en aquello que esútil, en aquello que produce; aquel que ha sabido reproducir

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sus talentos, que no escondió en la tierra, volvía al hogar conlas manos llenas.

Quienes trabajen para Dios, nunca volverán con las ma-nos vacías. «Los que sembraron con lágrimas, con regocijo se-garán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla,mas volverá a venir con regocijo trayendo sus gavillas» (Salmo126:5–6).

De acuerdo con este Salmo, debemos erradicar el con-cepto de que el trabajo en el campo todo es regocijo: es lasuma de regocijo y lágrimas, «andando y llorando» ¿Quiéndijo que las lágrimas en el trabajo para el Señor es sinónimode haberse equivocado?

Versículo 19 ¿Dónde has espigado hoy? ¿Dónde has trabajado?.Dos preguntas que no esperan una misma respuesta. Noemívio que lo que Rut traía en sus manos, era una bendición,era abundancia, generaba vida, ocasionaba alegría en el co-razón. ¿A dónde fuiste a espigar? ¿De qué lugar trajiste tantaabundancia?

Al ver lo desbordante que cargaba en sus manos, for-mula su segunda pregunta, ¿Dónde has trabajado? ¿En quécampo?, ¿en qué parcela? ¿En qué viña ocupaste tus manos,y has conducido tus pies? Lo que traes en las manos no pue-den provenir de un campo maldito, sino bendito.

¿Dónde has estado hoy, y qué estuviste haciendo? Una pre-gunta interesante que deberíamos formular en nuestros días.Se puede estar en el lugar adecuado, pero no estar haciendonada. Pasa con muchos cristianos: están dentro del campo(¿dónde ha estado usted?) pero no están trabajando. Si losfrutos de su sacrificio no producen vida, es sabio preguntarlo que dijera Noemí: ¿En qué estuviste trabajando?

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35. ADORACIÓN

Versículo 20. «Sea él bendito de Jehová». Esta es la nota re-saltante de estos versículos: la gratitud, la alabanza y adora-ción a Dios. Un ejercicio del alma que ha sido relegado alúltimo escalón.

Somos dados a orar para pedir, rogativas para reclamar,súplicas para solicitar misericordias por nuestras propias mi-serias... pero poco dados a la adoración. «Bendito sea deJehová». Dice el libro de Filipenses capítulo 4, en paráfrasis:No te llenes de afanes ni ansiedades en la vida. Di «no» a lasansiedades y en lugar de quejas y ansiedades, eleva a Dios tusoraciones, con dos partes de alabanza y una de adoración.

Este versículo de Rut nos invita a realizar un análisis delcontenido de nuestras oraciones. ¿Qué porcentaje del conte-nido son quejas, demandas, peticiones y súplicas?, y ¿cuántode ellas corresponden a alabanza y adoración? Nos arrodi-llamos solo para pedir, pero pocas veces con el propósito deadorar.

Versículo 21. Rut dijo a su suegra «además me dijo». Estaacotación de Rut revela la actitud que la joven tuvo estandoen el campo de Booz, dispuesta a seguir las indicaciones querecibía: esto implica obediencia. Disfrutó de la comunióncon el dueño del campo, fue saciada plenamente, para luegopoder expresar lo que hemos leído, «además me dijo».

Rut pudo compartir con su suegra, no solo lo materialque había recogido, sino las palabras que había escuchado deboca del amo de la tierra, y la manera en que había confor-tado su corazón. «Además me dijo»... ¡bendita comunión!

CAPÍTULO 3

RUT CAPÍTULO 3

36. TEXTO DE RUT 3:1–10

1Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía,¿no he de buscar hogar para ti, para que te vayabien? 2 ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyascriadas tú has estado? He aquí que él avienta es-ta noche la parva de las cebadas. 3 Te lavarás,pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos,irás a la era; mas no te darás a conocer al va-rón hasta que él haya acabado de comer y debeber. 4 Y cuando él se acueste, notarás el lugardonde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies,y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas dehacer. 5 Y ella respondió: Haré todo lo que túme mandes.

6 Descendió, pues, a la era, e hizo todo loque su suegra le había mandado. 7 Y cuandoBooz hubo comido y bebido, y su corazón es-tuvo contento, se retiró a dormir a un lado delmontón. Entonces ella vino calladamente, y ledescubrió los pies y se acostó. 8 Y aconteció quea la medianoche se estremeció aquel hombre, yse volvió; y he aquí, una mujer estaba acosta-da a sus pies. 9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Yella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiendeel borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto

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eres pariente cercano. 10 Y él dijo: Bendita seastú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu pos-trera bondad que la primera, no yendo en buscade los jóvenes, sean pobres o ricos.

Esta parte de la lectura del libro de Rut se caracterizapor interrogaciones que se formulan, y que transmiten con-ceptos de vital importancia para la vida práctica. Al ir res-pondiendo cada una de ellas, conoceremos el alcance real delas palabras.

37. ¿CUÁL ES LA PRIMERA PREGUNTA DEL PASAJE?

Versículo 1 «¿No he de buscar hogar para ti?». ¿A qué as-pecto de la vida podría estar refiriéndose esta expresión? Sihacía referencia a la búsqueda de un ambiente de cobijo omorada, en realidad la joven ya tenía un lugar con Noemíen tierras de Belén. Pero si estas palabras se relacionan a labúsqueda de un esposo para Rut entonces surgen otras in-terrogantes en mi mente, y pediría al lector su ayuda pararesponder las siguientes preguntas, y luego sacar las conclu-siones correspondientes.

¿Quién debe buscar?¿Qué debo buscar?¿Cómo debo buscar?

Quién debe buscar. ¿Quién debe buscar la pareja para loshijos?

... los interesados?

.... los padres?

.... los pastores de la iglesia?

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Ahora pregunto a los casados: ¿Quién escogió, o quiénesescogieron a su pareja?, y ¿qué recomendaría usted a estageneración de hoy?

Es importante repasar la cultura de aquel entonces paraubicar estas palabras de Noemí. El único quien no tuvo «eldilema» de escoger para su esposa, fue Adán —pues a él nose le presentó la opción de dudar si era la voluntad de Dioso no— pero a partir de allí, todos hemos pasado en mayor omenor grado por esta disyuntiva.

En la antigüedad, esto se solucionaba en un alto porcen-taje conforme a la cultura y a las costumbres de la comuni-dad. Cuando llegamos al periodo del Nuevo Testamento, elapóstol Pablo enfoca someramente el tema diciendo «con talque sea en el Señor».

En resumen, en la cultura antiguo-testamentaria, la elec-ción de la pareja era hecha por los padres la mayor de las ve-ces. En la cultura occidental por lo general la búsqueda estáa cargo del interesado, aunque en ocasiones existen arreglos;pero siempre es bueno y sabio escuchar el consejo de los quetienen experiencia en este campo.

Qué debo buscar. Esta interesante pregunta la responde ellibro de Génesis (Génesis 24:3-4) cuando Abraham envía aljefe de sus criados, en busca de una esposa para Isaac. DiceGénesis 24:3 «No de las hijas de los cananeos». Es lo que Pablodice en su carta: «Con tal que sea en el Señor». Nunca será de-masiado, o una exageración, enfatizar sobre este tema: quesean de la misma fe.

Génesis 25:4 establece: «de mi tierra». En otras palabras,de entre las personas que habitarán el cielo. Ese lugar seránuestra tierra definitiva, nuestra morada real. «Y entre miparentela». Dentro de la familia de Dios, la familia que con-

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fiesa que Jesús es el Señor y que en su corazón cree que él re-sucitó de entre los muertos. Esta familia cristiana es amplia;va más allá de las denominaciones. Algo que recordar: enel cielo no estaremos agrupados por denominaciones, sinocomo familia.

Cómo debo buscar. Para responder a esta pregunta, encuen-tro varias escenas en nuestro pasaje, que vamos ir revisandodetenidamente. Noemí nos ilustra dos figuras que vamos aconsiderar en forma separada.

En primer lugar, veo a Noemí como alguien que se sien-te responsable de la joven Rut. Esta es la figura de los pa-dres; pero también pueden ser los pastores o líderes de jó-venes, cuando estos son buenos consejeros. Notemos estarecomendación de Noemí: (versículo 3)

1. «te lavarás»2. «te ungirás»3. «vistiéndote tus vestidos»4. «irás a la era»5. «no te darás a conocer al varón» (prudencia en su ex-

hibición) hasta que el proceso haya terminado.

¿Quién dijo que en la Biblia no tenemos parámetros deconducta para las cosas domésticas? Como una madre pru-dente y piadosa, Noemí aconseja a su hija. Noemí recomien-da a Rut que se presente, no de cualquier forma, sino «lava-da». Nótese el énfasis en la pulcritud, la limpieza, la higiene,el cuidado personal. Pareciera un simple relleno, sin embar-go, el aspecto personal habla demasiado de una persona.

«Te ungirás». El perfume, la fragancia, invita a pensar enel amor. Si no cree que esto sea así, le recomiendo echar un

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vistazo al libro de Cantar de los Cantares. Si bien es un te-ma secundario —en mi opinión personal— no por eso, siuno está en condiciones y es del agrado personal, nunca estádemás utilizarlo. «Vistiéndote», y no al revés, «desvistiéndo-te», y esto tiene mucho que ver con lo que viene después.No darse a conocer tiene un alcance profundo, no descu-briendo lo que no se debe descubrir. Siguiendo el hilo delconsejo de Noemí:

Versículo 4 «descubrirás sus pies y te acostarás allí». Se tratade una costumbre casi imposible de dimensionar en toda suextensión, pero tratemos de traducir en las siguientes pala-bras. Es la atención delicada en el marco del respeto de unamujer soltera hacia un hombre soltero, que se encontrabaen esos momentos ocupado en sus obligaciones. No inter-firiendo en sus tareas y responsabilidades, no distrayéndolede sus compromisos, sino más bien teniendo gestos de pro-tección, confort y por qué no, de ayuda.

Cuando David envejeció y no se calentaba —es decir elfrío lo tenía a mal traer— le buscaron una joven que se acos-tara cerca de él para abrigarlo (1 Reyes 1:1-4). Dice la Bibliaque David nunca lo conoció; es decir, nunca durmió conella como hombre, sino que la presencia a sus pies, tenía lafunción de confort, de servicio, de compañía, de bienestar,de interés por su salud. Sigo el hilo del pensamiento, aunqueesta no sea una clase para jóvenes, o un taller para noviazgo;pero como personas adultas, como padres, como consejeros,debemos saber cómo aconsejar.

He visto que cuando se forman las parejas, a veces elhombre o mujer está interfiriendo la actividad de la otrapersona. Distrae en tiempo de examen, o llama por teléfonoen horas de trabajo, exponiendo a la pareja a cometer algún

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error, o que tenga una llamada de atención de parte de su je-fe; y en más de una ocasión, he visto las famosas aparicionesen escena fuera del contexto, lo que hoy conocemos como«la desgastada figura de la pasarela», 120 mil pasadas frente ala casa, o a la oficina, o a donde sea.

La búsqueda del ser querido no debe tornarse en un aco-rralamiento a la otra persona, quizá con el fin de que no se laarrebaten. De hecho, si es que se le va a arrebatar a una po-tencial pareja, es mejor que ello suceda ahora; porque si nose la arrebata ahora, ello sucederá después, con una conno-tación aun peor. Esta «búsqueda», este «descubrir los pies»para cubrir con su persona, es el interés que Rut muestra porel ser admirado, en la preocupación de que se sienta bien, enque logre sus propósitos y sus objetivos.

«Cuando haya terminado de comer y beber», cuando sutarea haya concluido. Entonces es el momento de tener lagentileza de un vaso de agua fresca, una atención delicadaque lo ayude a descansar, una mano amiga que congratulapor haber acabado su responsabilidad. Si la persona admira-da es un líder y trabaja en el programa de la iglesia, ayúdelea progresar en su tarea y no interfiera. Es lo equiparable aun «aliento» en tiempo de examen, en un momento de com-petencia, o de ayuda en tiempo de necesidad, de tarea, deacompañamiento en tiempos difíciles, enfermedades, pérdi-das dolorosas, fracaso de algún examen, o perdida de traba-jo, entre otros.

Un resumen de la técnica de conquista que Noemí pro-pone a Rut: lavada, ungida, esperando que termine —en elmarco del respeto— y vestida, no en pantalones muy cortoso escotes hasta el ombligo, ropas transparentes, o prendaspor el estilo. Lograr una conquista en base al atractivo cor-poral le encadena y encierra en la cárcel del compromiso de

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mantener lo obtenido, en base a la conservación de su as-pecto personal y corporal, en las mismas condiciones en lasque realizó su conquista. Es evidente que dicha meta es al-go que ronda lo imposible, a pesar de las múltiples cremasanti arrugas y estrías, pastillas antioxidantes y la ultra finatécnica de cirugías estéticas del siglo moderno.

38. LA OTRA FIGURA QUE REPRESENTA NOEMÍ

Es la tarea que realiza el Espíritu Santo de Dios en la vidade los creyentes, pues conduce desde adentro, porque sabelo que conviene, porque desea nuestra felicidad. El Espíritude Cristo que mora en nosotros siempre va a aconsejarnoslo mejor. Para lo cual debemos estar atentos y entrenadospara oír su voz.

Notemos que esta recomendación de prepararse, o ata-viarse para una conquista, no aparece en el capitulo prime-ro. Sin embargo, en 2:22 se puede ver el consejo que recibeRut, de «mantenerse entre las criadas». «No salir del campo»,y «seguir las pisadas de los criados que iban espigando». Estoes sinónimo de consejo de conducta, entrenamiento del ca-rácter, adiestramiento para la obediencia, aprendizaje paralograr cosechar muchos frutos.

Pero aquí en el capítulo 3 el Espíritu de Dios, al con-siderar que esta mujer estaba preparada enteramente comopara la siguiente etapa, inicia su tarea de buscar la felicidad,la complementación, el cumplimiento de los propósitos deDios. Cuando Rut estuvo preparada, el Espíritu de Dios semovió en su ayuda, como también lo hace en favor de aque-llos que aman a Dios, porque Dios los ama también.

Y fíjense si no tengo razón en lo que estoy diciendo,respecto a que Rut estaba preparada. En el versículo 5 Rut

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responde a su suegra: «haré todo lo que tú me mandes». Diosnos muestra en este pasaje, tal vez uno de los motivos, porlo que tanto varón o mujer no estén concluyendo este capí-tulo de sus vidas: ¡porque aún no están preparados!, no estánentrenados para la obediencia, no saben escuchar el conse-jo. No siguen la orientación que aparece en el libro de Ruty que la resumo de la siguiente forma:

1. «No están en el campo» del servicio: están en sus casasdescansando, o entretenidos en cuantas cosas distraenen este mundo.

2. «Van por todos los otros campos buscando lo que noexiste»: nunca se podrá encontrar la felicidad fuera dela familia de Dios. Hablo de la familia gigante, no delárea local solamente.

3. «Van tras la multitud de jóvenes»: probando esto yaquello, en lugar de esperar en el Señor.

4. «Y porque aún no han madurado en la obediencia»:para que el Espíritu Santo haga su obra.

Vuelvo a recomendar esta tarea a los padres, porque diceel libro de Proverbios 22:15 «la necedad está ligada al corazóndel muchacho». Traduzcan esto como:

«la imprudencia»«la inexperiencia»«la soberbia» (él sabe lo todo).

Rut pudo haber respondido a Noemí: «¡Mira, yo ya soygrande! Sé muy bien lo que quiero», «vos ya viviste tu vida,ahora se trata de la mía», «voy a consultar conmigo misma,

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con mi propio corazón». ¿No sería esto necedad? En reali-dad, debemos interpretar el pasaje de Proverbios 22, en elmarco de lo que enseña el profeta Jeremías.

Jeremías 17:9 dice: «Engañoso es el corazón más que todaslas cosas y perverso, ¿quién lo conocerá?» Pretender descono-cer este pasaje es contradecir las Escrituras. El corazón delser humano es «engañoso y perverso»; nunca podríamos lle-gar a confiar en nuestro corazón, seamos creyentes o no. Asícomo el corazón humano es «engañoso» —lo dice la Biblia—así es la «imprudencia» en el corazón del joven. Pretendernegar esto, lo repito, es contradecir las Escrituras.

Esta imprudencia no se corrige con la conversión: se ne-cesita del sabio consejo y de la obediencia a la recomenda-ción. Cuando Rut estuvo en condiciones, cuando Rut estu-vo preparada —cuando Rut aprendió a escuchar el consejo yobedecer— entonces Dios comenzó a actuar en busca de unhogar.

39. ¿CUÁNDO DIOS SE HACE PRESENTE EN ELESCENARIO?

Versículo 8 «Aconteció que a la medianoche se estremeció aquelhombre». Booz descubre que hay una joven cerca de suspies. ¿Quién estremeció a Booz? No fue Rut quien le des-pertó y le dijo, «mira que soy yo la que estoy aquí». CuandoDios une a las personas, no necesitan de artilugios humanos.¿Podríamos negar que Dios interviene en las cosas domésti-cas de la vida?

Dios obra a la media noche, cuando nadie está activo,cuando nadie está planificando; cuando todo está en reposo,Dios comienza su obra. No obra en la agitación; no actúa enel barullo de nuestras intervenciones, sino en el silencio de

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la media noche. Aquel hombre descubre que cerca de él esta-ba alguien que le ayudaba, que sentía su presencia, que no lemolestaba en su colaboración; de alguien que se preocupabapor su bienestar y sus intereses.

Hay una pregunta, la pregunta más importante que unjoven debe hacer, antes de entablar una relación en la que sufuturo, su felicidad, su éxito o su fracaso está en juego. ¿Cuáles la pregunta que sintetiza lo que un joven debe conocerantes de casarse?

Quién eres. La pregunta clave es la formulada por Booz:¿Quién eres?

Un alto porcentaje de los fracasos en los matrimonios,tanto de creyentes y como de no creyentes, es porque noconocen a la persona con quien se están casando.

¿Quién eres? Es una pregunta válida para ambos sexos.Sin embargo, al considerar la elección de una pareja, la preo-cupación del joven es más bien de que la futura pareja ten-ga atributos físicos, atributos económicos, vínculos sociales,talentos o habilidades, y muchas otras cualidades más. Perono se han preocupado en averiguar ¿quién eres?

«¿Quién eres en realidad? Me conquistaste por tu belleza,me ganaste por tus atenciones, me rendiste por tus regalos, portus flores, por tus cartas, porque me complaces en todas las co-sas que te pido, pero nunca lo he averiguado». Y esta fue lapregunta que hizo Booz: ¿Quién eres en realidad?

—Yo soy Rut, dijo ella, y con eso respondía su pregunta.Una mujer que no solo era bella: era trabajadora, sobrada-mente respetuosa, indiscutiblemente sujeta al consejo, coninquietudes, deseos y apetitos como cualquier otra mujer enesta vida, sino que además que tuvo la sabiduría de seguir «el

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consejo». «Yo soy Rut». Si un hombre no presta atención auna mujer así, pues sencillamente no sabe lo que busca.

40. RUT 3:11-18

11 Ahora pues, no temas, hija mía; yo harécontigo lo que tú digas, pues toda la gente de mipueblo sabe que eres mujer virtuosa.

12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy pa-riente cercano, con todo eso hay pariente máscercano que yo. 13 Pasa aquí la noche, y cuandosea de día, si él te redimiere, bien, redímate; massi él no te quisiere redimir, yo te redimiré, viveJehová. Descansa, pues, hasta la mañana.

14 Y después que durmió a sus pies hasta lamañana, se levantó antes que los hombres pu-dieran reconocerse unos a otros; porque él dijo:No se sepa que vino mujer a la era. 15 Despuésle dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, ytenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidasde cebada, y se las puso encima; y ella se fue a laciudad.

16 Y cuando llegó a donde estaba su suegra,ésta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ellatodo lo que con aquel varón le había aconteci-do. 17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada medio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu sue-gra con las manos vacías. 18 Entonces Noemídijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómose resuelve el asunto; porque aquel hombre nodescansará hasta que concluya el asunto hoy.

Puntos a considerar:

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1. A pesar de que todo se estaba desarrollando de unmodo favorable para la joven de nuestra historia, aunteniendo en cuenta que los momentos difíciles —alparecer— ya habían sido superados, daba la impresiónde que en el ambiente todavía quedaba algo que pu-diera estar generando una sensación de temor, duda,o quizás incertidumbre. Entonces, uno de los puntosa examinar será éste: «Cuando las dudas y el temor seapoderan del corazón del que teme a Dios».

2. Otro aspecto que en nuestra lectura se puede vislum-brar es la figura de algo o alguien que de una u otraforma podría estar estorbando para que la felicidad deRut fuera completa.

3. En tercer lugar, al descubrir la existencia de una di-ficultad en el camino, ¿qué hace Booz para subsanaresta situación? o ¿qué hace Dios para traer paz al co-razón del creyente, cuando las dificultades aparecen?

4. En cuarto lugar, veremos que Dios utiliza las dificul-tades de la vida para beneficio de sus hijos. A veces,en cambio, las dificultades que vemos no son tales; alcontrario, demuestran que hay seguridad en lo queDios hace.

5. Nuevamente, de aquel encuentro con Booz la jovenvuelve a su hogar con abundancia en el corazón, ytambién con las manos llenas.

6. Por último, Dios no descansa hasta haber logrado suobjetivo.

Versículo 11. Luego de bendecirla en el versículo anterior,y exaltar la elección correcta hecha por Rut de quedarse enese campo y no ir tras los otros jóvenes, aparece una frase

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que si no la examinamos detenidamente, puede pasar hastadesapercibida: «No temas».

Podríamos sentirnos inclinados a pensar: ¿por qué ha-blar de temor en este momento? En la anterior etapa, eramás razonable admitir la posibilidad de que Rut pudiera es-tar no solo temerosa, sino aun con cierta aprensión. CuandoRut no tenía nada, no tenía trabajo, no tenía conocimientode otro pariente que no fuera su propia suegra, no tenía tie-rra, porque había abandonado la que tenía, temer hasta seríaexplicable y normal.

Pero ahora la situación era otra; estaba con sustento ca-si asegurado, y el pueblo donde llegó para vivir no la habíarechazado. Es más; en lo que ahora sigue, vamos a descubrirque a todo lo alcanzado hasta aquí, se le iban a ir suman-do cosas que por lo general traen tranquilidad al corazón.Respalda este pensamiento las palabras que a continuaciónBooz pronuncia:

«haré contigo lo que tú digas»«todo el pueblo sabe que eres virtuosa»«es verdad que soy pariente cercano»

Todas son frases que pueden proveer sosiego antes quetemor. Sin embargo, de los labios del mismo Booz se escu-chan estas palabras. «Con todo esto», que quiere decir: «perohay algo que todavía falta», una dificultad aun se encuen-tra en el camino: no todo está resuelto. Algo había que aúnno estaba desatado; existía una valla que superar, un obs-táculo (no pequeño). Un pariente más cercano se interponíaentre Rut y la realización de su sueño.

El «no temas» es una expresión que se lee con bastantefrecuencia en La Biblia; son palabras que muchas veces hansalido de la boca del mismo Creador.

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En Génesis 15, vemos que Dios dice a Abraham: «notemas, yo soy tu escudo», con el mismo razonamiento queaplicamos para Rut. ¿Por qué Abraham podría estar teme-roso en este instante? Acababa de vencer a cuatro poderososreyes, quienes luego de un enfrentamiento con los reyes deSodoma y Gomorra habían llevado cautivo a Lot, sobrinode Abraham. Fue entonces que Abraham armó a sus cria-dos y peleó contra esos reyes y los venció, liberando así aLot y su familia. De regreso de semejante victoria, se le pre-sentó en el camino Melquisedec, rey de Salem, sacerdote delDios Altísimo, quien le bendijo. Entonces, ¿por qué temer?Abraham pudo haber pensado: «es verdad que toda esta ben-dición ha llegado hasta mí; pero Señor, la soledad me causatemor. Señor, estoy solo y sin hijos» (véase Génesis 15:2).

En nuestro pasaje, Rut tenía la palabra asegurada: «voy ahacer lo que me pidas». Pero hay algo por delante que es nece-sario solucionar. Momentos de temor por el porvenir, unasensación que también le sobrevino a Pedro en Lucas 22:31,estando el mismo Señor con ellos. El maestro informó a Pe-dro diciendo: «el diablo ha pedido permiso para zarandearloscomo a trigo, pero no temas, yo he orado por ti».

Similar situación había ocurrido con el apóstol Pablo,cuando en su viaje misionero por Corinto; las dificultades sehabían hecho muy angustiantes. En visión el Señor le dijo,«Pablo, no temas, yo estoy contigo» (Hechos 18:9).

¿Qué estoy resaltando con este análisis que estamos ha-ciendo? Que la bendición palpable y visible de hoy, que lasconquistas espirituales del presente, no son garantías de queen el minuto siguiente, no tengan que aparecer nuevas difi-cultades, o algún otro momento ingrato en mi vida.

Es uno de los métodos que Dios utiliza para ir formandonuestro carácter, para ir moldeándonos conforme al carácter

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de su amado Hijo. En el ejemplo que Jesús pusiera acerca delpámpano que da frutos, el Padre va podando la viña paraque ésta pueda dar más frutos. No es al revés: que al darfrutos, tengamos la certeza de que a continuación, vendránlos felices momentos del descanso.

Recordemos que Elim (Éxodo 15:27), aquel paraíso te-rrenal, sector al que Israel había llegado en su peregrinar,era un lugar de 12 fuentes de agua y 70 palmeras en plenodesierto. Pero la permanencia en Elim solo había duradounos pocos días, comparado con los 40 largos años que losisraelitas pasaron en el árido desierto.

¿Quién se interponía entre Rut y su felicidad?. El segundopensamiento que vamos a estudiar a continuación es: entrela meta que en este caso se considera la felicidad o el sueño deuna joven, y su concreción, existía un abismo que superar.El versículo 12 responde a la pregunta de nuestro encabeza-do, y nos presenta a un «pariente cercano» como la dificultadpara que Booz pudiera redimir a Rut.

¡Un «pariente cercano»! ¡qué insólito! Uno espera quelos enemigos sean quienes se interpongan entre la felicidady nosotros. Que sean extraños quienes interfieran, por logeneral no nos sorprende; pero nos cuesta aceptar que unpariente cercano se interponga para que logremos nuestrafelicidad completa.

Lo que estoy diciendo no es de otro mundo; acontece enla vida real. No es raro que los dolores más agudos muchasveces sean originados por parientes muy cercanos. Preguntoa los padres adultos, quienes ya han criado todos sus hijos:¿no sucede en ocasiones que la ausencia de «felicidad com-pleta» viene por parte de alguno de nuestros seres queridos?Me refiero a errores que ellos cometen en la vida; decisio-

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nes equivocadas, porque han tomado la determinación deabandonar la comunión. Ocasiones hay cuando la causa deinfelicidad se presenta debido a conflictos con una esposa oesposo, y esa disputa interfiere nuestra felicidad. Muchos jó-venes ven frustrada su felicidad debido a la separación de suspadres, situación que desgarra el corazón y pareciera que laconcreción del gozo se ha escapado por la puerta trasera.

«Un pariente cercano»: lo mismo sucede en la congrega-ción. No puedo disfrutar de toda la felicidad que quisiera;hay un hermano que estorba mi paz, mi equilibrio emocio-nal, mi perfecta comunión. «Un pariente cercano».

¿Quién se ocupó de esta dificultad?. ¿Quién se ocupó de estadificultad? ¿Rut? ¿Noemí? No; el mismo Booz se ocupó deltema, que en este caso, representa a la figura del Señor. Él seocupó del asunto «del tema problema».

El temor de Abraham y su barrera para ser feliz, era sufalta de hijos; el temor de Rut y su dificultad surgía de un«pariente cercano». Dios dijo a Abraham: «mira las estrellasy cuéntalas si los puedes contar; así será tu descendencia,como la arena del mar, no los podrás contar», no sólo unhijo, sino millones de hijos. ¡Abraham, yo me ocupo de tutemor!

A Rut le sucedió lo mismo. Booz le dijo: «yo te redimi-ré». Y uno se pregunta, ¿por qué tendría que ser diferentehoy? ¿Quién se ocupa de sus temores? ¿El Señor o usted? Sila respuesta es: «yo me ocupo», «nosotros nos ocupamos»,seguro estoy de que seguiremos con temor. Pero si hemosaprendido a no estar afanosos, sino encomendar nuestros te-mores al Señor, entonces sucederá lo que promete Filipenses4:7 «y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento...»

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Elías, el poderoso profeta de Dios, temeroso, escondidoen una cueva, el Señor le interrogó: «¿qué haces aquí?» Elprofeta respondió: «han derribado tus altares, y han matadoa espadas a tus profetas, he quedado yo solo, y me buscanpara matarme». Dios le dijo: «levántate, siete mil hay de losque no doblaron sus rodillas ante Baal» (1 Reyes 19:14).

41. PALABRAS QUE LLEGAN AL CORAZÓN

El tercer pensamiento que vamos a desarrollar, es la ac-titud de Booz al descubrir la existencia de una dificultad enel camino. ¿Qué hace este hombre para subsanar semejantesituación?, o ¿qué hace Dios para traer paz al corazón delcreyente cuando las dificultades aparecen?

Versículo 13.. No solo Booz dice, «no temas», sino «pasaaquí la noche». Ese tiempo de oscuridad, cuando no vemosla luz, cuando no podemos andar, cuando la niebla ensom-brece el horizonte, la voz del Señor se puede oír: «pasa juntoa mí, a mi lado, esta noche».

¿Ha sentido miedo alguna vez? En alguna etapa de la ni-ñez, ¿ha experimentado temor, miedo de la oscuridad, mie-do por lo desconocido? Voy a nombrarles algunos ejemplosde situaciones que pueden generar aprensión:

1. Mujeres que por primera vez van a dar a luz, aun apesar de toda la instrucción que reciben. Como es al-go que nunca antes habían experimentado, el temortambién se apodera de sus corazones.

2. Sucede lo mismo cuando vamos a entrar a un quiró-fano para ser intervenidos quirúrgicamente. Nos he-mos encomendado al Señor; pero en algún momento,el temor por lo desconocido, se hace presente.

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3. Cuando Mateo capítulo 14 relata el episodio de losdiscípulos en la barca cruzando el mar, la tormentadesatada había logrado originar una tempestad en elcorazón de los discípulos. Al ver a Jesús caminado so-bre las aguas, el espanto fue aun mayor y gritaron, «unfantasma», pero Jesús les habló al corazón diciendo:tengan ánimo, Yo Soy, no teman.

4. Juan 19:38: los discípulos reunidos secretamente enel aposento alto, por temor a los judíos, Jesús se lespresenta aun con las puertas cerradas, y les dijo «paz avosotros».

En nuestro relato, esto fue lo que Booz hizo con Rut: sepercató de lo que se venía por delante, y que podría generarangustia y temor en el corazón de la joven. Entonces, daindicaciones para que la muchacha «quedara esa noche juntoa él». El Salmo 23 dice: «aunque ande en valle de sombra demuerte, no temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo, tuvara y tu cayado me infundirán aliento».

42. UNA DOBLE PROTECCIÓN

En esta parte de nuestra lectura veremos que las dificul-tades de la vida, lo que al parecer era un estorbo, Dios loutiliza para beneficio de sus hijos. O bien, a veces las dificul-tades que vemos no son tales, sino por el contrario, demues-tran que hay seguridad en lo que Dios hace.

Demos un giro de 180° en nuestro comentario sobreel «pariente cercano». No lo miremos ahora como la figu-ra que se interpone entre Rut y su felicidad, sino vamosa considerarlo desde el punto de vista de la doble seguri-dad. Finalmente, la joven tenía una reforzada posibilidad de

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ser redimida; es lo que dice el versículo 13: «si él te redime,bien, que te redima; mas si no te quisiere redimir, yo te redimi-ré». Al contemplarlo de esta forma, uno se explica por quéRut pudo acostarse aquella inolvidable noche, y dormir tanquietamente hasta el amanecer. ¡Nadie podría arrebatar esaseguridad que ella acababa de recibir!

Cuando Jesús habla acerca de la seguridad que otorga aquienes confían en Él, lo ilustra en Juan 10:27 cuando dice:«mis ovejas oyen mi voz y me siguen, y yo les doy vida eterna, ynadie las arrebatará de mi mano», y Juan 10:29 pone el sellode doble seguridad, «mi Padre que me las dio, es mayor quetodos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre».

Resulta ser que la vida de cada oveja, de cada creyente,pequeño o grande, antiguo o recién nacido, tiene la protec-ción y la garantía de una vida eterna asegurada por las manosdel buen pastor, Jesús el Señor; y por si esto fuera poco, suPadre, el que lo ha enviado a realizar la obra de la redención,pone sus manos obre las manos de su Hijo para proteger alos que han creído en el Nombre de su Hijo Jesús. Y nada ninadie los podrá separar de él, nadie podrá modificar un milí-metro lo establecido por él. El creyente descansa sobre unadoble protección: sobre la obra del Hijo, y sobre la promesadel Padre.

43. NUNCA DE LA PRESENCIA DEL SEÑORSALDREMOS VACÍOS

Nuevamente, la joven vuelve a su hogar después de aquelencuentro con Booz con las manos llenas y con abundanciaen el corazón.

Versículo 15. «Quítate el manto que traes sobre ti, y él midióseis medidas de cebada, y se las puso encima y ella fue a la ciu-

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dad». Una multitud de más de 5 mil personas habían veni-do a la presencia del Maestro para escuchar sus palabras; seestaba haciendo demasiado tarde. Los discípulos se acerca-ron a él y le dijeron: ya es tarde, despide a la multitud paraque vayan a la ciudad y puedan comer algo. «Dadle vosotrosde comer» fue la respuesta del Maestro, y de 2 pececillos y5 panes dio de comer a la multitud, hasta quedar saciados(Mateo 14:17).

El resultado de venir a la presencia del Señor siempreserá con un final parecido; no hemos de salir vacíos. La vida,el corazón, la mente habrá de llenarse con la abundancia desu provisión.

44. COMO BARRO EN LAS MANOS DEL ALFARERO

Versículo 18 «Noemí dijo: espérate hija mía; aquél hombre nodescansará hasta que concluya el asunto hoy». Cuando Diosescoge a Jacob (suplantador) para ser el padre de los quehabían de conformar las tribus del pueblo elegido, en suetapa temprana hizo mérito a su nombre: era engañador ytramposo. Pero Dios no permite que la vida de este hom-bre transcurra conforme a lo que humanamente era; sinoque por un mecanismo de lucha, cambia el proceder de Ja-cob, para convertirlo en «Israel» (príncipe de Dios). Ocurriólo mismo con Moisés, en un proceso que había durado 80años. Transformó a este arrogante príncipe de Egipto en el«hombre más manso» de la tierra. Cuando Dios escoge uninstrumento para su gloria, no descansa hasta darle la formaque él desea, para que tenga el «molde», la «forma» de unvaso para honra. «Estando persuadido en esto, que el que co-menzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el díade Jesucristo» (Filipenses 1:6) ¡Dios no descansa, hasta haberlogrado su objetivo en nuestras vidas!

CAPÍTULO 4

CAPÍTULO 4

45. RUT4:1–10

1 Booz subió a la puerta y se sentó allí; y heaquí pasaba aquel pariente de quien Booz habíahablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y sién-tate. Y él vino y se sentó. 2 Entonces él tomó adiez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo:Sentaos aquí. Y ellos se sentaron. 3 Luego dijoal pariente: Noemí, que ha vuelto del campo deMoab, vende una parte de las tierras que tuvonuestro hermano Elimelec. 4 Y yo decidí hacér-telo saber, y decirte que la compres en presenciade los que están aquí sentados, y de los ancianosde mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y sino quieres redimir, decláramelo para que yo losepa; porque no hay otro que redima sino tú, yyo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.

5 Entonces replicó Booz: El mismo día quecompres las tierras de mano de Noemí, debestomar también a Rut la moabita, mujer del di-funto, para que restaures el nombre del muer-to sobre su posesión. 6 Y respondió el parien-te: No puedo redimir para mí, no sea que dañemi heredad. Redime tú, usando de mi derecho,porque yo no podré redimir.

7 Había ya desde hacía tiempo esta costum-

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bre en Israel tocante a la redención y al contra-to, que para la confirmación de cualquier nego-cio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a sucompañero; y esto servía de testimonio en Is-rael.

8 Entonces el pariente dijo a Booz: Tómalotú. Y se quitó el zapato. 9 Y Booz dijo a los an-cianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigoshoy, de que he adquirido de mano de Noemí to-do lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue deQuelión y de Mahlón. 10 Y que también tomopor mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mah-lón, para restaurar el nombre del difunto sobresu heredad, para que el nombre del muerto nose borre de entre sus hermanos y de la puertade su lugar. Vosotros sois testigos hoy.

El lugar más adecuado para vivir y analizar esta instan-cia de nuestra lectura es justamente la puerta. No una puer-ta cualquiera, sino la entrada principal de una ciudad. ¿Seacuerdan de aquel coro que entonábamos en nuestra niñez:«una sola puerta hay, mas son sus lados dos, adentro y afue-ra, ¿de cual lado estás...?» Un coro con palabras tan sencillas,pero con un mensaje tan profundo.

Algo de eso tiene nuestro pasaje, porque efectivamentees allí en la puerta de una ciudad donde sucedían las cosasmás importantes del día. Posiblemente era la única aberturaen ese muro de protección de la ciudad, el sitio en que sesio-naba el tribunal y donde se ventilaban los asuntos públicos.

Jerónimo, el historiador, señala que: «los jueces se sen-taban en las puertas para que la gente del campo no se vieseobligada a entrar en las ciudades y sufrir perjuicio en ellas».

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Excavaciones posteriores a la época, revelaron que las ciu-dades tenían puertas con algunos espacios, para que la gentese reuniera y condujera sus negocios, sus actividades comer-ciales del día. Evidentemente, era el punto neurálgico de lamisma. Por lo tanto, no sería muy difícil encontrar a losancianos allí, y llamarlos como testigos de algún asunto.

Dice nuestro pasaje, que «Booz subió a la puerta y se sentóallí». Uno de los personajes de nuestra historia tenía algoimportante que decidir en ese día; así que dejó de lado todocuanto tenía y se propuso tratar exclusivamente ese tema.El escritor de nuestro relato, al describir el acto realizadopor Booz, utiliza dos expresiones que llamaron mi atención:«sube» y «se sienta». En el análisis de las palabras que fueronutilizadas para describir esta parte del texto, se puede notarque estos verbos están escritos en un tiempo «perfectivo»,revelando que ese acto concluía allí.

Son perfectivos los verbos que indican conclusión o tér-mino de lo que significan. Son de tiempo verbal imperfec-tivo los verbos que narran movimientos que en algún mo-mento van a concluir. Imperfectivos fueron los verbos utili-zados para describir los movimientos del otro pariente. ParaBooz, el único propósito de su vida en ese instante era estarallí donde el subió, y finiquitar un asunto. Es que se ibana tomar decisiones demasiado importantes para hacerlo deotra manera. Y se confirma lo acabo de describir, porquelos movimientos de Booz terminan con «se sentó allí», dan-do a entender que en ese día y en ese lugar iba a concluir untópico de su andar.

46. CERRANDO CAPÍTULOS DE LA VIDA

Existen situaciones en la vida cotidiana que permiten to-mar decisiones cuyos resultados, o producto, no alteran en

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forma sustancial el rumbo de nuestra existencia simplemen-te por postergar o dilatar el momento de decidir. Por ejem-plo: sé que debo corregir mi dieta, pero lo puedo hacer apartir de hoy, o mañana, o en el curso de este año. Sé quedebo comenzar con un programa de ejercicios físicos, por-que no es saludable la vida sedentaria; lo puedo hacer aho-ra, o comenzar en 3 meses. Sé que necesito incorporar otroidioma a mi formación; puedo iniciar el curso este año o elpróximo.

Pero si estoy cursando con una infección que merezca eluso de antibiótico, no puedo tomarme el tiempo de decidirmañana, o la próxima semana, sin que esto tenga una con-secuencia para mí y tal vez grave. Pero puedo demorar unpoco más en decidir qué carrera voy a elegir para continuarmi formación. De todos modos, cuando actúo de esta for-ma, corro el riesgo de que al dejar transcurrir el tiempo sintomar una determinación: Podría suceder que termine noestudiando nada.

En nuestro pasaje, el tema que iba a definirse, era no so-lo un aspecto de recuperación de tierra o bienes, sino de uncambio en el estado civil de dos personas: una de las de-cisiones importantes de la vida, en la cual es preferible noequivocarse, y tampoco postergar más allá de lo recomen-dable. Y lo que se puede notar en nuestra lectura es que ennada parece que alguien estuviere urgiendo a Booz tomaruna decisión; no era Rut quien lo empujaba, y mucho me-nos Noemí. Veo a un hombre sabio, que había tomado ladeterminación, de no dejar cabos sueltos en su vida.

Aunque esto parezca un tema de poca importancia, quie-ro resaltar esto. En algunas aéreas de nuestra vida, cuandotenemos situaciones no concluidas; cuando dejamos capítu-los de nuestra existencia sin cerrarlos, ello repercute en no-

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sotros a mediano o a largo plazo. Conozco jóvenes que portardar mucho en escoger una carrera, no teniendo dificultadeconómica o intelectual para proseguir su formación, vanpostergando la elección una y otra vez, hasta que les resultacómodo no decidir y terminan sin acceder a una etapa supe-rior de formación. O comienzan una carrera de 4 o 6 años,y no terminan nunca de cerrar ese capítulo, siguen siendoestudiantes universitarios por 12 o 14 años. Están aquellos aquienes esta actitud se les manifiesta en su madurez crono-lógica. Ya son adultos mayores, pero siguen teniendo com-portamiento de la etapa anterior, de adolescentes o jóvenes.No concluir una actividad o una etapa de la vida nos afectaemocionalmente.

Todas estas indecisiones se transfieren al ámbito espiri-tual, porque actuamos de la mima forma. Se toma la deter-minación de recibir a Cristo para salvación, pero no decidenobedecer en forma; no se bautizan, no se comprometen, nopermiten el Señorío de Cristo en sus vidas. Están con un pieadentro y el otro fuera.

Notemos lo que el profeta Elías reclamó al pueblo: «has-ta cuando claudicaréis entre dos pensamientos; si Jehová esDios seguidle, y si Baal, id en pos de él».

Versículo 1. «Booz subió a la puerta y se sentó allí». ParaBooz, era el momento de realizar un cambio en su estadocivil: una decisión que iba a cambiar radicalmente toda susituación como persona, algo que no se puede dilatar pormucho tiempo cuando llega el momento. Y Booz decide queese día no iba a concluir sin una definición.

Miremos al otro pariente: él no tenía intenciones de que-darse en la puerta. Iba de paso; el verbo que describe ese ac-to del «pasar del pariente» indica un tiempo que manifiesta

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no conclusión. Para este pariente era lo mismo: pasar, su-bir, sentarse, levantarse e irse. Cuando nada nos ata en lavida, habitualmente es cuando somos inclinados a tener uncomportamiento similar, entonces se vive de acuerdo a lossucesos diarios, nos adaptamos a los acontecimientos, y noprocuramos ocasionar ningún cambio en ellos. Porque notenemos objetivos claros, esta forma de vivir influye pode-rosamente en nuestro estado de ánimo del día.

Esto le sucedió a Esaú: para él, era lo mismo ser primo-génito como no serlo; tuvo hambre en un momento dado,y vendió su primogenitura por un plato de lentejas.

Jesús vio que en la generación en la que Él estaba vivien-do, muchas personas se conducían en esa dirección, evitan-do comprometerse mucho y tratando de vivir lo más fácil-mente posible. Jesús dijo: «a qué compararé esta generación,es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y danvoces a sus compañeros diciendo: “os tocamos flauta y no bai-lasteis, os endechamos y no lamentasteis”» (Mateo 11:16). Esuna generación indecisa: gente que no sabe lo que quiere,personas que viven la vida sin tomar decisiones. Con per-sonas así, no se puede conformar un ejército y ganar unaguerra; con pensamientos de este tipo, no se puede formarun frente de batalla en lo espiritual, y luchar por el nombrede Cristo.

Es el caso de este pariente cercano: le era lo mismo redi-mir o no redimir, y así se pierde la oportunidad de ser pro-tagonista en el proceso más importante de la historia de lahumanidad: Ser parte de la línea de la aparición del redentordel mundo.

Me trae a la memoria «Lo que el viento se llevó», una no-vela norteamericana que llega a la pantalla grande. Si bienel argumento trata de una familia que tuvo que pasar por

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la guerra civil de los EE.UU., en la etapa de posguerra, elhambre, la miseria, la necesidad, hizo que la personaje dela aventura —una niña frívola, malcriada y algo ingenua deprincipios de la novela— tuviera que madurar a la fuerzapara convertirse en una mujer implacable, dispuesta a todopara salvar a su familia del hambre. El viento lleva lo que te-nía; la deja en la miseria y le obliga a madurar. A muchos lesocurre al revés de «Lo que el viento se llevó»; lo que el vientose lleva es justamente su madurez, o su sensatez, y se pierdenla oportunidad de sus vidas. Si no tomamos compromisos,nunca vamos a madurar.

Versículo 1. «he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz ha-bía hablado, y le dijo, eh fulano». Quedó grabada en mimente esta parte de la escena. Dudo que Booz no supierael nombre de este pariente; posiblemente lo llamó por elnombre en la vida real, pero es el Espíritu de Dios quienno permite que su nombre quede registrado en las Escritu-ras, porque ese nombre no decía nada, no trasmitía ningúnmensaje. Posiblemente no había hecho nada en la vida quemereciera ser nombrado. «La memoria del justo será bendita,mas el nombre de los impíos se pudrirá» (Proverbios 10:7).

47. EL FULANO QUE PIERDE LA OPORTUNIDAD DESER ALGUIEN

Examinemos algunos detalles que nos ayudarán a com-prender esta escena. Elimelec era el verdadero dueño de latierra. Por herencia la tierra le correspondía a sus hijos, quetambién murieron. Noemí no era la dueña; ella solo tenía ensu poder algo —el título de propiedad— que debía transferiral heredero de Elimelec. Debía ser un pariente cercano: unpariente de sangre debía tomar por esposa a la viuda, tenía

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que asumir el nombre de su hermano fallecido, engendrarun hijo con la viuda, y ese hijo heredaría la propiedad deldesaparecido Elimelec.

«Noemí vende». Tenía en sus manos algo precioso: un tí-tulo de propiedad que no le pertenecía, el cual indefectible-mente debía ser trasferido a otro. Retenerlo no le era útil; esmás, posiblemente lo iba a perder. Era necesario traspasarla propiedad a la persona correcta. «Noemí vende»; muchosse podrán preguntar, ¿por qué vende, si tiene en su poder ytiene mucho valor? Noemí vende porque fue depositado ensus manos por su esposo, para traspasar a otro.

«Noemí vende»: Así actúan también los valores que Diosnos da por medio de su Espíritu Santo. Los talentos que Élnos da no son para guardarlos, enterrarlos, o malgastarlos;no nos pertenecen, le pertenecen a Él, y nos han sido entre-gados para transferirlos a otros, sirviendo a otros, edificandoa otros, encaminando a otros. ¿Tiene usted un don? ¿Tieneun talento? ¿Tiene algo recibido de lo alto? ¡No le pertene-ce! Es algo que pertenece a Dios, y lo debe transferir. Es elconcepto que nos deja esta expresión: «Noemí vende».

Fijemos nuestra atención en «el fulano». Tenía ojos e in-terés solo en lo material; cuando Booz le plantea el tema dela redención, consideró el aspecto financiero, las ganancias,porque Booz expresamente había ocultado la presencia deuna viuda. Cuando el fulano se entera de la propiedad, deci-de comprar, porque aumentaría aun más sus ganancias. Perosu interés se esfuma cuando se entera que esa compra no ledaría ninguna ganancia, sino posiblemente pérdida, porquetodo lo generado por esas tierras debía entregar al herederode Elimelec, quien saldría de las entrañas de Rut. «La me-moria del justo será bendita, mas el nombre de los impíos se

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pudrirá» (Proverbios 10:7); este egoísmo del fulano, le llevóa pasar por esta vida sin registrar su nombre.

En el relato del rico y Lázaro figura el nombre del men-digo, quien comía de las migajas que caían de la mesa delacaudalado ciudadano que organizaba fiestas cada día conesplendidez; pero el nombre del rico, no aparece. No apare-ce el nombre del rico insensato; simplemente pasó por estavida siendo «un fulano».

Jesús dijo a un joven rico —cuyo nombre tampoco figuraen las Escrituras— (en paráfrasis) ¿quieres realmente obteneren la vida lo que vale la pena? Porque ésa fue la pregunta deljoven: ¿Qué más me falta? La respuesta fue: ¿quieres tenerun nombre en la historia? Vende todo lo que tienes, da alos pobres, entonces ven y sígueme. Este fulano rico se per-dió la oportunidad de tener un nombre, porque no estabadispuesto a desprenderse de nada para seguir a Cristo.

Leemos en Apocalipsis 3:10-12 «por cuanto has guardadola palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la horade la prueba. Y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y minombre nuevo». Ésto es lo que el fulano se perdió.

Usted tiene una opción. Le exhorto a que elija ser aque-llo que Dios le llamó a ser; no un Fulano protagonista deuna historia trivial, cargada de egoísmo e interés temporal,que se convierte en mero espectador de los acontecimientosimportantes, cuando somos llamados a ser protagonistas.No sea el Fulano que pasa por la vida sin huellas. De Fula-nos está llena la tierra; y la iglesia también. Sea alguien connombre y apellido. Sea alguien original; porque Dios lellama a ser así, porque tiene un propósito para su vida.La Biblia le dice: Tu nombre está escrito en el Libro de laVida. Fuiste elegido para cumplir el plan de Dios, e ir por lavida dando testimonio de su grandeza.

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48. EL AMBIENTE DE LOS PRIVILEGIADOS

Versículo 4. «Si quieres redimir, redime, y si no quieres redi-mir, decláramelo para que yo lo sepa. Porque no hay otro que re-dima sino tú, y yo después de ti». En el ambiente de los pri-vilegiados —los llamo de esta forma a efectos ilustrativos—están los que ya tienen una herencia; no tienen el apremiode la necesidad, han asegurado su futuro. Nada les apura niles preocupa, el futuro para ellos es promisorio; pero he aquíque el relato deja entrever un aspecto que a veces no consi-deramos en la dimensión que se merece.

Detrás de la escena de los privilegiados, están los que notienen nombre; los que han perdido todo, los que correnel riesgo de que sus nombres se borren definitivamente de lalista, del «padrón». Es responsabilidad de los «privilegiados»darles la oportunidad de salir de semejante calamidad.

Este ambiente de los privilegiados lleva mi mente al li-bro de Ezequiel en su capítulo 3, donde dice en el versículo17 (comentado en paráfrasis): «Hijo de hombre» (eres unprivilegiado) «te he puesto por atalaya», por instrumentopara salvar a los que están perdidos, para dar un nombre alos que no lo tienen; para darles oportunidad de ser registra-dos en el libro de la vida. Si no le advirtieres, si no les anun-ciares, ellos morirán por sus pecados, morirán sin nombre,pero su sangre demandaré de tus manos. Dice nuestro pasa-je: «si no quieres redimir, avísame; yo lo haré».

49. UN MATRIMONIO CON PROPÓSITO: RUT 4:10–22

10Y que también tomo por mi mujer a Rutla moabita, mujer de Mahlón, para restaurar elnombre del difunto sobre su heredad, para queel nombre del muerto no se borre de entre sus

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hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotrossois testigos hoy.

11 Y dijeron todos los del pueblo que esta-ban a la puerta con los ancianos: Testigos so-mos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casacomo a Raquel y a Lea, las cuales edificaron lacasa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seasde renombre en Belén. 12 Y sea tu casa como lacasa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, porla descendencia que de esa joven te dé Jehová.

13 Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mu-jer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que conci-biese y diese a luz un hijo. 14 Y las mujeres de-cían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo queno te faltase hoy pariente, cuyo nombre será ce-lebrado en Israel; 15 el cual será restaurador detu alma, y sustentará tu vejez; pues tu nuera,que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de másvalor para ti que siete hijos. 16 Y tomando Noe-mí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. 17

Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le hanacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed.Este es padre de Isaí, padre de David.

18 Estas son las generaciones de Fares: Fa-res engendró a Hezrón, 19 Hezrón engendró aRam, y Ram engendró a Aminadab, 20 Amina-dab engendró a Naasón, y Naasón engendró aSalmón, 21 Salmón engendró a Booz, y Boozengendró a Obed, 22 Obed engendró a Isaí, eIsaí engendró a David.

En las palabras de bendición y buenos deseos por partedel pueblo hacia Booz se nombran algunas situaciones parti-

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culares, específicas, que sucedieron unos 700 años atrás apro-ximadamente. Por ejemplo, se citan a dos mujeres —Raquely Lea— y se comenta en forma muy sucinta el impacto quelas vidas de estas mujeres tuvieron en la historia de Israel.

También aparece el nombre de un personaje llamado Fa-res, el hijo que Judá tuvo con su nuera Tamar. Es posible queen el análisis de estas dos situaciones encontremos la mayorparte de las lecciones que estaremos estudiando a continua-ción.

Versículo 10. «Y que también tomo por mi esposa a Rut lamoabita, esposa de Mahlón, para restaurar el nombre del di-funto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no seborre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar». Estaprimera parte del versículo 10, «Y que también tomo por miesposa a Rut la moabita» se asemeja mucho a lo que nosotrosconocemos como una «tarjeta de invitación» para una bodaporque sencillamente su contenido consistía en eso: Boozestaba invitando a su boda a todos los allí presentes. Era unanotificación, una participación de su casamiento con la jo-ven Rut. En nuestros días, cuando enviamos a alguien unatarjeta de boda, en realidad lo que estamos haciendo es exac-tamente lo mismo: una comunicación; estamos socializandoun acto de gran trascendencia para nuestras vidas.

Booz, en presencia de todo el pueblo congregado allíen la puerta de la ciudad, y ante la mirada de los ancianosy jueces convocados, extendía su tarjeta de invitación a sucasamiento. Pero llamativamente, también hace público unaspecto de lo que a continuación vamos a ocuparnos breve-mente.

Si bien lo que Booz estaba realizando era un acto legal —el cumplimiento de un punto específico de la ley de Moisés

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referente a la redención— no quiero que se pierda de vistael espíritu de esta norma: restaurar a alguien que ha tenidoun revés en la vida. Esta indicación de la ley ha sido dictadadesde el corazón mismo de Dios. Restaurar al que ha caídoen desgracia, reponer en su lugar al desfallecido, es una ideacelestial, no humana.

Versículo 10. «tomo por mi esposa a Rut la moabita». Tomarpor esposa a una mujer era un acto común, tradicional yesperado, si se quiere comentar algo sobre lo ocurrido aquí.Pero Booz comunicaba que este matrimonio tenía no solo elcometido de llevar adelante lo dicho por Dios, «no es buenoque el hombre esté solo».

A su vez, Booz estaba expresando públicamente que sumatrimonio iba a tener un objetivo principal: restaurar a al-guien que había caído en desventura. Es algo que rara vezsolemos escuchar. Pocas veces ponemos énfasis en este te-ma que nos trae el libro de Rut: que el matrimonio tengaun objetivo, una motivación que provenga del mismo cielo.Es importante la figura que estamos considerando: que ca-da matrimonio tenga una meta, un propósito principal, surazón de ser, el ser de bendición para otros.

Habitualmente escuchamos que las parejas de novios ha-blan entre ellos sobre algunos puntos específicos, aspectosde interés mutuo: «Cuando nos casemos haremos esto oaquello». Por lo general, en esta etapa se planifican los hijos,se elaboran algunos posibles proyectos que en su mayoría,tal vez, se refieran al trabajo, o viajes, o lugar de residencia,y otros. Ahora viene la primera pregunta: ¿Cuántos matri-monios cristianos se proponen metas espirituales?

Es posible que Booz tuviera también estos planes que he-mos citado; pero nombra específicamente el de mayor alcan-

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ce, el de más valor, el que marcaría el rumbo de esta unión.Restaurar el nombre de un difunto, ser una bendición pa-ra otros. Pero el pensamiento no queda allí; sigue diciendo:«para que el nombre del muerto no se borre de entre sus her-manos».

Cuando un matrimonio cristiano desea ver la mano debendición de Dios sobre sus vidas, es importante considerareste punto. ¿Cuántos difuntos —muertos espirituales— hayen este mundo, cuyos nombres han sido borrados de entresus hermanos? Que un matrimonio se preocupe sobre estetema, y se proponga invertir parte de su tiempo; que se pon-ga como meta el ganar almas para Cristo, es una repeticiónen esencia de lo que el matrimonio de Booz y Rut estabahaciendo.

Yo le llamo a esto un matrimonio con propósito: cuan-do como pareja, como marido y mujer, como esposos, seproponen ser un instrumento de Dios para restaurar vidas,para recuperar a los «muertos espirituales» de este mundo.Lo cual es, finalmente, el motivo principal para el cual he-mos sido ganados por Cristo: «Mas vosotros sois linaje escogi-do, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para queanunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas asu luz admirable» (1 Pedro 2:9).

Traigo a la memoria solo dos ejemplos de matrimoniosque tuvieron objetivos diferentes. Uno de ellos tuvo el pro-pósito fue ayudar a otros. La otra pareja solo tenía un pen-samiento en sus corazones: amasar fortuna.

El matrimonio formado por Priscila y Aquila (Ro-manos 16:3, 1 Corintios 16:19): La pareja que ha de-jado huellas en la obra del Señor en el Nuevo Testa-mento, al punto que tenían una iglesia funcionandoen su propia casa.

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La otra dupla: Ananías y Safira (Hechos 5:1). Nohace falta que me extienda demasiado sobre el andarde este matrimonio. Sus objetivos y propósitos evi-dentemente fueron solamente temporales, terrenales,pasajeros. Una pareja que como cualquier otra, co-mienza con esperanzas, con sueños, con planes, soloque Dios no estaba en el centro de sus vidas y termi-nan perdiendo todo.

50. BUENOS DESEOS PARA EL MATRIMONIO

Cuando la multitud presente, y testigo de aquel acto enla puerta de la ciudad, consideraron las palabras de Booz —un acontecimiento que refrescaba la ley de Dios en la mentedel pueblo— como respuesta a lo que estaban presenciandodijeron en voz alta, como brotando de lo profundo de suscorazones, un deseo de buenos augurios, palabras de bendi-ción. Una bendición que ha sido escuchada por el Altísimo.

Versículo 11. «Jehová haga a la mujer que entra en tu casa co-mo a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel».Cuando uno examina en forma pormenorizada,el andar deestas dos mujeres nombradas aquí —Raquel y Lea— se en-cuentra con distintos matices entre los cuales no resulta fá-cil y mucho menos sencillo resaltar cuál de ellos, a cuál delas escenas protagonizadas por estas mujeres nombradas, serefería el autor del libro al decir. «Jehová haga como a Raquely Lea, las cuales edificaron la casa de Israel». Esto de «edifi-car casa a Israel» debe considerarse como algo poco común,o clasificarlo como una obra no por debajo de «magnífica».Para que podamos comprender mejor, debemos dar un vis-tazo al pasaje que relata algunos detalles del andar de estasdos mujeres, Génesis capítulos 28 y 29.

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En el primer capítulo (Génesis 28) se puede leer los por-menores: cuando Isaac llama a Jacob, le bendice y le mandaa «Padan-aram» a la casa su suegro, padre de su madre Rebe-ca, para que buscase esposa para él. Estando en esas tierras,se encuentra con Labán su tío, quien tenía dos hijas, Raquely Lea, aunque se debería nombrar primero a Lea, por serella la mayor.

El nombre de Lea, viene de la raíz Laá, que significa«cansada», «exhausta», «fatigada». Las escrituras hablan deesta mujer como una persona de ojos delicados. Su herma-na menor se llamaba Raquel, palabra que proviene de unaraíz hebrea que significa «oveja». El relato de Génesis hablade ella como una mujer de hermoso parecer. Nuestro pasajenombra a ambas; no solo a Raquel, sino también a Lea.

Humanamente, la historia de la mayor es un poco triste.En el día de su matrimonio, en lugar de recibir elogios, be-sos, caricias, el primer regalo de bodas fue un menosprecio.Su vida matrimonial se inicia en medio de una tremendadesilusión (Génesis 29:25). En el amanecer de la noche deboda, Jacob reclama a su suegro que ha sido objeto de en-gaño, y hace público que él no quería a Lea, sino a Raquel.Génesis 29:31 confirma este pensamiento, porque allí diceque Dios había visto que Lea era menospreciada; entoncesla hace fértil, y a Raquel estéril. Termina una primera facetade la vida de estas dos mujeres, y comienza otra. La etapa dela venida de los hijos.

Lea, al ser fértil, tiene una serie de cuatro hijos. En losnombres que pone a cada uno de ellos, va descubriendo loque había en su corazón, de cómo ella se sentía por dentro,y como estaba viviendo esos momentos en su vida matrimo-nial. A su primogénito le puso «Rubén» que significa, «veanustedes al hijo» pensando quizás, que con esto su esposo la

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amaría o le prestaría una mayor atención. Al segundo hi-jo lo llama, «Simeón» que quiere decir «oír inteligentemen-te», tratando quizás de entender el ambiente que la rodeaba,viendo que no lograba su objetivo con la venida del primerhijo. Con la llegada del tercer hijo, ella decide llamarle «Le-ví», que quiere decir «unir, juntar, tejer, prestar», con la es-peranza que ese hijo pudiera unir el corazón de su esposo alde ella. Su cuarto hijo, «Judá» significa «alabanza»; parecie-ra desistir de su propósito, y decide sencillamente alabar aDios, como dando gracias por su fertilidad. Dicen las Escri-turas que luego dejó de concebir.

En este ambiente de fuerte rivalidad y muerte prematu-ra de Raquel —porque ella muere en el trabajo de parto deBenjamín— pareciera que se estuvieran opacando las pala-bras de esta bendición que hemos leído, «Jehová haga a lamujer que entra en tu casa como a “Raquel y Lea”, las cualesedificaron la casa de Israel». Sin embargo, por encima de losdetalles del andar de estas damas, se encuentra el propósi-to de Dios en la elección de estas dos mujeres: Mujeres queDios elige para que nacieran hijos a Jacob, y así conformarlas 12 tribus de Israel. La bendición que el pueblo dio a Boozen esta ocasión, incluía este aspecto. «Que Jehová escoja a es-ta mujer que tomas como esposa con el propósito de cumpliren ella el plan divino». Como se puede ver en lo que vienedespués, efectivamente fue así.

51. DEMOS VUELTA LA PÁGINA

Consideremos a estas dos mujeres, en la expresión deltexto.

Versículo 11. «Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa deIsrael». No es la primera vez que la Biblia presenta a la mu-

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jer como la encargada de construir su casa. «Raquel y Leaedificaron la casa de Israel». Este acto de edificar no involu-cra solamente el hecho de concebir y dar a luz hijos. Va másallá de la simple procreación.

Lecturas para enriquecer el pensamiento:

Proverbios 14:1 «La mujer sabia edifica su casa, másla necia con sus manos la derriba».

Proverbios 31:30 «Engañosa es la gracia y vana la be-lleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será ala-bada». Alabada o levantada hasta las nubes, no porser abogada, arquitecta, licenciada, doctora, medallade oro en juegos olímpicos o Miss Universo, sino porsu ejemplar temor a Dios.

Proverbios 31:10 «Mujer virtuosa, ¿quién la halla-rá?».

Es evidente por el escrito que acabamos leer del libro deProverbios, que este espécimen de mujer, «mujer virtuosa»debe ser buscado; debe ser examinado con ojos guiados porel Espíritu. Y no con la sagacidad humana, no con los ojosvaroniles simplemente, no con la sabiduría y experiencia delos años. De lo contrario, Salomón hubiera acertado en suselecciones.

Pero el libro de 1 Reyes 11 y varios otros, hablan de esterey sabio, poderoso y rico, que escogió a las mujeres másbellas del planeta Tierra. En un acto único de ambición,iba seleccionando una y otra vez las mujeres más hermo-sas, pensando que en la belleza de las mismas encontraría lasatisfacción, el placer, la realización, y cuantos otros propó-sitos pudiera tener en la mente. El Rey Salomón se encargóde construir casas, mansiones, palacios, para cada una de sus

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mujeres reinas; y estas bellas damas también hicieron lo pro-pio: construyeron altares de sus dioses en el corazón mismodel rey. Es lo que dice Dios en su palabra. La mujer siempreedifica algo, para bien o para mal. El resultado de esta acciónde Salomón se ve en 1 Reyes 11:4: «y cuando Salomón era yaviejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos».

La Biblia enseña que la mujer construye o destruye. Esverdad que no lo hace sola, sino que siempre actúa con lacolaboración del esposo. Pero es la mujer la que edifica lacasa. Es la que más tiempo está con los hijos, es la que sabeen qué momento y como hablar al hombre para que actúe.Confirma este pensamiento lo que dice a continuación ennuestro texto.

Versículo 11. «y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombreen Belén». Porque la elección ha sido buena, y porque lamujer que ha entrado en su casa ha sido una mujer que haedificado bien, este hombre alcanzó un prestigio único enla historia de Israel. «Detrás de un hombre grande, hay unagran mujer» (un dicho humano que no siempre se cumple,principalmente cuando Dios está ausente de las vidas).

Versículo 12 «Y de la simiente que Jehová te diere de esta jo-ven, sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luza Judá». «Fares» es el otro personaje que se cita en nues-tro pasaje. Si los nombres de Raquel y Lea parecieron algollamativo en nuestro estudio, el de este protagonista es aunmás singular. Su historia se relata en Génesis 38.

Judá, el cuarto hijo de Lea con Jacob, buscó esposa parasu hijo primogénito Er, y le consigue a Tamar. Er muereprematuramente, y Judá le da a Onán, su segundo hijo, paraque se case con la viuda y redima el nombre de su hermano.

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El joven Onán tiene una conducta que no agradó a Dios ytambién muere prematuramente.

Entonces Judá promete a su nuera Tamar que cuandocrezca su tercer hijo, Sela, le daría a éste como marido, cosaque nunca sucedió. Cansada de esperar en viudez, Tamar sequita el ropaje de viuda y se viste como una mujer pública;no da a conocer su rostro, y se pone en el camino de su sue-gro cuando éste trasquilaba sus ovejas. Judá no la reconoce,se llega a ella, la mujer concibe —la historia es más larga— yen su seno habían mellizos.

La partera que llevaba adelante el alumbramiento, veque sale un brazo primero, entonces ata en la muñeca unhilo color grana diciendo «éste salió primero»; luego algosucede en el vientre materno, el brazo vuelve a entrar y saleel otro hijo primero. La partera se sorprende, y dice «¡québrecha te has abierto!», y llamó su nombre «Fares», que sig-nifica brecha, o rotura; luego salió el otro y lo llamó «Zara».

La Biblia utiliza esta figura en una forma maravillosa.No se encuentra en las escrituras palabras que aclaren queDios haya escogido a Fares antes que a Zara (como sí se pue-de leer, respecto a Esaú y Jacob). Pero lo que sí sabemos, esque elige al que salió primero; y utiliza esa línea para trazarel camino que conduciría a la aparición del Mesías en estemundo. El esfuerzo realizado por Fares por salir primero, labrecha que se tuvo que abrir en el vientre materno, le sirviópara ser un instrumento por el cual iba a venir la salvacióna la humanidad.

Desde el punto de vista humano Fares no tenía una his-toria muy brillante que digamos —nace en un escenario deengaño por parte de su madre, y un forcejeo en el vientrematerno— al igual que las mujeres que fueron citadas an-teriormente. Pero desde el punto de vista de la elección de

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Dios, y del cumplimiento de los propósitos divinos, estosnombres hicieron historia. «De la simiente que Jehová te die-re de esta joven, sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamardio a luz a Judá». De lo que te nazca de Rut, sea como la casade Fares. Y vaya que fue así: de esa simiente provino Jesús elSeñor, Aquel que verdaderamente abrió una brecha en estemundo, peleó la gran batalla y triunfó; y quienes le sigan aél, nunca podrán perderse.

Dice Dios en el libro del profeta Ezequiel «Y busqué en-tre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brechadelante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese;y no lo hallé» (Ezequiel 22:30). Dios espera que el matrimo-nio de usted sea un «matrimonio con propósito», propó-sito espiritual; y también sigue buscando un «Fares» en es-te mundo. Gente que luche, no personas que se acomodensimplemente.

Dios busca hombres y mujeres que abran surcos parasembrar la buena semilla, y no que se desentiendan del lla-mado y se arrojen en los brazos de la indiferencia, del bu-llicio y los placeres. El mundo vive bajo condenación porcausa del pecado; por eso hay tantos difuntos sin nombreque necesitan ser redimidos. Dios busca un «Fares» que seponga en la brecha en favor de la tierra. Amable lector: ¿Ha-brás de oír hoy ese llamado?