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Necesidades y respuestas en la formación para la gestión y la política educativa
en América Latina: tendencias y construcción de estrategias compartidas.
Por la serie de situaciones económico-sociales que se están dando a nivel global, como
consecuencia del cambio que exige la Comunidad tanto Nacional como Internacional,
que es respuesta ineludible al proceso histórico en la cual está inmerso el sistema
educativo tanto de México como de otros países latinoamericanos es que la Dra.Cecilia
Braslavsky plantea la importancia de mejorar la formación y políticas educativas, no
sólo en nuestro país sino también en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Honduras y
Uruguay. Esta mejora se logra afrontando tres grandes desafíos: la toma de conciencia
de las características de ese cambio de escenario y de la potencialidad de la educación
como factor de crecimiento económico, oportunidad de construcción de mayor equidad
social y consolidación de la democracia.
Esto obliga y da oportunidad para hacer un recuento histórico, con el propósito de
establecer con claridad la presencia, relación y función de la gestión y la política
educativa en Latinoamérica; a fin de que dicho conocimiento contribuya a generar y
conducir una acción educacional, mucho más real y objetiva, congruente a las
necesidades y exigencias del momento actual que vive el país.
En primera instancia analizaremos una época considerada “perdida”, la década de
1980, pero ¿Por qué se le consideró así? Por “la desinversión educativa, la falta de
reflexión respecto del papel que podía jugar la educación y a las características que
ésta debía asumir como variable para mejorar la calidad de vida de la población”
(Braslavsky, 2001, p. 9).
Surge la descentralización educativa en algunos países latinoamericanos, Colombia,
Chile y Argentina, de una forma rápida y sin la definición adecuada de
responsabilidades fiscales, curriculares, de evaluación, de información pero sobre todo
de nuevos perfiles profesionales con capacidad de involucrarse en la política educativa,
la descentralización no se promovió de manera óptima en América Latina porque faltó
reconocer y ampliar las oportunidades de ejercicio del poder de la ciudadanía en
relación a las cuestiones educativas, ni se enfocaron a mejorar la calidad de los
aprendizajes de la población; todo esto repercutió en una falta de preparación que
permitiera el óptimo funcionamiento del modelo de gobierno de la educación.
Ya en la década de 1990 se hace un análisis de la estructura de descentralización
educativa que predominó en la década anterior y en base a ello en países como Chile
dictó en 1992 una Ley Orgánica Constitucional con la cual las regiones pasaron a ser
organizaciones con personalidad jurídica propia (Gobiernos Regionales) y se crearon
los Consejos Regionales por elección indirecta a través de los concejales municipales
(M. Waissbluth, C. Leyton y J. Inostroza, 2007, p. 3).
Esto nos demuestra que las estrategias de descentralización no deben ser aisladas y se
deben basar en la toma de decisiones del sistema educativo.
En esta época, muchos países elaboran planes y programas, México no es la
excepción ya que siendo Ernesto Zedillo Ponce de León, Secretario de Educación,
implementa el Plan y Programa de estudio de Educación Primaria 1993 en donde se
estipula de manera clara la descentralización de la educación en nuestro país “La
federalización, que traslada la dirección y operación de las escuelas primarias a la
autoridad estatal, bajo una normatividad nacional” (SEP, 1993, p. 4); también se amplía
la cobertura de los servicios educativos (creación de Centros de Maestros), se
introdujeron los temas de calidad (Programa de Carrera Magisterial) y equidad.
Braslavsky plantea seis problemas del actual perfil de los especialistas en gestión y en
política educativa, estos son: Los especialistas en gestión y en política educativa tienen
dificultades para construir el sentido de sus propios fines de la gestión y la política
educativa; dificultades que tienen los especialistas para articular la creciente demanda
de intervención en gestión educativa; actores no especializados intervengan en la toma
de decisiones; incapacidad para diseñar dispositivos que contrarresten la debilidad
institucional; aislamiento de la gestión y política educativa en las universidades; y la
dificultad de asumir la gestión y la política educativa en determinados contextos (p.p.
12-14)
Es por estas problemáticas que en el marco de la gestión educativa deben existir, en
forma permanente, competencias para la gestión y la política educativa, a fin de hacer
posible el logro de los grandes propósitos nacionales, que con gran sensibilidad
patriótica y suficiente capacidad conduzcan con firmeza el desarrollo ascendente de la
Nación.
En el siguiente esquema, se pueden ver las 9 competencias que se identifican como
idóneas y necesarias para desarrollar un nuevo modo de ejercicio de gestión y política
educativa:
Las anteriormente mencionadas permiten una relación interdisciplinaria, pero no una
dependencia directa de una sobre otra ya que generarían desconcertantes acciones en
la administración y dirección educativa, y lo que se requiere es “avanzar en la
COMPETENCIAS
1. Gestión estratégica,2. Liderazgo
3. Comunicación4. Delegación
5. Negociación6. Resolución de problemas
7. Anticipación8. Trabajo en
equipo
9. Discernimiento
ético
sistematización de algunas características de la oferta de formación para la gestión y la
política educativa” (Braslavsky, 2001, pág. 16)
Esta oferta surge de la necesidad del personal directivo y docente hacia la
profesionalización en gestión educativa con el fin de diseñar una óptima estrategia de
promoción de la innovación y formar especialistas para más de un nivel de gestión.
Pero ¿Qué es lo que necesita nuestro país? En base a mi concepción y tomando como
referencia el análisis de la lectura puedo argumentar que se necesita formar un número
suficiente de profesores para atender la creciente demanda educativa; ajustar los
planes de estudio de formación de profesionales de la educación a los requerimientos
reales de la educación y elevar la calidad de enseñanza mediante el mejoramiento
profesional de los gestores de la educación.
Con acciones y fines bien definidos se podrá lograr una verdadera gestión y política
educativa en México.
BIBLIOGRAFÍA
Braslavsky, Cecilia. El estado de la enseñanza de la formación en gestión y política
educativa en América Latina. UNESCO:IIPE, Buenos Aires, Argentina, 2001
UNESCO-IIPE Buenos Aires, Diez módulos destinados a los responsables de los
procesos de transformación educativa, Buenos Aires, UNESCOIIPE Buenos Aires, 1999
Disponible en http://www.iipe - b u e n o s a i re s.org.ar
Waissbluth, M., Leyton, C., e Inostroza, J. La descentralización en Chile 1990-2005:
asignatura pendiente, Chile, 2007,
SEP. Plan y Programas de Estudio de Educación Primaria 1993, SEP, México, 1993.