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Erase una vez, en
un bello bosque
se encontraba el
pequeño Chefri,
un osito panda
muy travieso, al
que le encantaba
descubrir cada
día algo diferente.
Un día quiso
alejarse un poco
de su hogar en
las montañas
pues quería
conocer un gran
circo.
Su madre Julia le
había advertido
muchas veces,
que en la vida no
todo es color de
rosa; pues su
especie estaba en
peligro y no debía
de alejarse
demasiado.
Sin embargo; Chefri, el
osito tenía muchas
ganas de ir, pues había
escuchado que los
circos eran mágicos, y
que podría ver al
hombre más fuerte del
mundo, malabaristas,
equilibristas y
domadores de leones.
Mientras iba caminando
de pronto vio el cartel
del circo con una flecha
a la derecha:
- Ya llegué, este debe
ser el gran circo, que
emoción, se dijo.
Cuando lo vieron los otros animales: el mono, el
león, un elefante, la foca, trataron de advertirle del
peligro diciéndole:
- No te acerques, si te ven…;
Cuando lo vieron los otros animales: el mono, el
león, un elefante, la foca, trataron de advertirle del
peligro diciéndole:
- No te acerques, si te ven…;
Pero Chefri fue capturado y encerrado
en una celda, lo querían para que sea
parte del espectáculo del oso. Chefri
estaba muy asustado y solo quería
volver a casa.
Poco a poco fue aprendiendo a hacer
equilibrio en un barril, la gente llegaba
con mucha emoción para ver a Chefri
el osito hacer sus piruetas.
Un día el encargado del circo al ver la
carita de Chefri el osito notó que
estaba muy triste, le dio tanta pena
que dejó la reja abierta a propósito
para que pueda huir.
Chefri salió disparado y pudo
regresar sano y salvo a su casa en
donde su madre muy feliz lo recibió
con todo su amor.
Chefri:
Aprendió que
uno siempre
debe de seguir
los sabios
consejos de la
gente buena...
FIN