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¿Por qué soy paramédico? Si alguien me preguntara alguna vez porque soy paramédico, le contestaría: Soy paramédico porque el cansancio, el hambre y el frio y hasta el peligro que entraña el servicio de emergencia no se comparan con la inmensa satisfacción de haber salvado una vida. Porque no existe sueño más dulce ni descanso más profundo que el que se produce por el agotamiento de una guardia de horas de servicio intenso yendo y viniendo en la ambulancia cargando camillas, rescatando, salvando, atendiendo y auxiliando a todo aquel que ese día necesito de nosotros. Deseo que pudieran ver la sensación que siento al salir en la ambulancia con el pedal a fondo y mi mano haciendo sonar la sirena una y otra vez en el tráfico intenso e incluso cuando no me permites el paso y por ello perdemos la salida del camino que nos llevaría a nuestro destino. Y mientras tanto en ruta a la emergencia me hago tantas preguntas: ¿qué peligros me esperan? ¿Habrá alguien atrapado? ¿Es falsa alarma o realmente alguien me necesita? ¿Qué pudo haberle pasado al paciente? ¿Se trata algo de sin mayor importancia o compromete su vida? La persona que ha llamado ¿realmente me necesita o me espera con un arma en sus manos? Deseo que pudieran ver el dolor de una esposa a las 3 de la madrugada mientras evalúo a su esposo sin encontrar pulso, por lo que comienzo la maniobra de RCP esperando traerlo de regreso, aún cuando sé que ya es demasiado tarde. Haciéndole saber a su esposa e hijos que se hizo todo lo posible por intentar salvar su vida o en la sala de urgencias mientras el médico diagnostica muerte cerebral a una hermosa niña de 5 años a quien trate de salvar durante 25 largos minutos, ya no tendrá su primer novio, no podrá decirle a su madre que la quiere. Deseo que pudieran ver que se siente rescatar a un adolescente de entre los restos inservibles de su automóvil, ¿qué pasaría si fuera mi amigo, mi hermano mi hijo? ¿Qué reacción tendrán sus padres cuando un policía toque a su puerta? Desearía que supieran que se siente tener a un pequeño preguntando por el bienestar de su madre sin ser capaz de mirarlo a los ojos, por no saber que responder. Desearía que pudieran entender que se siente tener a un bebe de escasos recursos casi muerto en tus manos, que los familiares te lo han traído diciendo no puedo hacer nada ayúdame y ver la angustia de la madre quien apenas lo llevaba vestido con unos harapos o peor aun lo trasladas al hospital y el médico de guardia te dice: ¿para qué lo traes aquí? no puedo hacerle nada, no tengo el material necesario. Eso te duele, te da coraje porque sabes que es un pequeño que tiene mucho camino que recorrer y está luchando y se aferra a la vida como nosotros no lo hacemos.

Por qué soy paramédico

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Page 1: Por qué soy paramédico

¿Por qué soy paramédico?

Si alguien me preguntara alguna vez porque soy paramédico, le contestaría:

“Soy paramédico porque el cansancio, el hambre y el frio y hasta el peligro que entraña

el servicio de emergencia no se comparan con la inmensa satisfacción de haber salvado una

vida. Porque no existe sueño más dulce ni descanso más profundo que el que se produce por el

agotamiento de una guardia de horas de servicio intenso yendo y viniendo en la ambulancia

cargando camillas, rescatando, salvando, atendiendo y auxiliando a todo aquel que ese día

necesito de nosotros”.

Deseo que pudieran ver la sensación que siento al salir en la ambulancia con el pedal a

fondo y mi mano haciendo sonar la sirena una y otra vez en el tráfico intenso e incluso cuando

no me permites el paso y por ello perdemos la salida del camino que nos llevaría a nuestro

destino.

Y mientras tanto en ruta a la emergencia me hago tantas preguntas: ¿qué peligros me

esperan? ¿Habrá alguien atrapado? ¿Es falsa alarma o realmente alguien me necesita? ¿Qué

pudo haberle pasado al paciente? ¿Se trata algo de sin mayor importancia o compromete su

vida? La persona que ha llamado ¿realmente me necesita o me espera con un arma en sus

manos?

Deseo que pudieran ver el dolor de una esposa a las 3 de la madrugada mientras evalúo

a su esposo sin encontrar pulso, por lo que comienzo la maniobra de RCP esperando traerlo de

regreso, aún cuando sé que ya es demasiado tarde. Haciéndole saber a su esposa e hijos que se

hizo todo lo posible por intentar salvar su vida o en la sala de urgencias mientras el médico

diagnostica muerte cerebral a una hermosa niña de 5 años a quien trate de salvar durante 25

largos minutos, ya no tendrá su primer novio, no podrá decirle a su madre que la quiere.

Deseo que pudieran ver que se siente rescatar a un adolescente de entre los restos

inservibles de su automóvil, ¿qué pasaría si fuera mi amigo, mi hermano mi hijo? ¿Qué reacción

tendrán sus padres cuando un policía toque a su puerta?

Desearía que supieran que se siente tener a un pequeño preguntando por el bienestar

de su madre sin ser capaz de mirarlo a los ojos, por no saber que responder. Desearía que

pudieran entender que se siente tener a un bebe de escasos recursos casi muerto en tus manos,

que los familiares te lo han traído diciendo no puedo hacer nada ayúdame y ver la angustia de la

madre quien apenas lo llevaba vestido con unos harapos o peor aun lo trasladas al hospital y el

médico de guardia te dice: ¿para qué lo traes aquí? no puedo hacerle nada, no tengo el material

necesario. Eso te duele, te da coraje porque sabes que es un pequeño que tiene mucho camino

que recorrer y está luchando y se aferra a la vida como nosotros no lo hacemos.

Page 2: Por qué soy paramédico

Desearía que supieran que se siente cuando alguien de manera verbal o física abusa de

nosotros o menosprecia nuestro trabajo mientras expresa su actitud diciendo: eso nunca me

pasará a mi o de estar ahí, dentro de los momentos de crisis y poner orden dentro de un caos

total.

Desearía que supieran lo que se siente entrar a casa y saludar a mi familia y no tener

forma de decirles que casi no la cuento en mi último servicio. Desearía que sintieran la fatiga

física y emocional o de las comidas perdidas, de la perdida de las horas de sueño o de

actividades sociales o la falta que le hago a mi familia, de tener que dejar a mis hijos o a algún

ser querido sabiendo que están enfermos.

Los que no tiene vocación nunca podrán entender realmente o apreciar lo que soy, lo

que somos o lo que nuestro trabajo realmente significa para nosotros.

Sigamos intentando cambiar el mundo con nuestras manos, nunca desistamos aunque la

miseria humana nos golpee, aunque sintamos el cansancio, el frio, el dolor que conlleve ya que

el paramédico nace y vive para salvar vidas.

CRUZ ROJA MEXICANA

DELEGACIÓN GUADALAJARA

ESCUELA DE TÉCNICOS EN URGENCIAS MÉDICAS

GENERACIÓN 28

Ávila Casillas Gonzalo José Julián

Fuentes Villagómez Israel

González Loza Blanca Alicia

López López Blanca Estela

Ornelas Hernández Martha Gabriela

Palacios Carrillo Christian Samuel

Ramírez Ramos Yerania María Luisa

Robles Adrian Janet

Ruiz Ceceña Rocio del Carmen

Sánchez León María Guadalupe

Torres Vanegas José Ángel

Valderrama Zuno Evelin