Practica 16b: Satélites

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  1. 1. Los satlites naturales Como mencionamos, adems de los planetas principales, el Sistema Solar est compuesto por muchos ms cuerpos celestes. Alrededor de la mayora de los planetas giran satlites, de manera similar a la Luna en torno de la Tierra. En Astronoma, el trmino satlite se aplica en general a aquellos objetos en rotacin alrededor de un astro, este ltimo es de mayor dimensin que el primero; ambos cuerpos estn vinculados entre s por fuerzas de gravedad recproca. A pesar de estar acostumbrados a que la visin de nuestra Luna como un cuerpo esferoidal, debe pensarse que, en general, los satlites de los planetas principales pueden ser bien diferentes, presentar formas irregulares o ser sumamente achatados. En la actualidad (junio de 2003) el nmero total de satlites conocidos en cada planeta se indica a continuacin. EL total de satlites es de 128. Seguramente en los prximos aos un nmero mayor de pequeos satlites sern descubiertos. Nmero de Satlites de los Planetas Las lunas de los planetas se mueven alrededor del mismo soportando diversas fuerzas; si los planetas fueran esferas perfectas, se desplazaran en rbitas perfectamente elpticas. Como los planetas estn deformados a causa de su rotacin, presentan un abultamiento ecuatorial. Este efecto, conjuntamente con las fuerzas de atraccin de otras lunas del mismo planeta y la accin gravitatoria del Sol, determinan que cada satlite posea un movimiento complejo denominado movimiento perturbado. En la siguiente tabla se indican el perodo sidreo y el dimetro medio de algunas lunas de los planetas principales y de nuestra Luna.
  2. 2. Satlites ms importantes de los planetas El perodo sidreo PS est dado en das y fracciones de da (terrestres) y el dimetro D en kilmetros. Respecto al origen de estos astros se han sugerido diferentes teoras: (a) se formaron junto con el planeta principal; (b) se desprendieron del planeta principal a lo largo de su evolucin; o bien (c) se trata de un cuerpo capturado por el planeta principal (por ejemplo Febe en Saturno, o bien Fobos y Deimos en Marte). Como tambin se ha verificado que existen asteroides que tienen su propia luna, por ejemplo, Herculina, un planetita de 217 km de dimetro con una luna de apenas 50 km. Hay quienes sospechan que el propio Plutn y su luna, son en realidad dos asteroides bastante grandes muy alejados del resto, en los confines del Sistema Solar. El anlisis detallado de las fotografas y los datos astrofsicos enviados por naves espaciales, han mostrado que los satlites son cuerpos opacos y slidos, muy diferentes unos de otros. Algunos de ellos son tan grandes como el planeta Mercurio. Excepto nuestra luna, los satlites planetarios no son visibles a simple vista y slo las cuatro mayores lunas de Jpiter, cuyos nombres son Europa, Io, Calixto y Ganmedes, se pueden observar a travs de binoculares o con un pequeo telescopio. Los restantes satlites precisan de poderosos instrumentos para ser detectados. El cielo visible Para los astrnomos, el cielo es la apariencia que presenta el espacio extraterrestre visto desde la superficie de la tierra; para conocer el universo, la primer tarea es mirar el cielo. A simple vista se distinguen dos cielos: el cielo diurno y el nocturno. Quizs el ms llamativo sea el nocturno, repleto de luces, ya que en el cielo diurno slo se ve el Sol, peridicamente a la Luna y en ocasiones algn otro fenmeno (como un blido o la aparicin de Venus o de Mercurio). Debe tenerse en cuenta que para apreciar en plenitud el cielo nocturno, es conveniente alejarse de las ciudades, donde la luz artificial y los elementos gaseosos producidos por el hombre (smog) dificultan la percepcin de los detalles de todo aquello que puebla el firmamento. Las mejores condiciones para la observacin se dan en lugares elevados sobre el nivel del mar, generalmente en zonas montaosas y lejos, como dijimos, de toda iluminacin artificial. En circunstancias ptimas de observacin, el cielo nocturno tiene aspecto de bveda o copa invertida; sensacin producida porque, a simple vista, los astros luminosos ubicados sobre la cabeza de un observador, parecen ms brillantes que los que se hallan cerca del horizonte. Por ello, el cielo tambin se denomina bveda o esfera celeste. En realidad un observador slo aprecia una "semiesfera": la que se halla por encima de su horizonte.
  3. 3. Uno de los fenmenos cotidianos del cielo nocturno es el titilar de las estrellas es elcentelleo de los astros, alternativamente, se ven ms brillantes y ms dbiles, como si a nuestros ojos el astro emitiese rayos. El centelleo cambia noche a noche y generalmente es ms acentuado para las estrellas ubicadas en las cercanas del horizonte. Este fenmeno es debido a la atmsfera de la Tierra; la luz de un astro que llega a los ojos de un observador, atraviesa gruesas capas de aire, que adems presentan "olas" de diferente densidad, arrastradas por el viento. Ese movimiento atmosfrico provoca concentraciones en el haz de luz en algunos lugares y dispersiones en otros, generando de ese modo el fenmeno de centelleo. Particularmente, se puede afirmar que los planetas no titilan, ya que no puede considerrselos como puntos luminosos como las estrellas debido a la percepcin de su disco; aunque cada punto luminoso del disco del planeta centellea, como lo hara una estrella individual, el brillo simultneo observado de todos los puntos del disco planetario permanece uniforme a la vista, es decir: no vara. >En la noche, la enorme cantidad de puntos brillantes nos indican la presencia de un gran nmero de astros; algunos se ven fijos y otros se desplazan lentamente. A modo de mapa esfrico, sobre la bveda celeste los astrnomos proyectan a los astros llamados fijos (estrellas de fondo) y se definen los desplazamientos de otros (planetas, cometas y meteoros).