1. Los satlites naturales Como mencionamos, adems de los
planetas principales, el Sistema Solar est compuesto por muchos ms
cuerpos celestes. Alrededor de la mayora de los planetas giran
satlites, de manera similar a la Luna en torno de la Tierra. En
Astronoma, el trmino satlite se aplica en general a aquellos
objetos en rotacin alrededor de un astro, este ltimo es de mayor
dimensin que el primero; ambos cuerpos estn vinculados entre s por
fuerzas de gravedad recproca. A pesar de estar acostumbrados a que
la visin de nuestra Luna como un cuerpo esferoidal, debe pensarse
que, en general, los satlites de los planetas principales pueden
ser bien diferentes, presentar formas irregulares o ser sumamente
achatados. En la actualidad (junio de 2003) el nmero total de
satlites conocidos en cada planeta se indica a continuacin. EL
total de satlites es de 128. Seguramente en los prximos aos un
nmero mayor de pequeos satlites sern descubiertos. Nmero de
Satlites de los Planetas Las lunas de los planetas se mueven
alrededor del mismo soportando diversas fuerzas; si los planetas
fueran esferas perfectas, se desplazaran en rbitas perfectamente
elpticas. Como los planetas estn deformados a causa de su rotacin,
presentan un abultamiento ecuatorial. Este efecto, conjuntamente
con las fuerzas de atraccin de otras lunas del mismo planeta y la
accin gravitatoria del Sol, determinan que cada satlite posea un
movimiento complejo denominado movimiento perturbado. En la
siguiente tabla se indican el perodo sidreo y el dimetro medio de
algunas lunas de los planetas principales y de nuestra Luna.
2. Satlites ms importantes de los planetas El perodo sidreo PS
est dado en das y fracciones de da (terrestres) y el dimetro D en
kilmetros. Respecto al origen de estos astros se han sugerido
diferentes teoras: (a) se formaron junto con el planeta principal;
(b) se desprendieron del planeta principal a lo largo de su
evolucin; o bien (c) se trata de un cuerpo capturado por el planeta
principal (por ejemplo Febe en Saturno, o bien Fobos y Deimos en
Marte). Como tambin se ha verificado que existen asteroides que
tienen su propia luna, por ejemplo, Herculina, un planetita de 217
km de dimetro con una luna de apenas 50 km. Hay quienes sospechan
que el propio Plutn y su luna, son en realidad dos asteroides
bastante grandes muy alejados del resto, en los confines del
Sistema Solar. El anlisis detallado de las fotografas y los datos
astrofsicos enviados por naves espaciales, han mostrado que los
satlites son cuerpos opacos y slidos, muy diferentes unos de otros.
Algunos de ellos son tan grandes como el planeta Mercurio. Excepto
nuestra luna, los satlites planetarios no son visibles a simple
vista y slo las cuatro mayores lunas de Jpiter, cuyos nombres son
Europa, Io, Calixto y Ganmedes, se pueden observar a travs de
binoculares o con un pequeo telescopio. Los restantes satlites
precisan de poderosos instrumentos para ser detectados. El cielo
visible Para los astrnomos, el cielo es la apariencia que presenta
el espacio extraterrestre visto desde la superficie de la tierra;
para conocer el universo, la primer tarea es mirar el cielo. A
simple vista se distinguen dos cielos: el cielo diurno y el
nocturno. Quizs el ms llamativo sea el nocturno, repleto de luces,
ya que en el cielo diurno slo se ve el Sol, peridicamente a la Luna
y en ocasiones algn otro fenmeno (como un blido o la aparicin de
Venus o de Mercurio). Debe tenerse en cuenta que para apreciar en
plenitud el cielo nocturno, es conveniente alejarse de las
ciudades, donde la luz artificial y los elementos gaseosos
producidos por el hombre (smog) dificultan la percepcin de los
detalles de todo aquello que puebla el firmamento. Las mejores
condiciones para la observacin se dan en lugares elevados sobre el
nivel del mar, generalmente en zonas montaosas y lejos, como
dijimos, de toda iluminacin artificial. En circunstancias ptimas de
observacin, el cielo nocturno tiene aspecto de bveda o copa
invertida; sensacin producida porque, a simple vista, los astros
luminosos ubicados sobre la cabeza de un observador, parecen ms
brillantes que los que se hallan cerca del horizonte. Por ello, el
cielo tambin se denomina bveda o esfera celeste. En realidad un
observador slo aprecia una "semiesfera": la que se halla por encima
de su horizonte.
3. Uno de los fenmenos cotidianos del cielo nocturno es el
titilar de las estrellas es elcentelleo de los astros,
alternativamente, se ven ms brillantes y ms dbiles, como si a
nuestros ojos el astro emitiese rayos. El centelleo cambia noche a
noche y generalmente es ms acentuado para las estrellas ubicadas en
las cercanas del horizonte. Este fenmeno es debido a la atmsfera de
la Tierra; la luz de un astro que llega a los ojos de un
observador, atraviesa gruesas capas de aire, que adems presentan
"olas" de diferente densidad, arrastradas por el viento. Ese
movimiento atmosfrico provoca concentraciones en el haz de luz en
algunos lugares y dispersiones en otros, generando de ese modo el
fenmeno de centelleo. Particularmente, se puede afirmar que los
planetas no titilan, ya que no puede considerrselos como puntos
luminosos como las estrellas debido a la percepcin de su disco;
aunque cada punto luminoso del disco del planeta centellea, como lo
hara una estrella individual, el brillo simultneo observado de
todos los puntos del disco planetario permanece uniforme a la
vista, es decir: no vara. >En la noche, la enorme cantidad de
puntos brillantes nos indican la presencia de un gran nmero de
astros; algunos se ven fijos y otros se desplazan lentamente. A
modo de mapa esfrico, sobre la bveda celeste los astrnomos
proyectan a los astros llamados fijos (estrellas de fondo) y se
definen los desplazamientos de otros (planetas, cometas y
meteoros).