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Mª Ángeles Hernández Bellod
Práctica Tema 1: La importancia de la Didáctica de la Historia y la Historia del Arte.
BUSCA EN ARTÍCULOS, LIBROS, REDES SOCIALES, INTERNET, LA RESPUESTA A LAS SIGUIENTES
PREGUNTAS (puedes usar los materiales de apoyo subidos en campus virtual, la biblioteca de
la facultad, google books, google scholar, etc. para citar a autores que respalden tus
respuestas)
1. Define con tus propias palabras qué es la Didáctica de la Historia. ¿Qué elementos la
componen? ¿Qué finalidad tiene?
La didáctica de la Historia es la disciplina teórico-práctica que permite al docente encontrar la
estrategia y los medios y métodos técnicos necesarios para facilitar el aprendizaje a sus
alumnos del conocimiento histórico (explicando el pasado y la evolución de la humanidad,
culturas y civilizaciones de la tierra), más que centrarse en transmitir el conocimiento y
conceptos históricos en sí. Para ello, la didáctica de la Historia le muestra al docente cómo
combinar los elementos teóricos (conceptos, periodos históricos, etc.) con elementos prácticos
(mapas, vídeos, documentos históricos, etc.) para poder facilitar el aprendizaje de sus
alumnos.
Los elementos que componen, la didáctica de la Historia son:
El contenido a enseñar. Seleccionar los temas, periodos históricos, personajes
históricos, conceptos, etc. que el docente va a enseñar a sus alumnos.
Métodos y técnicas. Son las técnicas específicas que permiten al docente mostrar a
sus alumnos los contenidos históricos, así como motivarle a participar en los trabajos y
en las clases de forma participativa, para que pueda lograr un aprendizaje exitoso.
El alumno. Es quien aprende, a quien hay que transmitirle los contenidos y
conocimientos históricos.
El profesor. Es el mediador del aprendizaje, entre los contenidos históricos
seleccionados y el aprendizaje de los alumnos. Él debe manejar los conocimientos
históricos perfectamente, pero no debe transmitirlos como tal, sino que debe
transformarlos y adaptarlos para que los alumnos puedan entenderlos, asumirlos y
aprenderlos, cumpliendo así, con el proceso de aprendizaje.
Finalmente, la finalidad de la Didáctica de la Historia, sería orientar la educación de la Historia,
es decir, la enseñanza y aprendizaje de los conocimientos históricos (es decir, mostrar al
profesor cómo enseñar a sus alumnos la actuación y evolución del ser humano desde el
pasado hasta la actualidad, para que éstos puedan aprenderlo), así como ayudar a desarrollar
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en los alumnos modos de pensamiento histórico, capacitándolos para pensar de modo crítico
sobre los conceptos y periodos históricos, más que, simplemente, hablarle de historia.
2. ¿Qué es el currículum oculto y qué importancia tiene en las aulas?
En los contenidos escolares, existe un currículum manifiesto y otro oculto. El currículum
manifiesto o explícito, es la normativa que rige un determinado sistema educativo, es decir, la
oferta educativa cuidadosamente preparada, con un conjunto de objetivos educacionales,
planes de estudio, programas, textos escolares, guías didácticas, etc. Por su parte, el
currículum oculto, no está contemplado en los planes de estudio ni en la normativa recogida
en el currículum manifiesto, sino que hace referencia a todo aquello que la escuela transmite
como efecto del ambiente y como producto de las interacciones que se producen entre las
personas intervinientes en el currículum (docentes y alumnos) y entre éstas y los contenidos
culturales que se transmiten, así como la rutina y las relaciones sociales.
El currículum oculto estaría formado entonces por la actuación de profesores en el aula, pues,
además de la enseñanza de contenidos, manejan sistemas de premios y castigos, también
estaría formado por la iniciativa de los estudiantes, el problema de la sumisión o la obediencia,
la competitividad en los estudios, la dignidad de la persona del alumno, etc., así como por las
rutinas de puntualidad, de horarios establecidos, etc. o por los roles asumidos por profesores y
alumnos en las relaciones sociales del aula. Todo ello, es de gran importancia para las aulas,
pues, sin estar previsto en el currículum explícito, transmite implícitamente y de forma muy
efectiva, actitudes y valores y, favorecen la adquisición de conocimientos y reproducción de
conductas y comportamientos.
3. ¿Se puede considerar la Didáctica como una Ciencia? Justifica tu respuesta
Sí que podemos considerar la Didáctica como una ciencia, puesto que es una disciplina que
trabaja como intermediara entre todas las ciencias humanas, empleando para ello, el método
científico, es decir, investigando y experimentando nuevas técnicas de aprendizaje (reuniendo
y coordinando, con sentido práctico, las conclusiones y resultados de los distintos saberes),
para que todos estos saberes científicos, puedan ser transmitidos y enseñados de modo
comprensible y, el aprendizaje de los mismos, sea mucho más eficaz. Por ello la consideramos
ciencia, puesto que tiene un objeto de estudio (descubrir el modo de enseñanza de las ciencias
humanas para conseguir un aprendizaje eficaz) y emplea para ello, toda una serie de métodos
científicos.
LEE DESDE LA PÁGINA 13 A LA 19 DEL LIBRO DE J. SANTACANA Y J. PRATS (2001)
ENSEÑAR HISTORIA: NOTAS PARA UNA DIDÁCTICA RENOVADORA Y CONTESTA A LAS
SIGUIENTES PREGUNTAS. ADEMÁS REALIZA UN MAPA CONCEPTUAL (DIN-A4) CON
LOS ASPECTOS MÁS IMPORTANTES DE LO LEÍDO:
¿Cuáles son los fines educativos de la Historia?
Según J. Prats y J. Santacana, los fines educativos de la historia serían los siguientes:
Facilitar la comprensión del presente, pues podemos comprender mejor el presente si
conocemos los antecedentes históricos. Sin embargo, hay que tener presente que la
Historia no explica el presente, sino el pasado y, no lo hace como si narrase un relato,
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sino que, más bien, analiza el pasado. Esto es lo que nos permite comprender el
presente, pues: permite analizar las tensiones temporales, estudia la causalidad y las
consecuencias de los hechos históricos, permite construir esquemas de diferencias y
semejanzas, estudia el cambio y la continuidad en las sociedades, explica la
complejidad de los problemas sociales y potencia la racionalidad en el análisis de lo
social, lo político, etc.
Preparar a los alumnos para la vida adulta. La Historia ofrece un marco de referencia
para entender los problemas sociales, para situar la importancia de los
acontecimientos diarios, para usar críticamente la información y, en definitiva, para
vivir con la plena conciencia ciudadana.
Despertar el interés por el pasado. No hay que confundir Historia con pasado, pues no
son sinónimos, sino que, mientras que el pasado es lo que ocurrió, la Historia es la
investigación que explica y da coherencia a este pasado, planteando cuestiones
fundamentales sobre este pasado desde el presente y reflexionando sobre él.
Potenciar en los niños y adolescentes un sentido de identidad. Es decir, tratar que los
alumnos tomen conciencia de los orígenes, para que cuando sean adultos puedan
compartir valores, costumbres, ideas, etc. pero siempre teniendo cuidado de no
manipular estas cuestiones desde exageraciones nacionalistas.
Ayudar a los alumnos en la comprensión de sus propias raíces culturales y de la
herencia común.
Contribuir al conocimiento y comprensión de otros países y culturas del mundo de
hoy. Esta finalidad sirve para ayudar a que los alumnos valoren y comprendan a los
“demás”.
Contribuir a desarrollar facultades de la mente mediante un estudio disciplinado. El
estudio de la Historia sirve para la formación de ideas sobre los hechos humano,
permitiendo la formulación de opiniones, análisis y juicios sobre ellos de modo
racional.
Introducir a los alumnos en el conocimiento y dominio de una metodología rigurosa
propia de los Historiadores. Se trata de simular el método histórico, en el ámbito
didáctico, para poder entrenar la capacidad de análisis, inferencia, formulación de
hipótesis, etc.
Enriquecer otras áreas del currículum, pues el alcance de la Historia es enorme, ya
que trata de organizar todo el pasado y esto es útil para otras ramas del conocimiento
(evolución de la literatura, de la filosofía, el progreso científico, de la música, etc.). De
hecho hay muchas disciplinas que no son posibles sin conocer algo de su Historia.
¿Cuáles son los objetivos didácticos de la Historia?
Según J. Prats y J. Santacana, los objetivos didácticos que deben considerarse en una
programación de Historia son los siguientes:
1. Comprender los hechos ocurridos en el pasado y saber situarlos en su contexto.
Es decir, que los alumnos sepan reconocer convenciones temporales cotidianas,
las divisiones de la Historia, poder situar diferentes hechos en su contexto, etc.
Para ello, es necesario saber organizar los acontecimientos en una secuencia
temporal mediante el uso de líneas, ejes cronológicos u otras representaciones
gráficas; así como saber contextualizar históricamente los hechos, teniendo
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presente las causas y consecuencias (sabiendo además que los acontecimientos
históricos nunca tienen una sola causa y una sola consecuencia) y los rasgos de las
formaciones sociales que impulsaron dichos hechos. Finalmente, los estudiantes
deben ser conscientes del concepto de cambio, mostrando una comprensión clara
de dicho concepto dentro de los diferentes periodos, es decir, deben darse cuenta
de la importancia de determinados cambios y de los diferentes ritmos de cambio:
rápidos y acelerados o periodos o elementos de larga continuidad histórica. En
definitiva, este objetivo se centra en que los alumnos demuestren una
comprensión clara de las características de las distintas formaciones sociales y las
complejidades de la interrelación entre causa, consecuencia y cambio en los
hechos históricos.
2. Comprender que en el análisis del pasado hay muchos puntos de vista
diferentes. Este objetivo incluye: que los estudiantes, a partir de la información
histórica, deberían ser capaces de reaccionar ante narraciones del pasado y hacer
comentarios sobre ellas; que lleguen a reconocer que puede haber más de una
versión sobre un mismo acontecimiento histórico, pudiendo identificar distintas
versiones sobre el mismo y, en edades más avanzadas, ser capaces de comprender
algunas razones generales que explican la diversidad de las versiones sobre el
pasado; que puedan reconocer que las personas (su procedencia, época, lugar…)
influyen en las interpretaciones de un problema histórico; que sean capaces de
evaluar las interpretaciones históricas en función de su más o menos objetividad o
distorsión; que puedan comprender al finalizar sus estudios, que los valores de su
época, clase, nacionalidad o creencias, afectan a los historiadores en sus juicios
sobre el pasado, pero sabiendo que la Historia como ciencia, es la única manera
rigurosa y objetiva de explicar el pasado, pese a la provisionalidad y subjetividad
de sus conclusiones.
3. Comprender que hay formas muy diversas de adquirir, obtener y evaluar
informaciones sobre el pasado. Es decir, cómo se obtienen los datos que sirven
para construir la explicación histórica. Para satisfacer este objetivo, los alumnos
deberían ser capaces de extraer información a partir de las fuentes históricas
seleccionadas por el profesor, saber valorar dicha información, reconocer qué
tipos de fuentes históricas son más útiles para una determinada investigación
histórica, comparar críticamente las fuentes utilizadas y, por último, demostrar la
habilidad para utilizar fuentes, a pesar de sus imperfecciones, así como ser
conscientes de las limitaciones de las mismas, las circunstancias de su creación y
su contexto.
4. Ser capaces de transmitir de forma organizada lo que sobre el pasado se ha
estudiado o se ha obtenido. Es decir, saber describir aspectos del pasado,
apoyándose de material histórico relevante para el hecho del pasado que se
comunica, tales como mapas, informes, dibujos, diagramas, narraciones, etc. Para
satisfacer este objetivo, los alumnos deberán: exponer correctamente una
investigación histórica relevante, omitiendo el material superfluo, así como
seleccionar la información relevante y sintetizar la información compleja para
realizar una exposición y explicación completa, precisa y equilibrada y, finalmente,
estructurar la información compleja de forma apropiada y con los métodos
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apropiados para defender una argumentación y una exposición analítica,
coherente y equilibrada.
4. Realiza reflexión sobre la importancia de la enseñanza y aprendizaje de la Historia y de
la Historia del Arte en ESO. Utiliza para ello los artículos presentados en el Tema 1.
La enseñanza y aprendizaje de la Historia y de la Historia del Arte en la ESO es muy importante,
puesto que ayuda a los alumnos a comprender mejor el presente y el mundo en el que
vivimos con sus problemas sociales y políticos, además de ayudarles a entender sus raíces
culturales, su herencia común y a ver la plasmación de todo ello en el arte y en las
manifestaciones culturales de las distintas épocas históricas, enseñándolos a valorarlo y a
respetarlo.
Esta importancia de la educación histórica y artística en las aulas es una cuestión muy
defendida, pues hay diversos autores que han reflexionado sobre ello y han reclamado el valor
social y educativo del conocimiento histórico. Ejemplo de ello lo tenemos en el texto
periodístico “Defensa de la Historia en la educación” (Julio 2012), el cual nos habla del
manifiesto elaborado por más de 200 profesores de Historia e investigadores de su Didáctica
en defensa de la Historia como asignatura propia en la ESO, frente a su disolución dentro de la
asignatura “Ciencias Sociales” (donde se explican geografía e Historia conjuntamente) y a su
pérdida de identidad dentro del área de Conocimiento del Medio en primaria. Esta defensa se
apoya en que la Historia, como asignatura, nos enseña a comprender el presente, el mundo en
el que vivimos, pues muestra el funcionamiento de la sociedad en el pasado y nos hace ver y
comprender cómo la sociedad, ha llegado al estado actual, por lo que es un inmejorable
“laboratorio de análisis social”. Además de todo ello, la enseñanza histórica, nos ayuda a
desarrollar facultades intelectuales y estimula el disfrute hacia la cultura y el patrimonio,
potenciando además la sensibilidad hacia los temas sociales del presente y formando a
personas con criterio propio que puedan participar, en el futuro, en una sociedad democrática
como la actual. Junto a todo esto, la Historia debería permanecer en las aulas porque, además
de ser un conocimiento científico del pasado, el aprender historia ya presupone un aprendizaje
integrado de diversas disciplinas, pues el conocimiento histórico estructura progresivamente
en nuestra mente, los hechos de geografía, de economía, de política, de arte, etc., por lo que
permite una formación integral de los niños y adolescentes.
Por otro lado, el “Manifiesto Taula d’historia” (Barcelona julio 2007), sigue la misma línea
anterior, pues aboga por una disciplina histórica en secundaria, sin embargo, deja claro que no
hay que hacerlo implantando una historia basada en una serie de datos y valoraciones que
deben aprenderse de memoria, sino incorporando en la enseñanza histórica, una metodología
científica, para permitir un conocimiento científico del pasado, así como potenciando la
innovación e investigación de nuevos métodos didácticos, para acercar mejor la historia a los
estudiantes como futuros ciudadanos y poder construir una ciudadanía con criterio propio,
que comprenda críticamente su propia identidad.
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En conclusión, el hecho de que nos estemos planteando y reflexionando sobre la presencia de
la Historia en las aulas, se debe a que su importancia se ha visto cuestionada. Esto es el
resultado de un problema que se va haciendo más patente en las sociedades actuales: el
declive general de las humanidades en todos los niveles de enseñanza, promovido por las
organizaciones económicas internacionales y por los gobernantes que buscan resultados más
ligados a la utilidad práctica de los aprendizajes. Sin embargo, como acabamos de argumentar,
la enseñanza histórica es de vital importancia para la formación integral de los estudiantes,
incluso para aquellos que se decanten en sus futuros por estudios prácticos.
5. Educación artística y cultural en el contexto de la ESO. Justifica tu respuesta.
Defender y propiciar una educación artística y cultural a los alumnos en el contexto de la ESO
es muy importante por diversos motivos. En primer lugar, este tipo de educación permite que
los alumnos valoren la importancia de la diversidad y riqueza del patrimonio artístico y
cultural, para que puedan apreciarlo, conservarlo y respetarlo. En segundo lugar, les permite
construir habilidades perceptivas y expresivas, para que puedan conocer y comprender el
mundo desde una perspectiva estética, promoviendo el desarrollo del pensamiento artístico.
En tercer lugar, la formación artística y cultural, permite comprender mejor el pasado y la
Historia, así como comprendernos mejor a nosotros mismos, a nuestra cultura. Cada periodo
histórico tiene sus determinadas manifestaciones artísticas, que no son más que la expresión y
plasmación de una serie de valores e ideas culturales, sociales, políticas, etc. presentes en cada
situación histórica. Además, la educación cultural, nos permite comprender mejor nuestra
cultura, nuestras raíces comunes, valorarla y pensar críticamente en ella, así como conocer y
valorar la diversidad cultural. Finalmente, no debemos olvidar, que el arte y la cultura son
expresiones propias del ser humano, ningún otro animal lo posee, por lo que es de vital
importancia para la Humanidad, seguir fomentando desde el ámbito educativo, esas
habilidades y valores que favorecen el desarrollo y plasmación del pensamiento artístico y
cultural y el respeto y conservación del patrimonio artístico- cultural, como un gran tesoro que
nuestros antepasados dejaron para nosotros.