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ABERRACIONES EN LA COMIDA
PSICOPATOLOGÍA INFANTIL I
Además de la comida, normal, hay niños que se llevan a la boca todo lo que encuentran: papel, algodón, etc.
Este fenómeno suele ocurrir en niños de 4 a 9 meses; disminuye su frecuencia al cumplir el año, pero puede prolongarse en los niños mentalmente retrasados.
Pica
L. Kanner señala que la pica (voluntaria absorción de sustancias no nutritivas como jabón, tiza, carbón y tierra, etc.), existe en el niño de más tierna edad.
F. K. Millican, y R. S. Lourie (1969, 1970)efectuaron un importante estudio: una pica grave y prolongada, incluso antes del año y medio, hace pensar en un estado psicopatológico y equivale a una defensa contra la pérdida del objeto.
Durante el segundo año el niño podrá identificarse con la actividad oral de la madre.
Con todo, prosiguen, la adopción por parte de la madre de este proceder como defensa frente a la ansiedad, no basta para producir pica en el muchacho por sí sola, salvo cuando haya una privación materna o paterna concomitante.
En determinados casos el impulso es una auténtica "toxicomanía", en sentido psicodinámico; la deformada satisfacción de los instintos se veía impedida por éstos a defenderse ante la seguridad perdida.
El componente psicopatológico es mucho mayor para los niños menores de 6 años, en quienes se advierte una defectuosa visión de la realidad, producto de una lesión cerebral o un estado psicótico materno; los niños con pica solían tener además otros problemas de carácter oral.
En el primer año son muy raros la coprofagia y los juegos fecales.
R. Spitz señala que la coprofagia aparece a finales del primer año, en el paso de la fase oral a la fase anal.
Las especiales circunstancias del estadio en que ocurre la coprofagia hacen posible que el niño coprófago prefiera la materia fecal en su proceder incorporativo.
Coprofagia
De los estudios del autor, en todos los casos observados por él, las madres tenían una conducta hostil inconsciente, frente a su hijo. Es extraordinario el número de niños coprófagos que han sido maltratados por su madre.
Los niños coprófagos manifiestan estos síntomas orales al tener un afecto deprimido, y hay una positiva y significativa correlación entre la depresión materna y los juegos fecales del niño.
Para R. Spitz, los juegos fecales son una especie de relación objetal, aun cuando sea patológica.
En algunos de estos niños hay juegos genitales antes de tomar cuerpo la coprofagia, lo que indica la existencia de relaciones objetales relativamente normales antes de sufrir una perturbación.
Si bien el embadurnarse con suciedad es cosa bastante frecuente en el niño, la afición a la materia fecal no es característica de la infancia sino —probablemente— tan sólo del niño coprófago.