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5.1.5. TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA
Fernández Martínez, Alba García Sánchez, Cristina Martínez Martos, Vanesa Sánchez Oliver, Nuria
ÍNDICE
1. ¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA? ............. 3
2. CLASIFICACIÓN .................................................................................. 3
3. PATRONES CONDUCTUALES QUE PUEDEN CONFUNDIRSE CON
LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA ........................................ 6
4. ETIOLOGÍA DE LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA ........ 7
5. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................... 8
1. ¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA?
Los trastornos de la conducta y el comportamiento es actualmente una de las
situaciones más inquietantes y preocupantes para padres, madres y sistema educativo,
que son espectadores de los cambios de conducta que necesitan, en algunas
ocasiones, apoyo médico y psicopedagógico.
Las delimitaciones de los trastornos graves de la conducta y el comportamiento (TGC)
son complejas y poco estables a causa de la dificultad de atribuir los criterios de
normalidad o no normalidad sobre una determinada conducta o patrón de
comportamiento. Esto es debido a que no todos los niños/as tienen un “trastorno de
comportamiento”, la diferencia entre unos y otros deriva en la frecuencia, la intensidad
en que se manifiesta y el deterioro que crea en las relaciones sociales. Ésta no debe
ser la esperada y la observada en alumnos y alumnas con un desarrollo cognitivo
similar.
Otra causa es por la diversidad de factores que existen implicados en el origen de ese
determinado comportamiento y su mantenimiento. Los trastornos graves de conducta
son pautas de comportamiento que persisten en el tiempo. Son conductas
inadecuadas o agresivas que interfieren de forma perjudicial en el día a día de la
persona y de los que la rodean y en los contextos familiares, escolares y/o sociales.
La aparición precoz y la consistencia entre contextos, es decir que presente conductas
inapropiadas, aunque no en todos ellos con la misma intensidad, en diferentes
contextos como las familiares, escolares, el entorno… pueden ser también un indicador
o señal de aviso por un posible trastorno del comportamiento.
2. CLASIFICACIÓN
De la misma manera que no existe una definición única de Trastorno del
Comportamiento, tampoco existe una única clasificación.
Nos encontramos con una serie de dificultades para realizar una clasificación de los
diferentes trastornos graves de la conducta, dado por el gran número de síntomas que
aparecen, (agresividad, mentiras, robos, incendios…) asociados, frecuentemente, con
la hiperactividad, impulsividad, dificultades del aprendizaje y cognitivas, y escasas
habilidades sociales (reflejado en las clasificaciones presentadas por el DSM-IV, DSM-
IV-TR o CIE-10).
En una clasificación eficiente dentro del contexto educativo, se distinguen los
siguientes trastornos graves de conducta.
Trastornos por déficit de atención y Comportamiento perturbador
Los Trastornos de Inicio, la Niñez o la Adolescencia son los más frecuentes, según la
APA (Asociación Americana de Psiquiatría), y categorizados como Trastorno por
Déficit de Atención y Comportamiento Perturbador por el DSMIV-TR
- Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad
Si bien este Trastorno siempre ha existido, en los últimos años ha tomado mucha
relevancia a causa de la preocupación social (a nivel personal, familiar y de
relaciones), y profesional (a que ha aumentado el nivel de estudios en todas las
disciplinas).
Existe un acuerdo sobre el diagnóstico del TDAH, en ocasiones son resultados
contradictorios a causa de la multitud de investigaciones sobre el caso. “El TDAH es
una condición o patrón de comportamiento inadaptado, de base neurobiológica,
iniciado generalmente en la infancia, cuyos síntomas básicos son de carácter
cognitivo-conductual: falta de atención, hiperactividad e impulsividad”.
- Déficit de atención
Dificultades para mantener la atención en una o varias tareas de trabajo o
estudio son o sin estímulos a su alrededor y sin mantener atención en los
detalles, cometiendo errores en éstas.
No siguen instrucciones y no finalizan las tareas.
No parecen escuchar.
Dificultad en la organización y la planificación.
Suelen querer evitar las tareas que implican un esfuerzo mental continuado.
Sí pueden mantener la atención en actividades de su interés.
- Hiperactividad
A menudo, abandonan su asiento o mueven constantemente manos/pies.
Corren o saltan en situaciones donde no deben.
Dificultad para dedicarse tranquilamente a realizar actividades.
Hablan en exceso.
- Impulsividad
Responden de forma precipitada antes de que le hayas formulado la pregunta.
Interrumpen a los demás.
Dificultad para guardar turno.
Algunas de estas conductas deben haber aparecido en dos o más situaciones (en
casa, en el colegio…), y deben existir pruebas del deterioro significativo de la actividad
escolar y social.
Además de estas conductas, pueden derivarse otras:
Rendimiento académico
Relaciones sociales
En las habilidades sociales y pragmáticas del lenguaje
En el autocontrol emocional, autoestima y autoconcepto.
Suele presentar mucha energía y creatividad.
Cociente intelectual en la media o sobre la media.
Pueden tener una alta capacidad para hacer más cosas que el resto.
Puede trabajar a buen ritmo si se le sabe estimular.
- Subtipos de TDAH
Según el DSM-IV-RV, se reconocen 3 subtipos de TDAH:
Tipo con predominio del déficit de atención: Solo aparece este síntoma.
Presenta un cociente intelectual y un proceso cognitivo más lento. Suelen ser
hipoactivos/as y más auto-controlados/as, por lo que es menos frecuente que
muestre un Trastorno Negativista y Desafiante. Frecuenta más en el sexo
femenino.
Tipo con predominio hiperactivo-impulsivo: Solo aparece este síntoma aislado y
puede ser más vulnerable a mostrar conductas agresivas. Frecuenta más en el
sexo masculino.
Tipo combinado: Aparecen ambos síntomas (déficit de atención, hiperactividad e
impulsividad). El rendimiento escolar es deficitario y las relaciones sociales
marcadas por la falta de control y la inestabilidad emocional. Puede derivar, con
la edad, a Trastorno Negativista y Desafiante oTrastorno Disocial.
Trastorno Negativista Desafiante.
Es un Trastorno del Comportamiento, normalmente diagnosticado en la niñez y
frecuentemente acaban provocando un deterioro clínicamente significativo en las
actividades sociales y académicas.
Posibles síntomas:
Incurre en pataletas.
Discute y desafía a adultos.
A menudo, molesta a los demás.
Acusa a otro de sus errores o mal comportamiento.
Es susceptible.
Rencoroso o vengativo.
Trastorno Disocial
Se caracteriza por “un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se
violan los derechos básicos de los otros o importantes normas sociales adecuadas a la
edad del sujeto”. El niño/a en consciente de sus actos y suelen ir unidas a la situación
familiar, escolar y social que contribuyen en su origen y mantenimiento.
Comportamientos del Trastorno Disocial:
Agresiones a personas o animales.
Dañar propiedades (destrucción, incendios…), robo.
Violaciones graves de normas (escaparse de casa durante la noche, transgredir
normas paternas, novillos, etc.).
Estas manifestaciones pueden ser:
De inicio infantil: Aparecen antes de los 10 años de edad. Generalmente, es
antecedido por el Trastorno Negativista Desafiante.
De inicio adolescente: Cuando hay ausencia de cualquiera de estas
manifestaciones antes de los 10 años de edad.
El alumnado con Trastorno Disocial, desarrolla problemas continuos en el aula, miente,
falsifica notas, hace novillos y, con frecuencia, su rendimiento escolar es deficitario. En
la adolescencia, su comportamiento es agresivo y retador. Sus relaciones
interpersonales son manipuladoras, con el objetivo de sacar beneficio. Muestra
insensibilidad, falta de compasión y piedad antes los sentimientos de otros.
En los varones, se suele presentar un comportamiento más agresivo que en las
mujeres.
En las mujeres, la agresión es más sutil; por ejemplo, utilizan el rechazo como arma
dañina, absentismo escolar, consumo de drogas y prostitución.
3. PATRONES CONDUCTUALES QUE PUEDEN CONFUNDIRSE CON LOS
TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA
En ocasiones, encontramos otros comportamientos negativos que no están asociados
a ningún trastorno de la conducta pero que repercute en el contexto escolar como en él
mismo: conductas disruptivas, agresivas, de inhibición social, aislamiento, conductas
de acoso/maltrato, dificultades de aprendizaje,etc.
4. ETIOLOGÍA DE LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA
VARIABLES OBSTÉTRICO-PERINATALES: Existe la posibilidad de que estas
complicaciones sea un factor de riesgo. Estas complicaciones son los trastornos
emocionales de la madre durante el embarazo y la asfixianeonatal. Se dan con
frecuencia en madres muy jóvenes, condiciones económicas desfavorables y al
uso de sustancias psicoactivas durante el embarazo (tabaco, cannabis,
alcohol…).
FACTORES NEUROBIOLÓGICOS: Los estudios de las estructuras cerebrales,
tanto en animales como en seres humanos determinan que:
El sistema límbico (parte del cerebro que incluyo el tálamo, amígdala e
hipotálamo) está relacionado con las conductas agresivas. Por ejemplo:
la estimulación de la amígdala produce agresividad. Las regiones
corticales producen una acción inhibidora de la agresividad.
El colesterol bajo, tasas altas de testosterona también están relacionadas
con las conductas agresivas.
TEMPERAMENTO Y PERSONALIDAD: Una persona con una calidad negativa
de humor, poca adaptación a situaciones y perseverancia, reacciones
emocionales intensas, etc.
FACTORES AMBIENTALES Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Contexto familiar.
Entorno psico-social. Status socioeconómico bajo, comportamientos
delincuentes en la infancia y la elección de amigos delincuentes.
Entorno escolar: la propia organización del centro, gestión del aula o el
docente.
Medios de comunicación: televisión, consolas.
Apego: estudios y teorías afirman que las conductas relacionadas con los
Trastornos de Conducta podrían ser estrategias para llamar la atención
de la figura de apego o un frágil apego a la figura materna/paterna.
Por último, los cambios sociales y culturales de las últimas décadas parecen estar
aumentando estos fenómenos de violencia y agresividad. Cambios como la
permisividad de los modelos educativos, poca aceptación de roles de responsabilidad,
comodidad y placer, sobrecarga laboral que disminuye la cantidad de tiempo que se le
dedican a los hijos/as, incremento del número de familias desestructuradas, entre
otras.
5. BIBLIOGRAFÍA
Angulo Domínguez, Mª.C. Et al. MANUAL DE ATENCIÓN AL ALUMNADO CON NECESIDADES ESPECÍFICAS
DE APOYO EDUCATIVO DERIVADAS DE TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA 4. Junta de Andalucía,
Conserjería de Educación y Dirección General de Participación y Equidad en Educación.