Jake se quedó observando como el sol se iba a

dormir por el horizonte. Estuvo observando durante

horas que le parecieron segundos. Entonces se acordó del

examen que tenía al día siguiente en el que le preguntarían

qué eran los verbos: es la parte de la oración o categoría

léxica que expresa acción o movimiento, existencia,

consecución, condición o estado del sujeto. Cuando se

disponía a irse de allí con su bicicleta se acordó de por qué

estaba allí. Todo el mundo creía que había emprendido su

viaje para buscar nuevas sensaciones, pero en realidad

había un hombre malvado que le estaba siguiendo:

-¡Te arrepentirás de haberme hecho tanto daño!- le

dijo el hombre con un cuchillo cuando lo vio por la calle.

Emprendieron una carrera y al final Jake llegó a casa

sano y salvo.

-Esto no puede seguir así- se dijo a sí mismo- Tendré

que irme lejos de aquí para seguir vivo.

Al recordar esto último se le llenó el alma de tristeza.

Todavía echaba de menos su ciudad, su casa, su gente…

Pero se armó de valor y decidió seguir alejándose.

Al de una hora llamó a su casa para decirle a su

familia que estaba bien, pero había poca cobertura.

-Hola, ¿qué tal por allí?- preguntó Jake

-¡Estamos muy felices de que hayas llamado!- le

respondió su abuela.

-¿Qué? Perdón, ¡no se oye nada! Mejor hablamos

más tarde.

Y colgó.

Se pasó un día sin bajarse de la bicicleta, entre saltos,

descensos y demás. Justo cuando iba a parar a comer algo

y descansar, pasó por una piedra que le hizo perder el

equilibrio, con tan mala suerte de estar en un camino

rodeado de piedras puntiagudas y peligrosas.

-¡Ayuda! ¡Ayuda por favor! ¡¿Es qué no hay nadie

por aquí?!- empezó a gritar lleno de dolor.

Cuando se dio cuenta de que estaba en un páramo

desierto por el que no pasaba nadie decidió curarse él

mismo las heridas. Se hizo un torniquete improvisado en

la pierna e intentó ponerse en la bicicleta de tal forma que

le remolcara. Cuando consiguió andar un poco siguió y

siguió hasta un pueblo de gente hospitalaria que lo acogió

rápidamente y le curaron las heridas que tenía.

Al recuperarse le preguntaron qué hacía por un lugar

como ese (desierto, sin apenas pueblos…) y él tuvo que

decirles lo que le había pasado:

-Todo empezó cuando el hombre descubrió que su

padre les había abandonado a él, a su madre y a sus dos

hermanos para casarse con otra mujer. Como supondréis

es mujer era mi madre que murió hace unos años. Claro

que toda la rabia que ese hombre tenía contra su padre (mi

padre) se dirigió a mi cuando él murió y desde entonces

me ha estado persiguiendo.- contó Jake

Los pueblerinos se quedaron alucinados al oír su

historia, y le quisieron ayudar, pero él se negó

rotundamente diciendo que no quería involucrarlos.

Jake estuvo unos días curándose en el pueblo, pero

cuando se iba a marchar vino un hambre que quería hablar

con él urgentemente.

-¡Espere! ¡Espere! ¡Necesito hablar con usted!

-¿Qué desea contarme?- preguntó Jake con interés.

-Es un asunto de muchísima importancia.- le

respondió

-¡Pues hable rápido, que no tengo todo el día!

-Mire- le enseñó una foto de una piedra llena de

sangre.

-¿Por qué me enseña esto?

-Porque hemos encontrado unos trozos de tela al lado

que juraría que no es de tu ropa. Creemos que el hombre

que te sigue está muerto o muy debilitado.

-¡Esa es una fantástica noticia! ¡Quiere decir que

volveré a casa más pronto que tarde!- exclamó Jake.

Estaba tan feliz que decidió volver a casa. Todo le

parecía tan brillante y bonito que no se lo pensó dos veces.

Pero a las pocas horas de salir se encontró al hombre que

lo perseguía. Hasta entonces no se le había ocurrido la

idea de que podía ser una emboscada. No sabía qué

hacer…

Final 1

Todo apuntaba a que ganaría la batalla. El otro

hombre todavía no había sanado del todo las heridas y

Jake estaba sano y fuerte. A pesar de todo le costó ganar.

Consiguió despistar a su rival durante unos segundos en

los que aprovechó para coger su bicicleta y darle un golpe

mortal al hombre.

Final 2

Todo apuntaba a que perdería la batalla. El otro

hombre estaba sano y fuerte. Sin embargo Jake, a pesar de

haber estado recuperándose todavía no habían sanado del

todo las heridas. Pero armado de valor intentó hacer

razonar al hombre diciéndole que no tenía la culpa de lo

que hizo su padre. Al final se dio cuenta y se echó a llorar.

Le pidió perdón por todo lo que había hecho y aceptó su

disculpa, al fin y al cabo eran medio hermanos.

Final 3

Todo apuntaba a que perdería la batalla. El otro

hombre estaba sano y fuerte. Sin embargo Jake, a pesar de

haber estado recuperándose todavía no habían sanado del

todo las heridas. Y así fue. No consiguió escapar y murió

de un golpe en la cabeza. El hombre llevó el cadáver al

sitio donde Jake se cayó por primera para simular que se

había caído. Por fin se había vengado, pero en su

conciencia siempre cargaría con la culpa de la muerte de

Jake.

Final 4

Jake estaba sano y fuerte cuando tuvieron que pelear.

Supuso que la sangre que le enseñaron era falsa ya que su

adversario estaba igual de sano que él. Tuvo sus más y sus

menos durante la pelea. Al final mató al hombre, pero sus

heridas eran irreversibles y se quedó allí hasta que murió.

Cuando llegaron los habitantes del pueblo enseguida

supieron lo que había pasado, pero habían llegado

demasiado tarde.

Expresiva Fática

Apelativa Metalingüística Referencial Poética

Leire Hernández 2.A

LA AVENTURA DE DANNY

Danny, después de terminar su ejercicio mensual, se sentó en la

arena, como todos los meses, pero este día fue diferente, ya que

Danny se pasó todo el tiempo recordando cuando era pequeño,

cuando se aprendió lo que eran los verbos, y se sigue acordando

lo que son, clases de palabras con las que representan acciones,

procesos, estados o existencia que afectan a las personas o a las

cosas, se acuerda también cuando llegaba su madre a casa, y él

estaba jugando al ordenador en vez de estudiar:

-¡Danny! ¿Qué haces jugando? ¡Haz los deberes ahora

mismo!-Le decía su madre.

-Emm... sí, vale voy.-contestaba él.

Danny dejó de pensar el pasado, y se centró en el presente, ya

era hora de irse a casa, cogió su barca y empezó a dirigirse a su

casa, hubo mucha corriente, olas muy grandes, pero a pesar de

ello, Danny llego sano y salvo a casa, y ahí estaba su madre,

nerviosa, ya que a ella no le gusta que su hijo se arriesgue tanto

en ese tipo de deportes, y sabiendo que hoy era un mal día para

navegar.

-Danny, llevo diciéndote durante todo este año que llevas

haciendo ese tipo de deporte tan extremo, que es mejor que

esperes allí hasta que acabe todo el viento.

-Pero ama, estoy bien, y ya sé que te preocupa que me pase algo,

pero a mí me gusta, y me siento bien haciéndolo...

-Bueno, ahora me tengo que ir, dale un beso a tu aita cuando

llegue, ya hablaremos luego.

-Vale ama, agur.

Danny también tenía pensado en unos días tirarse en paracaídas,

pero no le quería decir nada a su madre, ya que o no le dejaría, os

preocuparía mucho, y él prefería no preocuparla y ya decírselo

después de hacerlo.

Llegó el día, y Danny se dirigió a la agencia de paracaidismo

donde se iba a tirar. Sabía que no le iba a pasar nada, ya que, es

un deporte muy seguro, y además siempre ha querido hacerlo.

*Es hora de que se monten los del vuelo 4, que se vayan

preparando en la salida, repito, es hora de que se monten los

del vuelo 4, que se vayan preparando en la salida* Sonó por el

altavoz.

Danny nunca había saltado en paracaídas,

entonces tenía que hacer en tándem, es decir,

saltar con un instructor, para que el instructor

dirija el paracaídas, lo abra, etc.

Saltó, y el salto, lo iba grabando otro instructor, al finalizar el

salto y estar en tierra. Danny estaba con muchísima adrenalina, y

fue a ver el video, le encantó, y lo pagó para quedárselo.

Cuando llegó a casa, sin decirle nada a su madre, la sentó en el

sofá y le puso el video.

La madre con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos cristalecidos

como el mar al amanecer, le dijo:

-Acabo de ver cómo lo has disfrutado, y te quiero decir que

aunque no me lo hayas contado, tienes mi apoyo, y haz lo que te

gusta, aunque yo no lo haría, hazlo tú se ve que te gusta.

-Muchísimas gracias ama, te quiero mucho.

A partir de ese día, Danny empezó a hacer muchos más deportes

extremos, y fue muy feliz, y su madre, también.

IZARO ORTIZ

Morado=Apelativa Azul=Referencial Rosa=Emotiva

Verde=Metalingüística Negro=Fática Amarillo=Poética