Elizalde Zavala Kenia Gabriela 331

La raíz de esta historia se desarrolla en las ciudades más antiguas, pero aun así en las cuales ya

existían las grandes ciudades, la gente hablaba más de dos lenguas, se construían palacios de

reyes y emperadores, había anchas y estrechas calles, magníficos templos de oro y mármol;

inclusive había mercados rellenos de colores que en los cuales vendían diferentes productos de

distintos países y grandes plazas ,pero lo que más había era los teatros; tenían aspecto de circos

actuales, solo que la mayoría de estos eran hechos de asientos de piedra, los cuales tenían muchas

formas, unos eran circulares otros ovalados y en algunos casos eran semicirculares, a estos se les

llamaban anfiteatros; muchos eran tan grandes que podían tener hasta cientos de personas y otros

un poco menos, había una gran variedad unos eran muy presuntuosos adornados con estatuas y

lujos mientras que otros eran muy sencillos. Estos teatros no contaban con un techo por eso

muchos tenían tapices de oro para cubrir a los espectadores del sol; obviamente esto era en los

teatros lujosos, mientras que en los más humildes era paja, sin embargo tenían la misma función,

cubrir del sol o bien lloviznas, todos brindaban los mismos servicios.

De eso ya había pasado milenios pero todo nace de estos teatros antiguos, al transcurrir los

años muchos estaban abandonados y la mayoría se encontraban en ruinas; pero todo había

cambiado puesto que hace años las ciudades no estaban desarrolladas de la misma manera que en

estos tiempos, la gente transitaba más en coche y la mayoría tenía servicios telefónicos y

contaba electricidad y en estas ciudades transcurrió la historia de Momo.

En uno de los teatros de esa ciudad, que era uno de los más suntuosos en aquellos

tiempos, cerca había mucha gente poblando en los alrededores. Ese teatro eran solo ruinas, se

encontraba prácticamente abandonado, y únicamente personas que les gustaba la arquitectura

sabían de él y algunos turistas que llegaban a tomarse una fotografía. Pero después de que se

iban se sentía la soledad de el gran lugar, en sí solo la gente que vivía en los alrededores

frecuentaba tal lugar, y niños que se juntaban a jugar algún juego ya sea de pelota o alguno otro.

Un día llegó la noticia de que una niña había llegado a dicho teatro, todos los pobladores

de los alrededores al escuchar la noticia se juntaron para ir a percatarse de dicha noticia, y

efectivamente se encontraron a una niña un tanto descuidada y flaquita; lucía un atuendo no

adecuado para una niña pequeña, poseía una chaqueta de hombre muy grande y estaba descalza,

tenia cabello muy negro y enredado, tanto que parecía que ningún cepillo la hubiese cepillado, y

unos grandes y bonitos ojos negros. No se podía percatar que edad tenía puesto que por tal

descuido no se podía notar si tenía ocho años o doce. Claro que la gente que se la encontró le

cuestionó muchas preguntas la primera fue su nombre a lo que ello contestó que su nombre era

Momo, las personas le preguntaron que quién le había puesto así y ella contestó que ella misma

se había puesto tal nombre, otra de las preguntas fue qué si no tenía familia, qué si no la

esperaban en casa, y claramente ella contestó que no, que su casa ahora sería el teatro, también le

preguntaron qué edad tenía y ella no supo contestar dio cifras que había escuchado en la vida

cotidiana, tampoco pudo responder cuándo nació, tan solo dijo que desde que ella tiene razón

siempre ha existido .A raíz de que Momo no tenía a donde ir le dijeron ¿qué si se quería quedar

ahí? a lo que ella contesto que sí, le cuestionaron si no querían que avisaran a las autoridades que

ella se encontraba ahí; así le podían dar asilo en una casa hogar donde tendría amigos, comida y

alguien quien la cuide; pero ella dijo que no pues ya había estado en uno y no le había gustado,

por lo tanto había escapado de el. Entonces toda las personas que se encontraba en esos

momentos con ella y le propusieron que si ella no quería irse ala casa de alguno, cierto que eran

muchos pero una persona más no sería malo; sin embargo ella no quiso, preguntó si había un

problema vivir en el teatro y pues a lo que la gente dijo que parecía mejor ya que de esa manera

iban a poder ayudarla entre todos y no una sola familia.

Siendo así de rápido, todos se pusieron de acuerdo; un albañil le hiso un cuarto, le

construyó una mesa e inclusive le decoró una pared con flores y con un marco. Otras personas le

brindaron comida, unos le dieron pan, otras frutas, entre muchos otros alimentos. Y así la

ayudaron y cada vez fueron amistando más con ella.

Al transcurrir los días las personas fueron conviviendo más con ella, inclusive lograron

identificar una gran cualidad que poseía ésta niña que era el poder de escuchar con mucha

atención a las personas, para cualquier problema que se prolongará la gente decía: ¡Ve con

Momo!, cada vez esta frase se hizo más popular como decir ¡Buenos días! Era tan curioso puesto

que era una niña que realmente no sabía dar grandes consejos, pero con el simple hecho de

escuchar a las personas con cualquier problema que tenían les ayudaba, ya que lo hacia de una

manera muy atenta, e inconscientemente las personas empezaba por sí sola a formular las propias

soluciones de sus problemas. Una buena frase presentada que aplicaría sería: hay que aprender a

escuchar para que te escuchen.

Pero no solo su vida era escuchar a las personas, también era una niña muy divertida que

jugaba con todos los niños y bastaba con su presencia para hacer que todos tuvieran imaginación

en jugar, puesto que ella no daba ni una idea, con el hecho de estar ahí los ayudaba. Diario

formulaban nuevos juegos, en la mayoría no repetían ni un día la misma actividad. Un día

jugaron a un tripulación que era un barco del futuro que había marineros, marineras y un capitán,

ese día se la pasaron muy divertidos.

Es cierto que Momo tenía muchas amistades pero es claro que siempre hay unas personas

que son más especiales que otras y esto mismo le pasaba a Momo, ella tenía sus dos mejores

amigos un viejito y un muchacho; ella los quería mucho e inclusive no sabia por cual de los dos

sentía más cariño. El viejito era un hombre llamado Beppo Barrendero, llamado así porque era

barrendero, el era un hombre algo confuso y criticado por la gente, ya que tardaba mucho en decir

una respuesta; sin embargo Momo era la única que lo entendía. Un día él planteó un problema en

una calle larga que no le encontraba fin al barrerla y él se apresuraba a terminarla pero aun así no

lo hacia y tan solo se llevo cansancio. Con esa platica llegó ala conclusión de que la vida así era

puesto que tienes que hacer las cosas con una meta y lo lograrás poco a poco sin agitarte. Por otra

parte estaba su otro amigo llamado Girolamo, era un joven alegre y platicador, decían todo lo

contrario a Beppo, puesto que a él le gustaba contar historias, la mayoría era para los turistas;

pero él era criticado por la gente, por que cobraba por contar sus historias. Por lo tanto Beppo

Barrendero y Girolamo “Gigi” eran polos muy opuestos, Momo aun presentándose estas

diferencias podía tratar con los dos de buena manera, los entendía y los quería igual.

Los ayudaba a los dos, hacia que Beppo se abriera a contestar y a tener conversaciones y

cuestiones que él mismo se planteaba y a Gigi lo ayudaba a ser su fuente de inspiración. Era claro

el gran poder que tenía ésta niña de ayudarlos a tener seguridad, con el simple hecho de

escucharlos.

Pero un día todo cambio la gente ya se empezaba a guiar por el tiempo y pensaba mucho

en ello, de hecho un día un barbero llamado Fusi estaba pensando en lo que había hecho y lo que

es en su vida; que si realmente a valido la pena este tiempo transcurrido. Tras estar pensando en

eso llegó un carro gris y lujoso, era un hombre el cual le expuso todas las ideas que estaba

razonando Fusi, claramente Fusi se asustó por que le dijo cada cosa que el estaba pensando, este

hombre era de la tribu llamada los hombres grises; eran hombres que estafaban a las personas con

su tiempo, les lavaban la cabeza diciendo que el tiempo era valioso y tenían que ahorrarlo, tenían

métodos de convencimiento y Fusi accedió a la propuesta de ahorrar su tiempo. Poco a poco dejó

de realizar lo que hacía usualmente, que era en cada corte que realizaba platicar, llevarle una rosa

a una muchacha que quería cada dos semanas cuando el lo hacia diario y lo peor metió a su

madre a un asilo.

Esta tribu fue tomando más las vidas y el tiempo de las personas, todos los adultos se

estaban haciendo amargados y alejados de su familia, también de su vida con tal de no gastar

tiempo y ahorrarlo. Es cierto que tenían mejores cosas materiales pero descuidaron mucho a sus

hijos.

Llego el punto en que poco a poco el teatro donde estaba Momo se fue llenando de niños;

todos estos buscando refugio por el descuido de su familia, cada vez se hacía más tensa la

situación; puesto que eran muchos niños había más indiferencia y desorden entre ellos mismos.

Un día comenzaron a platicar Momo, Beppo y Gigi con el resto de los niños y en general

todos expusieron las mismas ideas; uno de ellos mencionó que su familia tenía un automóvil

mejor y que le daban más dinero, pero que no estaban con él; otra niña dijo algo parecido. Todos

llegaron a la conclusión de que era a causa de estos hombres llamados: Hombres grises que

habían ya robado por completo la vida de los adultos, alejándolos de sus hijos y estos

refugiándose en la calle.

Bibliografía:

Ende, M.(2010).Momo.(1973).Santillana:México