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Sección Local MERIDA, YUCATAN, MEXICO, ENERO DE 2000 Hace casi 50 cincuenta años, Thomas Watson, director general de IBM y uno de los hombres con mayor visión del siglo XX, pronosticó con toda firmeza: “Yo c reo que habrá en todo el mundo necesi- dad para cinco, tal vez seis de estas nue- vas máquinas llamadas computadoras”. Cien millones de máquinas más tard e demuestran la magnitud del error en tal a s e v e r a c i ó n . El negocio de pronosticar es de alto ries- go, pero la velocidad de los cambios per- mite tomar algunas libertades. No hay tecnología sobre la tierra que avance más rápido que la de la información, y está más o menos claro hacia donde vamos. Las sociedades de mañana esta- rán inundadas de aparatos y dispositivos que facilitarán la existencia, pero que también traerán retos y nuevos pro b l e- mas potenciales. En esta sexta y última entrega de la serie “El Siglo de la Computación” (las ante- r i o res se publicaron los lunes 18 de octu- b re, en I m a g e n; 8 y 22 de noviembre y 6 de diciembre, en la L o c a l, y 20 de diceim- b re, en la N a c i o n a l - I n t e rn a c i o n a l), el D i a r i o p resenta “Las tecnologías del nuevo siglo”, breve semblanza de lo que, en nuestra opinión, ocurrirá en los años v e n i d e ro s . Estos re p o rtajes especiales sobre el mundo de la computación en el siglo XX también están disponibles, para todo el público, en la versión electrónica del Diario de Yu c a t á n ( h t t p : / / w w w. y u c a t a n . c o m . m x), donde se podrán consultar en su diseño original o en formato de páginas de Internet para reutilizar la inform a c i ó n . Para comentarios o sugerencias, favor de dirigirse a c o m p u t a c i ó n @ s u re s t e . c o m . El siglo de la computación Ofrecemos en esta plana la sexta y última entrega quincenal sobre los avances de la computación en el siglo veinte: Redes inalámbricas ubicuas Hace diez años, el concepto “red” implicaba un pequeño espacio dentro de un edificio todo conectado por medio de enredados cables. Para alguien de hoy, red significa “Internet”, ese monstruo que conecta e n t re sí a 100 millones de personas a través de sus computadoras. Para la gente de aquí a diez años, la Red será lo que es hoy la electricidad para las casas: si se va la luz, la casa se trastorna, los negocios se detienen, nadie sabe qué hacer. Las redes de intercomunicación de datos evolucionarán hasta hacerse ubicuas, es decir, que estarán en todas partes. Todos los aparatos de uso común estarán conectados a la misma “red”, desde teléfonos, r a d i o l o c a l i z a d o res, equipos de audio y pantallas de TV, hasta dispositivos que a nadie se le ocurriría la necesidad de conectarlos, como lavadoras, aires acondicionados, re f r i g e r a d o res, las luces de la casa, etc. En estos momentos, en los Estados Unidos ya hay algunas máquinas despachadoras de re f rescos que se conectan a Internet para ser controlados remotamente por sus dueños y poder medir la cantidad de sodas que hay disponibles, la temperatura de enfriamiento, el estado de las luces, etc. Cuando las redes inalámbricas sean una realidad, habrá en las ciudades principales “centros de con- t rol de tráfico” para automóviles, que permitirán –por medio de las computadoras integradas en los vehí- culos– poner a los autos en “piloto automático”, pues las computadoras del centro de control coord i n a r á n cada movimiento hasta llegar al destino. En caso de no desear el piloto automático, la computadora del automóvil estará siempre conectada con el centro de control para recibir informes sobre las condiciones del tráfico, las mejores rutas, etc. Cuando en el año 2025 salga de mi casa para ir a trabajar, desde el momento que encienda el auto, a las 8:45 a.m., sabrá que quiero ir a las oficinas de Dyred (porque es día hábil y porque siempre a esa hora voy al mismo lugar). Como el auto ya sabe a dónde voy, la computadora de a bordo (utilizando, por supuesto, voz digitalizada) me informará que dadas las condiciones de tráfico, la hora, la velocidad promedio que s i e m p re utilizo y el accidente que hubo hace diez minutos en la 60 con 37, mi tiempo de llegada al trabajo será de 26.3 minutos. También me dirá que puedo evitar el tráfico pesado si en lugar de mi ruta norm a l utilizo la calle 66, por lo que debo dar vuelta en Cupules y tomar Reforma, pero eso debe ser antes de las 8:55 porque si no, todos los demás autos en camino harán lo mismo y el tiempo ahorrado será mínimo. Con esta nueva ruta, el tiempo de llegada estimado será de 18.5 minutos. Al saber que llegaré tarde al trabajo, la computadora me preguntará si quiero que me vaya leyendo mi mensajes de correo electrónico mien- tras manejo o si, como todos los días, pre f i e ro escuchar el resumen de noticias publicadas en la sección de computadoras del periódico Vídeo sobre demanda Cuando comenzó el auge de Internet hace seis años, era maravilloso transmitir cualquier tipo de texto a cualquier parte del mundo en cuestión de minutos. Al popularizarse modems más rápidos (28,800 bps y más), fue igualmente fácil enviar y recibir imágenes a través de la Red. Hoy día, los modems de 56k y otras tecnologías como Cable, ADSL, etc., perm i- ten transmitir y recibir de igual manera audio digitalizado (como el famoso for- mato MP3). El siguiente paso es el vídeo. En los próximos 10 años se convertirá en práctica común el interc a m b i o de películas y vídeos por medio de la Red global. Por supuesto, las compu- tadoras caseras podrán cre a r, editar y exportar vídeo con la misma facili- dad que hoy lo hacen con textos y fotos, de modo que las personas norm a- les, con un poco de creatividad, se convertirán en pro d u c t o res de películas caseras, con todos los riesgos y problemas que eso puede acarre a r. Al mismo tiempo, ya no será necesario ir a la rentadora de películas en vídeo. A través de la Red, cualquiera podrá entrar a la tienda virtual (la de Blockbuster, Videomax, Vi d e o c e n t ro o la que uno escoja) y seleccionar de todo el catálogo la película deseada, el idioma, la hora de la función, etc. En unos instantes, el vídeo digitalizado llegará al aparato de TV (o a la pantalla del tipo que haya entonces) y podrá controlarse (pausa, re t ro c e d e r, avanzar, etc.) como si fuera un videocasete de los actua- les. El cargo por la película será automático a la tarjeta de crédito o al monedero electrónico que se defi- nió cuando la persona se suscribió al videoclub. Las palomitas de plano tendrán que seguir pre p a r á n d o s e en casa. Música digital El imperio actual de las seis compañías que controlan el mercado mundial de música llegará a su fin. Sony Music, Wa rner Music, Universal, Bethlesman, Polygram y las otras tendrán que aprender a subsistir a lado de miles de pequeños pro d u c t o res que, a través de la Red y en formatos digitales tipo MP3, distri- buirán la música de los miles y miles de grupos, bandas y solistas que toda la vida han deseado una opor- tunidad para mostrar sus talentos. En las casas, todos tendrán re p ro d u c t o res de CD que podrán “tocar” cualquier tipo de formato (el audio convencional tal vez no desaparezca antes de 20 años, porque hay 50 millones de discos compactos n o rmales” en la calle). Estos re p ro d u c t o res, por supuesto, estarán conectados a la Red para “bajar” o re p roducir música. ¿Que esta noche hay fiesta y no tenemos música?... No hay problema: dentro de 10 años se podrá pedir a los re p ro d u c t o res que se conecten a cualquiera de los sitios de la Red que rentarán música y, así como hoy día se rentan sillas y mesas, por determinada cantidad se podrán seleccionar seis horas de canciones de 100 menús diferentes: cumbias japonesas para comenzar y levantar ambiente, un poco de música vieji- ta como Backstreet Boys, para los que quieran re c o rdar los sonidos del siglo pasado; mucha música m o d e rna y, como siempre, rancheras para term i n a r. Computadoras de bolsillo ¿Con cuántos accesorios personales cargas todos los días? Tan sólo en la cart e r a , casi siempre llevamos identificaciones, tarjetas de crédito, tarjetas de pre s e n t a- ción, algo de dinero, los teléfonos de los amigos, las fotos de los chiquitos, la lista del súper y un calendario. Aparte, siempre tenemos a la mano unas monedas sueltas, las llaves de la casa y el auto, el teléfono celular, un par de lapiceros y un reloj de pulsera. En los próximos años, todos estos accesorios personales serán re e m p l a z a- dos por las nuevas generaciones de computadoras de bolsillo. Estos pequeños aparatos, del tamaño de un radiolocalizador de personas, ten- drán una capacidad mínima de 100 veces las velocidades y almacena- miento de los equipos de hoy. En el tamaño de una cajetilla de cigarro s , los hombres del futuro tendrán pro c e s a d o res de 2 ó 3 Ghz (2,000 a 3,000 Mhz), memoria RAM arriba de 2 Gigabytes, discos duros (memoria holográ- fica) removibles de 100 GB, pantallas miniatura de súper alta resolución, puer- tos de salida universales y sensores de varios tipos. Por supuesto, estos aparatitos no tendrán teclado ni ratón, pero esos accesorios no serán ya tan necesarios porque todas las órdenes al equipo serán verbales; la pantallita limitada por el tamaño no será tampoco gran factor porque el aparato podrá responder con voz para casi todo lo que le pidamos. Debe quedar claro que estos aparatos no reemplazarán a los de actuales. Estas computadoras de bolsi- llo servirán para uso personal, harán las veces de organizador personal, agenda, libreta de dire c c i o n e s , teléfono celular, localizador, mapa de viaje y re p roductor de música. Como también en el próximo siglo se hará común el manejo de dinero electrónico, estos aparatitos serán monederos y despachadores de dinero. Todas las computadoras de bolsillo estarán conectadas a las computadoras de los bancos y a través de ellas se podrá efectuar transacciones comerciales. Cuando vaya al superm e rcado a realizar la compra de la semana, el usuario sólo tendrá que colocar la computadora de bolsillo sobre la caja registradora (que es una computadora, claro) y automáticamente se transferirá el monto de la compra de su cuenta a la cuenta del negocio. Toda transacción quedará perfectamente re g i s- trada y sin posibilidad de erro res o malversaciones. Si usted quiere subirse a un camión urbano que c o b re 10 pesos (ojalá eso cobren dentro de 20 años), al momento de subir sólo será necesario pasar el apa- rato sobre el sensor de cobro del autobús y listo, adelante. Muchas personas estarán pensando: “Si la dichosa maquinita va a tener todo mi dinero, ¿si me roban o p i e rdo el aparato, ya se perdió mi capital?”. Por supuesto que no. Cada computadora de bolsillo será programada desde que se compre para ser utilizada por el dueño únicamente. Las maquinitas tendrán sensores de huella digital que funcionarán como sistema de seguridad: si alguien que no sea el dueño programado intenta utilizarla, el aparato sim- plemente se desactiva y ni siquiera la hora nos dará. Los equipos más avanzados tendrán, incluso, senso- res de retina ocular, para confirmar sin margen de error que es el dueño quien las quiere activar. Reconocimiento de voz e inteligencia artificial Aunque parezca una tarea fácil, las poderosas computadoras de hoy día son todavía unos inofensivos gatitos cuando se trata de identificar y reconocer la voz humana. La voz humana es un tipo de inform a- ción extremadamente complicada de analizar, porque cada persona habla diferente y esa misma persona puede utilizar millones de inflexiones distintas, todas en una sola frase. El habla humana depende, ade- más del estado de ánimo, del estado de salud, y también varía con la edad. En los próximos años, las computadoras serán capaces de “escuchar” lo que se quiere hacer y re c o n o- cerán a sus dueños. El habla es el medio primario de comunicación para los seres humanos, por lo que el re c o n o c i m i e n t o de voz es el paso indispensable para hacer más “humanas” a las complicadas computadoras. Durante estos 50 años de computadoras, el medio principal para comunicarse con ellas ha sido un aparato con 120 teclas y complicados glifos escritos en él (el teclado). Apenas hace 15 años se popularizó el uso de un dis- positivo apuntador que facilitó la comunicación gráfica, pero el “ratón” obligó a que los humanos a a p render nuevas habilidades (coordinar movimientos del codo, la muñeca, los dedos, la vista y el cere- b ro), con tal de comunicarnos con la máquina. Hoy hay programas comerciales de IBM y otros pro v e e d o- res que permiten “dictar” a la computadora y que poco a poco van aprendiendo la forma de hablar de la persona que los utiliza. Desgraciadamente, si cualquier otra persona intenta utilizarlo, el porcentaje de e rror es tan alto que mejor nos sentamos a escribir aunque sea con un sólo dedo. Los sistemas de reconocimiento de voz serán utilizados con frecuencia en procesos de seguridad: para abrir puertas y accesos, para entrar a un programa protegido en una computadora, para acceder a cuen- tas de banco. Al mismo tiempo, estos sistemas reemplazarán muchos dispositivos de entrada de datos, como teclados, ratones, lectores de código de barras, etc. Al combinar los sistemas de reconocimiento de voz con las computadoras de los conmutadores telefónicos, en los primeros 10 años del próximo siglo se disparará toda una nueva generación de servicios automáticos que utilizarán la red actual más grande del mundo: la red telefónica. Años adelante, la red telefónica se integrará con la Red Global de datos y las aplicaciones serán ilimitadas. El comercio electrónico y los agentes inteligentes El comercio electrónico, no es ninguna noticia, re v o l u c i o n a r á los moldes de la economía actual. En menos de cinco años, todas las tiendas líderes en sus ramos tendrán equivalentes electróni- cos que competirán entre sí y ofrecerán una amplia gama de ser- vicios personales que irán mucho más allá de la simple operación de compraventa. En este nuevo mundo de ventas electrónicas, los factores que decidirán la compra de los productos ya no serán la cercanía, ni la comodidad, ni la elegancia de la tienda: serán el servicio (tiem- po de entrega, facilidades de pago) y el precio. Más adelante entrarán en el juego los agentes inteligentes. Los agentes inteligentes serán servicios que se podrán contra- tar por pequeñas cantidades mensuales, y que se encargarán de hacer todo el trabajo de búsqueda y adquisición de bienes y servicios. Dentro de 15 años, cuando alguien tenga que hacer las compras de la semana, “dictará” la lista al agente de compras contratado (el agente es un programa ubicado en alguna p a rte de la Red, por supuesto). Este agente, si es eficiente, buscará en todas las tiendas electrónicas de la región (las que tengan cobertura de entrega a domicilio en el área) las mejores ofertas para los pro d u c t o s de la lista que el usuario solicitó. Tal vez el jamón y el pollo se pidan a Súper Maz, pero a lo mejor la leche y la cerveza estaban más baratas en Chedraui, mientras que el pan y los quesos estaban más fre s c o s en el Farahón; eso no importa, el agente hará los pedidos en forma automática y también los pagos (trans- firiendo el dinero de la cuenta de su contratista a las de cada mercado). Al final, el usuario sólo se ente- rará dónde compró porque llegarán las motocicletas de los re p a rt i d o res a entregar los productos a la casa. Como es de esperarse, el agente será completamente configurable: si de plano no se quiere comprar en un superm e rcado específico por alguna particular razón, o si se desea que todo el pan se compre en la tienda “Y” sin importar el precio, el usuario configurará al agente, que seguirá al pie de la letra las ins- t ru c c i o n e s . El “teletrabajo” y la oficina virtual En los próximos 20 años, la circulación diaria de vehículos y personas en las calles de las ciudades continuará siendo una pesadilla de logística y control para los gobiernos y departamentos de tránsito de todas partes. El espacio físico en edificios y lugares de trabajo cada vez será más insuficiente y costoso. La solución, para muchos de los puestos relacionados con información que se ejecutan hoy día será el “teletrabajo” o trabajo desde la casa. Actualmente hay compañías, como Cisco Systems, que utilizan el concepto de la “oficina virtual”. Bajo este esquema, en los edificios de estas compañías puede haber espacio físico únicamente para 20 emplea- dos, aunque haya más de 100 personas trabajando para la empresa. ¿Cómo? Los empleados utilizan com- putadoras portátiles y se les concientiza para que vayan a la oficina sólo cuando sea muy necesario. A tra- vés de sus computadoras móviles, teléfonos celulares, el correo electrónico e Internet, se mantienen en contacto con sus compañeros de trabajo y con sus superiores. Esta movilidad les permite mantenerse mucho más cerca de sus clientes y atenderlos mejor, además de darles la facilidad de controlar su pro p i o tiempo. Por supuesto, este tipo de compañía re q u i e re una mentalidad corporativa muy bien aplicada y todos en la organización deben estar capacitados para trabajar por objetivos y para entregar re s u l t a d o s bien y a tiempo. El resultado de este tipo de esquema, según cuentan los propios empleados, es un incremento real en las horas trabajadas, porque siempre termina uno conectándose los fines de semana para “adelantar” y leer sus correos electrónicos. La casa inteligente Si al final del siglo XIX pasado un periodista hubiera publicado que en 1999 sólo sería necesario mover un dedo para iluminar y poner a la temperatura ideal toda una casa, le hubieran atribuido todos los calificativos posibles menos “visionario”. Hoy, ante la velocidad de las innovaciones, es posible visua- lizar una parte del futuro sin tanto temor a la equivocación. Las casas comunes y corrientes en el siglo XXI serán completamente inteligentes y se adaptarán a la f o rma de vivir y costumbres de sus habitantes. Por medio de detectores de huellas digitales y de cámaras y micrófonos de reconocimiento, la casa sabrá con exactitud el momento en que sus inquilinos arr i b a n . Abrir la puerta será cuestión de decir “ábrete Sésamo” (o cualquier otra frase programada, por supuesto), y al entrar a la casa la temperatura ya estará ajustada al valor exacto, sin importar la época del año. Cada cuarto estará programado de acuerdo con las pre f e rencias de la persona que lo ocupe: si los niños deben tener la temperatura a 24 grados y la iluminación al máximo, así deberá ser, pero el cuart o de los padres tal vez esté a 21 grados, con luces tenues y música ambiental. Como la computadora de con- t rol de la casa sabrá en dónde esta cada persona en cada momento; si hay una llamada telefónica entran- te, el identificador de llamadas se conectará con las libretas de direcciones personales y sabrá (con bas- tante precisión) para quién es la llamada: el teléfono sólo sonará en el cuarto donde se encuentre esa per- sona. Los cuartos compartidos como la cocina, comedor, sala y estudio se programarán en forma general, p e ro si el padre entra a la sala, el sonido ambiental será rock and roll, la temperatura será bastante fría y los cuadros de las paredes (pantallas planas que proyectarán imágenes de vídeo) desplegarán posters de Michael Jordan y la Mona Lisa. Si la mamá de la casa entra a la sala, el sonido ambiental serán melodías ejecutadas en piano, la temperatura templada y los cuadros cambiarán a Van Goghs y Goyas. ¿Y si están los dos juntos en la sala? Bueno, será necesario programar la computadora para que las pre f e rencias de alguien se impongan sobre las otras. Lo más seguro es que escuchen piano. El periódico digital Los periódicos, como elemento básico para distribuir información en la comunidad, se tendrán que ajustar a la era de la inform a c i ó n . Los diarios del siglo XXI contendrán cada vez menos inform a c i ó n i m p resa en papel, pero aumentará considerablemente la cantidad de material disponible para los lectores a través de medios electrónicos. No se espera que, por lo menos en los próximos 50 años, desaparezcan los e j e m p l a res y se tiren a la basura las prensas y rotativas, pero las pre s i o- nes ecologistas y los precios del papel, combinados con las facilidades de la tecnología, harán indispensable que los medios impresos se com- binen poco a poco con la difusión electrónica. En un mundo donde cada día es más sencillo conseguir información, los periódicos del futuro basarán su éxito en entregar a los lectores precisamente la infor- mación que necesitan, en el momento en que la necesiten. Con la tecnología del papel, es e x t remadamente difícil “configurar” un periódico a la medida de cada persona, por lo que debe impri- mirse un ejemplar genérico, con secciones fijas y distribuirse por regiones, aunque gran cantidad de lec- t o res ni siquiera vean las secciones que no les intere s a n . En los próximos años, la información electrónica permitirá hacer periódicos “personalizados”, que combinarán partes en papel con versiones en la Red. Para que esto sea posible, existirán aparatos lecto- res de noticias portátiles, flexibles y muy baratos (tal vez lleguen a ser gratuitos) con pantallas de un material parecido al plástico, enrollables y que presentará imágenes, texto y eventualmente hasta audio y vídeos con sólo tocarlos. ¿Cuál será entonces la diferencia entre un noticiero de televisión, un periódico, un sitio de noticias en I n t e rnet o un canal de radio? Ese será el reto más grande para los medios: adaptarse a jugar papeles nue- vos, combinar y flexibilizar los servicios que se ofrecen, entregar a los lectores lo que quieran y nunca, p e ro nunca, dejar de innovar. I n f o rmación: Ing. Sergio Basurto Pérez, de Dyre d . Parte seis: Las tecnologías del próximo siglo 6

SIGLO XXI

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Page 1: SIGLO XXI

Sección Local MERIDA, YUCATAN, MEXICO, ENERO DE 2000

Hace casi 50 cincuenta años, ThomasWatson, director general de IBM y uno delos hombres con mayor visión del sigloXX, pronosticó con toda firmeza: “Yoc reo que habrá en todo el mundo necesi-dad para cinco, tal vez seis de estas nue-vas máquinas llamadas computadoras”.Cien millones de máquinas más tard edemuestran la magnitud del error en tala s e v e r a c i ó n .El negocio de pronosticar es de alto ries-go, pero la velocidad de los cambios per-mite tomar algunas libertades. No hay

tecnología sobre la tierra que avancemás rápido que la de la información, yestá más o menos claro hacia dondevamos. Las sociedades de mañana esta-rán inundadas de aparatos y dispositivosque facilitarán la existencia, pero quetambién traerán retos y nuevos pro b l e-mas potenciales.

En esta sexta y última entrega de la serie“El Siglo de la Computación” (las ante-r i o res se publicaron los lunes 18 de octu-b re, en I m a g e n; 8 y 22 de noviembre y 6de diciembre, en la L o c a l, y 20 de diceim-b re, en la N a c i o n a l - I n t e rn a c i o n a l), elD i a r i o p resenta “Las tecnologías delnuevo siglo”, breve semblanza de lo que,

en nuestra opinión, ocurrirá en los añosv e n i d e ro s .Estos re p o rtajes especiales sobre elmundo de la computación en el siglo XXtambién están disponibles, para todo elpúblico, en la versión electrónica delDiario de Yu c a t á n(h t t p : / / w w w. y u c a t a n . c o m . m x), donde sepodrán consultar en su diseño original oen formato de páginas de Internet parareutilizar la inform a c i ó n .Para comentarios o sugerencias, favor dedirigirse a c o m p u t a c i ó n @ s u re s t e . c o m .

El siglo de la computaciónOfrecemos en esta plana la sexta y última entrega quincenal

sobre los avances de la computación en el siglo veinte:

■ Redes inalámbricas ubicuasHace diez años, el concepto “red” implicaba un pequeño espacio dentro de un edificio todo conectado

por medio de enredados cables. Para alguien de hoy, red significa “Internet”, ese monstruo que conectae n t re sí a 100 millones de personas a través de sus computadoras. Para la gente de aquí a diez años, laRed será lo que es hoy la electricidad para las casas: si se va la luz, la casa se trastorna, los negocios sedetienen, nadie sabe qué hacer.

Las redes de intercomunicación de datos evolucionarán hasta hacerse ubicuas, es decir, que estaránen todas partes. Todos los aparatos de uso común estarán conectados a la misma “red”, desde teléfonos,r a d i o l o c a l i z a d o res, equipos de audio y pantallas de TV, hasta dispositivos que a nadie se le ocurriría lanecesidad de conectarlos, como lavadoras, aires acondicionados, re f r i g e r a d o res, las luces de la casa, etc.

En estos momentos, en los Estados Unidos ya hay algunas máquinas despachadoras de re f rescos quese conectan a Internet para ser controlados remotamente por sus dueños y poder medir la cantidad desodas que hay disponibles, la temperatura de enfriamiento, el estado de las luces, etc.

Cuando las redes inalámbricas sean una realidad, habrá en las ciudades principales “centros de con-t rol de tráfico” para automóviles, que permitirán –por medio de las computadoras integradas en los vehí-culos– poner a los autos en “piloto automático”, pues las computadoras del centro de control coord i n a r á ncada movimiento hasta llegar al destino. En caso de no desear el piloto automático, la computadora delautomóvil estará siempre conectada con el centro de control para recibir informes sobre las condicionesdel tráfico, las mejores rutas, etc.

Cuando en el año 2025 salga de mi casa para ir a trabajar, desde el momento que encienda el auto, a las8:45 a.m., sabrá que quiero ir a las oficinas de Dyred (porque es día hábil y porque siempre a esa hora voyal mismo lugar). Como el auto ya sabe a dónde voy, la computadora de a bordo (utilizando, por supuesto,voz digitalizada) me informará que dadas las condiciones de tráfico, la hora, la velocidad promedio ques i e m p re utilizo y el accidente que hubo hace diez minutos en la 60 con 37, mi tiempo de llegada al trabajoserá de 26.3 minutos. También me dirá que puedo evitar el tráfico pesado si en lugar de mi ruta norm a lutilizo la calle 66, por lo que debo dar vuelta en Cupules y tomar Reforma, pero eso debe ser antes de las8:55 porque si no, todos los demás autos en camino harán lo mismo y el tiempo ahorrado será mínimo. Conesta nueva ruta, el tiempo de llegada estimado será de 18.5 minutos. Al saber que llegaré tarde al trabajo,la computadora me preguntará si quiero que me vaya leyendo mi mensajes de correo electrónico mien-tras manejo o si, como todos los días, pre f i e ro escuchar el resumen de noticias publicadas en la secciónde computadoras del periódico

■ Vídeo sobre demandaCuando comenzó el auge de Internet hace seis años, era maravilloso transmitir

cualquier tipo de texto a cualquier parte del mundo en cuestión de minutos. Alpopularizarse modems más rápidos (28,800 bps y más), fue igualmente fácil enviar yrecibir imágenes a través de la Red.

Hoy día, los modems de 56k y otras tecnologías como Cable, ADSL, etc., perm i-ten transmitir y recibir de igual manera audio digitalizado (como el famoso for-mato MP3). El siguiente paso es el vídeo.

En los próximos 10 años se convertirá en práctica común el interc a m b i ode películas y vídeos por medio de la Red global. Por supuesto, las compu-tadoras caseras podrán cre a r, editar y exportar vídeo con la misma facili-dad que hoy lo hacen con textos y fotos, de modo que las personas norm a-les, con un poco de creatividad, se convertirán en pro d u c t o res de películascaseras, con todos los riesgos y problemas que eso puede acarre a r.

Al mismo tiempo, ya no será necesario ir a la rentadora de películas en vídeo. Através de la Red, cualquiera podrá entrar a la tienda virtual (la de Blockbuster, Videomax, Vi d e o c e n t ro ola que uno escoja) y seleccionar de todo el catálogo la película deseada, el idioma, la hora de la función,etc. En unos instantes, el vídeo digitalizado llegará al aparato de TV (o a la pantalla del tipo que hayaentonces) y podrá controlarse (pausa, re t ro c e d e r, avanzar, etc.) como si fuera un videocasete de los actua-les. El cargo por la película será automático a la tarjeta de crédito o al monedero electrónico que se defi-nió cuando la persona se suscribió al videoclub. Las palomitas de plano tendrán que seguir pre p a r á n d o s een casa.

■ Música digitalEl imperio actual de las seis compañías que controlan el mercado mundial de música llegará a su fin.

Sony Music, Wa rner Music, Universal, Bethlesman, Polygram y las otras tendrán que aprender a subsistira lado de miles de pequeños pro d u c t o res que, a través de la Red y en formatos digitales tipo MP3, distri-buirán la música de los miles y miles de grupos, bandas y solistas que toda la vida han deseado una opor-tunidad para mostrar sus talentos.

En las casas, todos tendrán re p ro d u c t o res de CD que podrán “tocar” cualquier tipo de formato (elaudio convencional tal vez no desaparezca antes de 20 años, porque hay 50 millones de discos compactos“ n o rmales” en la calle). Estos re p ro d u c t o res, por supuesto, estarán conectados a la Red para “bajar” ore p roducir música.

¿Que esta noche hay fiesta y no tenemos música?... No hay problema: dentro de 10 años se podrá pedira los re p ro d u c t o res que se conecten a cualquiera de los sitios de la Red que rentarán música y, así comohoy día se rentan sillas y mesas, por determinada cantidad se podrán seleccionar seis horas de cancionesde 100 menús diferentes: cumbias japonesas para comenzar y levantar ambiente, un poco de música vieji-ta como Backstreet Boys, para los que quieran re c o rdar los sonidos del siglo pasado; mucha músicam o d e rna y, como siempre, rancheras para term i n a r.

■ Computadoras de bolsillo¿Con cuántos accesorios personales cargas todos los días? Tan sólo en la cart e r a ,

casi siempre llevamos identificaciones, tarjetas de crédito, tarjetas de pre s e n t a-ción, algo de dinero, los teléfonos de los amigos, las fotos de los chiquitos, la listadel súper y un calendario. Aparte, siempre tenemos a la mano unas monedassueltas, las llaves de la casa y el auto, el teléfono celular, un par de lapiceros yun reloj de pulsera.

En los próximos años, todos estos accesorios personales serán re e m p l a z a-dos por las nuevas generaciones de computadoras de bolsillo. Estospequeños aparatos, del tamaño de un radiolocalizador de personas, ten-drán una capacidad mínima de 100 veces las velocidades y almacena-miento de los equipos de hoy. En el tamaño de una cajetilla de cigarro s ,los hombres del futuro tendrán pro c e s a d o res de 2 ó 3 Ghz (2,000 a 3,000Mhz), memoria RAM arriba de 2 Gigabytes, discos duros (memoria holográ-fica) removibles de 100 GB, pantallas miniatura de súper alta resolución, puer-tos de salida universales y sensores de varios tipos. Por supuesto, estos aparatitos notendrán teclado ni ratón, pero esos accesorios no serán ya tan necesarios porque todas las órdenes alequipo serán verbales; la pantallita limitada por el tamaño no será tampoco gran factor porque el aparatopodrá responder con voz para casi todo lo que le pidamos.

Debe quedar claro que estos aparatos no reemplazarán a los de actuales. Estas computadoras de bolsi-llo servirán para uso personal, harán las veces de organizador personal, agenda, libreta de dire c c i o n e s ,teléfono celular, localizador, mapa de viaje y re p roductor de música.

Como también en el próximo siglo se hará común el manejo de dinero electrónico, estos aparatitosserán monederos y despachadores de dinero. Todas las computadoras de bolsillo estarán conectadas a lascomputadoras de los bancos y a través de ellas se podrá efectuar transacciones comerciales. Cuando vayaal superm e rcado a realizar la compra de la semana, el usuario sólo tendrá que colocar la computadora debolsillo sobre la caja registradora (que es una computadora, claro) y automáticamente se transferirá elmonto de la compra de su cuenta a la cuenta del negocio. Toda transacción quedará perfectamente re g i s-trada y sin posibilidad de erro res o malversaciones. Si usted quiere subirse a un camión urbano quec o b re 10 pesos (ojalá eso cobren dentro de 20 años), al momento de subir sólo será necesario pasar el apa-rato sobre el sensor de cobro del autobús y listo, adelante.

Muchas personas estarán pensando: “Si la dichosa maquinita va a tener todo mi dinero, ¿si me roban op i e rdo el aparato, ya se perdió mi capital?”.

Por supuesto que no. Cada computadora de bolsillo será programada desde que se compre para serutilizada por el dueño únicamente. Las maquinitas tendrán sensores de huella digital que funcionaráncomo sistema de seguridad: si alguien que no sea el dueño programado intenta utilizarla, el aparato sim-plemente se desactiva y ni siquiera la hora nos dará. Los equipos más avanzados tendrán, incluso, senso-res de retina ocular, para confirmar sin margen de error que es el dueño quien las quiere activar.

■ Reconocimiento de voz e inteligencia artificialAunque parezca una tarea fácil, las poderosas computadoras de hoy día son todavía unos inofensivos

gatitos cuando se trata de identificar y reconocer la voz humana. La voz humana es un tipo de inform a-ción extremadamente complicada de analizar, porque cada persona habla diferente y esa misma personapuede utilizar millones de inflexiones distintas, todas en una sola frase. El habla humana depende, ade-más del estado de ánimo, del estado de salud, y también varía con la edad.

En los próximos años, las computadoras serán capaces de “escuchar” lo que se quiere hacer y re c o n o-cerán a sus dueños.

El habla es el medio primario de comunicación para los seres humanos, por lo que el re c o n o c i m i e n t ode voz es el paso indispensable para hacer más “humanas” a las complicadas computadoras. Duranteestos 50 años de computadoras, el medio principal para comunicarse con ellas ha sido un aparato con 120teclas y complicados glifos escritos en él (el teclado). Apenas hace 15 años se popularizó el uso de un dis-positivo apuntador que facilitó la comunicación gráfica, pero el “ratón” obligó a que los humanos aa p render nuevas habilidades (coordinar movimientos del codo, la muñeca, los dedos, la vista y el cere-b ro), con tal de comunicarnos con la máquina. Hoy hay programas comerciales de IBM y otros pro v e e d o-res que permiten “dictar” a la computadora y que poco a poco van aprendiendo la forma de hablar de lapersona que los utiliza. Desgraciadamente, si cualquier otra persona intenta utilizarlo, el porcentaje dee rror es tan alto que mejor nos sentamos a escribir aunque sea con un sólo dedo.

Los sistemas de reconocimiento de voz serán utilizados con frecuencia en procesos de seguridad: paraabrir puertas y accesos, para entrar a un programa protegido en una computadora, para acceder a cuen-tas de banco. Al mismo tiempo, estos sistemas reemplazarán muchos dispositivos de entrada de datos,como teclados, ratones, lectores de código de barras, etc. Al combinar los sistemas de reconocimiento devoz con las computadoras de los conmutadores telefónicos, en los primeros 10 años del próximo siglo sedisparará toda una nueva generación de servicios automáticos que utilizarán la red actual más grandedel mundo: la red telefónica. Años adelante, la red telefónica se integrará con la Red Global de datos ylas aplicaciones serán ilimitadas.

■ El comercio electrónico y los agentes inteligentesEl comercio electrónico, no es ninguna noticia, re v o l u c i o n a r á

los moldes de la economía actual. En menos de cinco años, todaslas tiendas líderes en sus ramos tendrán equivalentes electróni-cos que competirán entre sí y ofrecerán una amplia gama de ser-vicios personales que irán mucho más allá de la simple operaciónde compraventa.

En este nuevo mundo de ventas electrónicas, los factores quedecidirán la compra de los productos ya no serán la cercanía, nila comodidad, ni la elegancia de la tienda: serán el servicio (tiem-po de entrega, facilidades de pago) y el precio. Más adelanteentrarán en el juego los agentes inteligentes.

Los agentes inteligentes serán servicios que se podrán contra-tar por pequeñas cantidades mensuales, y que se encargarán de hacer todo el trabajo de búsqueda yadquisición de bienes y servicios. Dentro de 15 años, cuando alguien tenga que hacer las compras de lasemana, “dictará” la lista al agente de compras contratado (el agente es un programa ubicado en algunap a rte de la Red, por supuesto). Este agente, si es eficiente, buscará en todas las tiendas electrónicas de laregión (las que tengan cobertura de entrega a domicilio en el área) las mejores ofertas para los pro d u c t o sde la lista que el usuario solicitó. Tal vez el jamón y el pollo se pidan a Súper Maz, pero a lo mejor laleche y la cerveza estaban más baratas en Chedraui, mientras que el pan y los quesos estaban más fre s c o sen el Farahón; eso no importa, el agente hará los pedidos en forma automática y también los pagos (trans-firiendo el dinero de la cuenta de su contratista a las de cada mercado). Al final, el usuario sólo se ente-rará dónde compró porque llegarán las motocicletas de los re p a rt i d o res a entregar los productos a lacasa. Como es de esperarse, el agente será completamente configurable: si de plano no se quiere compraren un superm e rcado específico por alguna particular razón, o si se desea que todo el pan se compre en latienda “Y” sin importar el precio, el usuario configurará al agente, que seguirá al pie de la letra las ins-t ru c c i o n e s .

■ El “teletrabajo” y la oficina virtualEn los próximos 20 años, la circulación diaria de vehículos y personas en las calles de las ciudades

continuará siendo una pesadilla de logística y control para los gobiernos y departamentos de tránsito detodas partes. El espacio físico en edificios y lugares de trabajo cada vez será más insuficiente y costoso.La solución, para muchos de los puestos relacionados con información que se ejecutan hoy día será el“teletrabajo” o trabajo desde la casa.

Actualmente hay compañías, como Cisco Systems, que utilizan el concepto de la “oficina virtual”. Bajoeste esquema, en los edificios de estas compañías puede haber espacio físico únicamente para 20 emplea-dos, aunque haya más de 100 personas trabajando para la empresa. ¿Cómo? Los empleados utilizan com-putadoras portátiles y se les concientiza para que vayan a la oficina sólo cuando sea muy necesario. A tra-vés de sus computadoras móviles, teléfonos celulares, el correo electrónico e Internet, se mantienen encontacto con sus compañeros de trabajo y con sus superiores. Esta movilidad les permite mantenersemucho más cerca de sus clientes y atenderlos mejor, además de darles la facilidad de controlar su pro p i otiempo. Por supuesto, este tipo de compañía re q u i e re una mentalidad corporativa muy bien aplicada ytodos en la organización deben estar capacitados para trabajar por objetivos y para entregar re s u l t a d o sbien y a tiempo.

El resultado de este tipo de esquema, según cuentan los propios empleados, es un incremento real enlas horas trabajadas, porque siempre termina uno conectándose los fines de semana para “adelantar” yleer sus correos electrónicos.

■ La casa inteligenteSi al final del siglo XIX pasado un periodista hubiera publicado que en 1999 sólo sería necesario

mover un dedo para iluminar y poner a la temperatura ideal toda una casa, le hubieran atribuido todoslos calificativos posibles menos “visionario”. Hoy, ante la velocidad de las innovaciones, es posible visua-lizar una parte del futuro sin tanto temor a la equivocación.

Las casas comunes y corrientes en el siglo XXI serán completamente inteligentes y se adaptarán a laf o rma de vivir y costumbres de sus habitantes. Por medio de detectores de huellas digitales y de cámarasy micrófonos de reconocimiento, la casa sabrá con exactitud el momento en que sus inquilinos arr i b a n .Abrir la puerta será cuestión de decir “ábrete Sésamo” (o cualquier otra frase programada, por supuesto),y al entrar a la casa la temperatura ya estará ajustada al valor exacto, sin importar la época del año.

Cada cuarto estará programado de acuerdo con las pre f e rencias de la persona que lo ocupe: si losniños deben tener la temperatura a 24 grados y la iluminación al máximo, así deberá ser, pero el cuart ode los padres tal vez esté a 21 grados, con luces tenues y música ambiental. Como la computadora de con-t rol de la casa sabrá en dónde esta cada persona en cada momento; si hay una llamada telefónica entran-te, el identificador de llamadas se conectará con las libretas de direcciones personales y sabrá (con bas-tante precisión) para quién es la llamada: el teléfono sólo sonará en el cuarto donde se encuentre esa per-sona. Los cuartos compartidos como la cocina, comedor, sala y estudio se programarán en forma general,p e ro si el padre entra a la sala, el sonido ambiental será rock and roll, la temperatura será bastante fría ylos cuadros de las paredes (pantallas planas que proyectarán imágenes de vídeo) desplegarán posters deMichael Jordan y la Mona Lisa. Si la mamá de la casa entra a la sala, el sonido ambiental serán melodíasejecutadas en piano, la temperatura templada y los cuadros cambiarán a Van Goghs y Goyas. ¿Y si estánlos dos juntos en la sala? Bueno, será necesario programar la computadora para que las pre f e rencias dealguien se impongan sobre las otras. Lo más seguro es que escuchen piano.

■ El periódico digitalLos periódicos, como elemento básico para distribuir información en la

comunidad, se tendrán que ajustar a la era de la inform a c i ó n .Los diarios del siglo XXI contendrán cada vez menos inform a c i ó n

i m p resa en papel, pero aumentará considerablemente la cantidad dematerial disponible para los lectores a través de medios electrónicos. Nose espera que, por lo menos en los próximos 50 años, desaparezcan lose j e m p l a res y se tiren a la basura las prensas y rotativas, pero las pre s i o-nes ecologistas y los precios del papel, combinados con las facilidadesde la tecnología, harán indispensable que los medios impresos se com-binen poco a poco con la difusión electrónica.

En un mundo donde cada día es más sencillo conseguir información, losperiódicos del futuro basarán su éxito en entregar a los lectores precisamente la infor-mación que necesitan, en el momento en que la necesiten. Con la tecnología del papel, ese x t remadamente difícil “configurar” un periódico a la medida de cada persona, por lo que debe impri-mirse un ejemplar genérico, con secciones fijas y distribuirse por regiones, aunque gran cantidad de lec-t o res ni siquiera vean las secciones que no les intere s a n .

En los próximos años, la información electrónica permitirá hacer periódicos “personalizados”, quecombinarán partes en papel con versiones en la Red. Para que esto sea posible, existirán aparatos lecto-res de noticias portátiles, flexibles y muy baratos (tal vez lleguen a ser gratuitos) con pantallas de unmaterial parecido al plástico, enrollables y que presentará imágenes, texto y eventualmente hasta audio yvídeos con sólo tocarlos.

¿Cuál será entonces la diferencia entre un noticiero de televisión, un periódico, un sitio de noticias enI n t e rnet o un canal de radio? Ese será el reto más grande para los medios: adaptarse a jugar papeles nue-vos, combinar y flexibilizar los servicios que se ofrecen, entregar a los lectores lo que quieran y nunca,p e ro nunca, dejar de innovar.

I n f o rmación: Ing. Sergio Basurto Pérez, de Dyre d .

Parte seis: Las tecnologías del próximo siglo 6