Colegio Monte Tabor Educación en Valores

Unidad de 2º Ed. Infantil

SINCERIDAD

Mostrarme a los demás como soy, con mi grandeza original

¡Siempre la verdad!

Objetivo:

Hacer ver al niño que no necesita ser lo que no es; sino aceptarse y

mostrarse a los demás con transparencia. Que no use la mentira

por temor, para aparentar, etc.

Sugerencias para vivirlo en casa:

- En la base de la sinceridad está una sana imagen de uno

mismo, y la gratuidad del amor. Cuando somos veraces nos

sentimos bien.

- Como padres ser ejemplos de sinceridad en los pequeños

detalles diarios (ejemplos: no diremos que no estoy para no

ponerme al teléfono, etc.), cumpliendo siempre lo que

prometemos.

- Si nuestro hijo hace algo mal y lo reconoce, alabar

expresamente que haya dicho la verdad. Ser sincero

compensa. Intentar así que no asocien verdad y castigo,

enseñándole a sentirse bien por la verdad dicha. Mostrar

que nuestro amor es incondicional, así como nuestra

confianza en él.

- Estimular el diálogo para que nuestro hijo exprese sus cosas;

poniéndonos en sintonía con sus sentimientos.

- Reflexionar como padres sobre el motivo que puede haberle

impulsado a mentir. Algunos pueden ser: miedo, evitar un

castigo, ser más, llenar un vacío, imitación, fantasía, etc.

Así podremos encontrar el camino para corregir la mentira.

Para ello, es importante que el niño sienta siempre nuestro

acogimiento y nuestra aceptación, a pesar de lo que ha

hecho.

- Es bueno reprender a solas, sin humillar. Mostrando afecto y

seguridad en que se va a mejorar. La mentira es negativa,

no el niño. El esfuerzo por reparar el daño causado (si es

posible; recoger lo roto, manchado...), así como pedir

perdón, es suficiente correctivo.

Motivación: El miedo de Pedro

La noche que Jesús cenó por última vez con sus discípulos, estaba

muy triste. Jesús dijo a sus amigos:

- Esta noche, todos me abandonaréis.

Uno de sus amigos, que se llamaba Pedro protestó: “¡No, Señor, yo

nunca te dejaré!”

Y Jesús le respondió: “Sí, Pedro, incluso tú me dejarás solo.”

Después de cenar, Jesús salió y se fue a rezar al Huerto de los Olivos.

De repente, unas antorchas brillaron entre los árboles. Se acercaba

gente. Eran soldados, ¡y llevaban palos y espadas! Venían a llevarse

prisionero a Jesús.

Sus amigos huyeron asustados. Menos Pedro, que siguió de lejos a

los soldados, para ver adónde llevaban a Jesús.

Por el camino, una mujer preguntó a Pedro: “¿Tú no eres amigo del

prisionero?”

Y Pedro mintió: “No, yo no lo conozco”.

Por tres veces dijo que no conocía a Jesús. Tenía muchísimo miedo

porque pensaba que si decía la verdad, también le llevarían a la

cárcel y le harían daño.

Pero después de decir esas mentiras, lo sintió muchísimo, y sintió

tanta vergüenza que se puso a llorar.

Entonces Jesús le miró, y Pedro vio que estaba triste. Pero el amor de

Jesús era tan grande, que en sus ojos, Pedro pudo entender que

Jesús le decía: “Pedro, yo te quiero así como eres. Te perdono.”

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Unidad de 2º Ed. Infantil

También nosotros tenemos a veces ganas de decir una mentira.

Puede ser por miedo a que nos castiguen, o para caer mejor a los

demás, etc. Pero después también nos sentimos mal, así que es mejor

decir siempre la verdad aunque nos cueste. Cuando decimos la

verdad estamos contentos y nos sentimos bien.

PIDO PERDÓN CUANDO OFENDO A ALGUIEN

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EN LA ORACIÓN DE LA NOCHE,

CUENTO ALGO BUENO DEL DÍA

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SOY VALIENTE Y DIGO SIEMPRE LA VERDAD

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ACEPTO LAS REGLAS DEL JUEGO EN EL QUE ESTE

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LES DIGO A MIS PAPÁS QUE LES QUIERO

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SINCERIDAD

CON MARÍA QUEREMOS SER FAMILIA