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Sara Alonso Diez 2º de Educación Infantil
Currículo y didáctica de Educación Infantil
TALLERES INTEGRALES EN
EDUCACIÓN INFANTIL
Una propuesta de organización del escenario escolar
Al igual que el trabajo por rincones, había oído hablar de los talleres pero no tenía una idea muy
acertada de lo que eran. Sin embargo, a diferencia de la primera metodología de trabajo, con la
que había estado algo en contacto en mi centro de prácticas, nunca había visto de forma práctica
el desarrollo de un taller. Empecé a saber un poco más sobre ellos en clase, donde los
referenciamos como una forma de desarrollar el proceso de enseñanza aprendizaje innovador,
activo y colaborativo.
A lo largo de la lectura de este libro he ido profundizando más acerca de lo que son los talleres,
las formas de estructurarlos, el papel del profesor, el cambio drástico en la metodología respecto
a la educación tradicional, la relación entre equipo de centro, o el uso de materiales, entre otros.
El libro está muy detallado: nos ofrece tanto explicaciones teóricas, en las que se fundamenta el
trabajo por talleres que la autora lleva a cabo en su centro (CP Cristo de los Remedios), como
una lista de todos los aspectos a tener en cuenta antes, durante y después de su desarrollo, y
numerosos ejemplos de su puesta en práctica.
La concepción de taller a la que se hace referencia en el libro son los talleres a tiempo total o
talleres integrados. Se pierde la idea clásica de concepción de aula, pasando a reorganizar las
antiguas clases (tanto espacial como materialmente) como aulas especializadas de uso común.
Esta perspectiva implica una innovación en la metodología e influye en el papel del profesor.
Como se explica, ya no es este un adulto que trabaja de forma más bien individual, con su clase
y sus alumnos estables en un aula, sino que puede ser ahora el encargado de un grupo con el
que va trabajando en distintas aulas (talleres) o puede ser el encargado de un único taller, al que
irán yendo diferentes grupos de niños. En mi opinión, creo que para esta etapa conviene más
que los niños tengan un tutor estable, alguien en quién puedan confiar y con quién hayan creado
un vínculo que les permita iniciar de forma segura el proceso de investigación, experimentación
y descubrimiento de la realidad. En especial con los niños de 3 años, en los que la escuela al ser
muchas veces su primer contacto con la realidad social, es causa de mucha ansiedad y
desconfianza. Sobre todo si no se tiene a alguien de referencia en quién confiar, como puede
ser la tutora.
Al igual que con los rincones, cada taller se especializa en una determinada área del desarrollo
(ej: taller de psicomotricidad, música y dramatización, de plástica, de lenguaje, de naturaleza,
observación y experimentación, y de matemáticas). Sin embargo, a pesar de que existen unos
núcleos básicos de actividad en cada taller, como sabemos en Educación Infantil no se puede
trabajar un área de forma aislada, sino que todo está interrelacionado, todo tiene que ver. Todas
las áreas y contenidos de aprendizaje están globalizados. Algo fundamental para el desarrollo
Sara Alonso Diez 2º de Educación Infantil
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de la inteligencia es vivir numerosas experiencias, estar cerca de distintos estímulos y
experimentar con la realidad, para ir construyendo conexiones y una imagen de la realidad cada
vez más realista y compleja. No sirve de nada establecer el aprendizaje como una serie de
elementos sueltos, sin relación entre sí. Como profesores debemos partir del conocimiento
previo de los niños, de sus intereses y motivaciones, y establecer situaciones que estimulen la
autonomía, el pensamiento creativo y la acción-reflexión. Debemos complementar y ampliar de
continuo los conocimientos, experiencias, actitudes y hábitos que los niños ya han adquirido.
Otra ventaja que veo en relación al trabajo mediante talleres es el material. Muchas veces, ya
sea por falta de presupuesto o por la incapacidad de tener todo el material necesario en un
mismo espacio, en las aulas de infantil hay escasez de material, no es fácil ni encontrarlo ni
organizarlo o no hay espacio suficiente para utilizar todo el que nos gustaría. Con los talleres, al
estar cada aula especializada en algo determinado y por la que van rotando todos los grupos de
niños, sólo es necesario comprar o tener “una cosa de cada” (por ejemplo, una y no nueve
cocinitas, como tendría que ser por cada clase de infantil). Creo que es una forma muy buena
de aprovechar el espacio al máximo y de poner al alcance de los niños el material más variado
posible, que les dé la oportunidad de enriquecer sus experiencias y de vivir al máximo su
aprendizaje y desarrollo.
Pensando ahora en mi colegio de prácticas, creo que aquí sería muy complicado llevar a cabo
talleres por la poca organización y cooperación que existe entre los profesores de Educación
Infantil. Me parece que para desarrollar correctamente un taller es fundamental el tener un
sentido de responsabilidad colectivo y unas ganas de trabajar para mejorar realmente el proceso
de aprendizaje de los niños. Veo sin embargo muchos profesores que trabajan más bien para sí
mismos, pensando en lo que les resulta más cómodo, sin preocuparse por los demás docentes
o incluso con un espíritu individualista de competición. Creo que para un buen desarrollo de los
talleres tiene que haber una gran coordinación dentro del sistema educativo, tanto como para
organizar bien la movilidad de los grupos de un taller a otro, como para e stablecer actividades,
objetivos o proyectos. Es importante que el trabajo por talleres abarque todas las áreas del
currículo y desarrolle todos los ámbitos de la persona.
Otro aspecto que me gusta mucho de los talleres es que dan una oportunidad real a l as familias
de implicarse en el proceso educativo de sus hijos. Muchas veces los padres pueden ir a un taller
a colaborar. Me parece algo muy bonito, tanto para ellos como para sus hijos, ya que los
primeros pueden implicarse más en el proyecto de trabajo del colegio o del grupo y los segundos
pueden tener a sus personas de apego cerca, lo que (en especial si aún no están bien adaptados
al colegio) les puede dar mucha seguridad y aumentar su confianza y motivación para realizar la
tarea específica del taller en marcha. Esta implicación activa de las familias mejora sin duda la
relación y colaboración entre familia y escuela.
Por último, me gustaría comentar algo de lo que habla el libro y que no siempre veo reflejado al
hablar de metodologías más innovadoras: cómo influye en el trabajo con niños con necesidades
especiales. Después de leer lo expuesto en el libro me parece que esta forma de trabajo es muy
buena para el desarrollo personal y propio de los niños (tanto con o sin neces idades especiales),
que promueve la integración y la implicación afectiva, todo desde la propia elección y el disfrute.
Creo que los talleres son una buena manera de integrar a los niños con necesidades especiales
Sara Alonso Diez 2º de Educación Infantil
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en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la escuela, de forma que se sientan motivados,
cómodos consigo mismos y acogidos por sus compañeros. De que sientan que forman parte de
la enseñanza y de que tienen infinitas posibilidades.
Por todos estos motivos creo que el trabajar por talleres tiene muchísimas ventajas y ofrece
amplias oportunidades para hacer el aprendizaje de los alumnos mucho más completo y más
rico de lo que muchas veces se hace normalmente en los colegios. Que los niños mejoren su
autonomía, su responsabilidad individual y colectiva, que desarrollen libremente su creatividad,
que vayan experimentando con el mundo que les rodea y que tengan la oportunidad de hacer
por sí mismos, mejorando su conocimiento como aprendices y como personas, es algo que todo
profesor querría para sus alumnos. Y me parece que el trabajo a través de los talleres es una
muy buena forma de conseguirlo.