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Teoría de integración sensorial
http://www.ceril.cl/index.php/profesionales-2/12-publicaciones/articulos/63-integracion-
sensorial-una-guia-para-padres-ceril
Integración Sensorial; Una Guía para Padres / por : María Valeria Isaac García
Terapeuta Ocupacional U de Chile. Especialización Clínica en Integración Sensorial
University Southern California. Certificada en el SIPT por WPS California. Agosto 2010
En resumidas cuentas, se puede decir que la integración sensorial “es la organización
de sensaciones para su uso” (Jean Ayres, 1979). El cerebro es el que “integra,” es
decir, localiza, reparte y ordena sensaciones. Cuando estas sensaciones fluyen de
manera organizada o integrada, el cerebro puede utilizar esta “información sensorial”
para formar percepciones, comportamiento y aprendizaje. Podemos entender qué
sucede a nuestro alrededor, qué necesitamos hacer y cómo planeamos estas
acciones, para responder a las demandas ambientales. Nuestro cuerpo responde con
acciones, y esto genera un feedback que vuelve a entrar por nuestros sentidos hacia
el cerebro, creando la posibilidad de aprendizaje.
“Capacidad que posee S.N.C.de interpretar y organizar informaciones captadas por los
diversos órganos sensoriales del cuerpo, las cuales son analizadas y utilizadas para
permitirnos entrar en contacto con nuestro ambiente y responder adecuadamente” .
Jean Ayres, PhD, OTR
Para comprender que es la integración sensorial, primero debemos conocer los
diferentes sentidos de nuestro cuerpo. Se nos ha ensenado acerca de 5 sentidos
existentes en nuestro organismo (visión, audición, gusto, olfato y tacto), pero en
realidad a estos se le suman otros 2 sentidos de gran importancia para nuestra
capacidad de adaptación y funcionamiento en el mundo. Uno de ellos es el sentido de
la propiocepcion, el cual nos proporciona información acerca de la posición de las
diferentes partes del cuerpo a través de receptores en los músculos, tendones y
ligamentos. El otro es el sentido vestibular, el cual tiene diversas funciones. Este
sentido nos permite mantener nuestro equilibrio y postura, coordinar el uso de ambos
lados del cuerpo, así como también coordinar funciones óculo-motoras (movimientos
de ojo y mano).
Sistema Táctil
Reflejos primitivos y Desarrollo Emocional
Esquema Corporal, Destrezas orales, motoras y manuales Protección de estímulos
riesgosos.
Sistema Propioceptivo
Alineamiento Postural
Fluidez y precisión de movimientos
Sistema Vestibular
Control postural contra la gravedad
Reacciones de Equilibrio
Coordinación motriz bilateral , estabilidad de campo visual
En resumidas cuentas, se puede decir que la integración sensorial “es la organización
de sensaciones para su uso” (Jean Ayres, 1979). El cerebro es el que “integra,” es
decir, localiza, reparte y ordena sensaciones. Cuando estas sensaciones fluyen de
manera organizada o integrada, el cerebro puede utilizar esta “información sensorial”
para formar percepciones, comportamiento y aprendizaje. Podemos entender qué
sucede a nuestro alrededor, qué necesitamos hacer y cómo planeamos estas
acciones, para responder a las demandas ambientales. Nuestro cuerpo responde con
acciones, y esto genera un feedback que vuelve a entrar por nuestros sentidos hacia
el cerebro, creando la posibilidad de aprendizaje.
¿ QUE ES UNA DISFUNCION EN INTEGRACION SENSORIAL ?
La disfunción en integración sensorial está relacionada a la forma en la que el sistema
nervioso procesa la información sensorial. Una disfunción en procesos de integración
sensorial significa que el cerebro no está procesando la información sensorial (del
ambiente y del propio cuerpo) en forma precisa y ordenada.
Cuando esta información sensorial le llega al niño de una manera confusa, sobre-
estimulante, o distorsionada, es difícil poner atención, aprender y ejecutar acciones
con cierto grado de habilidad. El niño con dificultades de integración sensorial se
frustra fácilmente al realizar tareas simples y cotidianas. Si el cerebro integra
sensaciones pobremente, habrá mas esfuerzo y dificultad en realizar actividades, y
menos éxito y satisfacción.
Ya que aprendemos y adquirimos experiencia acerca del mundo a través de nuestros
sentidos, al haber problemas de integración sensorial, un niño no será capaz de
procesar apropiadamente esta información proveniente de los sentidos, presentando
como consecuencia dificultades en el aprendizaje. Trastornos de procesos de
integración sensorial, provocan disminución en la capacidad de atención y
concentración, problemas de planeamiento motor y coordinación corporal, dificultad
para seguir instrucciones, problemas paramantener posturas y permanecer sentados
en una silla, baja autoestima y disminución en las interacciones sociales con sus
pares. Interfiriendo en el desarrollo adecuado de ciertas habilidades.
La disfunción en integración sensorial se da de manera muy distinta en los diferentes
niños. No todos los niños con trastornos en integración sensorial presentan los mismos
patrones de comportamiento y problemas. Además, muchas veces los problemas de
integración sensorial co-existen junto a otros diagnósticos. Es importante diferenciar
las dificultades que se deben a trastornos de integración sensorial a las que son
provocadas por otras condiciones médicas o educacionales.
Cuando decimos que existe un trastorno de integración sensorial, nos referimos a que
existe una alteración a nivel de cómo el cerebro procesa la información sensorial. Los
problemas de integración sensorial no son como los problemas asociados a un daño o
trauma cerebral. En muchos casos, las estructuras del cerebro están intactas. El
problema en los trastornos de integración sensorial está en las conexiones entre las
diferentes partes del cerebro. Para poder integrar y procesar información, las
diferentes partes del cerebro deben poder comunicarse de manera automática y fluida,
para que los mensajes viajen rápido, claros y completos. Si esto no ocurre, vemos en
el niño dificultades para adaptarse a cambios en el medio ambiente, torpeza en los
movimientos, déficit en la atención y concentración, trastornos del aprendizaje, etc.
Los niños con disfunción en integración sensorial necesitarán de una intervención que
les ofrezca recurridas oportunidades para vivir experiencias sensoriales que ayudarán
a sus sistemas nerviosos a interpretar información de forma más eficiente.
¿ CUALES SON LOS SIGNOS DE UNA DISFUNCION EN INTEGRACION
SENSORIAL ?
EXTREMA SENSIBILIDAD A CIERTOS ESTÍMULOS Y SENSACIONES
El niño tiende a evitar y protegerse de sensaciones tactiles que no perturban a
los demás niños de su edad. Muestra un gran disgusto por sensaciones tales
como pegajosas, húmedas, arenosas, incluso el contacto con otros niños.
También presenta reacciones adversas a sensaciones tactiles durante el
cambio de ropa (ciertas texturas de ropa o las etiquetas le molestan) y durante
el lavado de mano y de cara.
Inusual temor al movimiento y a la altura que no se presenta en otros niños de
su edad. Extremo temor y ansiedad a estar elevados del suelo, que se
evidencia al no querer subirse a los ascensores, columpios, resbalines, etc.
Extrema sensibilidad a sonidos en el ambiente. A veces el niño no es capaz de
poner atención en clases debido a un déficit en la capacidad de filtrar sonidos
ambientales, y se distrae fácilmente de lo que dice el profesor.
También puede presentar extrema sensibilidad a ciertos olores, gustos o
formas luminosas, cubriéndose los ojos con las luces, o haciendo arcadas con
los olores.
BÚSQUEDA EXCESIVA DE SENSACIONES Y ESTÍMULOS
Constante búsqueda de movimiento. Incluso a veces pareciera no marearse
con movimientos rotatorios excesivos.
Necesidad constante de experimentar sensaciones de tacto y propiocepción,
se apoya y empuja con el cuerpo a otros niños, y parece no notar sensaciones
típicamente dolorosas.
DIFICULTAD EN PLANEAR Y EJECUTAR ACCIONES MOTORAS
El niño se muestra torpe motrizmente, a veces chocando con muebles u otros
niños.
Debido a esta torpeza y dificultad en la ejecución de movimientos, el niño se
aparta de participar en juegos motores con sus pares.
Presenta dificultades en planificar secuencias de movimientos o acciones para
lograr sus objetivos (por ejemplo: al ponerse el delantal, o trepar estructuras de
juego en el patio).
Como le resulta difícil innovar y planificar en juegos nuevos, tiende a
seleccionar los mismos juegos todos los días.
DIFICULTAD EN LA MANTENCIÓN DE POSTURAS Y COORDINACIÓN DE
AMBOS LADOS DEL CUERPO
Le resulta difícil al niño mantener una postura adecuada en la silla durante las
clases, tendiendo a “desplomarse” y apoyarse sobre el banco.
El niño muestra gran dificultad en coordinar movimientos corporales. Le resulta
difícil coordinar ambos lados del cuerpo durante actividades bilaterales (por
ejemplo: andar en bicicleta, amarrarse los zapatos, recortar con tijeras tomando
el papel con la otra mano).
Fácilmente el niño pierde el equilibrio.
Demuestra confusión en la orientación viso-espacial.
POBREZA EN LA DISCRIMINACIÓN DE LOS DIFERENTES ESTÍMULOS
Le resulta difícil al niño ejecutar actividades de motricidad fina que requieren
discriminación tactil y precisión en los movimientos (por ejemplo: abrochar
botones, manipular objetos muy pequeños, tomar correctamente el lápiz).
El niño no discrimina el nivel de presión que debe aplicar sobre el lápiz para
escribir (aplica mucha presión o muy poca), al igual que cuánta presión o
fuerza debe aplicar al manipular otros objetos (tiende a romper las cosas
fácilmente).
Presenta dificultad en diferenciar sonidos.
¿ CUAL ES EL TRATAMIENTO PARA LOS TRASTORNOS EN INTEGRACION
SENSORIAL ?
Si existen sospechas de una disfunción en integración sensorial en un niño, éste debe
ser referido a un especialista en el área para ser evaluado. La mayoría de las veces
este especialista será un terapeuta ocupacional; sin embargo, existen algunos
kinesiólogos y fonoaudiólogos que también se han entrenado en esta área.
El terapeuta reunirá información desde diversas formas de evaluación. Obtendrá
importante información cualitativa observando al niño durante diferentes actividades;
cómo responde a los estímulos y demandas ambientales, y cómo se desempeña en
sus habilidades motoras. Luego complementará sus observaciones con tests
específicos para medir alteraciones en funciones sensorio-integrativas. Las
evaluaciones se acompañan de entrevistas a los padres y cuestionarios para reunir
toda aquella información significativa para completar la evaluación. Luego el terapeuta
podrá determinar si existe un problema y que tipo de intervención sería la más
apropiada.
El terapeuta utilizará la información recolectada a través de las evaluaciones para
determinar cuáles son las áreas de mayor habilidad y destreza en el niño, y cuales
presentan mayor desafío.
El terapeuta también hará recomendaciones acerca de la necesidad de tratamiento y
qué tipo de intervención sería la más beneficiosa para el niño. Además ofrecerá
sugerencias de diferentes actividades para apoyar el tratamiento, y estrategias a ser
incorporadas en la casa.
Es favorable pesquisar estos trastornos a la más temprana edad posible. El desarrollo
y funcionamiento del sistema nervioso a temprana edad posee características de
plasticidad, es decir, el cerebro es más moldeable y por lo tanto puede ser influenciado
de forma más significativa. La terapia dirigida a mejorar funciones básicas en el
sistema nervioso es posible debido a esta característica de plasticidad cerebral.
No existe un protocolo previamente establecido y descrito para la terapia dirigida a
tratar funciones de integración sensorial. Los terapeutas que dominan conocimientos
en el área crean un programa único y especifico para cada niño. Seleccionando
aquellas actividades que mejor puedan proporcionarle las experiencias sensoriales
necesarias para progresar en su tratamiento.
Un niño que disfruta lo que esta haciendo estará mas motivado y persistirá durante
momentos de mayor desafió durante la terapia. Un ambiente de juego es la principal
característica de este tipo de terapia.
¿ QUE PUEDEN HACER LOS PADRES ?
Lo primero es informarse lo más posible acerca de la disfunción en integración
sensorial para así ser capaces de asistir mejor al niño en todas las áreas. Cuando los
padres se interesan en este tipo de problemas, y se preocupan de preguntar y
averiguar acerca de la integración sensorial, ya han dado el paso más grande hacia
delante para una intervención exitosa. Padres bien informados son capaces de
reconocer cómo el niño aprende, y cómo la Disfunción en Integración Sensorial los
afecta en su comportamiento, desarrollo de habilidades e interacciones sociales.
Aparte de entender y apoyar a los hijos durante el proceso de terapia, es importante
que los padres sean capaces de comprometerse a mantener una consistencia en el
tratamiento, es decir, llevar al niño a todas sus sesiones. Este tipo de tratamiento
generalmente requiere de varias sesiones ya que los objetivos son a largo plazo.
Consistencia en la terapia es un elemento clave para ver resultados.
Establecer una buena comunicación con el terapeuta es fundamental para progresar
en la terapia. Cuando los padres y terapeutas trabajan en equipo ambos generan
nuevas perspectivas hacia el funcionamiento del niño, lo cual conlleva a un mejor
entendimiento y a una intervención más efectiva.
Es importante también que los padres sepan identificar y potenciar las fortalezas del
niño, procurando siempre que la posible existencia de dificultades en otras áreas de
funcionamiento no interfieran con los demás procesos del desarrollo necesarios para
alcanzar una vida productiva y satisfactoria (inteligencia, personalidad, temperamento
y autoestima).
¿Qué es la integración sensorial?
La integración sensorial es un proceso complejo que permite a una persona tomar,
organizar e interpretar información que recibe de su cuerpo y del mundo externo. Este
proceso neurobiológico innato permite al cerebro integrar e interpretar estímulos
sensoriales.
Toda la información que nos llega del ambiente la recibimos a través de nuestros
sentidos sensoriales. Por ejemplo, para saber si la sopa esta fría o caliente, si nos
duele la picadura de una abeja y también cosas como dónde están nuestros brazos y
piernas y cómo acomodar nuestro cuerpo para sentarnos en una silla. Estos procesos
sensoriales ocurren dentro del sistema nervioso a un nivel inconsciente. Si bien
conocemos los sentidos del gusto, olfato, tacto, visión y audición, muchos de nosotros
desconocemos otras experiencias sensoriales que nuestro sistema nervioso también
recibe e integra tales como el sentido del movimiento, la percepción corporal, y la
fuerza gravitacional. El eficiente uso de información sensorial nos permite funcionar de
una manera armónica y organizada en nuestra vida diaria.
La mayoría de las personas naturalmente obtienen de sus experiencias diarias una
adecuada "dieta sensorial" que nutre su sistema nervioso y les permite crear circuitos
saludables. Los niños obtienen "alimento" para su cerebro, de experiencias cotidianas
como hamacarse, trepar, amasar plastilina o jugar con arena. Sin embargo, aquellos
niños con "disfunciones en la integración sensorial" malinterpretan los estímulos
sensoriales que le llegan a través de sus sistemas sensoriales y a menudo reaccionan
en forma desmedida o inadecuada.
La teoría general de integración sensorial fue desarrollada por la Dra. Jean Ayres, de
los Estados Unidos, quien después de obtener su licenciatura en Terapia Ocupacional
y un doctorado en Psicología Educacional de la Universidad del Sur de California,
comenzó trabajos de post-grado en el Instituto de Investigación Cerebral de la
Universidad de California en Los Ángeles. Allí ella comenzó a formular su teoría de
disfunción en integración sensorial, entre los años 1960 y 1970. Previo al hito marcado
por el trabajo de investigación de la Dra. Ayres los niños que tenían disfunciones en
integración sensorial sufrían de una disfunción que era malentendida y
malinterpretada. A través de su investigación la Dra. Ayres logró descubrir que estos
niños tenían un desorden neuronal que resultaba en una organización ineficiente de la
recepción sensorial captada por el sistema nervioso. Ella desarrolló herramientas
diagnósticas para identificar este desorden y propuso un acercamiento terapéutico que
transformó a la Terapia Ocupacional pediátrica. En el año 1977 la Dra. Ayres abre su
clínica en el sur de California, para la evaluación y tratamiento específico de estos
niños así como para el entrenamiento de profesionales.
La integración sensorial se centra primariamente en tres sentidos básicos: táctil,
vestibular y propioceptivo. Estos tres sistemas empiezan a funcionar muy temprano en
la vida incluso antes del nacimiento y continúan desarrollándose a medida que la
persona madura e interactúa con su medio ambiente. Por ejemplo el sistema vestibular
es uno de los primeros en desarrollarse y alcanza su madurez alrededor de las 28
semanas de gestación. Estos sentidos básicos están íntimamente conectados entre
ellos y forman conexiones con otros sistemas del cerebro. A pesar de que estamos
menos familiarizados con estos tres sistemas sensoriales que con la visión y la
audición, estos son críticos para nuestra supervivencia y nuestro desarrollo armónico.
La interrelación entre sentidos es compleja, pero básicamente nos permiten
experimentar, interpretar y responder a diferentes estímulos del medio ambiente, de
manera de interpretar una situación en forma correcta y poder emitir una repuesta
apropiada.
En general la disfunción dentro de estos tres sistemas se manifiesta de muchas
maneras. Un niño puede tener una respuesta hiper o hipo-sensitiva al input sensorial.
El nivel de actividad puede ser inusualmente alto o bajo, un niño puede estar en
movimiento constante o fatigarse fácilmente. Además, algunos niños pueden fluctuar
entre estos extremos. En general, el niño tiene dificultades en el "filtrado" de la
información que le llega de sus sentidos, para decidir a qué responder y qué estímulos
ignorar y por lo tanto aparece desorganizado y fuera de sincronía con su medio
ambiente. Los problemas en la coordinación motora gruesa y/o fina también son
comunes cuando estos tres sistemas son disfuncionales y pueden observarse retrasos
en el habla, el lenguaje y un bajo rendimiento escolar. En cuanto a la conducta, el niño
puede tornarse impulsivo, distraerse fácilmente y mostrar una falta general de
planeamiento en su conducta. Algunos niños pueden tener también dificultades para
ajustarse a situaciones nuevas y pueden reaccionar con frustración, agresión,
retraimiento o en forma estereotipada.
La evaluación y tratamiento de las disfunciones de integración sensoriales son
realizados por una Terapista Ocupacional entrenada específicamente en este campo.
Los objetivos generales del terapista son:
1) Proveer al niño con información sensorial que lo ayude a organizar su sistema
nervioso central.
2) Asistir al niño a inhibir o modular la información sensorial.
3) Asistir al niño a procesar una respuesta al estímulo sensorial más organizada.
Cuando el tratamiento de integración sensorial es exitoso, la persona es capaz de
procesar información sensorial compleja en una forma más efectiva. El mejoramiento
se observa en una respuesta motora más coordinada y eficiente y una adecuada
respuesta a experiencias sensoriales que antes provocaban una reacción
desmesurada o ineficiente. Por ejemplo ahora el niño será capaz de tolerar que le
corten el pelo o las uñas, sin llorar y/o replegarse aterrorizado. O podrá disfrutar de
que le canten la canción del feliz cumpleaños sin taparse los oídos o parecer molesto y
perturbado. Estos niños también podrán demostrar progresos en el desarrollo del
lenguaje y en la escuela. Además se observará respuestas más apropiadas en
relación al medio ambiente y esto llevará a un mejor ajuste emocional y a un
incremento de las habilidades sociales y personales y/o mejoramiento de la confianza
en sí mismo. Teóricamente cuando el sistema nervioso de una persona comienza a
funcionar eficientemente, el individuo aparece mejor organizado y más seguro de sí
mismo porque puede ahora interpretar al mundo externo apropiadamente y con
exactitud.
(Extracto de Autor: Ma. Rosa Nico, TO
http://www.ibeaudry.com/s5/integracion-sensorial/
La Teoría de la Integración Sensorial
La Teoría de la integración sensorial es una respuesta científica a múltiples y muy
diversos problemas infantiles de aprendizaje, comportamiento, desarrollo y
descoordinación motriz, tales como la hiperactividad, la mala inserción escolar, las
disfunciones relacionadas con el autismo o las dificultades en el proceso de
alimentación.
Podemos definir la integración sensorial como la capacidad que posee el sistema
nervioso central (S.N.C.) de interpretar y organizar las informaciones captadas por los
diversos órganos sensoriales del cuerpo. Dichas informaciones, recibidas por el
cerebro, son analizadas y utilizadas para permitirnos entrar en contacto con nuestro
ambiente y responder adecuadamente.
La Teoría de la integración sensorial fue creada para abordar problemas de
aprendizaje en los niños. Se trata, más que de una técnica específica, de un enfoque
terapéutico. Su creadora fue la doctora Jean Ayres, terapeuta ocupacional
estadounidense, que formuló dicha Teoría de la integración sensorial a partir de sus
propias investigaciones y estableció también la evaluación y el tratamiento de las
disfunciones de integración sensorial.
Ayres se interesó, inicialmente, por los problemas perceptivos cuyo origen se
encontraba en los traumatismos craneanos, los accidentes cerebro-vasculares y la
parálisis cerebral. En los años sesenta del pasado siglo, después de haber completado
estudios de doctorado y post-doctorado en Neurofisiología, comenzó a formular
hipótesis sobre los procesos neurobiológicos susceptibles de ser asociados con los
problemas de aprendizaje en los niños, y creó una evaluación sistemática para poder
medir las funciones perceptivo-motrices.
Sus primeros conceptos teóricos se basaron en estudios de neuroanatomía,
neurobiología y neurofisiología. Durante más de veinte años realizó numerosas
investigaciones clínicas tanto con niños normales como con niños afectados por
problemas de aprendizaje, para las cuales utilizó las evaluaciones que había creado.
Dichas evaluaciones fueron perfeccionadas por la propia Ayres a lo largo de sus
investigaciones y en la actualidad sirven para medir los distintos procesos
neurológicos que contribuyen a la capacidad de aprender. Los resultados de las
evaluaciones de los niños normales permitieron la elaboración de escalas de actuación
media según la edad. El análisis de estos resultados permitió que se identificaran
varios tipos de disfunciones de integración sensorial.
Jean Ayres estableció unos criterios muy rigurosos para la administración y el análisis
de sus evaluaciones. Por ello, se necesita una formación específica para poder
evaluar y tratar disfunciones de la integración sensorial. Los cursos de formación en
evaluación y tratamiento de problemas de integración sensorial impartidos en todo el
mundo están abiertos exclusivamente a terapeutas ocupacionales.
El proceso de la integración sensorial
La integración sensorial es un proceso neurológico y la teoría de Ayres establece la
relación existente entre dicho proceso neurológico y el comportamiento. Ayres
desarrolló su teoría de integración sensorial con el objetivo de describir, explicar y
predecir las relaciones específicas entre el funcionamiento neurológico, el
comportamiento sensori-motor y el aprendizaje académico. Esperaba poder identificar
patrones de disfunción entre los niños con problemas de aprendizaje y poder
desarrollar tratamientos específicos. Buscaba, ante todo, poder explicar las causas de
estos problemas con el fin de determinar el tratamiento óptimo.
Ayres define la disfunción de integración sensorial como un mal funcionamiento de la
organización de la información dentro del S.N.C., el cual no consigue organizar los
impulsos sensoriales para poder darle al individuo una información adecuada y precisa
sobre él mismo y su ambiente. Esta disfunción suele reflejarse en el comportamiento y
en la coordinación motora.
Para entender esta definición, Ayres propone la siguiente analogía: el S.N.C. es como
una ciudad y los impulsos nerviosos son como la circulación de los vehículos por sus
calles. Un buen proceso de integración sensorial permite una circulación fluida y que
todos lleguen a su destino rápidamente. Una disfunción de la integración sensorial es
un tipo de atasco en el cerebro. En la disfunción de integración sensorial, parte de la
información sensorial queda atrapada en el atasco y algunas partes del sistema
nervioso no reciben la información que necesitan para poder realizar su trabajo.
Es importante distinguir entre las disfunciones de integración sensorial y otras
condiciones que pueden causar problemas de aprendizaje. Una disfunción de la
integración sensorial es un mal funcionamiento y no una ausencia de función. Por
ejemplo, la persona ciega no recibe información visual, lo cual es una ausencia de
función. Una lesión en la parte del S.N.C. que dirige los músculos causa un problema
neuro-muscular, lo cual no es una disfunción de integración sensorial. Las
disfunciones de la integración sensorial no son siempre la causa de los problemas
académicos existentes, que pueden deberse a múltiples motivos como, por ejemplo, a
una vida afectiva perturbada.
Según Ayres, las causas de disfunción de la integración sensorial podrían ser las
siguientes: problemas durante el parto, factores hereditarios y químicos o bien una
falta de estimulación sensorial. Los síntomas son la hiperactividad y la distracción,
problemas de lenguaje, problemas de comportamiento, ligeros problemas de
coordinación y de control postural y problemas de aprendizaje (lectura, escritura,
matemáticas).
Niños con problemas de aprendizaje y/o comportamiento debido a una mala
integración sensorial
Existen niños normales, incluso con niveles de inteligencia superiores a la media, pero
que no perciben el mundo que les rodea como los demás. Tienen reacciones emotivas
exageradas y no pueden soportar cambios en su rutina diaria. No son capaces de
atender en clase, no comprenden bien lo que se les explica, parecen vagos, tienen
graves problemas con la lecto-escritura y/o no pueden estar quietos ni un instante. Son
candidatos ideales al fracaso escolar y a caer en la pérdida de la autoestima. Los
castigos o las clases particulares complementarias no surten mucho efecto. ¿Por qué
todo esto? Padecen un problema de integración sensorial. La información que llega a
su cerebro no es bien procesada y son víctimas de esa desorganización.
Por supuesto, no todos los problemas de aprendizaje y de comportamiento en los
niños se deben a una mala integración sensorial. Pero los expertos (Carte y otros,
1984. Developmental and Behavioral Pediatrics, 5 (4), pp.189-194) consideran que un
70 por ciento de dichos problemas son causados, en modo más o menos directo, por
disfunciones en la integración sensorial.
La Teoría de la integración sensorial aplicada a niños que padecen este problema se
basa en el hecho de que los estímulos vestibulares (los relacionados con el
movimiento), los proprioceptivos (los relacionados con los músculos y articulaciones) y
los táctiles no son interpretados por el sistema nervioso de estos pequeños de la
misma manera que lo hace el sistema nervioso de la mayoría de los niños.
Las deficiencias en el procesamiento sensorial se manifiestan frecuentemente en
comportamientos de búsqueda de estímulos o de evitación de estímulos. En ambos
casos, la consecuencia es que el niño se mueve mucho, lo cual interfiere tanto en su
capacidad de prestar atención como en su comportamiento, que muchas veces no es
el que los demás esperan de él. Asimismo, ese procesamiento sensorial anómalo
provoca que al pequeño le resulte difícil filtrar, seleccionar los diversos estímulos
sensoriales que recibe. Porque atiende en la misma medida a la sensación de la ropa
sobre su piel, que al ruido de un camión en la calle o a la voz de la maestra en clase.
Es decir, su cerebro no es capaz de inhibir las sensaciones sin relevancia para atender
solamente a las que la tienen.
Por ello, porque es una circunstancia que está fuera del control voluntario del individuo
afectado, la política de castigos y recompensas -aunque puede ayudar a mejorar algo
el comportamiento del niño- no soluciona el problema, que a menudo provoca una
pérdida de autoestima y un aislamiento académico y del círculo de amigos habitual
que, en demasiadas ocasiones, conducen finalmente a los muchachos afectados a la
calle y a caer en la delincuencia. En Estados Unidos, donde más estudios existen
sobre este problema, alrededor de un 50 por ciento de los delincuentes juveniles
padeció en su niñez problemas de integración sensorial y fracaso escolar.
En países como Australia, Canadá, Estados Unidos o Suecia, los tratamientos de
integración sensorial son habituales desde hace varias décadas, tanto en el ámbito
sanitario como en el escolar, para remediar estos problemas, pero por desgracia en
España aún son muy pocos los niños que se benefician de dicho enfoque terapéutico.
El País Vasco es la única comunidad autónoma española que ya ofrece a los
escolares servicios de Terapia Ocupacional Pediátrica, dentro de los cuales se
incluyen tratamientos basados en la teoría de la integración sensorial.
En cuanto a publicaciones sobre esta especialidad, el mundo hispano acusa un
notable retraso con respecto al mundo anglosajón. Curiosa y desgraciadamente, frente
a los numerosos libros existentes sobre el tema en inglés, hasta hace poco tiempo no
existía ninguno escrito en español. Recientemente, y más de 30 años después de la
aparición del primer libro sobre el tema, Sensory Integration and Learning Disorders,
de la doctora Jean Ayres, ha sido publicado por Ediciones Nobel Problemas de
aprendizaje en la infancia – La descoordinación motriz, la hiperactividad y las
dificultades académicas desde el enfoque de la teoría de la integración sensorial, un
libro de Isabelle Beaudry dirigido a los padres y a todos aquellos que tratan con niños,
como son maestros, pediatras, fisioterapeutas, psicólogos o logopedas.