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Tomás de Zumalacárre
gui
Tomás de Zumalacárregui y de Ímaz nació en
Guipúzcoa, 29 de diciembre de 1788 Duque de la Victoria y Conde de
Zumalacárregui. Conocido como Tío Tomás, fue un
militar español que llegó a ser general carlista durante la Primera Guerra Carlista.
Era de familia perteneciente a la clase
media-alta, era el penúltimo de los once hijos del matrimonio
formado por Francisco Antonio Zumalacárregui Múgica y Ana María Imaz
Altolaguirre. Curiosamente uno de sus
hermanos mayores, Miguel Antonio, fue uno de los políticos liberales más destacados del siglo
XIX y que sufrió represión por los
absolutistas.
Al comienzo de la Guerra de la Independencia, en 1808, se alistó en Zaragoza, donde participó en el primer sitio de la ciudad. También
tomó parte en la batalla de Tudela y en el segundo Sitio de Zaragoza.
Durante el segundo Sitio participó en una fallida salida de tropas que trataban de romper el cerco de la
ciudad siendo hecho prisionero por los franceses. Consiguió escapar de
estos rompiendo sus ligaduras y huyó a su localidad natal.
Zumalacárregui se echó al monte y se unió a la partida de
Gaspar de Jáuregui, un guerrillero guipuzcoano que luchaba por su cuenta contra los franceses en el País Vasco
y Navarra. Al igual que Zumalacárregui era un hombre
de empuje y con cierto nivel de instrucción, Jáuregui le convirtió enseguida en su
secretario personal. Durante los primeros años de la guerra Zumalacárregui tomó parte en
numerosos combates y escaramuzas, que le valieron
el grado de subteniente dentro de la guerrilla.
Zumalacárregui permaneció el resto de la guerra como
oficial en este Primer Batallón de Guipúzcoa, primero con el grado de
teniente y a partir de 1812 como capitán. Tomó parte en buena parte de las acciones de guerra que tuvieron lugar en Guipúzcoa y el norte de Navarra durante esos años.
Terminada la guerra, Zumalacárregui permaneció en el ejército, siendo nombrado
capitán archivero. No simpatizaba con los principios liberales que en aquella época
se extendían por España, comenzando a significarse
como monárquico absolutista. Cuando en 1820 se repuso la Constitución de 1812, aún era
capitán. Fue denunciado al nuevo Gobierno por oficiales liberales, que solicitaron su expulsión del ejército y fue
apartado del servicio activo. En 1822 ascendió a teniente
coronel.
Tras la restauración de Fernando VII en el trono de España y la vuelta al absolutismo en 1823, formó parte de una comisión militar para la represión de delitos políticos, alcanzando el
grado de coronel en 1829. En 1832 fue nombrado gobernador militar del Ferrol. Por entonces,
Zumalacárregui era ya reconocido como integrante del partido absolutista que pretendía favorecer las opciones sucesorias del hermano
del rey, Carlos María Isidro de Borbón.La abolición de la Ley Sálica y la proclamación de
la hija de Fernando VII, Isabel, como heredera del trono le enfrentó con las autoridades navales
del Ferrol, que eran partidarias de la causa constitucional. Como consecuencia,
Zumalacárregui fue acusado de desafecto y destinado a Pamplona.
Al morir Fernando VII en 1833, residía sin mando y bajo vigilancia en Pamplona, de
donde consiguió huir y unirse a los carlistas sublevados.. El 14 de noviembre
de 1833 los rebeldes eligieron a Zumalacárregui como jefe.
Inmediatamente comenzó a organizar desde la nada en muy poco tiempo un eficaz contingente del ejército rebelde
llamado pronto carlista.Se resistió a todos los intentos de atraerle hacia el bando de Isabel II, tanto por parte de su propio hermano Miguel como de su
antiguo jefe, el general Quesada.
En un reconocimiento personal de las fortificaciones enemigas y las posiciones de sus hombres, el día 15 subió al balcón
de un edificio para observar las operaciones y resultó alcanzado en una
pierna por una bala disparada por el enemigo.
Zumalacárregui, herido, fue trasladado a Cegama, municipio
situado a 60 kilómetros de Bilbao, para ponerse en manos de un curandero de su
confianza. Se hospedó en casa de su hermana y murió, probablemente de septicemia, el 24 de junio de 1835
Como la herida revestía poca importancia, algunos
historiadores opinan que fue una muerte muy extraña y recuerdan que el general
tenía muchos enemigos en la corte ambulante carlista. Sin
embargo, no se ha podido aportar ninguna evidencia
sólida en ese sentido.
Realizado por:
Alvaro Louis Raissiguier
del Rosal