“…Hasta hoy, las categorías utilizadas para hablar de la salud y sobre todo para medirla, son elaboradas por las ciencias de la vida. Se ha visto que empíricamente, la salud es siempre apreciada por indicadores de mortalidad como la esperanza de vida, y de morbilidad, con la idea de que la salud es un continuum que va, sin cesuras, del estado más completo de salud y bienestar hasta la muerte, pasando por los diferentes estadios de la enfermedad y las pérdidas de capacidades funcionales que les están asociadas…” (Contandriopoulos, 2000:13)

La salud y la enfermedad se han visto como dos entes separados

Se ha visto solo la parte médica de la discapacidad.

Biopoder (Foucault) ser iguales y sanos para poder ser eficientes y productivos en la lógica capitalista.

Entendemos la salud y la enfermedad de distinta forma de acuerdo a los procesos culturales y a los procesos biomédicos que imperan en la sociedad.

“…las asimetrías sociales e

interpersonales siguen manifestándose a

causa de las distintas visiones sociales y

culturales que se tienen en torno a las

deshabilidades físicas y mentales, pero

también alrededor del color de piel, la

vestimenta, la lengua, la medicina y

otras formas locales de organización

social y cultural…” (Castellón, s.f.: 433)

Las personas con discapacidad tienen

algo diferente pero esta característica

no los hace ser diferentes al resto, es

decir, deben de gozar de todos los

derechos que tenemos todos y todas de

una forma integral.

Constituir una base cultural en donde se

humanicen las políticas de salud de las

personas con discapacidad

¿Por qué la discapacidad es un tema

pertinente en la Antropología de la

Salud? es un asunto de equidad.

Reconocer la discapacidad como una

característica diferente y no como un

problema, es uno de los tantos retos que

enfrenta la sociedad.