I Urano: La Bóveda Celeste Un estudio comparativo de la figura mítica griega y sus diversos mitologemas Texto Extraído de La Naturaleza del Mito y de La Mitología Griega Por E. J. Ríos
1. I Urano: La Bveda Celeste Un estudio comparativo de la
figura mtica griega y sus diversos mitologemas Texto Extrado de La
Naturaleza del Mito y de La Mitologa Griega Por E. J. Ros
2. II Urano: La Bveda Celeste Un estudio comparativo de la
figura mtica griega y sus diversos mitologemas Texto Extrado de La
Naturaleza del Mito y de La Mitologa Griega Por E. J. Ros
3. III LA FIGURA MTICA: URANO: Es una divinidad primordial,
considerado como otro , ya que no se le asignan padres, sin
embargo, se dice que fue hijo de Gea quien lo concibi por s sola.
Urano tambin es considerado esposo de su madre Gea, en unin con
ella fue padre de los Titanes, Cclopes y Hecatnquiros, a los dos
ltimos, los mantuvo aprisionados en el vientre de Gea por medio del
acoso sexual, con el fin de impedir su nacimiento debido al
profundo odio que por ellos senta, sin embargo, pudieron nacer ya
que Gea tram con Cronos, el menor de los Titanes, la mutilacin de
sus genitales, sin embargo, una vez nacidos, Urano los encerr en el
Trtaro, pero luego Cronos logr arrebatarle el trono. Para los
griegos Urano representaba la bveda celeste, pues, se imaginaban el
cielo como una cpula de bronce1 decorada con estrellas cuyos
extremos culminaban en los lmites externos de la tierra. Al
parecer, Urano no cont con representaciones artsticas en perodos
arcaicos, sin embargo, la representacin egipcia del cielo nocturno:
la diosa Nut, puede darnos una idea de cmo era visto Urano por los
griegos arcaicos ya que resulta asimilable: Nut se representaba
como una mujer arqueada que se extenda sobre la tierra,
sostenindose a gatas con sus manos y la planta de los pies, las
manos se apoyan en el horizonte Oriental y sus pies en el
Occidental, tambin suele indicarse que sus extremidades se apoyan
en cada uno de los cuatro puntos cardinales, su cuerpo est cubierto
de estrellas y es de color azul oscuro. No obstante, se piensa que
en perodos tardos se sola representar a Urano sosteniendo una
especie de tnica o manto sobre su cabeza, formando con ella un domo
que cubra completamente su cuerpo desnudo, mientras que su mirada
se diriga hacia arriba, como observando su elemento y se hallaba
con una rodilla anclada a la tierra, quizs, como signo de su vnculo
con sta2 . Sin embargo hay posiciones encontradas en torno a ese
modo de representacin, as por ejemplo West nos comenta3 que el
cielo ms bien se conceba como plano y paralelo a la tierra, que era
muy improbable la concepcin del cielo como un domo ya que estos
eran muy poco frecuentes despus del perodo micnico, adems, que el
hecho de que se concibiera el cielo como una cpula celeste, hara
innecesario el trabajo de Atlas de mantenerlos separados. 1 El
cielo, al ser la contaparte del Trtaro, se conceba, al igual que
aquel, hecho de bronce, pues, Hesiodo nos dice a travs de una
analoga que la distancia que hay del cielo a la tierra, es la misma
que hay desde la superficie de la tierra hasta el Ttaro: / . / / ,
/ [ ]. () tan hondo como lejos est el cielo de la tiera, pues, un
yunque de bronce que bajara desde el cielo nueve noches con sus
das, al dcimo llegara a la tierra. [y a su vez igual desde la
tierra al tenebroso Trtaro] Homero tambin lo llama broncneo Il. v,
504; XVII 425. 2 q.v. fig. 51. 3 WEST, M. L., Hesiod Theogony, pp.
192-193.
4. IV Esto es una reflexin interesante si aten-demos al hecho
de que ciertamente Hesodo, no menciona a Atlas sosteniendo la bveda
celeste como muchas veces leemos, pues, slo nos dice que sostiene
el vasto cielo4 adjetivo que podra relacionarse mucho ms con algo
llano que con algo cncavo. adems, se sabe que la Tierra tambin era
concebida como un plato enorme circundado por Ocano y arriba de
ella se situaba Urano, al que, ciertamente, Hesodo lo describe como
isomorfo a Gea5 y esto puede avalar lo que nos seala West respecto
a la concepcin plana de los griegos frente a la abovedada, sin
embargo, si atendemos a la cosmogona rfica, donde Urano es la parte
superior del huevo cosmognico, en ese caso, no podramos debatir que
la concepcin de Urano comprenda un contorno abovedado y no uno
plano, pero debido a la poca informacin que tenemos sobre las
caractersticas fsicas de Urano, esto es un tema donde hay cabida
para cualquier interpretacin, lo cierto es que, ya sea que se siga
las asimilaciones con otras divinidades que cumplen el papel de
Urano como representante del cielo, o nos apeguemos a las
cosmogonas rficas, la tradicin siempre le ha conferido la funcin de
ser la cpula celeste. En cuanto a esto Hesodo nos cuenta muy poco
y, asimismo, sobre su origen, pues slo se limita a decirnos que Gea
alumbr primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones,
para que la contuviera por todas partes y poder ser as sede siempre
segura para los felices dioses6 tambin nos dice que despus de l
pari las grandes Montaas, las ninfas de los bosques y al Ponto;
estos hechos, de haber nacido sin padre y a primera instancia de
los otros elementos de la naturaleza, slo nos da cabida para
nombrarlo como un ser primordial, un protogenoi, por lo dems,
apenas nos ofrece una referencia sobre su extensin la cual abarca
todo el permetro de la tierra, pero que est destinado a resguardar
ya no a los seres mortales como lo hace Gea, sino a los dioses,
dicho sea de paso, que esa expresin sede siempre segura de los
felices dioses se ha prestado para confundir a Urano con el mismo
reino del Olimpo, pero el Olimpo, sin duda, se trata de un lugar
diferente, sin embargo, suele decirse que los dioses habitan en el
cielo porque es all donde est construida su sede7 . Por otro lado,
veremos que en otras cosmogonas Urano tiene un origen diferente al
que le confiere el poeta de Ascra, pero analizaremos esas otras
fuentes ms adelante, por ahora conviene detenernos en lo que Hesodo
s nos describe ampliamente: el mito de la castracin de Urano. Este
mito lo hemos venido describiendo pginas ms arriba, sin embargo,
transcribiremos aqu los puntos esenciales que describen el hecho,
aislando no 4 HES., Th. v. 516 5 6 / , , / HES., Th. V 127. 7
Hefesto haba construido una ciudad con puertas en el Olimpo, la
cual fue morada para Zeus y los dems dioses. (HOM. Od. VI. 42; Il.,
XI. 76) All figura un saln de conferencias, en la que se reunan no
slo los dioses del Olimpo, sino tambin los que andaban por tierra y
por mar. (HOM. Il XX. 5.) Esta montaa celeste de hecho debe
destinguirse del cielo, pero como los dioses vivan en dicha ciudad
erigida sobre las nubes y en el cielo, se dice que vivan al mismo
tiempo en el cielo, y las puertas de la ciudad celestial fueron
consideradas entonces las puertas del cielo (HOM. Il. V. 745 y ss.)
Cf. SMITH W., D.G.R.B.M. Sobre la ubicacin real del Monte Olimpo
q.v. n. 194 [fig. 51]
5. V obstante, otros elementos circunscritos al mito no menos
importantes, como el dilogo de Gea con su hijo Cronos para efectuar
la conspiracin contra Urano y el resultado de despus de la
castracin: el nacimiento de Afrodita. As pues, lo que en realidad
nos interesa resaltar aqu son tres puntos especficos del hecho: la
causa, la accin y la reaccin, en cada uno de estos puntos se
reflejan los protagonistas del mito: Gea, Cronos y Urano
respectivamente, esto nos permitir enfocarnos exclusivamente en la
escena central del mito y analizarlo desde un ngulo triple. Veamos:
La Causa: Pues bien, cuantos nacieron de Gea y Urano, los hijos ms
terribles, estaban irritados con su padre desde siempre. Y cada vez
que alguno de ellos estaba a punto de nacer, Urano los retena a
todos ocultos en el seno de Gea sin dejarles salir a la luz y se
gozaba cnicamente con su malvada accin. La monstruosa Gea, a punto
de reventar, se quejaba en su interior y urdi una cruel artimaa.
Produciendo al punto un tipo brillante de acero, forj una enorme
hoz y luego explic el plan a sus hijos.8 Cuando observamos este
fragmento lo primero que nos llama la atencin es el hecho de que
todos los hijos de Urano y Gea aborrecan al padre, luego a modo de
explicacin, se nos refiere la causa posible que haya generado el
sempiterno desprecio de los Titanes por Urano, pero lo que Hesodo
nos cuenta es la causa fctica, mas no la causa real sopesada por la
razn y esta debemos inferirla de la actitud cnica de Urano al
querer mantener a sus hijos recluidos dentro del vientre de Gea,
detrs de esta actitud, lo que realmente hay son ansas de Poder, es
decir, Urano es un protogenos y como tal est en una escala
jerarquica privilegiada, de hecho, se podra decir que se halla en
el primer peldao de dicha jerarqua y el cual apenas se ha
construido para ser ocupado por l, ya que, para ese momento, no
tiene rivales que considere poderosos, l es la nica entidad con
atributos divinos equiparable a su consorte Gea, y por ende, con
tanto dominio como ella. Ponto no abarcaba su radio de accin,
aunque luego vemos que lo suplanta como esposo de Gea; su
preocupacin mayor era esa nueva estirpe que no dejaba salir a la
luz9 , sometindolos a permanecer en la oscuridad del seno de su
madre y, a su vez, sta era subyugada por medio de la represin
sexual, y es que sexualidad y soberana 8 , / , / , / / , , / / , ./
/ HES. Th. vv. 154-162 9 Ha de suponerse que, en este punto, los
Titanes y las Titanides ya haban logrado nacer, puesto que, de no
ser as, no se explicara el hecho de que sea Cronos, que adems es el
menor de ellos, quien confabule con su madre, por tanto, es ms
conveniente pensar que a los que mantena encerrados en el vientre
de Gea eran los Hecatnquiros y los Cclopes, sin embargo, es algo
que se presta a confusin por la manera en que comienza la narracin
que parece englobarlos a todos ya que dice: cuantos nacieron de Gea
aunque luego contina los hijos ms terribles y quizs se refiera a
los seis ltimos, de todas formas, s la primera hiptesis es
plausible, an cabe la posibilidad de que Urano no los considerara
rivales ya que eran recin nacidos y por tanto no podan tener el
mismo rango de poder que cualquiera de sus padres, de ser as,
resulta irnico que haya sido el hijo menor de la pareja cosmognica
quien haya destronado a Urano.
6. VI son caras de la misma moneda10 , el sexo es poder, pero
en este caso es un poder contenido que est a punto de estallar,
pues a Urano no le interesaba esta nueva y violenta prole digna de
ser temida, no sea que arrebatara su soberana, y es aqu cuando el
sexo como poder se perfila como una hoja de doble filo, pues, por
un lado comprende, como aspecto positivo, la continuacin del linaje
divino, pero, por otro lado, nos muestra aquel punto negativo que
es el que han de temer todos los dioses imperantes, y este temor,
es algo que se instaura con Urano y pasar como legado funesto de
generacin en generacin a los distintos soberanos del reino
celestial. En cuanto a Urano, las dos caras de la moneda le son
adversas, o para decirlo en el lenguaje del mito griego, el Destino
se burla de l, ya que sus egostas intenciones de sofocar a sus
hijos en el vientre de Gea para conservar su podero vienen a parar
en el agravio de su castracin y luego es destronado por su hijo
menor, por lo tanto es doblemente ultrajado Destronado y castrado,
su figura conservar un cierto carcter trgico. Creador de la
soberana que, sin embargo, nunca pudo ejercer, e inventor de un
sexo que no supo controlar11 , por tanto, al efectuarse este doble
perjuicio Urano es completamente abolido, ya no podr ejercer su
derecho al trono, que tal vez de haber mantenido una actitud ms
sensata y justa hubiera podido perdurar, tampoco podr engendrar,
con Gea o con ninguna otra, una nueva descendencia que quizs
hubiese podido secundarlo y progresase su alcurnia. Quizs este
terrible descenlace del mito de Urano, tambin pueda ser la causa de
su difuminacin como deidad celeste entre los griegos, pasando a un
segundo plano en la galera de los dioses importantes, pues, al no
tener descendencia, es poco lo que se puede contar de l y slo cabe
rememorarlo como una divinidad originaria con una funcin limitada,
la cual es fcil dejar en el olvido y tal vez por esto, poco a poco,
se haya desvanecido, junto a su figura, su culto. Otro punto que
nos llama la atencin de este fragmento se centra en el instrumento
que Gea produce para llevar a cabo sus planes de venganza contra
Urano. Gea premeditada- mente crea una hoz, este instrumento en s
mismo comprende algunas connotaciones simblicas muy interesantes
que puede relacionarse con la esencia de los personajes12 y el
significado metafrico de la accin. Diel nos dice que en principio
la hoz es el smbolo de la muerte. Pero Urano es una divinidad
inmortal; no puede, pues, tratarse ms que de una muerte metafrica:
el fin de su reinado. Pero la hoz es tambin el emblema de la siega,
smbolo de una nueva esperanza de cosecha.13 Por tanto la hoz se
consolida como un smbolo doble de muerte y renovacin, que es
precisamente el transfondo de este mito: la instauracin de un orden
social y poltico y su consecucin dinstica por medio de la lucha de
poderes, donde el ms fuerte mata al dbil, 10 BERMEJO, J. C., Grecia
arcaica: la mitologa, p. 26 11 Loc. cit. 12 Principalmente a dos de
ellos: Gea y Cronos. La primera como creadora del arma y el segundo
como su portador y ejecutor, aqu sin embargo trataremos de
dilucidar los aspectos de la hoz referentes a Gea y las
repercusiones que causa en Urano como sujeto paciente a quien va
destinado el castigo de la hoz. 13 DIEL, P., op. cit., p.101
7. VII aunque esta debilidad no se marca, en este caso, en
trminos de fuerza sino de capacidad de administracin y regencia de
un reino que sucumbe por la inestabilidad que crea Urano en su
entorno, al mantener doblegada su estirpe por su hipersexualidad,
que lo conduce finalmente a un fatal desenlace, por su falta de
juicio es condenado a su muerte como soberano Urano no puede ser
rey de los dioses, y por eso ser destronado, porque no es capaz de
constituir una familia estable. Urano no puede practicar
establemente la actividad sexual porque copular de modo
ininterrumpido, impidiendo que los hijos engendrados en el seno de
su esposa puedan salir a la luz, por lo que ser castrado.14 Esto
sencillamente entra dentro del rengln de la , la desfachatez del
ultraje a su consorte, creyendo as perpetuar su podero, es
precisamente la causa de su desgracia, pues, subestima a Gea y
descuida por completo el poder latente de los Titanes como
vengadores de su madre, esta falta, como todo error trgico, acarrea
una culpa, Diel interpreta la culpabilidad de Urano, dentro de los
mrgenes cosmognicos de la vida, es decir, que gracias a l y a la
falta cometida, comienza a generarse la sucesin del tiempo que
casualmente es lo que representa Cronos. El mito de Urano narra
simblicamente el origen de la culpa existencial. La existencia
manifiesta es imaginada como expulsada, empujada fuera del
Misterio-Caos, de lo cual resulta la discordia inicial, la dualidad
conflictual: Espritu (Urano-Cielo) y Materia (Gea-Tierra). La
creacin del Universo y de su titnica discordia inmanente implica el
sufrimiento universal. Esta dualidad entre Urano y Gea, que entraa
esa discordia inicial que seala Diel, tambin se manifiesta
simblicamente dentro del mito a travs del simbolismo de la hoz,
pues, nos dice Cirlot que todas las armas curvas, en general, son
lunares y femeninas, mientras las rectas son masculinas y solares.
Lo recto es penetracin e impulso; lo curvo es camino y pasividad15
por tanto la hoz de agudos dientes que arremete contra el falo de
Urano, comprende el principio femenino sine qua non: la pasividad,
y es este el camino con el cual Gea logra safarse de la tirana
sexual de su esposo que en ningn momento sospech el ardid de sta en
contra suyo, en s, es un smbolo complejo que comprende una especie
de paradoja, en el cual el principio pasivo destruye el activo,
ejecutado, no obstante, por un elemento activo (Cronos) con un arma
que simboliza el principio pasivo, la cual le abre el camino para
hacerse con el poder. Por otro lado, la hoz como elemento simblico
dentro de estos principios femeninos (activo/pasivo)16 , entraa, en
este mito, un significado alta- mente sexual, pues, la descripcin
de la hoz con agudos dientes recuerda el mito de la vagina
dentata17 que es simblicamente la expresin salvaje de la energa
sexual 14 BERMEJO, J. C., Grecia arcaicaop. cit., p. 26 15 CIRLOT,
J. E., Guadaa, op. cit., p. 237 16 q.v. n. 283 17 Vagina dentata es
el nombre con al cual se describe el conjunto de leyendas,
presentes en varias culturas, que hablan de las mujeres con vaginas
provistas de dientes; las cuales se contaban con el objeto de
prevenir sobre los riesgos de mantener relaciones sexuales con
mujeres desconocidas. Este mito es notable en Mesoamrica donde
varias diosas como Tlaltecuhtli, tambin llamada el monstruo de la
tierra, son representadas con vagina dentata, tambin la diosa
Piowawe, compleja proyeccin del aparato ps- quico, topologa
sagrada, epifana epnima de la deglucin, la castracin y el
sacrificio; trasposicin inconsciente de la imagen de la vagina
dentada en vagina telrica. adems en relacin con las tribus
indoamericanas, () a finales del siglo XIX, el antroplogo Franz
Boas estableci el motivo temtico y, ms tarde, identific 22
versiones mticas en su estudio comparativo sobre los tsimchian.
Es
8. VIII liberada por la mujer, de modo que, nos encontramos
ante una insinuante y velada metonimia doble, que nos indica que
Gea acude exactamente al mismo mtodo de su esposo urdi una cruel
artimaa, aunque de manera inversa, para combatir su impulso sexual,
y esto, evidentemente, lo hace slo dentro de un plano totalmente
simblico, donde el arma/vagina de Gea comprende el smbolo del
sacrificio perpetuo que renueva la fuerza creadora18 en oposicin a
la perpetuacin de la vida, del poder activo y de la fuerza de
propagacin csmica19 que se halla simbolizada en el falo/arma de
Urano, es decir, se confrontan en una lucha simblica de dos
principios antagnicos, por un lado se halla el impulso generador de
Urano que, sin embargo, se encuentra viciado ya que no cumple su
cometido: proporcionar vida, todo lo contrario, pretende sofocarla
y solamente se centra en el placer carnal, incosciente y
descontrolado, y por otro lado, se halla el sacrificio o la
esperanza de Gea para renovar la fuerza creadora corrompida y
obstaculizada por Urano, por tanto, aqu vemos claramente el valor
intrnseco y simblico de la hoz, del cual Diel nos viene advirtiendo
y que Cirlot reafirma: Estos significados, el de la mutilacin y el
de la esperanza, pese a su carcter contradictorio, coinciden en la
idea de sacrificio, asociada a la imagen de toda arma20 . Esta arma
simblica de la fuerza pasiva femenina, empuada sin embargo por un
principio activo, an entraa un significado ms, dentro del
simbolismo de los metales, pues, Hesodo la describe fabricada en un
tipo brillante de acero ( ), la palabra griega correspondiente al
acero tambin correspondi posteriormente al diamante, se sabe que el
acero y el diamante tienen en comn su dureza, pero simblicamente
tambin mantienen una relacin de significados convergentes, pues, el
acero simboliza la dureza trascendente del principio espiritual
dominador21 y el diamante es el smbolo de la luz y del resplandor.
De los conocimientos morales e intelectuales22 , ambos significados
simblicos se hallan reflejados en la funcin regeneradora que cumple
Gea al segar los genitales de Urano y no permitir ms su reino de
tirana, ya que a travs de este acto brillan los preceptos morales y
triunfa la consciencia necesaria para la renovacin de la vida,
logran salir a la luz sus hijos retenidos en la oscuridad y el
Tiempo puede comenzar su reinado, la hoz adamantina, la hoz acerada
impone as su resplandor y rasga la broncnea bveda del Cielo, y as,
un metal burdo como el bronce se mella ante el tajo de la hoz de
diamante, piedra preciosa y resplandeciente que como el oro, en el
lenguaje alqumico, exige la imprescindible recordar los diferentes
abordajes de Lvi-Strauss en sus Mitolgicas. As, por ejemplo, en Lo
crudo y lo cocido refiere un mito toba-pilag en el que las mujeres
de vagina dentada bajan del cielo y roban la comida de los
cazadores. Un relato procedente del Chaco explica que el hroe mtico
Carancho rompi los dientes vaginales de las mujeres, posibilitando
de tal manera la copulacin y la consecuente reproduccin humana.
Siguiendo estas pistas, Lvi-Strauss (1972) sustenta su teora de los
orificios (anticipada por Sartre en su clebre obra El ser y la
nada), y en El hombre desnudo considera que las imgenes mticas de
las mujeres con vagina dentada deben examinarse como sobrevivientes
de un desorden primitivo. Cf. Jorge, F. B., La vagina dentada en la
mitologa de Mesoamrica: itinerario analtico de orientacin
lvi-straussiana, R. A .E.* (N 10), pp. 25-33 18 CIRLOT, J. E.,
Mandorla, op. cit., p. 303 19 Falo, op. cit., p. 209 [el subrayado
es nuestro] 20 Guadaa loc. cit. 21 Acero, op. cit., p. 65 22
Diamante, op. cit., p. 173
9. IX derrota de todos los instintos del alma turbios y
confusos23 para disolver el cobre, metal impuro relacionado con las
bajas pasiones de Venus24 por tanto no es fortuito que sea
precisamente Afrodita la que nace del falo mutilado de Urano, pero
esta diosa vendra a representar la hipersexualidad de su padre,
mientras que los monstruos que se generaron junto a ella son
precisamente la desfachatez, el cinismo, el ultraje, la vileza, la
anarqua y tirana de Urano, las causas de su fatalidad. La Accin: La
monstruosa Gea se alegr mucho en su corazn y le apost secretamente
en emboscada. Puso en sus manos una hoz de agudos dientes y disimul
perfectamente la trampa. Vino el poderoso Urano conduciendo la
noche, se ech sobre la tierra ansioso de amor y se extendi por
todas partes. El hijo [Cronos], saliendo de su escondite, logr
alcanzarle con la mano izquierda, empu con la derecha la prodigiosa
hoz, enorme y de afilados dientes, y apresuradamente seg los
genitales de su padre y luego los arroj a la ventura por detrs.25
Los versos precedentes a este fragmento nos dicen que una vez Gea
maquina su ardid se lo plantea a sus hijos, de los cuales, casi
ninguno quizo ejecutarlo por temor al padre, tan slo el menor de
ellos, Cronos de mente retorcida, se prest a la conjura de la
monstruosa Gea. El hecho de que sea Cronos quien acepte conspirar
contra su padre es muy significativo, por un lado, en cuanto al
desarrollo del mito, resulta irnico que sea el menor de todos los
Titanes quien termine destronando a su padre, que totalmente
despreocupado por ellos, se ve sorprendido en una emboscada. Este
hecho parece repetirse en la sucesin de los gobernantes celestes,
como si con ello se quisiera hacer hincapi en una suerte de
moraleja que hasta nuestros das permanece como un sintagma
cristalizado, nos refe- rimos al proverbio: nunca subestimes a tu
enemigo, por dbil o pequeo que parezca, es cierto que Cronos no se
presenta aqu como un enemigo declarado, sino como uno que asecha
escondido en las sombras de la noche lo que lo hace an ms peligroso
para Urano, que en su ceguera intelectual motivada por las bajas
pasiones, no se da cuenta del complot entre su esposa y su hijo,
del peligro que corre en su entorno cercano, slo piensa en esos
hijos, los ms terribles, que estn a punto de nacer y l cnicamente
entorpece, quizs piense que tan slo las entidades representativas
de las tempestades son las nicas capaces de turbar el Cielo
tranquilo y despejado, es decir, su propia representacin y su
propio dominio, descuidando ese elemento apenas percep- 23 ATIENZA,
J. G., Metales, Los saberes alqumicos: Diccionario de pensadores,
smbolos y principios, p. 440. 24 Cf. loc cit. 25 / , / , . / , / ,
/ /, , / , / , / . HES. Th. vv. 173- 182
10. X tible y acechante, devastador de imperios y devorador de
vida: el Tiempo, el cual slo parece consentir a su Madre que danza
junto a l, alegre en su corazn, desde que tramaron aquella cruel
artimaa y desde el principio de su reinado; y es en este punto
donde surge el otro lado significativo de la accin de Cronos: la de
servir de hemistiquio entre Cielo y Tierra; cuando Cronos esgrime
su guadaa contra su padre y lo separa de su madre, supone la
divisin de dos entes antes unidos por lazos muy fuertes,
mitolgicmente hablando, estos lazos son consaguinios y polticos:
madre-hijo; esposo-esposa, pero simblicamente, constituyen la
materializacin del espacio-tiempo, es decir, a partir de la
separacin de Urano y Gea, comienza una nueva organizacin de los
planos del Universo-Mundo, generndose una trada de aquel elemento
nico pero a la vez dual que constitua la hierogamia de la pareja
divina, a partir de entonces se fijan estos tres niveles: celeste,
terrenal (o areo) y ctnico; espacios diferenciados en una escala
valorativa, desde el punto de vista simblico, que comprende una
secuencia tambin tridica: espiritual, profana e infernal, sin
embargo, estos niveles de igual forma entraan un significado en el
plano mtico, pues, sabemos que los griegos y otros pueblos antiguos
ubicaban a sus dioses precisamente en esos dos planos opuestos que
constituyen los extremos de esta trada simblica, clasificando a sus
dioses como divinidades celestes (urnicas) y divinidades infernales
(telricas). En cuanto a ese nivel intermedio que hemos llamado
profano, se refiere al espacio comn habitable para los distintos
seres de la tierra; de manera que la separacin de Cielo y Tierra o
de Urano y Gea da lugar a una nueva creacin, tanto en el plano
csmico como en el plano fsico, pues, la castracin de Urano por
parte de Cronos permite que nazcan sus hermanos (Cclopes y
Hecatnquiros), permitiendo as la vida de estas criaturas y el
desarrollo del porvenir, asimismo, un reflejo de esos sucesos se
desencadena en el plano fsico abriendo la posibilidad de la vida en
la faz de la tierra, al manifestarse, desde entonces, un espacio
abierto donde las criaturas (hombres y animales) pueden moverse
libre- mente, claro est, esta interpretacin mtica de carcter
etiolgico sobre los comienzos de la posible formacin de las tribus
humanas a partir de la separacin de parejas divinas, puede
rastrearse en muchas otras mitologas de otras tantas
civilizaciones: Sumer y Egipto aportan la primera evidencia escrita
del mito de la separacin entre el cielo y la tierra, que iba a
sentar las bases de las teologas en la Edad de Hierro. Ya no se da
importancia a la creacin que surge de una diosa madre, sino a un
dios que separa a sus padres y que inicia, por lo tanto, el proceso
de creacin26 sin embargo, en el relato hesidico la aparicin del
hombre en la tierra como raza organizada en tribus potenciales para
lo que pudiera considerarse el inicio de la edad de los metales, no
se da sino mucho ms adelante de los sucesos de Urano y Gea, pues,
apenas hay indicio de eso en el mito de la reparticin de las
viandas y el robo del fuego por parte de Prometeo27 , de hecho, al
comienzo de este mito se menciona una separacin entre dioses y
hombres28 lo que alude a la etapa anterior donde stos vivan en
comunidad, en 26 BARING, A. & CASHFORD J., op. cit., p. 183. 27
HES., Th., 535 y 565 respectivamente. 28 / Ocurri que cuando dioses
y hombres mortales se separaron en Mecona
11. XI aquellla Edad Dorada correspondiente al reinado de
Cronos29 ; existe homologacin a este mito entre los bini de
Nigeria, donde la separacin del cielo y la tierra tambin ocurre por
causas alimenticias30 , pero el caso de la separacin de Urano y Gea
no parece coincidir, a pesar de todo, con el desenvolvimiento del
hombre en la tierra, aunque bien se halla mucha ms relacin con la
manifestacin aloplstica del estado fsico de la tierra, ya que la
divisin entre Cielo y Tierra, supone cambios drsticos en el
Universo- Mundo, como habamos dicho, pero sustancialmente en el
globo terrqueo, manifestndose fenmenos que, al estar unidos estas
parejas divinas, no pudieron haber sido posibles como es el espacio
areo y la penetracin de la luz solar, bajo estas perspectivas,
encontramos nuevamente rplicas en otras mitologas como el mito de
la separacin de Gueb y Nut de los antiguos egipcios31 que nos narra
acerca de la formacin del espacio areo, y respecto a la
manifestacin de la luz, tambin tenemos las divinidades maores que
encarnan el cielo y la tierra: Ranganui y Papatuanuku32 que
recuerdan un poco a Urano y a Gea, aunque ciertamente todo el mito
se parece al relato hesidico en cuanto a estructura se refiere,
claro est, con sus caractersticas y funciones propias. No obstante,
el mito hesidico de Urano y Gea coloca como elemento disociador a
Cronos, prosopopeya del tiempo, el cual no mencionan las mitologas
a las que nos hemos referido, pero, de una u otra forma, se halla
presente, ya que al lograr la desunin hierogmica, inmediatamente
sobreviene el desarrollo de la vida que, sin duda, se manifiesta en
el tiempo. De manera que estos mitos pueden verse como el preludio
de la cosmologa que, ya desde los inicios del pensamiento,
estudiarn los filsofos de la antigua Grecia33 , puesto que, a
partir de ellos, podra inferirse cmo se planteaba la 29 / . / , Al
principio los Inmortales que habitan mansiones olmpicas crearon una
dorada estirpe de hombres mortales. Existieron aqullos en tiempos
de Cronos, cuando reinaba en el cielo HES., Op., vv.108-110 30 Un
mito de los bini en Nigeria narra que cuando el cielo y la tierra
estaban unidos los hombres no tenan necesidad de labrar la tierra,
porque cada vez que tenan hambre les bastaba con cortar un trozo de
cielo y comrselo. Pero un da el cielo se enfad porque los hombres
cogan ms de lo que podan comer y tiraban lo que les sobraba a la
basura. Y el cielo no quera que se le tirara a la basura. As que
previno a los hombres: si no tenan ms cuidado, l se ira muy lejos.
Durante un tiempo los hombres fueron cautos, pero un buen da una
mujer voraz cort un trozo demasiado grande, que ni ella ni su
marido ni el pueblo entero pudieron acabarse. De manera que
tuvieron que tirar una buena parte a la basura. El cielo, colrico,
se levant muy por encima de la tierra, muy lejos del alcance de los
hombres. Y desde entonces tienen que trabajar para vivir. ARDVOL
PIERA, E., & MUNILLA CABRILLANA, G. Antropologa de la religin:
Una aproximacin interdisciplinar a las religiones antiguas y
contemporneas, p. 138. 31 La versin ms antigua conocida del mito de
la separacin del cielo y la tierra la encontramos, en el antiguo
Egipto. () el agente de la separacin es precisamente el dios del
aire, Shu. Cuando Shu y Tfenis, la primera pareja divina, generaron
la segunda pareja divina, la formada por Gueb y Nut la tierra y el
cielo-, stos estaban fundidos en una estrecha hierogamia. Para
acabar el cosmos y hacer posible la vida, se interpuso entre sus
hijos Gueb y Nut y los separ, creando as el espacio areo. ARDVOL
PIERA, E., & MUNILLA CABRILLANA, G. op. cit. p. 139. 32 Segn
los maores, en un principio el cielo y la tierra estaban unidos en
un estrecho abrazo. Los hijos que nacieron de este enlace sin fin
se movan a tientas en las tinieblas, buscando la luz. Un da,
finalmente, decidieron separar a los padres. Cortaron las cuerdas
que unan el cielo a la tierra y empujaron al padre hacia arriba
hasta que qued suspendido en el aire, y as la luz apareci en el
mundo. ibid. p. 138. 33 La palabra cosmologa fue acuada por
Christian Wolff en 1730 en su Cosmologia Generalis, el trmino
designa el estudio del mundo como un todo, es decir, se aplica, de
manera
12. XII estructura del Universo y la articulacin existente
entre el tiempo, el espacio y el movimiento en la Antigedad. En el
relato de Hesodo, Urano no permita a sus hijos, nacidos de Gea
ahora su mujer, antao su madre, ver la luz. Es decir, que el cielo
y la tierra seguan unidos, como una sola deidad. Como en el mito
egipcio, la luz, o el espacio entre el cielo y la tierra, simboliza
la consciencia que pone en movimiento las formas cambiantes del
tiempo.34 Ahora bien, estos aspectos fsicos transparentados en
estos mitos cosmognicos, no constituyen, en s mismos, el fin ltimo
de sus concepciones, no nos es lcito pensar, como antao supusieron
los racionalistas, que los mitos fueron creados con la sla intencin
de explicarse estos fenmenos, simplemente nos hablan acerca de la
creencia de estos pueblos sobre la fundacin del Cosmos, y
recordaremos que sta se da siempre en el marco de lo sagrado. Este
mito en particular comprende tres deidades que comparten una accin
que es fundamental en la composicin organizativa del Cosmos: Urano,
Crono y Gea, cada una de estas deidades a su vez representan
principios naturales que hemos venido sealando: espacio, tiempo y
movimiento, la figura mtica de Urano, comnmente, personifica el
Cielo, pero como veremos en otras cosmogonas, aparte de la
hesidica, tambin est emparentado con el elemento aire e igualmente
se relaciona con el tiempo, ontolgica, a la estructura e historia
del Universo en su totalidad. Los filsofos de la antigedad griega
ya se planteaban los problemas relacionados con la as, por ejemplo,
los presocrticos advirtieron que el mundo, o fysis, es una realidad
diversa (sustancia) que se halla en continua y perpetua
transformacin, lo que de alguna forma ya prefigura los modernos
conceptos de espacio y tiempo. En la filosofa griega antigua, el
espacio fue tratado en relacin con el problema del ser y del no
ser, lo lleno y lo vaco; as en Parmnides (el espacio es todo) y en
los atomistas (hay el ser, distribuido en infinitas partculas,
tomos, y el vaco infinito: el todo es tomos y vaco). Platn lo
concibe como un receptculo universal (khora), donde las cosas toman
la forma de las ideas por obra del demiurgo, mientras que
Aristteles, por no aceptar el vaco, considera el espacio como lugar
(topos) -el lmite interno que envuelve a un cuerpo-, como cualidad
de las cosas, o como la distribucin que adquieren en el universo
los cuatro elementos que tienden a ocupar su lugar natural. RIU, A.
M., & MORAT, J. C., op. cit. Espacio. En la historia de la
filosofa vemos aparecer ya la reflexin sobre la naturaleza del
tiempo en sus mismos inicios entre los presocrticos. La filosofa
presocrtica puede seguirse como un proceso de consolidacin del
enfrentamiento entre naturaleza y lenguaje, entre lo que las cosas
son por s mismas y lo que las cosas son en tanto que dichas en un
lenguaje que presenta problemas a causa de su convencionalidad. Si
se tiene en cuenta que aquello que se problematiza, la naturaleza,
no tiene un carcter estable sino que es visto como algo en
constante cambio, se puede entender que el tiempo se presenta
siempre como algo ligado a este devenir de los acontecimientos, y
que el lenguaje lo que pretende es llegar a mencionarlo en su
constante cambio. Cf. HERACLIT. fr. 1-50, 51-93. Anaximandro
relaciona la pregunta por la totalidad de lo existente con el
tiempo, que es el que impone el orden, es decir, el que permite que
exista el cosmos. Cf. SIMP. In Ph. 24,13, DK,A9 y B I. Parmnides,
al declarar que el ser no fue ni ser, sino que es, a la vez, uno,
continuo y entero, formula la primera nocin de eternidad (Cf. PARM.
fr. I-VIII), mientras que otro eleata, Meliso de Samos, al declarar
que el ser siempre es, siempre fue y siempre ser, formula la nocin
de sempiternidad. En cualquier caso, el problema del ser se plantea
conjuntamente con la cuestin del tiempo, lo que no es ajeno al uso
de la nocin de sustancia (ousa), entendida como presencia. Para
Platn el tiempo es una imagen mvil de la eternidad, imita la
eternidad y se desarrolla en crculo (concepcin cclica del tiempo)
segn el nmero. Considera que el tiempo nace con el cielo, y el
movimiento de los astros mide el tiempo. As, lo que es, es una
participacin en el Ser segn el tiempo. Cf. Pl. Ti. 37c- 39d. 47a.
Para abordar la cuestin del tiempo, su naturaleza y estructura,
Aristteles lo vincula al movimiento, pero lo separa de ste, ya que
un movimiento puede ser rpido o lento, mientras que esto no tiene
sentido decirlo del tiempo, ya que la rapidez o lentitud lo son
respecto de l. El tiempo, dice, es algo que pertenece al
movimiento, es el nmero del movimiento segn lo anterior-posterior.
Cf. ARIST. Ph. 217b-224a. Ibid.,tiempo. 34 BARING, A. &
CASHFORD, J., op cit, p. 404.
13. XIII lo que nos seala de entrada la concepcin temprana de
la ecuacin: espacio-tiempo, que constituye un eje axiomtico de la
organizacin, tanto catica como csmica, as lo argumenta Cirlot: en
cierto modo, el espacio es una regin intermedia entre el cosmos y
el caos. Cmo mbito de todas las posibilidades es catico, como lugar
de las formas y de las construcciones es csmico35 Urano, al igual
que todas las personificaciones del cielo de los mitos que hemos
mencionado, en estado hierogmico, comprenden el germen de la
manifestacin fenomnica, antes de la separacin todos los seres
aprisionados se hallan en un estado catico, luego de la liberacin,
gracias a un elemento activo y regulador (Cronos en el mito de
Urano), se condicionan las formas en el tiempo, dando lugar al
Cosmos. Este espacio, diferenciado de aquella masa catica (la
hierogamia), presupone, en s mismo, otra divisin en la constitucin
de los planos dimensionales, lo que per se se entiende como la
organizacin del espacio terrestre, esta divisin se plantea en tres
ejes direccionales en sentido recto, en los cuales, cada dimensin
traza un punto en el horizonte, constituyndose en ella dos polos
opuestos; sumadas las dimensiones se originan seis puntos
antagnicos entre s, de los cuales, cuatro los denominamos
cardinales y los dos restantes son el cenit y el nadir. Los puntos
cardinales en el mito son encarnados por cuatro de los Titanes
constituidos como pilares del Cielo: Cro (el pilar del Sur), Ceo
(el pilar del Norte), Hiperin (el pilar del Oeste) y Jpeto (el
pilar del Este), mientras que el cenit y el nadir corresponden a
Urano y Gea respectivamente. Estos seis puntos opuestos entre s,
sin embargo, dentro de su representacin vectorial, se juntan
formando un abstruso punto sptimo. En el mito de la castracin de
Urano, Hesodo nos cuenta que Cronos sale al asecho de su escondite
lo que da indicio a considerar a Cronos como ese punto oculto
resultado de la interconeccin de los planos dimensionales. Por otro
lado, vemos que tanto la preposicin genitiva que acompaa el
adjetivo como el adjetivo mismo, sugieren un re-surgir, un
alumbramiento lo que se colige con la idea de la manifestacin de la
luz que hemos mencionado respecto a los otros mitos, adems, Hesodo
nos dice que Urano, conduciendo la noche, se ech sobre la tierra y
se extendi por todas partes, el hecho de que Urano venga con la
noche sigue en ilacin con lo precedente: la oscuridad que se cerna,
por todas partes, sobre la faz de la tierra antes de su castracin.
De igual manera el hecho de extenderse por todas partes sugiere que
sus extremidades se situaban en cada uno de los linderos del
mundo36 , y esto es algo significativo, pues hemos dicho que en
cada uno de estos puntos terminales se hallaban cuatro hermanos de
Cronos, cabe pensar que ellos se encargaron de sujetar al padre
mientras que Cronos maniobraba la hoz para segar sus genitales,
aunque Hesodo no lo menciona, se infiere por la alusin de
extenderse por todas partes sobre Gea, adems Apolodoro nos lo
ratifica cuando nos dice que todos ellos, excepto Ocano,
arremetieron contra Urano37 , por tanto, los Titanes que hemos 35
CIRLOT, J. E., Espacio, op. cit. p. 195. 36 Lo que recuerda la
posicin en que era representada la aludida diosa Nut. 37 / , / y
ellos, menos Ocano, arremetieron contra [Urano] y Cronos cort los
genitales del padre APOLLOD. 1.3, 3 [T.A.]
14. XIV mencionado comprenden los cuatro pilares que sujetan la
bveda celeste y Cronos se percibe, desde ese entonces, como Cento
del Cosmos, todos en conjunto constituyen la imago mundi que
manifiesta el orden de los elementos tanto en el plano de la vida
csmica como en el de la existencia. Concebir a Cronos como Centro
del Cosmos, podra, en el caso de la figura cbica espacial, aludir a
la reductibilidad de los planos, llevados de seis a cuatro, es
decir, la representacin en forma de cruz que indica slo las
coordenadas cartesianas que, a su vez, indican una orientacin
bivectorial: horizontal y vertical. Estos dos planos o dimen-
siones, si los volcamos en la representacin antropomrfica de las
deidades del mito griego y en el lenguaje simblico, veremos que
corresponden, por un lado, a Cronos que, como punto central o eje
axial primario entre el Cielo y la Tierra y como fundador del
Cosmos en su manifestacin material, se repartira en estos planos
del modo siguiente: cabeza y pies en el plano vertical, mano
izquierda y mano derecha en el horizontal. Por otro lado, en el
terreno simblico, corresponden a connotaciones precisas: el sentido
horizontal concierne a las posibilidades de un grado o momento de
la existencia. El vertical a su elevacin moral38 , en el mito de la
separacin de Urano y Gea, prela una observancia moral evidente que
contempla la erradicacin de la actitud viciada de Urano hacia Gea y
el desenvolvimiento del Cosmos o sublimacin de la vida, asimismo,
en cuanto al sentido de la verticalidad, cabe destacar que, luego
de la castracin, Urano se eleva hacia un plano superior fijo, pues
ya ha purgado su falta inconsciente por medio del sacrificio que
supone la amputacin de su miembro viril, que implica la liberacin y
la formacin de vida lo que recuerda que este mito tambin se halla
vinculado con los mitos cosmognicos de la creacin a partir del
desmem- bramiento de una criatura primordial de manera que Urano
como ser eunuco, simboliza la exaltacin divina, una suerte de
metanoia - del espritu, donde las bajas pasiones se subliman, casi
en un sentido alqumico, hacia lo superior39 fijndose como lo
Supremo que ha de ser, desde entonces, uno de los eptetos de Urano.
El plano horizontal, identificado con los puntos cardinales, se
sincroniza con dos puntos direccionales: izquierda y derecha. Estas
direcciones engloban en s mismas los otros dos puntos del plano
horizontal de manera equivalente: delante/derecha y atrs/
izquierda, lo que a su vez reporta ciertas correlaciones en el
lenguaje simblico: 38 CIRLOT, J. E., Ibid. p. 196 39 Esta
sublimacin espiritual o purificacin de la materia en sentido
alqumico, alude a la transformacin del Ser que aspira hacia lo
superior. Los ritos de carcter inicitico, ya impliquen un contenido
sexual o no, son expresiones mimticas de los mitos que subrayan un
sacrificio de un ser primordial para la renovacin o proliferacin de
la vida a partir de dicho sacrificio. Respecto a esto Cirlot nos
comenta: Ciertos rituales babilnicos figuraban la hierogamia con
una sacerdotisa de Isthar y un esclavo que despus de la consumacin
ertica reciba la muerte. Este sacrificio ulterior no era un acto de
crueldad, sino la necesaria ejecucin que haba de seguir, como la
sombra al cuerpo, al hecho realizado. Pues, de dejarlo con vida,
ese hombre habra sido ya un muerto vivo durante el resto de su
existencia, tras haber conocido el contacto con lo superior. () Es
lo que expresa el mito de Smele, incendiada por los rayos de la
belleza de Jpiter, cuando quizo verlo en su aspecto autntico y
esencial. Lo superior destruye, quema lo inferior. Pero por eso
toda concesin sostenida de algo extraordinario es expresin de una
expresin paralela en quien recibe el don. Cirlot, Superior, Lo, op
cit., p. 426. Aqu sin embargo, el autor citado se refiere a la
trascendencia de una vida mortal hacia lo apotosico, al anhelar la
superioridad de los dioses; pero en el caso de Urano, al ya estar
revestido de dignidad divina, su tras- cendencia, corresponde no a
la homologacin, sino a la fijacin y representacin de pureza en s
mismo.
15. XV Si buscamos una identificacin que autorice la reduccin
de los cuatros puntos del plano horizontal a dos (izquierda y
derecha) tenemos una base para ello en la afirmacin de Jung, para
quien detrs equivale a incosciente y delante manifestado o
consciente. Como el lado izquierdo se identifica tambin con
inconsciente y el derecho con conciencia, detrs resulta equiparable
a izquierda, y delante a derecha40 . En el mito, Hesodo hace una
distincin muy precisa entre mano izquierda: logr alcanzarle con la
mano izquierda y mano derecha: empu con la derecha la prodigiosa
hoz que muy bien pueden ajustarse a estas connotaciones simblicas
de consciente e inconsciente, as a la mano izquierda, tambin puede
adjudicrsele otros valores simblicos, acuados por el psicoanlisis,
derivados de la asimilacin con el inconsciente: la identificacin de
la izquierda con el lado lunar y femenino del individuo41 , de
manera que la mano izquierda de Cronos con la que agarr los
genitales de su padre para sesgarlos representa en cierta forma una
proyeccin de su madre Gea, adems, tambin parece indicar la represin
de las atribuciones negativas de Urano que ciertamente se hallan
relacionadas con otros valores simblicos de la izquierda: lo
pasado, lo siniestro, lo reprimido, la involucin anormal, lo
ilegtimo42 , cada una de estas connotaciones encajan tanto con la
actitud viciada de Urano que casi no necesitan ser explicadas, pues
es lo que hemos venido exponiendo, sin embargo, puede permitirnos
hacer un breve recuento: Urano establece un rgimen decadente
destinado a la extincin por la indiferencia que muestra hacia la
construccin de un gobierno justo y equilibrado, todo lo contrario,
su autoridad se basa en el egosmo y en la tirana que impone a Gea
mediante el hostigamiento sexual y a sus hijos mediante el
impedimento de su nacimiento, tal gobierno ha de ser abolido y
superado por la justicia o, en este caso, por el destino que lo
conduce a la fatalidad, quedando su nombre desterrado al olvido y
su figura vista por la posteridad tan slo como una sombra del
pasado. Toda la tirana de Urano se desarroll en plena conciencia de
sus actos, sobre todo el ultraje a Gea y el encarcelamiento de sus
hijos en el vientre de sta, adems su imposicin egosta y el odio
recalcitrante que senta hacia sus dems hijos, los Titanes, nos
habla mucho de su personalidad y aspecto siniestro. Lo reprimido se
da en Urano bajo dos formas: como agente represor, al no permitir
el nacimiento de sus hijos y, como paciente reprimido, al ser
vctima de su propia actitud y sexualidad desaforada, ya que no le
permitir procurarse una descendencia que pueda representarlo
posterior- mente y, asimismo, sta ser la causa de su fatalidad y
abolicin como gobernante celeste. Tales circunstancias representan
un retroceso en todos los sentidos: evolutivo, biolgico, poltico y
social, conociendo lo grotesco de los acontecimientos de la causa
de dicho retroceso, ciertamente podemos considerarla una involucin
anormal. Finalmente, desde cualquier perspectiva, todo gobierno que
va en contra de toda ley natural y de justicia, es ilegtimo. Es
interesante ver que todos estos males se basan en un componente
sexual, o mejor dicho, que toda la obstruccin del Cosmos se deba a
la viciada afectacin de Urano 40 CIRLOT, J. E., Espacio, op. cit.
p. 197. 41 Cf. JUNG, C. G., Anima-Animus, El hombre y sus smbolos.
42 CIRLOT, J. E., Loc. cit.
16. XVI hacia Gea, y que la resolucin a la que se llega para
cercenarlos es la accin que ejecutar la mano derecha de su hijo
Cronos. Segn Cirlot, la mano como tal significa el principio
manifestado, la accin, la donacin, la labor, pero tambin,
proteccin, autoridad, poder y fuerza43 , todos estos atributos los
encarna perfectamente Cronos, la primera serie de ellos se
identifican con la fundacin del Cosmos y la manifestacin de la luz
en la tierra, la segunda, con el auxilio prestado a su madre y la
usurpacin del trono de su padre. Son estos precisamente los
componentes fundamentales de la accin del mito y la funcin en l de
Cronos. Pero es curioso que toda la accin determinante que lleva a
cabo Cronos recaiga en su mano derecha la cual, simblicamente,
corresponde a lo racional, consciente, lgico y viril44 , cualidades
identificadas directamente con lo masculino, pero hay que recordar
que el instrumento que corta los genitales de Urano (la hoz
dentada), corresponde simblicamente a lo femenino. De manera que
nos hallamos frente a una coincidentia oppositorum de principios
equilibrados perfectamente que generan una stasis o fijacin del
orden, estas dos premisas casi silogsticas, darn como resultado la
expulsin del elemento obstructor y desestabilizador del Cosmos. En
otras palabras, gracias a la conjuncin de los elementos masculino
/femenino, reunidos simblicamente en la mano derecha (la mano del
juicio) de Cronos, puede abatirse la tirana impuesta por Urano.
Decimos que tales principios: masculino y femenino se hallan en
perfecto equilibrio puesto que, en primera medida, se hallan
interrelacionados y yuxtapuestos los smbolos que caracterizan a Gea
y a Cronos, segn lo que sostiene este ltimo en cada mano: en la
izquierda, correspondiente con lo femenino, sostiene los genitales
de Urano y en la derecha, correspondiente con lo masculino,
sostiene la hoz, smbolo de los genitales de Gea, lo que corrobora
la idea de los principios masculino/femenino encontrados, sin
embargo, se hallan en un trazo radicalmente opuesto muy distinto a
lo que sucede entre los referidos smbolos de Cronos y Gea, que
constituyen ms bien una alianza. La Reaccin: A estos dioses su
padre, el poderoso Urano, les dio el nombre de Titanes aplicando
tal insulto a los hijos que l mismo engendr. Deca que en su
intento, con temeraria insensatez haban cometido un acto terrible
por el que luego tendran justo castigo.45 De este fragmento
remarcaremos slo dos cuestiones: en primer lugar el apelativo con
el que Urano bautiza a sus osados hijos por haberlo ultrajado, el
cual, Hesodo considera peyorativo y por otro lado, analizaremos la
amenaza que Urano hace a los Titanes. 43 mano, op. cit. p. 303-304
44 Loc. cit. 45 / , / / , HES. Th. vv. 207-210
17. XVII Etimolgicamente la palabra Titn parece surgir del
verbo el cual significa: tender, extender, alargar, estirar Tirar
de Producir, realizar haciendo un esfuerzo. Las tres acepciones
parecen aludir a las acciones que emprendieron o padecieron los
Titanes. La primera de ellas nos sugiere el episodio de la
emboscada que le tendieron a Urano y donde cuatro de ellos: Ceo,
Cro, Hiperin y Jpeto, los cuatro Titanes que personifican los
puntos cardinales y los pilares del cielo, sostuvieron a su padre
para que Cronos procediera a segar sus genitales, pero a su vez,
esta imagen de Urano sujeto por sus cuatro extremidades, implica
los vocablos a los que nos estamos refiriendo, pues, ya hemos
mencionado que se conceba a Urano extendido sobre los extremos de
la tierra a la manera de la diosa egipcia Nut, aunque no se tiene
certeza de esta forma de representacin, esta primera acepcin
etimolgica parece dar fe de ello. Un verbo homnimo pero derivado de
un sustantivo (que merece venganza) tambin podra aludir la accin de
Cronos contra su padre. La segunda acepcin contiene en s misma
muchas acepciones ms pero la resumiremos en las dos principales:
halar, tender, estirar, extender lanzar, arrojar, dejar caer algo
intencionalmente. La primera slo ratifica lo que hemos mencionado
en el punto anterior, pero, la segunda, si consideramos slo el
verbo lanzar prescindiendo de la preposicin que le cambia el
sentido asimilndolo a la primera acepcin, entonces podemos ver
aludido en l, la precipitacin de los Titanes en el Trtaro.
Finalmente, la tercera acepcin alude a los Titanes en un sentido ms
amplio, pues, se pueden incluir las proezas de los Titanes de la
primera generacin, como la de Cronos y sus hermanos, pero tambin de
la segunda, por ejemplo el robo del fuego por Prometeo, estos
acontecimientos fueron llevados a cabo no sin gran esfuerzo, pero
tambin, sin que quedarn luego exentos de justo castigo;
curiosamente, a partir de esta ltima acepcin, hemos acuado nuestro
sintagma cristalizado: hacer un esfuerzo titnico que an pervive en
muchas de las lenguas herederas de la cultura helena. Los lexicones
arrojan otro vocablo que posiblemente pueda servir de variante
lxico- lgica para Titanes, se trata de que significa tiza, yeso,
cal. Aunque la explicacin no nos viene de las fuentes mitolgicas
oficiales, sino de la tradicin rfica que nos cuenta un mito
etiolgico al respecto. Decan que los Titanes cuando penetraron el
Olimpo, con intencin de matar al nio Zagreo, un avatar del dios
Dioniso, tenan sus caras todas recubiertas de cal, pues, se dice
que los picos de las montaas cercanas al Olimpo contienen en
abundancia este mineral, adems, que muy cerca de stos flua el ro
Tartaressos, el cual, se deca extraa sus aguas de la laguna
estigia, es posible que se pensara que esta regin estaba asociada
con los Titanes por estas particularidades, sin embargo, esto es
algo de lo cual no podemos dar constancia. En cuanto al otro punto,
las amenazas de Urano a sus hijos despus de las increpaciones que
les avienta, tienen un aire de maledicente profeca lo que,
ciertamente, al pasar el tiempo, se ve cumplido pues sabemos que
todos son precipitados al Trtaro en el reinado de Zeus, sin
embargo, lo importante aqu es resaltar, no la condena de los
Titanes, sino precisamente los atributos profticos de Urano.
18. XVIII Ya en el mismo relato hesidico se nos muestra a Urano
junto a Gea como voces oraculares del Olimpo, cuando su hija Rea,
desesperada por la cruenta accin de su esposo Cronos quien devoraba
a sus hijos inmediatamente salan stos del vientre de su madre,
acude a sus padres para que le dieran consejo segn los designios
que se haban decretado46 . Cabe resaltar que Urano y Gea,
comprendidos como orculos, no se inclinan a uno u otro personaje
mtico que los consultara, sino que mantienen la imparcialidad
caracterstica de los orculos sagrados los cuales dictaminan su
fallo segn el designio, es decir, la Moira. Esto puede evidenciarse
en este mismo pasaje, puesto que no slo Rea conoce la solucin a su
infortunio por parte de sus padres, sino que tambin Cronos decide
ejecutar tal abominable accin por el vaticinio que le dieran Urano
y Gea de la cada de su trono por parte de uno de sus hijos47 . Un
calco de esta misma situacin tiene lugar ms adelante, pero esta vez
los consejos van dirigidos a Zeus, quien, al igual que su padre
Cronos, decide engullir a su primera esposa Metis [la prudencia]
cuando sta estaba a punto de parir la primera prole de Zeus48 , ya
que Urano y Gea le haban vaticinado el derrocamiento de su trono
por uno de los hijos de esta unin pues estaba decretado que
nacieran de ella hijos muy prudentes: primero, la doncella de ojos
glaucos Tritogenia que iguala a su padre en coraje y sabia decisin;
y luego, era de esperar que naciera un hijo rey de dioses y hombres
con arrogante corazn.49 Pero, como sabemos, estos hijos de Metis
nunca salieron a la luz, en vez de ellos, tuvo lugar la doncella
Atenea, quien surgi de la propia cabeza del Padre de los dioses y
que le fue siempre aliada y no adversaria de su imperio. Ahora
bien, estos son, si se quiere, vaticinios directos, es decir, son
orculos dados de la propia boca de Urano, lo que quiere decir, que
se remontan a un tiempo mtico inmemorial, cuando apenas comenzaba
el orden de la creacin y an en un otrora ms lejano cuando no estaba
instituida por completo la hegemona del cosmos y ste comprenda un
destino dbil e indeterminado. Pero andando el tiempo, cuando ya se
haba poblado la tierra e imperaba Zeus entre mortales e inmortales,
an en ese entonces, los hombres se acordaban del cielo e invocaban
sus dones junto a los de su sagrada esposa Gea, e incluso el
mismsimo Zeus inmolaba bueyes en sacrificio a estas deidades para
conocer los augurios que se le destinaban a cada una de sus
batallas, como las que hubo de librar contra los Titnes. As lo
demuestran al menos dos fragmentos de Anacreonte y Diodoro Sculo
respecti- vamente. Veamos: 46 HES., Th. 474-479 47 HES., Th.
459-465 48 HES., Th. 886-894 49 / , / , / ' / , HES., Th.
894-898.
19. XIX Segn Anacreonte cuando Zeus estaba empezando la guerra
contra los Titanes, es decir, los hijos de Titn, hermano de Cronos,
hizo sacrificios a Urano y entonces vio un guila volar cerca como
un augurio favorable para la victoria. A cambio de este dichoso
augurio, pues, ciertamente le sigui la victoria, se puso como
emblema un guila de oro sobre las leyes que pautaban las guerras y
se le consider un distintivo de proteccin y valor.50 Antes de la
batalla contra los Gigantes en Creta [los Titanes], se cuenta que
Zeus sacrific un toro a Helios, a Urano y a Gea, y segn cada uno de
sus ritos, se le revel la voluntad de los dioses en cuanto al
asunto, los augurios sealaban la victoria para los dioses y
desercin por parte del enemigo.51 No slo Zeus entre los inmortales
invoc al Padre Cielo y a la Madre Tierra, tambin otros dioses y
diosas les invocaban para que dieran consejo o para que le fueran
favorables en ciertas peticiones, como cuando Hera, celosa del
nacimiento de Atenea quien naci directamente de la cabeza de Zeus
sin participacin alguna de mujer, pide al cielo y a la tierra que
le procuren concebir un hijo del mismo modo, sin participacin de
varn alguno, que sea tan poderoso o ms que Zeus Odme ahora, oh
tierra y anchuroso cielo que estis arriba, y dioses Titanes que
habitis debajo de la tierra, junto al gran Trtaro, y de los cuales
proceden hombre y dioses: ahora odme, vosotros todos, y dadme un
hijo, sin intervencin de Zeus, que en modo alguno le sea inferior
en fuerza, sino que le supere tanto como el largovidente Zeus
supera a Cronos. 52 Es de notar que todas estas invocaciones o
peticiones de consejo y ayuda, se hacen en nombre de ambas deidades
Urano y Gea, el Cielo y la Tierra, casi nunca se observa una
invocacin remitida a una sola de ellas, esto demuestra que an
habindose efectuado la separacin fctica de la pareja cosmognica
primordial, an se conciben como una unidad tcita que obra en
conjunto en el fuero interno y mente de hombres y dioses. Algunas
de las caractersticas de los orculos tambin se observan en ciertos
fragmentos donde se halla la presencia de Urano y Gea como tales,
nos referimos a las cualidades omniscientes que se les atribuye por
antonomasia, y en el caso del Cielo y la Tierra, esto pareciera
estar en concordancia con la omnipresencia, pues, es comprensible
pensar que los elementos naturales estn siempre presentes y por
ende son testigo de todo cuanto acontece, y mucho ms, el Cielo y la
Tierra, pues, recordemos la concepcin que tenan los antiguos
griegos respecto a la forma y ubicacin en el espacio de estos
elementos, el 50 ANACR. fr. 505d ap. FULG. Mitologiarum libri. 51 -
/ / / * / . D. S. 5.71.3. 52 ' ' , / ' / , / / , / / , / ' . H.
HOM. h. ad Ap. 334ff.
20. XX uno respecto al otro53 ; por ello en el pasaje donde
Homero narra el rapto de Persfone, Urano y Gea sonren puesto que ya
conocen el destino de la desdichada doncella. [] y aquel narciso
que la tierra produjo tan admirablemente lozano, por la voluntad de
Zeus, con el fin de engaar a la doncella de cutis de rosa y
complacer a Hades que a muchos recibe; y al verlo se asombraron as
los inmortales dioses como los mortales hombres. Cien capullos
brotaron de su raz y, al esparcirse su olor suavsimo; sonrean todo
el alto y anchuroso cielo, la tierra entera y la hinchada y salobre
agua del mar.54 De igual modo sucede en la Oda Olmpica de Pndaro55
en la que, ante el furor blico de Atenea, Urano y Gea tiemblan; de
este fragmento, as como de muchos otros de la literatura griega y,
an la no griega, hemos acuado un gran nmero de adagios y sentencias
que hacen referencia al Cielo y a la Tierra como seres
omniscientes, capaces de brindarnos ayuda y proteccin, e incluso,
an en nuestros das, hay quien levanta la mirada al cielo buscando
una seal de aprobacin, quiz, reminiscencia de aquel dios que alguna
vez lider el Olimpo. Hasta aqu hemos abordado el mito de Urano segn
la cosmogona hesidica, sin embargo, hubo otras que disentan de sta,
ya sea en ciertos puntos esenciales como la eumelia y la de Alcman,
o que eran radicalmente distintas como la rfica que, como sabemos,
comprendan una doctrina y concepcin cosmognica totalmente adversa a
la hesidica ya que se trataba de un grupo contestatario a todo el
conglomerado de las tradiciones institucionalizadas. 53 q.v. p.
119. 54 ', / / , / / , / ' ' , ' / ' . H. HOM. h. ad Cer. 5ff. 55
PI., O, VII, fr. 36ff. [fig. 52]
21. XXI Comencemos dilucidando algunos nombres que se hallan
relacionados con el de Urano, pues, hay unos cuantos escritores que
asocian el nombre de Urano con el ter y otros tantos con el nombre
de Akmn, sin embargo, al parecer, cada uno de stos corres- ponden,
de una u otra forma, al de Urano pero slo si atendemos a sus
etimologas ya que ter y Akmn son considerados, en estas cosmogonas,
padres de Urano. En una Titanomaquia perdida, atribuida a Eumelo de
Corintio, la cual inclua una cosmogona, que se piensa coincidia en
muchos puntos con la hesodica, puede leerse sin embargo, que los
protogenoi, es decir, Urano, Gea y Ocano tenan como padre en comn a
ter56 , ste, como sabemos, es un elemento primordial que representa
el brillo o la sustancia de la luz y por tanto est suspendido sobre
el Cielo. Segn Hesiodo57 el ter era hijo de Erebo E y de su hermana
Noche Nyx y hermano del Da , mientras que Higinio58 lo hace esposo
del Da y con ella procre a la Tierra, al Cielo y a Ocano, nos dice
tambin que su conexin prxima con el Cielo y la Tierra, esparci
todos los vicios los cuales destruyeron la raza humana y de igual
forma a los Gigantes y Titanes. El nombre de Akmn mientras tanto lo
encontramos sugerido como un patronmico en una obra fragmentaria de
Calmaco lanzan a los arremolinados akmonides59 pero Alcman lo
certifica completamente cuando nos dice: El padre de Urano, como se
ha dicho ya, se llama Akmon celestial porque su movimiento es
infatigable (akamatos); los hijos de Urano son en consecuencia
Akmonidai: los escritos arcaicos ponen en claro estos dos puntos.
Por tanto certifican que el cielo pertenece a Akmon.60 En efecto,
Akmon se hace reconciliable como epteto de Urano, debido a su
significacin: infatigable, incansable lo que recuerda la
hiper-sexualidad de Urano y su desafuero con Gea, pero esta misma
caracterstica tambin le confiere el atributo de la fertilidad
abundante, la cual, ciertamente, tambin comparte con Gea, ya que,
en este sentido, conforman simblicamente el binomio de la vida; el
mismo trmino akmon puede significar tambin yunque lo que da sentido
al smil que hace Hesiodo sobre la distancia que hay entre cielo y
tierra, por tanto el objeto que escoge un yunque de bronce es
completamente un smbolo de los atributos urnicos. En cuanto al otro
trmino: ter, la mayora de los lexicones nos ofrecen entradas
sinonmicas con los atributos de Urano, pues, hallamos por ejemplo:
El empreo, la ms alta regin del aire El aire; los aires, el cielo.
Aire, luz, claridad. Aire que se respira. etc. Pero es claro que el
ter constituye otra personificacin mtica aislada a la de Urano y
que solamente se emparenta como padre de l, pero algunos autores y
ciertas tradiciones han llegado a confundirlos, asimismo, sucede
con Aeon, el dios del 56 De acuerdo con el escritor de la guerra de
los Titanes, Urano fue hijo de ter EUMEL. fr. 2. Ap. An. Ox. I. 75.
57 HES. Th. 124. 58 Ex Caligine Chaos: ex Chao et Caligine Nox Dies
/ Erebus Aether. ex Nocte et Erebo Fatum Senectus Mors Letum [...]
Ex Aethere et Die Terra Caelum Mare. HYG. Fab. Pr. p. 1.1& 1.
2, 59 ' . CALL. Fr. 498. 60 ALCM. Fr. 61. Ap.
22. XXII tiempo que hace girar la rueda del zodiaco, en algn
momento se identific con Cronos, pero tambin con el mismo Urano,
esto lo demuestra algunos mosaicos romanos de la poca imperial
donde aparece junto a su consorte Gea61 . Otra tradicin hace de
Urano el rey de los atlantes, a quienes, desde sus orgenes,
introdujo a la vida civilizada, se dice que este pueblo habitaba en
las riveras del Ocano. Tambin puede haber una estrecha relacin
entre esta tradicin y la de Aeon, puesto que Urano era considerado
por los atlantes el inventor del calendario dado a su gran
conocimiento de los astros, asimismo, poseea el don de la
premonicin, de modo que, tambin desde esta concepcin de su figura
mtica, estaba asociado con la mntica y la voz oracular, por tanto,
fue l quien ense a este pueblo mtico la astrologa, la astronoma y
el arte de la adivinacin; cuando el rey Urano muri, se le rindi
tributo como a una divinidad y, con el paso del tiempo, los
atlantes comenzaron a identificarlo con el cielo. Diodoro Sculo
menciona como consorte de este rey de la Atlantida a Titae, luego
llamada Ge, con la cual tuvo numerosos hijos y que a partir de este
nombre surgi posteriormente el de Titanes. Veamos: Dicen que de los
numerosos hijos62 procreados por Urano, cerca de cuarenta y cinco,
dieciocho pertenecen a Titae, y ciertamente, este nombre propio han
tomado cada uno de ellos y, a todos en comn, por parte de la madre,
han nombrado Titanes. Y habiendo nacido Titae pura, y a causa de
las muchas bondades que proporcionaba al pueblo fue divinizada y,
debido a su sufrimiento, la llamaron Gea. De s misma surgieron
muchas hijas, sin embargo, dos de ellas eran ms importantes y
distinguidas que las dems, las llamadas Basilea y Rea, que algunos
llaman Pandora. 63 Llama poderosamente la atencin el nfasis que
hace este mito en el linaje mujeril, de hecho, es Basilea, tambin
identificada con Cibeles la que sucede al trono del rey de los
atlantes, quien luego se casa con Hiperin, su hermano, y de ellos
surge el Sol (Helios) y la Luna (Selene) Existen otros personajes
mticos mencionados por Diodoro con idntico nombre a la cosmogona
hesidica que son representados como hijos de Urano, tal es el caso
de Cronos, pero hay otros nombres nuevos como Atalante o Atalas que
continua este relato del mtico pueblo de la atlantida; sabemos ya
que existen un sinnmero de variaciones entre uno u otro mito que
narran la genealoga de los dioses de la Grecia arcaica, e incluso
sabemos que existen mitos de otras culturas, muy o poco
relacionadas con la cultura helnica, que aportan matices a las
divinidades griegas, esto siempre es dado en el caso de la
antigedad reinante de una cultura sobre otra, como por 61 Entre
estos podemos contar el mosaico del Museo de Damasco en Siria donde
aparece la pareja cosmogica junto a otros personajes relevantes
tales como: Prometeo, Psiquis y Hermes, los karpoi que acompaan a
Gea y otras personificaciones de los elementos naturales. Tambin el
que forma parte de la Coleccin Estatal de Antigedades y Gliptoteca
de Mnich, Alemania, proveniente de la Villa in senitum, Italia.
q.v. fig. 48. 62 En el original, sin embargo, se refiere a una
estirpe femenina 63 / , / - / , / . / , / , / - / . ' , / - / , / '
. D. S. III, 57. [T.A.]
23. XXIII ejemplo la hind sobre la griega, entonces es muy
lcito hablar de posibles influencias o trasculturizaciones de estas
civilizaciones a la griega, como es el caso de Dionisos, dios que
los mismos griegos recibieron en su pabelln religioso admitiendo
sin embargo su procedencia fornea64 hasta que, con el correr del
tiempo, se constituy y tom un valor absolutamente griego, en el
caso de la figura mtica que nos ocupa sabemos que se le ha
comparado con el dios vdico Varuna65 , aunque las asimilaciones que
se han hecho entre uno y otro dios, pertenecen ms bien al campo
etimolgico y lingstico, es innegable que tambin se hallan algunas
caractersticas compartidas, as vemos que ambos dioses son regentes
del cielo y de las estrellas, as como de los fenmenos naturales
relacionados con el cielo: los truenos, los rayos, los vientos, las
lluvias, etc., sus dones profticos y de omnisciencia son
resaltantes caractersticas, pero igualmente en ambos sobresale
aquellas facetas tanto negativas como positivas, una especie de
sombra claridad, no obstante, ambos son llamados soberanos reyes de
dioses y hombres. Si bien estas asimilaciones pueden llegar a ser
evedintes, hay que dejar claro que son, en cierta manera, fortuitas
y no se puede aseverar que uno y otro compartan un tronco comn y,
mucho menos, que se trate de deidades homlogas. Retomando el mito
urnico en las tradiciones griegas, nos resta incursionar por los
mitos rficos respecto a Urano, sin embargo, primero hay que
entender que los mitos comprendan grandes ramificaciones que
otorgaban un sentido y caractersticas especficas a las divinidades
segn fuese la tendencia de las diferentes congregaciones rficas66 ,
no obstante, como ya vimos, podemos simplificar stas, tomando en
cuenta slo dos tipos de cosmogonas: aquellas que se originan de Nyx
y las otras que tienen como origen el huevo csmico, pues,
ciertamente, en estas dos es donde se nos presenta, de manera ms
precisa, la procedencia de Urano. Aristfanes nos dice, en una
parodia de lo que se presume haya sido una cosmogona rfica, que
Gea, Urano y Ocano, no son verdaderos protogenoi pues ellos no
existieron sino mucho despus de la existencia de Fanes (Eros) y
dems elementos del mundo. En un principio reinaba el Caos, la
Noche, el negro Erebo y el vasto Trtaro. La tierra, el aire y el
cielo no existan. () De esta unin de diversos principios nacieron
el Cielo, el Ocano, la Tierra y la raza eterna de los
Bienaventurados.67 >>> >>>> >>>>
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>>> >>>> >> >>>>
>>>> >>>> >>>> >>>>
>>>>> >>> >> De esta manera Apolonio
tambin nos dice: l [Orfeo] cant que en otro tiempo la Tierra, el
Cielo y el Mar fueron creados en una misma matriz y se separaron
unos de 64 Cf. OTTO, W., la patria del culto dionisiaco,
Dionisos... op. cit., p. 44 65 Para ms detalles sobre la relacin
entre estas deidades cf. DUMEZIL, G., Ouranos-Varuna - Essai de
mythologie compare indo-europenne. 66 q.v. n. 216 67 / ' ' ' (...)
' ' / . AR. Av. 685. Aunque, segn las tradiciones rficas, Urano y
Gea no son verdaderos protogenoi, en lo que si parecen coincidir es
en la creacin conjunta de estos elementos, algunas veces sumado
Ocano, y en la que Fanes es quien se presenta como mediador para
que se originen los dems seres a partir de la reunin entre Cielo y
Tierra.
24. XXIV otros luego de una terrible batalla68 , sin embargo,
aqu el elemento de disociacin no viene dado por el nacimiento de un
nuevo ser (Fanes), sino que el poeta prefiere darle un tinte ms
pico argumentando una batalla entre los protogenoi, esto nos
recuerda las batallas picas de Tiamat y Marduk, los cuales luchaban
por la hegemona y el podero del Cosmos. A pesar de que en la mayor
parte de las cosmogonas rficas se le da mayor relevancia a Fanes y
a Cronos como generadores de todo lo que ha de manifestarse, no
obstante, sabemos que la variante de Atengoras se afianzaba en la
creacin de la tierra y el cielo a partir del huevo csmico que al
romperse, tras el nacimiento del Eros rfico, las dos mitades
restantes del cascarn conformaban a Gea y a Urano y que a partir de
esta pareja cosmognica, siempre en alianza con Fanes, comenzaba la
generacin de los dems elementos. Por otro lado, el nacimiento rfico
de estas entidades cosmognicas, en un principio, parecieran carecer
de ese rasgo antropomrfico tan caro a la tradicin mtica
oficialmente establecida, pues los protogenoi, por parte de la
creatividad mtica de los rficos, no asumen esos rasgos humanizados
que les da un Hesodo o un Homero, sino que se mantiene an ese halo
de informidad que contiene el Caos de donde procede el Cosmos,
claro est, esto desde la apreciacin, quizs un tanto errnea69 , del
Caos como un todo abigarrado y desordenado en franca contraposicin
etimolgica con el Cosmos [ = Desorden] Ahora bien, es innegable que
la tradicin rfica, aunque en un principio pareciera no resaltar a
Urano con atributos humanizados, es cierto que se conform, mucho ms
adelante en el mito, como una especie de ente racional al que puede
hacersele peticiones y, sobre todo, era concebido como un testigo
presencial en todo los actos sagrados de sus misterios, as lo
confirma este himno dirigido a su divinidad. Veamos: URANO: PERFUME
DE INCIENSO Oh Urano, Padre de todo lo creado! El ms antiguo e
indestructible regidor del Cosmos, principio y fin de todas las
cosas, Padre supremo que giras en torno a la esfrica tierra,
recorrindola en constante rotacin, morada de los bienaventurados
dioses, guardan larguividente de todas las cosas celestes y
terrestres, en tu pecho reside el irresistible impulso de la
naturaleza, obscuro, indmito, resplandeciente, etreo, omnividente,
padre de Cronos, dichoso, el ms alto de los espritus. Escucha!
Concede a este iniciado en los misterios una vida piadosa.70
Jkfkjfk df k kdf d jd ooe o od k kw dk lk p wd wl kwl l lw k d wl
dklwd kwld kldk l dk ll k lkdlw l dlw l l k dkw dk ld wdk k dwk wk
wkwkw eww kwk e 68 ' , / ' , / A. R. Arg. I. 498. [T.A.] 69 Es
errneo puesto que en griego la palabra deriva de la raz
protoindoeurpea ghen que significa solamente extensin, cavidad,
hueco, hueco muy abierto, etc. 70 , . / , , / ', , / , , / , , / ,
/ , / , , , , / , , , , / ' . ORPH., H., IV. [T. A.]
25. XXV As por ejemplo vemos el pasaje de la Iliada donde Zeus,
enojado por los padecimientos de Hector en la batalla contra los
aqueos, increpa a su esposa y esta le replica y justifica, poniendo
a Urano como testigo, su inocencia en ese asunto: Sean testigos la
Tierra y el anchuroso Cielo y el agua de la stige, de subterrnea
corriente que es el juramento mayor y ms terrible para los
bienaventurados dioses , y tu cabeza sagrada y nuestro tlamo
nupcial, por el que nunca jurara en vano: No es por mi consejo que
Posidn, el que sacude la tierra, daa a los troyanos y a Hctor y
auxilia a los otros71 . Un juramento similar aparece en los Himnos
homricos pero esta vez en boca de Leto jurando a la ciudadela de
Delos el beneplcito del dios Apolo para establecer su templo en
ella: Spalo ahora la tierra y desde arriba el anchuroso cielo y el
agua corriente de la Estix que es el juramento mayor y ms terrible
para los bienaventurados dioses: en verdad que siempre estarn aqu
el perfumado altar y el bosque de Febo, y ste te honrar ms que a
ninguna.72 Asimismo, en las Argonuticas, se halla un juramento en
un dilogo entre Medea y su hermana Calciope: - C.: Jur por Urano y
Gea que mantendrs lo que he dicho en tu nombre e irs conmigo en la
liga M.: Har lo que dices y tomar solemne juramento en la Clquida,
jurando por el poderoso Urano y por Gea, Madre de todos los
dioses.73 De manera que, Urano es ese gran dios para el que no
existe secreto alguno, vigila y custodia desde lo alto a los
inmortales dioses y a los mortales hombres. 71 / , / / , / ' / / ,
/ ' / , ' , HOM. IL. XV,36 72 / , / / / , ' . H. Hom. h. ad Ap. 84.
73 ' , / . /(...)/ , ' / , ' / , . A.R., III, 697. Ciertamente, al
parecer la funcin de Urano, despus de la abolicin de su imperio y
la cada de su tromo, es la de servir de morada para los inmortales
y la de ser testigo para los juramentos de los mortales y esto es
algo que lo podemos constatar tanto en pasajes de narraciones
rficas como en las tradicionales. [fig. 53]